Una justificación para legalizar las drogas. Análisis, efectos, problemas y razones que proponen abandonar el combate a las drogas. Una batalla que debe darse por perdida. Una idea de los Friedman.

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Introducción

Perder la batalla de las drogas para ganar la guerra de la inseguridad y el crimen. El problema es la delincuencia y la seguridad que su prohibición produce, lo que afecta el bien común y al progreso.

Y todo comienza con el tamaño del gobierno: cuanto mayor sea un gobierno, más inseguridad existirá.


El libro consultado es el de Friedman, Milton, Szasz, Thomas Stephen, On liberty and drugs : essays on the free market and prohibition. Washington, D. C. Drug Policy Foundation Press, chapter V, «Crime», Milton Friedman y Rose D. Friedman, pp 35-43.


Más gobierno, más crimen

El sustento central de las ideas de los Friedman está en una afirmación sencilla. Existe una relación causa-efecto entre el aumento del tamaño del gobierno y la elevación del crimen.

📌 Cuanto más grande es un gobierno, más inseguridad sufrirá la población. Este es el comienzo de la justificación para legalizar las drogas.

Demasiadas funciones gubernamentales

Los gobiernos han acumulado responsabilidades mayores a las que tienen capacidad de cumplir. Con tantas funciones es natural que descuiden algunas. Y han descuidado la que es crucial, la seguridad del ciudadano

Tan sencillo como que la autoridad se ha adjudicado más responsabilidades de aquellas que puede cumplir bien.

Esta es una situación paradójica, pues en los Estados Unidos, que es el país al que los autores se refieren siempre, ahora hay más riqueza que antes. Sería lógico esperar que hubiera mayor seguridad, pero de hecho ha sucedido lo contrario.

Evidencias

Los autores ofrecen cifras para apoyar sus ideas y llegar a su justificación para legalizar las drogas.

En el período 1957 a 1980 hay datos ilustrativos. Los crímenes violentos por cada cien mil habitantes se elevaron de 117 a 581 y los crímenes contra la propiedad de 719 a 5,319. 

El gasto de policía en ese período subió tres veces descontando inflación y aumento de la población, lo que significa que el aumento de presupuesto no es la solución.

Los arrestos también se elevaron, pero no en la proporción del aumento del crimen, de dos millones a diez millones.

Posibles explicaciones de la criminalidad

Continua el proceso de la justificación para legalizar las drogas. Se trata de explicar a la criminalidad.

Los autores examinan ahora algunas de las varias posibles explicaciones que son comunes al tratar de explicar el crimen.

Una de ellas es el hambre. La otra es la envidia y el sentido de injusticia que puede producir el espectáculo de desigualdad entre los pobres y los ricos. 

El hecho es que esas explicaciones no satisfacen.

Los Estados Unidos son ahora más ricos y la distribución de su ingreso es ahora mejor. Habría que esperar una disminución del crimen de acuerdo a las explicaciones anteriores y no lo contrario.

Peor aún, hay países que tienen distribuciones de riqueza menos equitativas y tienen menor criminalidad. 

También se ha ofrecido otra explicación posible. Es la que dice que los medios muestran estilos de vida que nunca podrán ser alcanzados por medios honestos por la normalidad de la gente.

Esto ocasiona un efecto en criminales en potencia. Los autores dicen que esto puede tener influencia, pero que no explica el fenómeno del crimen.

Otras explicaciones mejores

Hay otras explicaciones mejores que los autores ofrecen tres que tienen que ver con el punto de partida señalado antes.

Hay una relación casual entre el aumento de las funciones del gobierno y la elevación del crimen. Pero además hay otras cosas.

1. Cambio del sentido de responsabilidad

Esta explicación es el cambio de mentalidad que se ha sufrido y que ha hecho pensar en responsabilidad social y no en responsabilidad individual. 

Por esta mentalidad es que se llega a justificar el crimen, pues se cree que la pobreza que unos sufren tiene su causa en la sociedad, lo que da derecho a tomar de ella lo que uno quiere.

La riqueza ya no se ve como el resultado del esfuerzo personal, sino como el resultado de la suerte que hace que unos tengan y otros no. 

2. Desintegración familiar

La explicación de la desintegración familiar. La familia es el conductor de valores de una generación a otra.

Al desintegrarse la familia y no existir otro conducto sustituto para comunicar y trasladar esos valores a los hijos, es lógico esperar conductas inmorales en los jóvenes. 

Esta explicación ayuda a entender la participación desproporcional de los jóvenes en el crimen. 

3. Demasiadas leyes

La tercera explicación es la multiplicación de las leyes y reglamentos gubernamentales que establecen delitos. Es tal su cantidad que impide su conocimiento y, por tanto, su respeto.

El gobierno ha emitido una cantidad excesiva de leyes y reglamentos y esto imposibilita el estar enterado y acatar esas disposiciones.

Justificación para legalizar las drogas

Los autores ahora se preguntan qué debe hacerse para remediar el aumento de la criminalidad.

Reducción de delitos

La primera acción lógica es pensar en la reducción de los actos que la ley especifica como delictuosos, especialmente los relacionados con las drogas.

No se han asimilado las lecciones de la Prohibición que tantos daños produjo. Sabemos que la Prohibición tuvo efectos negativos, pues socavó el respeto a la ley, corrompió a las autoridades y creó un clima de moral decadente. 

De hecho, estamos ahora cometiendo el mismo error al considerar delito el consumo y la fabricación de drogas.

Para analizar estas cuestiones, deben verse dos planos diferentes que servirán a la justificación para legalizar las drogas

La cuestión ética

Hay que ver el aspecto ético, donde la pregunta que debe contestarse es si existe una justificación para el empleo de la fuerza gubernamental que evite el uso voluntario de ciertas sustancias entre adultos mayores de edad. 

Los autores responden que no existe esa justificación ética para la intervención moral gubernamental.

Pero, reconocen, existe gente de buena fe que estará en desacuerdo con ellos. Por tanto, queda tan solo ver el aspecto de la eficiencia y los resultados.

La cuestión de los resultados

Afortunadamente no hay por qué llegar a acuerdos sobre el aspecto ético, porque el gobierno no tiene la capacidad de solucionar el problema del consumo de drogas.

Aún si el combate a las drogas fuera justificado éticamente, la realidad es que la autoridad no puede realizarlo con éxito. No tiene la capacidad.

De hecho, la guerra al narcotráfico afecta de manera negativa a todos. Si las drogas fueran una mercancía legal, se cree que su consumo podría aumentar, aunque según los autores no se tiene una certeza absoluta al respecto.

Peor aún, sabemos lo atractivo que es todo lo prohibido, en especial para los jóvenes.

Globo de ideas relacionadas

El controvertido tema de justificar la legalización de las drogas se liga de inmediato a asuntos como mercados negros, narcotráfico y cómo toma decisiones un criminal, el que debe presuponerse actúa de manera racional.

Este es un clásico terreno de los efectos no intencionales que muestran lo inútiles que son las buenas intenciones del gobernante que propone con ellas justificar sus propuestas.

Se liga también con la idea de los límites de las leyes humanas y la proporcionalidad entre crimen y castigo.

Conclusión: más razones de la justificación para legalizar las drogas

La legalización de las drogas beneficiaría al adicto en varios sentidos. Ahora las drogas son muy caras y su calidad es incierta, lo que no sucedería al ser permitidas.

Además, el adicto ya no tendría que relacionarse con criminales para conseguir esas sustancias y financiar su hábito, corriendo peligro su vida como en la actualidad.

Pero también el resto de la sociedad tendría beneficios. La sociedad sufre los efectos de la prohibición de las drogas, pues entre un tercio y la mitad de los crímenes cometidos se deben a la necesidad de financiar el hábito y a las peleas entre los traficantes. 

Al ser legalizadas las drogas, la criminalidad, por tanto, bajaría en una proporción muy grande y la corrupción de las autoridades sería ampliamente reducida.

Es la ilegalidad el problema

Desde luego, las drogas tienen efectos negativos en las personas. Los trabajadores adictos son menos productivos, más propensos a sufrir accidentes de trabajo y tienen altos niveles de ausentismo.

El punto de los autores, al respecto, es sencillo. Simplemente no es de interés saber si las drogas tienen o no un efecto negativo en el adicto, pues es su ilegalidad la que produce aún más daños a él y al resto de la sociedad. 

Las evidencias que dan la Prohibición y la Guerra a las Drogas es clara, simplemente no existe manera de detener el tráfico de drogas cuando su prohibición genera tal cantidad de dinero.

Debemos hacer que la policía deje de pelear batallas perdidas de antemano, para que se dedique a combatir con eficiencia otras formas de inseguridad.

Pero, sobre todo, en la justificación para legalizar las drogas no debe olvidarse el origen del problema esencial, que es un gobierno demasiado grande, con demasiadas funciones y responsabilidades que no tiene capacidad de realizar aceptablemente.

Esto es lo que creó el problema de las drogas y otros más.

Las circunstancias han cambiando gradualmente y ahora la tesis sostenida se percibe como un camino razonable.

El propio Friedman acerca de la legalización de las drogas:


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[Actualización última 2023-06]