Definición, significado, características, tipos, formas. Una manera de realizar trabajos por delegación externa. ¿Qué es outsourcing?

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Primero, la traducción

El concepto de outsourcing es muy conocido. Cuando es traducido al castellano se habla de «subcontratación», de «tercerización», o de «externalización».

📍 El tema de la columna lleva a otros muy variados, como los sweatshops, los trabajos nobles y la ventaja comparativa.

Outsourcing, elementos básicos

En lo que sigue intento poder definir qué es outsourcing por medio de la mención de sus elementos esenciales en un sentido amplio:

Un fenómeno de especialización

La subcontratación o outsourcing en su sentido amplio es una de las formas en las que se entiende a la especialización del trabajo. Por ello, es un fenómeno que se presenta aunque sea de manera cruda en toda actividad económica.

Es una consecuencia de la especialización o división del trabajo. Esto provoca que diferentes trabajos sean asignados a diferentes personas. Entre ellas se delegan trabajos.

Mejor uso de recursos

El outsourcing o subcontratación es una práctica común y persigue el uso más eficiente posible de recursos escasos. Se basa en la asignación de tareas a quien se puede realizarlas mejor.

Como consecuencia es una de las maneras usadas para reducir costos de producción a través de la especialización del trabajo.

Restaurant and Bar cleaning outsourced«Restaurant and Bar cleaning outsourced» by Frederick Md Publicity is licensed under CC BY 2.0

Outsourcing, elementos únicos

De esos elementos de la asignación de funciones a quienes los pueden realizar de mejor manera, puede ahora comprenderse mejor el significado en su sentido específico actual:

Definición

En ese sentido estricto más usado es una práctica de negocios mediante la cual las empresas se asignan entre sí porciones de su trabajo bajo la idea de no hacer lo que otro puede hacer mejor.

Esto se entiende muy bien en la explicación que cito:

«una fuente externa a la empresa que pueda prestar de manera eficiente determinados servicios, para que esta pueda disponer de más tiempo para centrarse en los aspectos claves de su negocio». significados.com

Tipos y ejemplos

Una empresa puede, por tanto, decidir la subcontratación de sus funciones de, por ejemplo, cobranzas, contabilidad, informática, o publicidad a empresas externas. Los centros de atención telefónica son otro ejemplo de outsourcing.

Un tipo usualmente separado de subcontratación es el llamado international u offshore outsourcing. En este tipo la empresa subcontratada está localizada en otro país.

Mejor uso de recursos

Es un concepto íntimamente ligado al costo de oportunidad. Establece que es preferible no hacer lo que otro puede hacer mejor. O bien, que es mejor dedicarse a lo que uno hace realmente bien.

Sentido de outsourcing

Una buena manera de comprender a la subcontratación es la de verla como un arreglo entre empresas. Un acuerdo por medio del que la empresa subcontratada realiza una o más funciones que antes se realizaban internamente dentro de la empresa.

Las funciones más expuestas a la subcontratación son aquellas que no forman parte del trabajo central de la empresa, de su negocio esencial. Son más bien funciones necesarias pero accidentales como, asesoría legal, impresión de documentos, procesos de nómina, cuidado y mantenimiento de equipo, etc.

Las razones que mueven a la subcontratación son muy variadas, casi siempre originadas por causas de reducción de costos, elevación de calidad, ahorro de tiempo, demasiada especialización y otras más.

Críticas y protestas

Consecuentemente, la subcontratación o outsourcing es una práctica común de negocios y en general de toda actividad económica. Se sustenta en la idea de no hacer lo que conviene que otro haga.

No debía producir nada que no sea elogios ya que así es posible tener bienes y servicios más baratos, de mejor calidad y más innovadores. Sin embargo, ha producido reclamos importantes.

Las protestas generalmente son producidas cuando se afecta a, por ejemplo, sindicatos. Como cuando la empresa subcontrata a personal externo para realizar alguna función que el sindicato desea para sus afiliados.

O bien, cuando la subcontratación de un servicio de atención telefónica se asigna a una empresa en el extranjero y no se contrata personal nacional para esa misma función.

También, han existido fuertes reclamos de casos en los que el personal, todo o buena parte, es subcontratado por la empresa para evitarse pasivos laborales y reducir el costo de la mano de obra.

Discusión esencial

Gran escándalo causan demasiadas personas que se quejan del outsourcing. La realidad es que todos lo hacemos. Todos sin excepción. Lo hacemos cuando dejamos que otros hagan los zapatos que necesitamos. Los podríamos fabricar, pero nos es más conveniente que los hagan otros especializados en eso y todos ganamos.

Me agrada mucho, por ejemplo, dejarle a Heineken que haga mi cerveza y eso me permite hacer otras cosas.

Si tuviera que hacer mi cerveza, quizá no tendría tiempo de nada más. El outsourcing es en el fondo la división del trabajo y eso nos permite vivir mejor. Los zapatos que yo haría de seguro serían malos y caros. Por eso se los dejo a otros.

El outsourcing, visto así, lleva siglos, muchos siglos. Y no es causa para asustarse.

Si usted y yo aplicamos esa práctica para, por ejemplo, el cultivo de tomates, no veo por qué no la pueden usar las empresas para fabricar algunos de sus productos, realizar su contabilidad, hacer su cobranza, o lo que quieran.

Los tomates que otros producen son mejores y más baratos que los que podríamos cultivar en casa. Se vive mejor con tomates producidos por otros, o con procesamiento de datos realizado en otras partes.

Al final, me parece obvio, el outsourcing es simplemente un nombre nuevo para algo muy viejo que se llama división del trabajo y que ha permitido que vivamos mejor cada vez. Ir contra eso o contra el comercio internacional es, en el fondo, proponer que las personas vivamos peor. No tiene sentido.

Precisiones y casos

Voy a principios de 2005 cuando la revista The Economist reportó que «Sikorsky (el fabricante de helicópteros) perdió un contrato fuertemente competido para la construcción de los helicópteros presidenciales de EEUU, «Marine One»».

Los nuevos helicópteros serán construidos por un equipo internacional bajo el liderazgo de Lockheed Martin basados en un diseño de AgustaWestland, una rama de la firma italiana de defensa Finmeccanica.

El contrato de 6 mil millones de dólares fue sido criticado por algunos congresistas como ‘outsourcing’. No hay duda de que los adelantos alarman y que las tecnologías asustan. Créanse así fantasmas y monstruos míticos que amenazan con devorar a supuestas pobres víctimas.

No es el primer caso

Un caso de estos, similar a lo sucedido con Sikorsky, fue la introducción de máquinas en los procesos de fabricación a los que se acusaba de causar desempleo —lo mismo que sucedió con la robotización de las plantas a finales del siglo 20.

El FMI publicó un breve artículo titulado La externalización desmitificada de Mary Amiti y Shang-Jin Wei (2004-12). A continuación resumo algunos de sus puntos principales.

La externalización ha sido tema importante en medios noticiosos recientemente. Entre enero y mayo del año anterior, fueron publicados más de 2,500 artículos sobre el tema en los periódicos norteamericanos.

El tema central de esas publicaciones establecía una asociación entre pérdida de empleos y externalización.

Práctica común

Puede ser entendida como la subcontratación de servicios o productos a personas externas con el objetivo de disminuir costos. La clave está en definir a su vez lo que es «externo». Puede verse como algo externo a la empresa o también como algo fuera del país.

Ambas son práctica común, fuera de la empresa y fuera del país. La que llama la atención es la realizada fuera del país. La afirmación realizada repetidamente es que la externalización al extranjero es equivalente a exportar puestos de trabajo de una nación a otra, con el resultado neto de pérdida local de empleos.

La externalización no es nueva. Lleva siglos funcionando y es producto de la división del trabajo. La tecnología actual facilita ahora externalizar servicios que antes no eran posibles de mudar de un sitio a otro.

El comercio libre es una manera de externalizar productos o insumos materiales. Y la externalización de esto representa la mayor parte del comercio mundial. La situación está cambiando y ahora es posible también, en alguna proporción, externalizar servicios.

Un ejemplo ilustrativo es el de un contador —o un profesional cualquiera. Él disfruta de las ventajas de un comercio exterior de bienes que le representa riqueza de opciones y precios más accesibles, al mismo tiempo que no está él bajo la posibilidad de que alguien en el extranjero pudiera hacer su trabajo local. El viñedo local podía sufrir la competencia de viñedos del exterior, pero él no.

La tecnología ha modificado esa situación «protegida» de los servicios. Ahora, unas funciones contables, médicas y de otras profesiones pueden ser realizadas por otros profesionales fuera de la localidad.

Una consecuencia de este cambio es la pérdida de apoyo al libre comercio. Los profesionales que antes estaban en una posición de disfrutar bienes importados sin competencia externa a su profesión, eran campeones del libre comercio. Ya no más. Las encuestas indican eso, por no mencionar grupos con interés en hacer que los gobiernos entren a regular/prohibir la externalización.

Empleo

Es de utilidad examinar el tema, concretamente confirmar si la externalización produce una pérdida de empleos locales trasladándolos al extranjero con serio perjuicio local. Los datos existentes indican que la externalización no lleva a una pérdida neta de empleos.

Externalizar un servicio equivale a importarlo por parte de la nación que lo hace y a una exportación del país que realiza ese servicio para otro.

La primera pregunta a hacerse es qué tan grande es la externalización. De acuerdo a las notas noticiosas debía ser enorme, dada su cobertura en medios. La realidad es que sus niveles son bajos. Las importaciones de servicios de los EEUU eran de 0.1% en 1983 y de 0.4% en 2003, con respecto al PIB.

En el Reino Unido es de 1%. La India es, sin duda, el país señalado como el mayor receptor de la externalización —este país a su vez también externaliza una buena cantidad de servicios. Dice el artículo que «El crecimiento de su sector de servicios empresariales pasó del 0.5% en 1983 a 2.5% del PIB en 2003».

EEUU es el mayor importador de servicios, en términos absolutos, pero en términos relativos a su PIB, es pequeño. Países como Angola, Mozambique, República del Congo y Malí externalizan porcentajes superiores al 20%.

Servicios

El comercio internacional de bienes es una calle de dos sentidos, se exporta e importa. El comercio de servicios es igual. Los EEUU importan muchos servicios, pero también los exportan. Los EEUU y el Reino Unido, en el comercio internacional de servicios, tienen superávit. Pero no hay aquí un patrón que indique que los países en desarrollo tengan un déficit y los desarrollados un superávit. Indonesia, Alemania e Irlanda tienen déficit.

Es un mito la creencia de que los países industrializados importan servicios principalmente de países en desarrollo aprovechando su mano de obra barata.

EEUU, por ejemplo, importa servicios mayoritariamente de otros países industrializados; el 32% de las importaciones de servicios de los EEUU en 2002 era de países en desarrollo y el 68% de países industrializados, con Canadá como el principal país del que se importa. La India tiene casi 2% del total de importaciones de servicios.

Del otro lado, sólo el 39% de las exportaciones norteamericanas de servicios van a países en desarrollo.

Queda por responder la pregunta acerca de la pérdida de puestos de trabajo. Los autores concluyen que los datos examinados indican que «la externalización no genera pérdidas netas de puestos de trabajo… cuando se examinan sectores a un alto nivel de desagregación, se observa que apenas se pierde una pequeña proporción de los empleos como resultado de la externalización de servicios».

La conclusión es enfatizada hacia el final del artículo:

«Los resultados que efectuamos sobre los Estados Unidos y el Reino Unido parecen indicar que la externalización de servicios no solo no induce a un descenso del empleo a nivel agregado uno que además podría aumentar suficientemente la eficiencia de las empresas y de los sectores para que puedan crear suficientes empleos en los mismos sectores, definidos en un sentido más amplio, que contrarresten los empleos perdidos por la externalización»

Ha sido dicho que la economía no es un fenómeno estático y que por eso resulta un error colosal examinarla en un momento dado, sin considerar de donde viene y en que dirección se encamina.

Dar noticias sobre la externalización de empleos y lamentar la pérdida de los empleos cancelados localmente, además, recuerda la historia de los ciegos examinando un elefante —y concluyendo que el animal tiene la cola más larga de cualquier bestia conocida.

Esas noticias alarmistas de los medios establecidos acerca de la externalización, están viendo únicamente una porción mínima del suceso total, con una desventaja, la de generar intenciones de acción que modifiquen esa mínima parte de la economía sin saber lo que ello producirá en el resto.

Es un caso de miopía que raya en ceguera. Los autores, en cambio, logran esa visión dinámica e integradora, que permite ver el todo —parafraseando a Bastiat. Con sencillez se reporta la noticia de la exportación de empleos y con dificultad se ve la creación de empleos en otras partes del mismo país que se benefician de la mayor productividad que así se origina.

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En resumen

Aunque no está exenta de críticas y de posibilidades de errores costosos, el outsourcing es una sana práctica que permite reducir costos y precios para los consumidores.

Una que permite innovar con más frecuencia. Hace más flexible a la empresa para enfrentar cambios y asegurar estabilidad. Y hace accesibles a especialidades imposibles de tener internamente.


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[Actualización última: 2023-07]