Considera verdadero aquello que es lo más repetido, sin necesidad de más evidencias que esa constante y frecuente reiteración. La falacia ad nauseam es un modo incorrecto de razonar.

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Falacia ad nauseam, definición

Esta falacia es una de las más sencillas de comprender —se trata de la justificación de una conclusión cualquiera— sustentada en su repetición frecuente y numerosa, hasta el cansancio.

📌 Se razona que ya que se oye en todas partes y todos la repiten, debe ser cierta la afirmación. Su esencia es la de la repetición.

«Un argumento ad nauseam,​ o argumentum ad nauseam, es una falacia en la que se argumenta a favor de un enunciado mediante su prolongada reiteración, por una o varias personas». es.wikipedia.org. Mi énfasis.

La misma idea puesta de otra forma:

«Como su propio nombre indica, el argumento ad nauseam, o hasta la náusea, está basado en la repetición de un argumento una y otra vez. Normalmente, esto se toma como base para afirmar la validez del argumento». filosofiayloquesurja.net. Mi énfasis.

Su esencia es la repetición frecuente, lo que lleva a la afirmación a convertirse en una creencia aceptada y creída.

«Es un tipo de falacia dirigida a las emociones en el que las personas creen que una afirmación es más cierta cuanto más veces haya sido oída y además la repetición excesiva provoca un hastío (la náusea) que se genera por la repetición de la afirmación es tal que puede llevar a aceptarla sin llegar a escuchar ningún argumento válido». cienciastico.blogspot.com. Mi énfasis.

Estructura de la falacia ad nauseam

El esquema que forma esta falacia es el siguiente:

  • La persona A afirma x.
  • La persona B afirma y.
  • x es la afirmación más repetida.
  • y es la afirmación menos conocida.
  • Por lo tanto, x es verdadero y A tiene la razón.

Ejemplos

Un buen ejemplo de la falacia de la repetición es la argumentación utilizada en México para mantener al monopolio estatal petrolero en manos del gobierno. Se repite una y otra vez que el petróleo es de los mexicanos y eso, durante años, ha creado una conclusión que se piensa es sólida.

En su versión más pura, consiste en la repetición constante de una aseveración, la que sea, creyendo que al cabo del tiempo terminará por ser aceptada.

Si un candidato político hace del «cambio» un tema de su campaña, su repetición insistente permitirá que sea creída por muchos sin mayor razonamiento adicional. Ni siquiera tendrá que definir a qué cambio se refiere. Y puede llegar a tal punto en el que ya se considere inútil criticarlo.

En una versión más amplia, esta falacia puede verse en la aceptación de una conclusión por el simple hecho de que es la más repetida por la gente, que es el argumentum ad numerum «y que consiste en afirmar que algo es verdadero por el hecho de que exista un número muy alto de personas lo sostenga».

Discusión

La falacia ad nauseam o de la repetición es sencilla de demostrar como falsa en terrenos de las ciencias. Por mucho que alguien repita que la plata crece en los árboles de higo, nadie lo creerá. Por muchos que crean que la tierra es plana, tampoco será creído.

Pero las dificultades surgen en terrenos considerados menos exactos.

Estos son terrenos de connotaciones dadas a palabras —por ejemplo, si la especulación es siempre rodeada de sentimientos negativos, la repetición de esas circunstancias tenderá a crear una actitud negativa de la palabra sin mayor análisis.

Quienes oigan hablar de los malvados especuladores serán seguras víctimas de esa repetición. Si cada vez que se dice capitalismo se añade el calificativo salvaje, sucederá lo mismo: la ad nauseam habrá logrado probar una conclusión.

Como en otros casos, esta falacia comete el error de introducir una justificación que es irrelevante para la conclusión —si se quiere concluir que dos más dos son cinco, la repetición de tal conclusión no resulta una prueba siquiera débil de su verdad.

El mismo principio aplica a otras opiniones, por ejemplo, cuando se repite que el capitalismo explota a los trabajadores: si los explota o no, eso no puede probarse como cierto por su repetición.

Detrás del descubrimiento de la falacia de la repetición hay una actitud admirable de independencia personal que se revela a conformarse con las opiniones aceptadas sin mayor análisis.

Por ejemplo, la tremenda repetición de la tolerancia como la gran virtud es tomada por unos como prueba de la conclusión, pero que otros se nieguen a aceptar el argumento, es un buen síntoma de razonamiento independiente.

Casos reales de la falacia ad nauseam es la repetición de ideas electorales, como «estamos en crisis», cuando no se está pero acaba por ser creído. O lo opuesto, «no hay recesión ni crisis», cuando en realidad si existe.

Igualmente, para la idea de que el cambio climático es una realidad, eso no puede ser probado argumentando que es la idea más creída y popular.


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[Actualización última: 2023-06]