Argumentos a favor y en contra de la pena capital. Opositores y partidarios discuten sobre dos aspectos centrales: efectividad y moralidad. Un análisis del castigo. El dilema de la pena de muerte.

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Preguntas y respuestas sobre la pena de muerte

¿Como examinar correctamente el dilema de la pena de muerte?

Viendo sus dos aspectos y la relación entre ambos. Un aspecto es el de la efectividad y el otro el de su moralidad.

¿Cuál es el aspecto de la efectividad?

El de si funciona o no. Es decir, si la pena de muerte disminuye los índices de crímenes graves o no lo hace. Para demostrarlo existe estudios varios y ellos tienden a decir que sí funciona.

¿Y cuál es el aspecto de la moralidad?

El de si es inmoral o no el matar a la persona condenada, Es decir, si los gobiernos pueden aplicarla cuando existe el mandato moral de no matar. Aquí las discusiones son profundas.

¿Cuáles argumentos son los que usan quienes se oponen a la pena de muerte?

Son muchos y variados. Argumentan que los juicios pueden equivocarse y condenar a inocentes, que la tendencia mundial es a prohibirla, que no debe aplicarse el «ojo por ojo», que no puede castigarse una muerte con otra, que la violencia no se corrige con más violencia, que es una degradación humana, que se violan derechos, que está en contra de la religión y demás.

¿Y cuáles son los argumentos que usan los que están a favor de la pena de muerte?

También son muchos y variados. Argumentan que se necesitan penas mayores a las usuales, que hay crímenes muy graves que la merecen excepcionalmente, que sí funciona reduciendo tasas de criminalidad severa, que debe considerarse que eso evita víctimas futuras y similares.

¿En resumen?

Lo más sólido es analizar la discusión en esos dos aspectos de efectividad y moralidad. La primera puede estudiarse en los estudios al respecto. Lo de la moralidad será más difícil de discutir y no tendrá acuerdos jamás.

Introducción

Un análisis razonable de la pena de muerte debe incluir incluye dos aspectos:

Efectividad de la pena de muerte —lo que mide si la pena de muerte produce resultados y reduce crímenes graves futuros, o no los reduce.

Moralidad de la pena de muerte —lo que considera si es o no moralmente justificable el quitar la vida a quienes han cometido crímenes mayores.

Los dos aspectos no son independientes. Se relacionan entre sí cuando se plantea esta posibilidad: si con la pena de muerte se reducen crímenes graves futuros potenciales surge la responsabilidad moral de aplicarla y así proteger a víctimas futuras. Por ejemplo, personas que habrían sido asesinadas por el que recibe una pena de muerte, o quizá otro.

Efectividad de la pena de muerte

Las opiniones se dividen en dos posiciones centrales. Hay quienes afirman que sí tiene efectos mientras otros dicen que no.

Si los tiene, el dilema de la pena de muerte tendría en favor la disponibilidad de una solución clara y sólida. Si no tiene efectos, es decir, si no previene crímenes como los que castiga, la posición en contra de la pena de de muerte apuntaría que no tiene sentido aplicarla.

funciona

¿Funciona la pena de muerte? La respuesta más lógica que existe, al menos en teoría es que sí.

El favor de la pena de muerte se sostiene que ella previene más asesinatos sentando un precedente público, un estímulo negativo tangible, grave y visible. Un castigo grande para una pena grande.

Quien sea que tiene frente a sí la decisión de matar a otro, sabe que el castigo que puede recibir es ejemplar. Lo pensará más de una vez antes de hacerlo. La pena de muerte es un incentivo negativo considerable.

No funciona

Existen personas que están en contra de la pena de muerte. Suelen ellas decir que no tiene sentido matar a culpables de grandes crímenes porque ese castigo no previene crímenes de igual magnitud.

Afirman en contra de la pena de muerte que no produce un efecto de disuasión. Es decir, no evita crímenes futuros similares a los que castiga. Si esto es cierto, entonces no tiene mucho sentido aplicar la pena de muerte y el dilema se soluciona.

La evidencia: sí funciona

La realidad parece demostrar que sí funciona. Hay evidencia fuerte señala que existe una relación negativa entre la aplicación de la pena de muerte y los asesinatos. Cuando una sube, los otros bajan, y viceversa.

La realidad es que existen datos convincentes al respecto. La pena de muerte sí tiene ese efecto disuasivo. Si otros estudios indicaran lo contrario, la conclusión sería la natural. Haría falta investigar más y ninguna de las partes tiene aún la razón.

El dilema de la pena de muerte tiene una solución posible obtenida de la evidencia empírica posible de obtener. Quienes están en favor o en contra de la pena de muerte podrían solucionar su discusión con esos datos.

Moralidad la pena de muerte

¿Es moral la pena de muerte? Este es el segundo aspecto del quienes argumentan en favor o en contra de la pena.

es contraria a la moral

El opositor a la pena de muerte objetará que aunque la implantación de la pena de muerte produzca resultados y evite crímenes, ella es inmoral.

Afirmará que tiene la autoridad para matar como castigo al criminal, así sea por los más terribles crímenes.

El argumento es muy poderoso y convincente. Suele ser el final de muchas discusiones, incluso de aquellas en las que se acepta el poder disuasivo del castigo máximo.

No es contraria a la moral

Quienes están a favor de la pena de muerte reconocen que el argumento moral es fuerte y que no tiene una solución simple. Efectivamente, la pena de muerte es el más alto castigo posible y la autoridad que posea esa facultad debe ser en extremo vigilada.

Los partidarios de la pena de muerte agregan un argumento se peso en la discusión del dilema. Dicen que ese argumento moral solo ha puesto atención en el criminal y su castigo. Pero que olvida la otra parte, la de las víctimas potenciales.

Por ejemplo, Isaac Ehrlich de la Universidad de Búfalo, en un estudio clásico, reportó sus hallazgos en el American Economic Review de 1975. Por cada pena de muerte ejecutada se evitaron ocho muertes de personas inocentes.

📌 Si la pena de muerte no puede aplicarse porque nadie puede quitar la vida a otro, eso significa que al no aplicarla se estarán teniendo muertes mayores a las que se podían tener. Habrá gente inocente que morirá por no aplicar la pena de muerte.

La discusión moral

Con independencia de si es o no moral que la autoridad, después de un debido proceso, dicte una sentencia de muerte, a esa discusión debe añadirse las consecuencias de aprobarla o negarla.

El dilema que tiene frente a sí el gobernante en el caso de la pena de muerte no es diferente en su esencia al de todo el sistema judicial y policiaco de un país.

El mal manejo y el mal funcionamiento de esa obligación del gobierno resultará en la elevación de víctimas inocentes que podía haberse evitado. No castigar al robo debidamente tendrá como efecto colateral un incremento de los robos.

Los castigos y penas impuestos por la ley y aplicados por el sistema judicial tienen un sentido claro de castigar y disuadir con un principio de proporcionalidad.

📌 El dilema no es sólo aplicable a la pena de muerte, sino a todo el sistema de persecución de delitos. Si se acepta que la pena de muerte disminuye el número de asesinatos, el no aplicarla significa aceptar que en el futuro serán asesinadas personas inocentes y que eso podía haber sido evitado.

Igual que el caso en el que la autoridad no castigase con eficiencia a ladrones, cuyo resultado sería un aumento de las víctimas de robo. La impunidad eleva el número de víctimas de delitos.

La cuestión en última instancia es el plantearse en lo personal qué haría uno sabiendo esto. La solución no es sencilla, pero sí hay un principio subyacente. En ciertos casos extremos la pena de muerte sí está justificada, no en sí misma, sino por las vidas de inocentes que eso salvará.

Globo de ideas relacionadas

El dilema de la pena de muerte se relaciona de inmediato con conceptos como la Ley del Talión e ideas acostumbradas como el clisé de los 10 culpables y 1 inocente y los de Heinz y el de los dos hambrientos.

Más el principio de precaución.

Se asocia también con temas como la toma decisiones un criminal y la tesis de criminales racionales.

Más la obvia realidad de que la criminalidad afecta a la economía.

En resumen

Un planteamiento del dilema de la pena de muerte, como el anterior, tiene un defecto sensible. El de la percepción. Las muertes futuras evitadas de inocentes jamás serán vistas pues no son realidades que se perciban.

Son hechos que no ocurrieron todavía y, por eso, a pesar de ser reales, no son tangibles y tienen poco peso probatorio en razonamientos superficiales.

El dilema es claro

1. Si la pena de muerte no funciona como disuasión de grandes delitos (lo que debe ser demostrado) puede ser puesta de lado sin consecuencias en terceros inocentes.

2. Si la pena de muerte funciona, deberá aplicarse. No hacerlo significará dejar que se asesine a terceros inocentes.


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