¿Qué es un embrión humano? Él puede ser comprendido de diversas maneras, según explica esta idea de Fernando Pascual. El entendimiento de la naturaleza del embrión es vital en la discusión del aborto intencional.

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¿Qué es un embrión humano?

La respuesta resulta más sencilla de lo que parece, aunque algunos la hayan hecho compleja.

Organismo con vida

Como primera respuesta, podemos decir que el embrión es un organismo (uni o pluricelular) dotado de vida. Científicos y filósofos aceptarían, sin graves problemas, esta afirmación.

También un niño y un anciano son organismos dotados de vida, pero mucho más complejos y más desarrollados. El embrión y el niño son más pequeños y tienen mucho futuro ante sus ojos. El anciano tiene menos futuro, pero no por ello deja de ser organismo.

Organismo humano en desarrollo

La segunda respuesta es también sencilla: el embrión es un organismo humano en sus primeras fases de desarrollo.

Salta a la vista que las diferencias entre el embrión, el niño, el adulto y el anciano resultan notables. Porque un niño tiene corazón y pulmones, cerebro y columna vertebral. El embrión, al menos en los primeros días, no tiene ninguno de los órganos típicos del adulto.

Pero ello no implica que no tenga ninguna “organización”: en sus pocas o muchas células hay una estructura compleja que avanza, si nada lo impide, hacia nuevas etapas de desarrollo.

Ser humano digno de respeto

La tercera respuesta va un poco más lejos, y suscita la oposición de diversos pensadores y científicos: es un ser humano digno de respeto.

Para justificar esta respuesta necesitamos recurrir a algo distinto de la ciencia empírica. Porque la idea de dignidad no es asequible ni a las básculas ni al microscopio.

No depende ni del color de la piel, ni del hecho de tener más centímetros de altura, ni de la “perfección” del ADN (sin aparentes enfermedades hereditarias), ni de empezar a existir en un país desarrollado.

La dignidad humana

La idea de dignidad es descubierta desde la filosofía y la religión. Gracias a ellas, si son usadas de modo adecuado, podemos ver en cada ser humano algo que escapa a la observación científica: posee un valor que supera los límites del espacio y del tiempo, porque está destinado a lo eterno.

La idea de dignidad se aplica a todo ser humano en sus distintas etapas de existencia: desde que inicia a vivir, tras la concepción, hasta que termina su recorrido terreno, e incluso más allá del mismo.

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La definición del embrión lleva directamente a temas como ¿tienen alma los embriones?, también a la propuesta de entender a los bebés como invasores de vientres y el liberalismo y aborto.

Más las defensas del aborto y una solución razonable.

Más tópicos un tanto más abstractos, como el dilema de tener o no tener hijos, la defensa equivocada de la libertad y los sustitutos de Dios.

Lo que recuerda el tema del liberalismo y aborto y otro dilema, el de la libertad con moral, o sin moral.

Volvamos a nuestra pregunta: ¿qué es un embrión humano?

Es un ser humano que ha empezado a vivir. Tiene pocas horas o pocos días. Está sano o quizá morirá pronto por culpa de algún defecto genético. Será amado por sus padres o sufrirá una muerte silenciosa.

Lo que le pueda ocurrir no quita en nada su dignidad. Vale lo mismo que tú o que yo; como también necesita lo mismo que tú y que yo: amor, respeto, acogida, alimentos, y un lugar en este planeta de aventuras.

Luego, como tú y como yo, con pocos gramos o después de haber visto a los hijos de sus hijos, partirá a otros rumbos.

Por eso, por ser lo que es, sin adjetivaciones, todo embrión humano merece nuestro respeto.

Y lo recibirá, seguro, por parte de tantos millones de seres humanos, ya adultos, que también un día fueron embriones; seres humanos que hoy trabajan y se esfuerzan para ayudar y defender a los más débiles y necesitados: los niños, los ancianos, los pobres, los enfermos… y los embriones.

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Aborto, embrión humano y tiempo

Definamos al aborto como la suspensión intencional de la vida humana dentro del vientre materno, o sea, matar al no nacido, al embrión humano.

Hasta aquí, supongo, estemos todos de acuerdo en la definición. Lo que nos queda por ver es si eso es válido o no lo es, si es moral o no lo es.

Si se pudiese demostrar que el bebé dentro del vientre materno es una persona humana, habríamos probado que se trata de un asesinato y, por ende, sería un acto inmoral.

Y viceversa, si se probara que no se es una persona humana dentro del vientre materno, entonces no sería un acto ilegal el quitarle la vida.

¿Es humano un embrión dentro del vientre materno?

Es mi creencia que sí somos todos humanos desde el primer segundo de nuestra concepción. Permítame explicar por qué.

Vea usted a un niño pequeño, digamos de unos dos años. Él es físicamente muy diferente en esa edad de lo que será al cumplir los veinte, los treinta, los cincuenta, los setenta y más.

A través de los años se opera en nosotros una profunda serie de cambios desde nuestra infancia hasta nuestra vejez.

Tome usted, por ejemplo, una fotografía de cuando usted era bebé y siga viendo esas fotos de familia.

La foto del primer día de clases, la del día de campo con la familia, la de la fiesta de disfraces, la de la entrada a la secundarias y así pásese unos minutos viéndose en las colecciones de fotos que usted guarda. Verá cambios importantes en usted y en la gente que le rodea.

Usted no es el mismo de bebé que a los cuarenta o cincuenta. No somos los mismos en esas diferentes etapas y, sin embargo, sí somos los mismos.

Nuestra apariencia cambia notablemente, pero somos los mismos, seguimos siendo las mismas personas, aunque diferentes en nuestro físico.

Por tanto…

Matar a un infante o matar a un anciano o matar a cualquiera en las edades intermedias es considerado un acto inmoral, quizá el peor de todos los actos inmorales que podemos cometer.

El acto sigue siendo inmoral independientemente de la edad en la que se mate a una persona. Basado en esto, sinceramente creo, que seguimos siendo humanos independientemente de la forma física que tengamos.

Un bebé en una cuna llorando y emanando los más execrables olores es igual de humano que un anciano que insiste en contarnos por enésima vez alguna anécdota de su vida.

No veo, por tanto, razón alguna en decir que al estar el embrión dentro del vientre materno y tener otras formas físicas no se es humano. Cuando aún mis dedos no están bien formados soy tan humano como cuando mis dedos se deforman por la artritis.

Cuando aún no tengo pelo sigo siendo tan humano como cuando me pongo todo una serie de remedios para evitar su caída. No creo razonable aceptar que por estar dentro del vientre materno y tener otras formas físicas aún no soy humano y alguien puede matarme.

Igualmente considero muy debatible la idea de que antes de cierta cantidad de semanas desde la concepción aún no soy humano.

¿Cómo definir en cantidad de días y horas el momento en el que mi naturaleza cambia de ser nada a ser humano? No creo que haya una respuesta satisfactoria.

Al final, me quedo con una idea central, que es la de que todos somos humanos desde que somos concebidos y que el acabar con nuestras vidas en ese momento equivale a un asesinato no diferente al de matar a otras personas de cualquier edad que ya hayan salido del vientre materno.


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[Actualización última: 2023-06]