Las diferencias entre las creencias del conservadurismo y el liberalismo original. Una fascinante discusión que ha sido indebidamente simplificada por las críticas superficiales de ambas posiciones. Ser o no un conservador.

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Introducción

Ser conservador o ser liberal. La disyuntiva entre liberalismo y conservadurismo es tratada por Hayek en una parte de uno de sus libros, en la que justifica su posición. El por qué no ser conservador.

El ejercicio de Hayek es una gran ayuda para entender qué es el liberalismo, pero también el socialismo y el conservadurismo.

La cruda forma de redacción de muchos califica sin razón a los partidos políticos en una dimensión de izquierdas a derechas creando una idea falsa en sus lectores.


📕 La idea resumida esta carta es de Hayek, Friedrich A. von, The constitution of liberty, Chicago. University of Chicago Press, «Postscript, Why I am not a conservative», pp. 397-411.


Por qué no ser un conservador

El título del capítulo de la obra indica la posición del autor. Quiere explicar las razones por las que él no es partidario del conservadurismo sino del liberalismo.

La razón es la posición de los liberales como Hayek mismo, muchas veces asociados con los conservadores por oponerse a los ataques a la libertad.

No han tenido otra opción que hacer eso y por lo mismo suelen ser puestos en una misma categoría los conservadores y los liberales, cuando en realidad son muy diferentes.

El conservador definido

El autor dice del conservadurismo es una actitud común de oposición a cambios drásticos, legítima y probablemente necesaria.

El movimiento contrario al conservadurismo era el liberalismo, hasta el surgimiento del socialismo. La realidad es que esos tres movimientos son diferentes entre sí.

Su principal objeción al conservadurismo es su falta de dirección. No provee una dirección en la que debemos ir. Se resiste al cambio en direcciones indeseables, pero hasta allí.

El conservadurismo retrasa, pero no previene y por eso los conservadores han sido arrastrados por caminos que no han seleccionado. Una de las razones para no ser un conservador.

Socialismo, liberalismo y conservadurismo suelen ser colocados como puntos en una misma línea: los socialistas a la izquierda, los conservadores a la derecha y en algún punto medio, los liberales.

Es realmente engañoso y si se deseara un gráfico, él sería el de un triángulo, con cada punta representando a esos tres movimientos, con los conservadores más cerca de los socialistas, entre los que están los proponentes de la tercera vía entre el socialismo y el liberalismo.

📌 El conservadurismo, por tanto, no tiene una posición fija y se mueve con los vientos de cada momento, según Hayek.

La diferencia entre liberalismo y conservadurismo

La gran diferencia del liberalismo es que quiere ir en otra dirección y no quedarse estático. No es como el conservadurismo, algo que mire hacia atrás, todo lo contrario.

Lo que el liberal desea hacer es quitar los obstáculos que impiden el crecimiento libre. ¿Por qué no ser un conservador? Esta es otra causa.

La contribución conservadora

A pesar de esto, el conservador ha hecho un trabajo loable al señalar el respeto que debe tenerse por el valor de las instituciones creadas en el pasado.

Sus observaciones son una gran contribución al entendimiento de la sociedad libre.

📌 Pensadores calificados de reaccionarios han ayudado a entender el desarrollo espontáneo del lenguaje, la moral, la ley, las convenciones sociales, pero la admiración que muestran es solo por el pasado.

Pero, los conservadores no tienen la misma actitud de entusiasmo ante el desarrollo espontáneo futuro.

Se refiere expresamente a pensadores como De Maistre, Coleridge, Bonald y otros, que en común manifiestan una actitud, la del miedo al cambio, la desconfianza en lo nuevo por el solo hecho de serlo.

Futuro liberal

La actitud del liberalismo es opuesta a la del conservadurismo, pues confía en el cambio y está preparada para dejar que suceda a pesar de no saber con certeza a dónde conducirá.

Es positivo el tener una actitud de precaución ante el cambio, pero los conservadores tienden a usar los poderes del gobierno para lograrlo y el liberal se opone a eso. Otra razón para no ser conservador.

La mente conservadora se siente a gusto cuando percibe que alguien pone orden y es responsable de lo que acontece —siéndole muy difícil entender que existe orden en un proceso espontáneo que nadie domina.

Los conservadores desconfían de procesos libres, un sentimiento que está asociado a otros de sus rasgos: su cariño por la autoridad y su falta de entendimiento de las fuerzas económicas.

El conservadurismo no supone la existencia de principios abstractos ni de teorías generales que le permitan comprender los resultados de la libertad.

La sospecha liberal de toda autoridad

Regresa ahora el autor a un punto previo. Es característica de los conservadores dar el visto bueno a las medidas de la autoridad y su principal preocupación es que esa autoridad no sea debilitada.

No consideran la posibilidad de que la autoridad se salga de sus límites y ataque la libertad.

El conservador estará inclinado a aceptar que los gobiernos utilicen la fuerza si eso es un medio para seguir por el rumbo que se considera bueno.

📌 El socialista y el conservador tienen parecidos. Ambos se preocupan mucho por quién detenta el poder y poco por las limitaciones al poder de quienes gobiernan.

Socialistas y conservadores concuerdan en la bondad de usar a la coerción para forzar en otros los valores que ellos tienen.

Conservadurismo en más detalle

Haber dicho que el conservadurismo no tiene principios no significa que no tenga convicciones morales. Las tiene y fuertes.

De lo que carece es de principios políticos que le permitan solucionar el caso de personas que no piensan como conservadores y tener un orden social de convivencia y tolerancia.

Un liberal, por el contrario, piensa que las creencias morales y religiosas no son sujetos de coerción, algo en lo que socialistas y conservadores piensan diferente.

Los conservadores piensan que dentro de una sociedad existen personas superiores a otras, que deben tener gran influencia en su comunidad y ser protegidas.

Por su parte el liberal reconoce la existencia de personas superiores, pero no cree que nadie tenga el poder para determinar quiénes son ellas.

Un conservador defiende la jerarquía social existente y desea proteger a quienes admira, mientras que el liberal cree que nadie debe ser protegido por el poder, ni merecer privilegios dados por el gobierno —ni monopolios, ni corporaciones, ni sindicatos deben ser ajenos a las fuerzas del cambio.

Conservadurismo, liberalismo y democracia

En cuanto a la democracia, los conservadores se engañan a si mismos. Otra de las razones de Hayek para responder a por qué no ser un conservador.

Creen, los conservadores, que los males de nuestros tiempos son provocados por la democracia, cuando en realidad un liberal piensa que son causados por gobiernos sin límites. El liberal piensa que nadie debe ser investido con poderes ilimitados.

El gobierno de las mayorías puede ser ilimitado también y ese es el peligro que el liberal reconoce.

Liberales y conservadores suelen coincidir en su deseo de evitar medidas colectivistas y dirigistas en el sector industrial, pero los conservadores hacen lo opuesto en el sector de la agricultura, tornándose proteccionistas y apoyando medidas socialistas.

El liberal tampoco quiere medidas de ese tipo en la agricultura ni en ninguna otra actividad económica.

Una causa más, las ideas

Hay otra diferencia importante que específica otra razón para no ser un conservador.

Un liberal cree en el poder de las ideas, en su poder de largo plazo. Pero el conservador sostiene solo las ideas que existen en un momento dado, heredadas del pasado, sin disposición a discutirlas y defendiéndose en la supuesta existencia de una inteligencia superior.

Es un defecto serio del conservadurismo, el rechazar nuevos conocimientos ante la posibilidad de que ellos pongan en tela de juicio algunas de sus creencias.

Más razones para no ser un conservador

Relacionadas con lo anterior, están otras características del conservadurismo: su acerbado nacionalismo y su desprecio del internacionalismo.

No es sorpresa que los conservadores hagan de lado ideas por considerarlas no nacionales —no propias de su país. Esto lleva a coincidir con la mente socialista al hablar de, por ejemplo, «nuestra» planta productiva y caer en la coincidencia de querer dirigir centralmente a lo «nuestro».

Es necesario establecer una diferencia entre nacionalismo y patriotismo. Se puede tener una actitud de aversión al nacionalismo al mismo tiempo que sentir respeto y cariño por las tradiciones del país.

El conservador, por su nacionalismo, tiende a ser imperialista al pensar que sus ideas son superiores y querer llevarlas a otros para ser civilizados como ellos —no al estilo del liberal que deja en libertad, sino por la fuerza.

Existe una dimensión, dice Hayek, en la que el liberal se encuentra entre el conservador y el socialista.

El liberal está alejado del crudo racionalismo del socialista, cuya meta es destruir todo para construir una nueva sociedad sustentada en sus planes personales. En el otro extremo está el misticismo del conservador.

El liberal esta entre ellos dos, reconociendo que hay mucho que desconocemos y que existe incertidumbre y aceptando que existen instituciones y hábitos que vienen del pasado habiendo probado su valor sin ser totalmente racionales.

Un liberal no tiene conflictos con la religión y es de lamentar que existan algunas visiones liberales que se caractericen por su oposición absoluta a la religión.

Y ahora, la explicación del significado de liberalismo

El autor se detiene aquí para decir que ha explicado las razones por las que es preferible el liberalismo al conservadurismo.

Y reconoce al mismo tiempo que muchos pensarán que la posición que ha adoptada no es propiamente la de un liberal como se le conoce actualmente.

Por esta razón, es ahora el turno de explorar si existe un nombre que describa su posición liberal.

Para esto recurre a un poco de historia, alineándose con los liberales viejos. Gente como Lord Acton, Macaulay, Burke, Gladstone, Tocqueville, un grupo al que se sentiría orgulloso de pertenecer.

📌 El liberalismo de hoy no es el de esos personajes, especialmente en los EEUU donde significa lo opuesto a lo que él desea.

Allí se ha acuñado el término libertarian para diferenciarse, pero la palabra es muy poco atractiva.

Confiesa que se ha devanado los sesos tratando de encontrar un apelativo, sin éxito, para describir a quienes creen en la vida, el crecimiento libre, la evolución espontánea.

Al respecto deben recordarse los whigs ingleses, quienes inspiraron lo que después fue conocido como liberalismo. Históricamente es el nombre correcto para las ideas que él sostiene, especialmente cuando se le agrega un adjetivo, el viejo whig.

Puede ser un apelativo para usarse, aunque no está seguro de proponerlo —quienes saben de la historia de las ideas reconocen de qué se trata y para el resto, la palabra no tiene connotaciones. Significa en resumen esa serie de ideas que se opusieron al poder arbitrario de los gobiernos.

Conclusión

Lo anterior quizá puede comprenderse examinando al conservadurismo como una actitud perspicaz de prudencia.

El conservador, en lo general, parece tener una rica habilidad para ir más allá de las apariencias y sospechar de las buenas intenciones. Algo como un hábito de precaución que aprovecha lecciones del pasado a las que respeta y valora más que el resto.

Potencialmente, eso hace del conservador un consejero invaluable para todo liberal, socialista y progresista. Actúa con ellos como una voz de la conciencia que aconseja prudencia y rechaza el optimismo ilimitado que puede extraviarlos.

Confundir a los conservadores con quienes defienden sus privilegios otorgados por el gobierno, o con quienes sostienen ideas mercantilistas, es un error costoso para el liberal que así pierde a un aliado con fuerza intelectual notable (como E. Burke).


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[Actualización última: 2023-03]