Definición y elementos de un concepto que en su fondo pide adecuación y proporcionalidad entre las penas y sus castigos. ¿Qué es la Ley del Talión?

Introducción

Se repite con frecuencia. Seguramente sin mucho pensarla. Ha sido resumida como un refrán. Las personas hablan de «ojo por ojo y diente por diente».

Así suele comprenderse la ley del talión, con un rechazo inmediato suponiendo que ella contiene la tesis de castigos crueles y desmedidos. Puede ser que así sea y, sin embargo, un examen más cercano de su naturaleza contiene una idea aceptable y razonable.

📌 La idea de la adecuación o acomodo entre la falta cometida y el castigo recibido. La petición de adaptar la pena asignada a la gravedad del acto realizado

La idea usual

En la imaginación general, la connotación de la Ley del Talión es esa, como se ha expresado, la de castigos sangrientos e inaceptables. Un ejemplo de eso:

«En el Código de Hammurabi (Babilonia, siglo XVIII a. C.) el principio de reciprocidad exacta se utiliza con gran claridad. Por ejemplo: la Ley 195 establecía que si un hijo había golpeado al padre, se le cortarían las manos; la 196 que si un hombre libre vaciaba el ojo de un hijo de otro hombre libre, se vaciaría su ojo en retorno; la Ley 197 que si quebraba un hueso de un hombre, se quebraría el hueso del agresor […]». es.wikipedia.org

Es una connotación de crueldad en el castigo, lo que hace que se escape su otra idea, la mencionada acerca de la de la adecuación entre crimen y castigo.

La adecuación

La Ley del Talión establece una forma de responder ante un acto de agresión general. Esa forma de respuesta es la de la adecuación o acomodo.

Determina que la respuesta ante la agresión debe ser igual que la agresión misma. Esta idea existe en matemáticas:

«[…] dos magnitudes serán directamente proporcionales si al producirse el aumento de una de ellas, en el doble, triple o cuádruple, las cantidades que corresponden a la otra también aumenta en las mismas cantidades, es decir, el doble, el triple, el cuádruple». definicionabc.com

Por tanto, si el crimen es posible de medir en términos del daño producido, esa cantidad debe adecuada la severidad del castigo aplicado por ese crimen.

Es lo que se conoce como represalia, retaliación, ajuste de cuentas. Palabras que le suelen dar una connotación negativa entre la mayoría de la gente que cree que eso de ojo por ojo y diente por diente es algo literal y, por tanto, indebido.

No está del todo mal

Es decir, la Ley del Talión es simplemente una idea que establece que el castigo dado a una persona que ha dañado a otra debe ser un castigo adecuado al daño que ha causado.

No es algo irracional del todo. Merece ser examinado al menos porque es una idea que tiene fundamento intuitivo inmediato.

Aunque puede ser interpretada literalmente, la idea esencial que defiende es la de adecuación entre penas legales y faltas cometidas.

Una regla que remedia problemas posibles

Esta ley tiene sentido para evitar dos posibles situaciones indeseables.

⚠️ Es indeseable aplicar un castigo demasiado grande por una falta menor.

Sería exagerado, por ejemplo, castigar con pena de muerte a quien ha cazado un ciervo en el bosque propiedad del rey. O condenar a diez años de cárcel a quien ha robado una barra de pan por primera vez.

⚠️ Es igualmente indeseable tener un castigo demasiado pequeño ante una falta grande.

Sería demasiado benévolo, por ejemplo, el castigar a un funcionario público con cinco años de impedimento para ocupan puestos públicos después de haberse demostrado culpable de corrupción por varios millones. O castigar con tres meses de prisión a quien ha violado a una menor.

¿Castigo idéntico a falta?

Tampoco debe ser interpretada la Ley Del Talión como una represalia idéntica a la falta. Una interpretación fundamentalista estricta, de ese tipo, desvirtuaría su naturaleza general.

Quien por descuido atropella a un peatón, no podría ser condenado a ser atropellado por otro conductor descuidado.

📌 Esta interpretación literal de la Ley Del Talión suele considerarse indebida. Pero la propuesta de adecuación entre falta y castigo permanece como razonable.

El papel del juez y el tribunal

La Ley del Talión es suavizada mediante un proceso que impide que la persona dañada sea la que castigue al culpable. Eso podría crear sentimientos indebidos de venganza que llevarían a represalias de mayor monto que el daño recibido.

El proceso moderador de penas es el de un juicio legal, en el que primero se determina la culpabilidad y posteriormente un juez aplica el castigo correspondiente en concordancia con lo que establece la ley.

En esa ley está contenido el principio de la adecuación del castigo a la falta.

El papel de la justicia

El peligro de la interpretación literal de la Ley del Talión se evita también aplicando un criterio de justicia.

Según este criterio, debe haber una retribución debida, es decir, esa proporcionalidad en el castigo, sin que eso conduzca a penalizaciones excesivas y crueles.

La represalias debe bastar para castigar con justicia al culpable, pero también para servir de ejemplo a otros evitando que ellos cometan la misma falta.

Moderación del castigo

La Ley del Talión, que reclama adecuar el castigo a la gravedad del crimen cometido, pasa por mecanismos que moderan la impartición de castigos:

  • El castigo es dado después de un juicio de terceros que ha demostrado la culpabilidad. Es decir, no es decretado por la víctima del crimen.
  • El castigo está determinado por leyes que preven crímenes y castigos en un código legal conocido previamente.

Ley del Talión, otras precisiones

Ella es un principio legal razonable, pero que representa un peligro real cuando se implanta fuera del terreno legal en las relaciones humanas cotidianas.

Cuando el afectado es el que define el daño recibido y emite el juicio de culpabilidad, el castigo que decidirá estará más alimentado por el deseo de venganza que por una ambición de justicia.

Ante esta posibilidad, existe otro principio que es su opuesto. Parte de la idea de que jamás es deseable cometer una injusticia, de lo que se concluye que no debe realizarse un acto injusto incluso como una represalia a otro acto injusto.

Es decir, nunca debe dañarse a otra persona porque eso sería injusto, incluso cuando se tratara de una represalia.

Incluso quien ha cometido una injusticia debe ser tratado con justicia, lo que hace a la interpretación literal de la Ley Del Talión una posibilidad totalmente indeseable.

Pero también inspira a una conducta personal benevolente y comprensiva ante los demás no importa quiénes sean.

Concluyendo

Es conveniente quitarle a la Ley Del Talión la connotación popular de crueldad que tiene y que es inexacta.

Se trata de un sano principio general de proporcionalidad entre falta y castigo. Un principio que no debe ser tomado literalmente y que debe ser balanceado con la idea general de justicia benevolente, pero no ingenua.


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[Actualización última: 2023-01]