Su definición, características, argumentos, críticas. Su significado y consecuencias, que son considerables. ¿Qué es relativismo moral? Un concepto cómodo y fácil, que se usa con descuido y produce efectos que mueven los fundamentos de la vida de todos.

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Introducción: relativismo moral, definición

De los varios relativismos que pueden existir, uno de ellos es el más llamativo y popular. El relativismo moral.

Una definición de relativismo moral:

📌 Es la creencia que da igual valor, legitimidad, importancia y peso a todas las opiniones morales y éticas, con independencia de quién, cómo, cuándo y dónde se expresan y aplican. Se trata de una igualación absoluta de toda opinión ética o moral entre las que se cree que no existe jerarquía posible. Todas son verdaderas y dignas de igual respeto.

El relativismo moral niega a las opiniones morales o éticas en categorías absolutas como: bueno-malo, o peor-malo-bueno-mejor. Todo el mundo, según esto, tiene derecho a una opinión y todas ellas son respetables: ninguna puede ser juzgada falsa.

Las diferentes opiniones morales, según el relativismo, son todas válidas, aunque sean contrarias entre sí. Por tanto, prohibe el juicio crítico de lo que sea que las personas digan al respecto.

📍 De inmediato, el tema lleva a ideas de relativismo cultural, multiculturalismo y cosmopolitismo. Y, más aún, a la noción de las posturas frente a la verdad que las personas pueden tomar más la existencia de constantes humanas universales.

Contradicción interna inmediata

La contradicción del relativismo moral debe ser ya aparente.

Comete un error, el de decir que es malo juzgar a las opiniones morales o éticas. Al final de cuentas, el relativismo moral emite un juicio universal.

La contradicción consiste en decir que es reprobable decir que existen opiniones reprobables y que es bueno decir que no hay opiniones buenas. Una contradicción importante.

📌 Está usando una afirmación absoluta para asegurar que no hay afirmaciones absolutas.

Es la contradicción obvia que contiene la idea de que «es absolutamente verdad que no existe ninguna verdad».


«Un escritor que dice que no hay verdades, o que toda verdad es ‘meramente relativa’, te pide que no le creas. Así que no lo hagas».

— Roger Scruton

Popularidad y atractivo innegable

A pesar de que la contradicción interna del relativismo moral es suficiente como para descartarlo, debe ser aceptado que él goza de popularidad y aceptación

Tiene un fuerte atractivo: creer que no existe ningún criterio externo y objetivo que pueda usarse para calificar moralmente acciones humanas. Todas ellas son igualmente valiosas.

Esta característica amplia notablemente las posibilidades de conductas, sin que ellas estén sujetas a una evaluación ética o moral. La opinión propia puede usarse, por tanto, como justificación incuestionable, para hacer lo que sea, literalmente.

Moral y ético

En lo anterior he usado las palabras ‘ético’ y ‘moral’ como equivalentes —lo que no necesariamente es real. Entre ellas pueden establecerse diferencias.

Lo ético hace generalmente referencia a distinciones entre lo bueno y lo malo usando criterios que son racionales. Una parte de la Filosofía que funciona con independencia de influencias religiosas.

Por el contrario, lo moral es derivado de creencias religiosas que suponen la existencia de una Divinidad.

Ética, dos direcciones

Lo ético, a su vez, es posible de dividir en dos direcciones que son muy distintas.

Supuestos morales

Una de ellas supone como ciertos algunos supuestos no demostrables, de los que parte, como la igualdad humana y su dignidad.

De eso derivan conclusiones que son reglas éticas, como lo reprobable de la esclavitud (una conclusión a la que el relativismo moral no podría llegar teniendo que aceptar a la esclavitud sin emitir juicios).

Reglas pragmáticas

La otra dirección de lo ético toma un enfoque que ignora la existencia de grandes supuestos y se enfoca a la creación de reglas pragmáticas de convivencia entre humanos.

Es la búsqueda de reglas éticas más sujeta a casos específicos en los que se buscan acuerdos medios que eviten lo que alguien pudiera considerar una imposición.

Las reglas pragmáticas éticas de caso por caso contienen una buena dosis de relativismo al carecer de guías o criterios externos.

Por ejemplo, un referéndum podría ser usado para aprobar o reprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Un caso de la falacia ad populum.

Su énfasis central está en encontrar salidas intermedias entre opiniones opuestas, que satisfagan a ambas partes. Un caso de la falacia ad temperantiam.

El problema de la dirección ética que se basa en el estudio de cada caso es natural. Será posible encontrar reglas contradictorias, que es lo que le sucede al relativismo moral.

Podrá aceptar, por ejemplo, que en un lugar sea válido el aborto y en otro lugar no lo sea. E incluso intentar la búsqueda imposible de posiciones intermedias entre aceptar la esclavitud o no aceptarla. Lo bueno y lo malo sería el resultado de negociaciones.

Los principios absolutos

Lo ético que parte de la aceptación de principios absolutos, se parece en buena forma a lo moral.

Pero con una gran diferencia: lo moral parte de la creencia en una serie de principios religiosos que son absolutos. De ellos se derivan reglas morales que se aplican a la realidad diaria siempre y en todas partes.

Los Diez Mandamientos bíblicos son un buen ejemplo, pues son reglas dadas por Dios mismo.

Lo moral, a pesar de su apariencia de total absolutismo de reglas, contiene una buena dosis de intervención humana. La dedicada a encontrar la aplicación de esos mandatos a situaciones específicas.

Es decir, eso que permite glosas e interpretaciones que pueden variar, pero que distan mucho de la posición relativista que negaría la existencia de lo ético y lo moral.

Relativismo moral, en resumen

Se ha dado una definición de relativismo moral y mostrar su debilidad interna. Además de mostrar posiciones opuestas a ella: lo ético y lo moral, más la existencia de una posición de lo ético que se acerca peligrosamente al relativismo.

El relativismo, en su consecuencia lógica, lleva a concluir que lo moral y lo ético son irrelevantes y deben ser sacados de toda discusión porque toda decisión humana es moral y éticamente igual, sin que puedan establecerse diferencias.

Más aún, lleva a la conclusión de que toda religión es también irrelevante.

Si bien como se mencionó antes, el relativismo moral posee una contradicción interna imposible de resolver (dice que es bueno que no existan calificaciones de bueno), también tiene otras consecuencias dignas de apuntar.

Por ejemplo, en el terreno político haría imposible una reprobación de regímenes como el nazismo.

Según el relativismo, por tanto, no pueden existir evaluaciones morales ni éticas de las acciones humanas. Todas ellas son aceptables y no admiten juicio.

Es una posición sin lógica y con consecuencias graves. Sin embargo, es popular porque autoriza cualquier acción que la persona quiera realizar.


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