Los caminos a la prosperidad universal. Las rutas que llevan al bienestar de todos. Y no son desconocidos, al contrario. El no seguirlos es una equivocación inexplicable, o casi.

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Seis «killer apps» de N. Ferguson

La intención está bien expresada y habla de seis ideas centrales que permiten la prosperidad —Niall Ferguson, su autor, un historiador británico, las llama ‘killer apps”.

Son seis conceptos que en conjunto, según su autor, explican la prosperidad de Occidente —una conferencia en la que resume sus tesis puede verse en Niall Ferguson: Six Killer Apps (20’ aprox.).

Esas seis apps que en realidad son caminos a la prosperidad universal son las siguientes —usted puede escuchar al autor y la explicación que él da. Por mi parte, las comento.

1. Competencia

A la que interpreto como fragmentación del poder, la no existencia de gobiernos excedidos, ni de poderes concentrados. Es dejar libre a la persona y sus iniciativas. Todo lo contrario a las concentraciones de poder económico.

2. Revolución científica

A la que entiendo como la creatividad y el ingenio de las personas usadas en descubrimientos que permiten saber más si hay acceso a capital. Es permitir a la persona estudiar y probar sus ideas. La liberación de los talentos personales produce bienestar general.

3. Derechos de propiedad

A la que comprendo como la posibilidad y realidad de las personas de ser propietarios de tierra y bienes.

4. Medicina moderna

A la que veo como estudios y avances que permiten curar enfermedades y cuyo éxito se mide en expectativa de vida.

5. Sociedad de consumo

A la que entiendo como una cultura de compras y uso de bienes, algo que incrementa el bienestar material de las personas. Es la manifestación del éxito que puede tener el combate a la pobreza.

6. Ética de trabajo

A la que veo como un hábito personal que valora el esfuerzo, la disciplina, el ahorro —y que está muy ligada a principios y creencias religiosas. Me imagino que esté muy ligada con la conexión entre virtud y prosperidad desarrollada por Fukuyama.

Niall Ferguson no Fronteiras do Pensamento Porto Alegre 2017«Niall Ferguson no Fronteiras do Pensamento Porto Alegre 2017» by fronteirasweb is licensed under CC BY-SA 2.0

Comunes denominadores

Entre esos seis caminos a la prosperidad universal hay dos comunes denominadores, que es lo que más interesa examinar.

A. Libertad personal

En todas las «killer apps» existe una idea —la idea de la libertad personal.

Sin libertad, no hay competencia de iniciativas personales; sin libertad, no hay ideas personales para avances científicos; no hay posibilidad de propiedad personal, ni de consumo, ni avances científicos producto de locas ideas personales. Ni incentivos para el trabajo esforzado.

B. Una ausencia notable

En ninguna de ellas, y esto es lo más llamativo, existe la idea de una autoridad central que planee la prosperidad.

Con una autoridad central no habría competencia, ni avances científicos, ni derechos de propiedad, ni adelantos médicos, ni libertad de consumo, ni esfuerzo en el trabajo.

¿Por qué no vivimos tan bien como podríamos hacerlo? ¿Qué ha fallado?

Los caminos a la prosperidad universal son conocidos, las ideas anteriores de Ferguson son solamente una confirmación más de lo que se sabe desde hace tiempo.

Algunas de las fallas y errores que impiden el progreso son las siguientes.

1. Creciente intervencionismo económico

Esto es lo que frena posibilidades de desarrollo. Una frase de Ayn Rand la explica muy bien, «Cuando se advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada», entonces la sociedad está condenada.

El intervencionismo, motivado por la idea de corregir las fallas de los mercados, no se da cuenta de que tiene aún más fallas, más errores y más equivocaciones que los mercados libres. Frena las iniciativas, encarece productos y anula correcciones rápidas.

2. Estado de bienestar

Otra explicación también clara: el establecimiento del estado de bienestar, una institución que es insostenible financieramente, por lo que conduce a crisis inevitables.

Y, peor aún, anula el sentido de responsabilidad en el ciudadano, al que convierte en una máquina dependiente de favores a cambio de votos.

Una frase de Rand es aplicable. «cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican favores y no bienes», entonces la sociedad está condenada.

Y eso es lo que es un estado de bienestar: una maquinaria de traficantes de privilegios que se dan por presión política, no por mérito al esfuerzo.

3. Remedios irreales a problemas reales

Se refiere a la serie de medidas manipuladoras de economía que buscan solucionar problemas creados por ellas mismas.

Es el problema de desempleo, que se pretende solucionar con jornadas más cortas de trabajo, o subsidios. Equivale a querer reanimar a la economía por medios de más gasto estatal.

Significa querer hacer que todos tengan casa por medio de la destrucción de criterios racionales del otorgamiento de crédito, es querer mejorar los ingresos con decretos de salarios mínimos.

Es proteger a la industria nacional prohibiendo importaciones, es subsidiar a industrias que el burócrata cree que son mejores que otras, como dar subsidios a empresas fracasadas.

4. El gobernante salvador de todos los males

Ese en cuyas manos debemos descansar. No existe ese salvador. Lo que existe es una masa burocrática que tiende a crecer por inercia y cuyos integrantes defienden sus privilegios crecientes.

Rand lo expresó bien,

«Cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada».

5. Han fallado las ideas

Tenemos las erróneas. Lo que ha fallado, en resumen es la idea del estado de bienestar intervencionista.

La causa de nuestro menor bienestar y de crisis periódicas es ese crecimiento continuo del estado que todo lo quiere hacer suplantando al ciudadano.

Esa idea sobre el gobierno es la falla central, la causa por la que no seguimos por los caminos de la prosperidad universal. Y, son los promotores de esa idea, en quienes recae la falla central.

Son los gobernantes que queriendo más poder añaden funciones a sus gobiernos. Los enemigos de la libertad que desde escuelas y universidades enseñan mentiras económicas y morales.

Son los intelectuales, repetidores de clisés que refuerzan al gobierno y anulan al ciudadano. Los despistados que queriendo hacer caridad, la impiden dando esa función al gobierno.

Se trata de los ciudadanos que se ilusionan pensando en la posibilidad de que más poder en el gobierno les dará mayor bienestar.

📌 ¿Qué nos ha fallado? Apunté cinco explicaciones, pero la central es la última, la de una idea equivocada. Si los gobiernos intervencionistas produjeran bienestar, viviríamos ya en la opulencia y, sospecho que eso es falso.

Acinesia económica

No es nuevo. Ha sido comentado. Es un problema de falta de movimiento. Tiene un nombre técnico, el de acinesia: un trastorno neurológico que se caracteriza por la ausencia de movimiento.

Puede ser aplicada a otra situación, la de economías frenadas. Son los países que tienen un pobre desarrollo económico, menor al que podrían tener bajo las circunstancias adecuadas. Pobre o mediocre desarrollo, inferior al posible de gozar.

Esta idea de economías frenadas que pudiendo seguir los caminos de la prosperidad universal permanecen sin movimiento, tiene dos componentes.

Asuntos económicos

Sabemos lo suficiente de economía como para conocer lo que produce desarrollo y crecimiento.

Se necesita libertad para facilitar la creación de capital, un fuerte respeto de los derechos de propiedad, confianza en el futuro producida por un estado de derecho sólido, impuestos sencillos y reducidos

En fin, la lista es conocida, muy conocida. Son, en lo general, una serie de condiciones que facilitan el aprovechamiento de los talentos humanos y los recursos materiales.

Cuantos menos obstáculos tenga ese uso, más crecimiento se tendrá. Son obstáculos, por ejemplo, demasiadas regulaciones, exceso de trámites para abrir negocios, dificultades para tener títulos de propiedad.

Asuntos políticos

El componente político: las circunstancias gubernamentales y el grado en las que ellas se prestan a facilitar o dificultar las condiciones económicas que crean desarrollo.

Por ejemplo, la existencia de leyes laborales excesivas detiene el desarrollo económico. El mismo efecto tendría un congreso con legisladores incapaces de acuerdos.

La causa última

Lo que hace interesante a la idea de economías frenadas es la combinación de esos dos componentes.

Sabemos lo suficiente de economía como para lograr crecimientos sólidos y sostenidos. Si ello no se logra, la causa no es nuestra ignorancia económica.

No podemos alegar que el desempeño económico pobre de una nación se debe a nuestra falta de conocimiento sobre lo que causa prosperidad económica.

Existe una buena cantidad de libros y estudios que contienen ese conocimiento y exponen razonamientos teóricos y pruebas empíricas.

Es decir, si el problema no es uno de desconocimiento económico, la causa de sufrir una economía frenada tiene que ser de otra naturaleza.

Es similar al caso de quien sufre un dolor de cabeza y sabe que se remedia con aspirinas. Si se niega a tomarlas, eso no tiene una explicación de ignorancia, sino de voluntad: no quiere tomar la medicina.

Si no se implantan esas medidas que se sabe causan desarrollo y mejoran el desempeño económico, la razón es fácil de ver: no se aplican. Por la razón que sea, pero esa es la causa.

Lo que lleva la explicación del mal desempeño económico a otro nivel, el de la investigación del por qué sabiendo lo que debe hacerse, no se hace.

La causa del mal desempeño económico es de naturaleza política. Las circunstancias políticas y de gobierno impiden la implantación de las condiciones que causarían crecimiento económico.

Si no se implantan las medidas sabidas para crecer, eso se debe a otras causas y ellas son generalmente políticas.

No tenemos un problema económico, sufrimos un problema político. Y eso es otra cosa.

Globo de ideas relacionadas

El tema de los caminos que conducen a la prosperidad se liga de inmediato con otros como las condiciones para el desarrollo nacional, el análisis histórico de las causas del progreso y las «estrategias» para la prosperidad.

También con las ideas acerca de las soluciones de la pobreza y sus trampas y la definición causal de pobreza.

Igualmente, evoca temas como la respuesta a ¿cuándo se deja de ser pobre? y en especial las causas del retroceso de América Latina, especialmente cuando se contrastan con las características de un país libre.

Más el cúmulo de experiencias históricas de las lecciones económicas de Suecia, de las lecciones políticas venecianas, de la India, Hong Kong, Nueva Zelandia, México y las lecciones económicas argentinas, más las de China y Singapur.

Conclusión

Al final de cuentas, esa serie de caminos a la prosperidad universal tiene fe en la persona individual, en sus capacidades y habilidades —en sus inquietudes y esfuerzos.

📌 La prosperidad está cimentada en esa creencia en que una persona libre, dentro de un ambiente que fomente y respete esa libertad para todos, produce progreso y bienestar.

Una manera de entenderlo es ver el opuesto, la carencia de fe en las posibilidades del ser humano. Cuando no se tiene confianza en las personas se tiene que recurrir a la implantación de un amo al que obedezcan por su bien —una autoridad que les diga qué hacer, cuándo, cómo, dónde, porque las personas son incapaces.


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[Actualización última: 2023-07]