Una especie de mitos, narraciones fantásticas y curiosas que llaman a su repetición. ¿Qué son las leyendas urbanas? Su definición, significado y ejemplos.

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Introducción

Uno de los géneros literarios verbales, las leyendas urbanas son la versión actual de otras narraciones anteriores, las de leyendas antiguas de sucesos increíbles y héroes extraordinarios.

En lo que sigue se examina el significado de esa expresión.

Pero, primero, una leyenda urbana

Una guapa mujer, soltera, buscaba marido sin tener éxito, hasta que encontró a un hombre con el que conversó acabando convencida de que era el hombre de su vida.
Desafortunadamente no pudo saber su nombre, ni su teléfono, pues lo conoció durante el funeral de la madre de la mujer. Desesperada por volverlo a ver, la mujer asesinó a su padre, pensando que este hombre soñado iría de nuevo a un funeral de su familia.

Leyendas urbanas, definiciones

Claramente hay dos elementos en las historias de ese tipo.

1. Son leyendas

Una leyenda es una narración que se trasmite por tradición, es decir, primariamente de boca en boca. Cuenta sucesos y acontecimientos fuera de lo ordinario, fantásticos, nada comunes, que llaman la atención de las personas, quienes las repiten a su manera.

Por lo tanto, se trata de relatos, generalmente verbales e informales, que se modifican, magnifican, exageran y deforman por parte del narrador.

Son narraciones o relatos que cuentan sucesos curiosos, llamativos, extraños, acontecidos en ambientes citadinos y que las personas repiten a su modo y gusto. Adicionalmente, las leyendas urbanas tienen rasgos claros.

2. Son urbanas

Se refiere a un ambiente citadino, en oposición a rural, remoto o mítico. Concretamente, a los ambientes culturales urbanos: gran número de personas diferentes y variadas en áreas pequeñas y desconocidos entre sí.

Ahora, dos leyendas urbanas

Una noche, a oscuras, mientras encendían las luces, el joven vio una cruz formada por sombras en la piscina y no se tiró el clavado con el que solía iniciar sus entrenamientos. Una vez que las luces fueron encendidas totalmente, vio que la piscina estaba vacía.

Una jovencita tenía un perro que la acompañaba a todas partes. Incluso dormía con ella, bajo su cama. Si ella se despertaba por la noche, bajaba su mano y el perro la lamía, lo que la calmaba y le permitía conciliar el sueño con más facilidad.
Una noche, ella se encontraba particularmente nerviosa y se despertó varias veces por la noche. Como acostumbraba, bajó la mano y el perro la lamió. Ya de mañana, salió al jardín y encontró a su perro atado con una correa que no era de ella. Subió a su recámara y bajo la cama encontró una nota que decía, «Los humanos sabemos lamer como perros».

3. Consideradas ciertas y reales

Es parte esencial de toda leyenda en tener un reclamo de veracidad, de que en realidad si sucedió lo narrado. Quizá a alguien cercano al narrador, o tal vez fue escuchado de alguien que fue testigo. Se presupone que son sucesos reales.

Somos nosotros mismos quienes las tomamos y repetimos, creyendo siempre que son ciertas y sin pasar por filtro alguno de credibilidad.

4. Difundidas verbalmente

Son narradas por las personas y ellas tienen la libertad de modificarlas, transformarlas y adaptarlas según su gusto. Por lo que tienen versiones distintas y a veces notables diferencias.

Las siguientes son algunas otras de esas historias que suelen ser tomadas como ciertas, sucedidas a alguien cercano y que se difunden espontáneamente sin que existan filtros que las evalúen.

Juran que es cierto…

Un gato al que la anciana bañaba y que secaba con gran cariño. Bueno, pues un día de prisa, la mujer no tenía tiempo de secar al gato y se le ocurrió que meterlo al horno a una temperatura muy baja ayudaría. Como no pudo encender el horno de gas, lo que hizo fue meter al gato al horno de microondas para secarlo.

5. Simpleza y brevedad

Las leyendas urbanas son historias simples, atractivas, que llaman la atención y que son contadas con inocencia. ¿Son posibles? Desde luego que sí. ¿Son probables?

No, definitivamente no, pero lo gracioso es que suelen ser aceptadas sin gran análisis, sin gran estudio, sin pruebas. E incluso si existen evidencias que las nieguen, hay algo en la naturaleza humana que sigue queriendo creerlas ciertas.

No hace mucho tiempo que…

En un rancho de un estado del centro del país se realizó una boda entre dos de las familias más acaudaladas del lugar. Después del banquete, los invitados quisieron jugar a las escondidas, como lo hacían de pequeños. Lo hicieron insistiendo que el novio fuera el que buscara a los demás. El juego terminó encontrando el novio a todos menos a su novia.
La buscaron sin éxito durante toda la noche. El tiempo pasó creyendo el novio que ella lo había abandonado. Se volvió a casar muchos años depués y heredó el rancho de sus padres, el lugar donde se había celebrado la boda. Recorriendo el lugar, cuando ya era un anciano, abrió un viejo almacén en el que había un arcón antiguo cerrado. Al abrirlo, reconoció el vestido de la novia que había desaparecido. Lo llevaba puesto un esqueleto.

6. Contenidos de terror muchas veces

Es común que en las leyendas urbanas exista fuertes elementos de miedo que impresionan y se quedan gravados con tal intensidad que la persona que escuchó la narración será capaz de repetirla más tarde a su modo y gusto.

Pero no siempre es terror y miedo, también hay a veces humor.

Le sucedió a la amiga de una amiga…

Todos habían salido de casa, excepto la señora, quien decidió ponerse una mascarilla de pasta de aguacate en la cara y arreglarse el pelo con algún tinte. Todo iba bien hasta que oyó ruidos y comprendió que había un ladrón dentro de la casa.
Temiendo lo peor, se escondió en un closet procurando no hacer ruido. El ladrón entró a la recamara donde ella estaba y abrió el closet. Ella lo vio y gritó con todas sus fuerzas, lo que asustó al ladrón tanto al ver una cara verde que cayó desmallado, tuvo un infarto y murió.

7. Una mezcla con el rumor

Pueden ellas revelar algo más allá de la simple narración. En ocasiones, revelan cosas que otros están haciendo y que son riesgos para todos.

«Agujas infectadas de SIDA en los asientos de los cines, jóvenes varones a los que les han robado los riñones después de haber conocido a una atractiva mujer en un bar, cocodrilos en las alcantarillas, gente a la que le roban su línea de teléfono después de marcar ciertas teclas del mismo, aprendices de pandilleros que circulan en auto por la noche con los faros apagados y asesinan a todo aquel que les hace el cambio de luces […] canciones de rock que contienen mensajes satánicos o los padecimientos de cáncer por usar teléfonos celulares […]». mscielo.org.mx

Sí, yo conozco a una de ellas…

Un grupo de señoras entró a un centro comercial mientras un gato atravesaba la calle con la mala fortuna de matarlo.
Preocupadas por la reacción de la policía, decidieron meter el cuerpo del animal muerto en una de las bolsas de las compras con unos papeles encima para ocultarlo a la vista. Lo hicieron y dentro del centro comercial dejaron abandonada a la bolsa cerca de un basurero a la entrada del restaurante en el que comían, de manera que podían ver qué sucedía con la bolsa.
Una señora, de facha sospechosa, rondó la bolsa varias veces hasta que decidió tomarla como suya y entrar al restaurante, para sentarse muy cerca del grupo de mujeres. Observándola vieron que le picaba la curiosidad para ver el contenido de la bolsa.
Discretamente la mujer metió la mano en ella y la sacó viéndola totalmente machada de sangre, lo que la hizo gritar desaforadamente y desmayarse a continuación. La conmoción era grande y llegó la policía, quien llamó a una ambulancia que puso a la señora en una camilla y junto a ella la bolsa con el cuerpo del gato.

8. La multiplicación en línea

Si en tiempos anteriores, la frecuencia de su repetición dependía del número de personas que físicamente escuchaban la narración, las leyendas urbanas de estos tiempos se multiplican notablemente gracias a redes sociales, mensajes en línea y similares.

Y, además, se mezclan con rumores y noticias falsas formando una buena cantidad de información basura que recibe demasiada atención.

https://www.flickr.com/photos/95727566@N00/9328563562
«¿Leyenda urbana?» by Sidi Guariach is licensed under CC BY-ND 2.0.

Conclusión

Son simples historias, divertidas, curiosas que no podemos tomar como reales.

«Las leyendas urbanas, o «leyendas contemporáneas «, que circulan en las sociedades modernas, se encuentran ancladas en la tradición oral y el folclore. Son una actualización de los mitos, cuentos, leyendas populares y rumores que circulaban en las sociedades premodernas». scielo.org.mx

Y sin embargo, muchos medios y muchas personas han ido más allá de reportar seriamente una nota de ese tipo, la de los una secta que dice tener nexos extraterrestres y que afirma haber clonado a varios bebés. Debemos acostumbrarnos a escuchar historias de ese calibre, pero sobre todo a calificarlas.

No podemos tenerlas como verdades, que es lo que he visto que ha sucedido en el caso de demasiada gente. Hay responsabilidades en los lectores también, que es algo que no se trata con frecuencia.

Los medios tienen obligaciones con la calidad de su información (lo que parece no ser cierto en muchos casos), pero el lector no puede renunciar a tener un papel activo que en esencia es el de poner a la historia en perspectiva y, quizá, desecharla en alguna medida.

Y si no lo hacemos se nos vuelve a aparecer el chupacabras, que como todos sabemos es un descendiente de Drácula y surge en los países en los que hay demasiados crédulos.


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