El conjunto de actitud, hábito y curiosidad activa que encuentra gozo en el conocer más durante la vida. La idea de aprender a aprender que inicia y se siembra en las edades tempranas de la persona.

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Introducción: una simple observación

Ha sido dicho que la gente que no lee está en desventaja contra la que sí lo hace. No está mal, pero hay un problema en eso.

La verdad es que se preferiría especificar qué es lo que deben leer. Debe haber una nota a esa idea, algo similar a «aplican restricciones». Tomemos el ejemplo de dos personas que leen la misma cantidad de palabras, digamos, 5,000 al día. No está nada mal. El hecho las pondría por encima de las que no leen.

Sin embargo, una lee Cosmopolitan, reportajes de prensa del corazón y similares. La otra persona lee El Quijote, Las uvas de la ira o La rebelión de las masas. Aunque lean lo mismo en cantidad, la calidad establece una diferencia que se admite intuitivamente sin esfuerzo..

Lo mismo se afirma de la educación. La escolaridad es una meta deseable, algo que hace que le persona mejore y al resto también. Otra aseveración demasiado vaga. ¿Qué es educación? ¿Ir al colegio, a la universidad, obtener títulos académicos? No es mala la idea, al contrario, pero también falta especificidad. ¿Es suficiente medirla con años de estudio, es decir, horas sentados en un salón de clase?

Pero la misma duda anterior emerge. No es lo mismo alguna de las carreras universitarias fáciles que las de mayor dificultad; Medicina contra Turismo, por ejemplo.

El punto de arranque

Las aseveraciones generales, como las dos anteriores, deben ser tomadas con precaución y escepticismo. Interpretadas literalmente, harían ver positivo que aumentara el número de universitarios titulados sin poner atención en su rama de estudios. ¿Es la educación universitaria la clave del progreso?

No necesariamente, depende de lo que se estudie. Incluso podría conducir al subdesarrollo y fomentar la pobreza. Razón suficiente para explorar la idea del aprender a aprender, a amar el conocimiento.

Aprender a aprender

¿De qué se trata? Como lo expresó M. Adler:

«… adquirir las disciplinas del aprendizaje, aprender a aprender; y entonces saber por primera vez con las ideas de que uno debe pasar la vida tratando de entender». (Adler, M. J., & Weismann, M., How to think about the great ideas. 2000. Chicago: Open Court).

Esto lleva a los elementos que forman la idea de amar el conocer más, el cultivarse. Si la posición original es la de la ignorancia, este hábito busca remediarla mediante la instrucción propia interminable.

Costumbre vitalicia

Se trata de hacer del aprendizaje un hábito que dura toda la vida. Es amar el conocimiento, aceptando que nunca termina.

Esto es ir en contra de la idea común que hace pensar que una vez terminados cierto estudios, la persona ha finalizado su aprendizaje. No lo ha hecho. Nunca acaba el proceso de adquisición de conocimientos. Lo único que puede terminar es el deseo de saber más.

Significa que la educación presente, formal y familiar, debe fomentar ese hábito de mantenerse estudiando y saber más. Sin este rasgo, no sería una buena educación.

Creencia en la verdad

Es una obviedad que solo creyendo en la existencia de la verdad pueda existir el deseo de conocer y aprender. Cuando ella no se acepta, el aprendizaje deja de tener propósito. ¿Qué sentido tiene aprender si cada uno tiene «su verdad» sin necesidad de estudio?

Curiosidad mental

Es una actitud ante el conocimiento, al que valora y ambiciona adquirir. Una actitud constante que permanece toda la vida, causando inquietudes que motivan a conocer más.

Procesos de razonamiento

La pasión por conocer, sembrada en el proceso de educación temprana, debe incluir la instrucción en las reglas de la razón. Esto es la Lógica y sus reglas, de forma que sean conocidos los errores que suelen cometerse al razonar. Eso contiene razonamiento matemático, solución de problemas y conocimientos de métodos experimentales y mentales. Es la mente disciplinada lo que se persigue.

Valentía

Hay algo de héroe en quienes desarrollan la pasión de aprender a aprender. Probablemente tendrán ellos que enfrentar y combatir errores sostenidos por mayorías.

Más allá de la especialidad propia

Considerando a la división del trabajo y el fenómeno de la especialización, el amor por el conocimiento y el aprender a aprender, requiere salir del área propia de trabajo e ir a terrenos amplios. Como el del economista que es conocedor de música clásica, o del ingeniero cuya afición es la historia.

Biblioteca de Jardim. Lisboa, Portugal
«Biblioteca de Jardim. Lisboa, Portugal» by Biblioteca de Arte-Fundação Calouste Gulbenkian is licensed under CC BY-NC-ND 2.0.

El hábito de conocer más

Es una habilidad desarrollada, convertida en hábito de vida, para saber más y tener mayores conocimiento. Es una decisión de querer seguir aprendiendo durante el resto de la vida y encontrar gran satisfacción en ello.

📌 Ese aprendizaje, destinado a educar para el estudio vitalicio, es parte indispensable de lo que debe tener toda buena educación. Sin eso, la persona no podrá ser realmente libre. Sólo quien es libre necesita aprender a aprender. Y el primer paso es el desarrollo de la curiosidad mental asociada a la diversión que ella produce.

Es la búsqueda de explicaciones de lo que se vive a diario. Cosas tan simples como el por qué sube el precio del pescado en Cuaresma, o por qué los dulces cuestan más dentro de los cines que afuera. O bien, cosas más elevadas, como la explicación del quién soy, o para qué sirve la vida. Esa es la actitud que debe crear la real educación.

Porque de la escuela y la universidad se sale con conocimientos que deben ser ampliados constantemente. Se necesita crear un sentido de curiosidad insaciable que siempre se inquiete ante la falta de explicaciones. Esto es como el gatillo que dispara la acción, pero no lo es todo. Ese aprender a aprender debe desarrollar en la persona un sano escepticismo, es decir, el evitar ser un crédulo.

Esto es aprender a razonar, a reconocer falacias, a distinguir engaños de verdades. No sólo es divertido, es útil para el resto de la vida.

Además, por supuesto, aprender historia, a tener un sentido histórico que lleve a seguir leyendo sobre el tema evitando sobre todo la soberbia del presente. Sí, es deseable tener más escolaridad, pero hay que ver más allá del número de horas en aulas. También hay que ver los contenidos para que se aprenda a aprender, lo que quizá pueda llamarse virtud: crear hábitos de aprendizaje que nunca se detienen.

Finalmente, parte fundamental del aprender a aprender que debe lograr todo ser libre, está el uso de la libertad. Es decir, el conocimiento de sus límites, o el saber que mientras todo puede hacerse, no todo debe hacerse. Sí, se llama moral o ética, o lo que quiera alguien llamarle.

Las ideas anteriores tienen sus enemigos importantes. Son las ideas que se oponen al deber de aprender a aprender.

Conclusión

La columna ha tratado el concepto de aprender a aprender. El conjunto de actitud, hábito y curiosidad activa que encuentra gozo en el conocer más durante la vida.

Las habilidades desarrolladas para identificar fuentes de información confiables, adaptar diferentes métodos de estudio a las necesidades individuales y estar dispuesto a seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Esta habilidad es fundamental en un mundo de libertades en constante cambio, donde el acceso a la información es abundante, y permite a las personas adquirir nuevas competencias de manera eficaz y autónoma.


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