Una aguda observación de un célebre pensador político. El aviso de Montesquieu sobre el abuso del poder y que opera como una ley de hierro. El poder político será siempre abusado en proporción creciente al que se posea. Y eso tiene consecuencias.

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En sus propias palabras

El aviso de Montesquieu en el texto original.

📕 «Los Estados democráticos y aristocráticos no son libres por naturaleza. La libertad política sólo se encuentra en los gobiernos moderados, y ni siquiera en ellos se encuentra siempre. Sólo existe cuando no hay abuso de poder. Pero la experiencia constante nos muestra que todo hombre que tiene poder tiende a abusar de él; va hasta que encuentra límites».

La notificación tiene sus elementos sencillos. Este es el punto de partida de la división del poder propuesta por el autor y en él está su aviso.

  • La libertad es posible únicamente cuando no hay abuso de poder.
  • Toda persona con poder tiene la inclinación natural a abusar de él hasta el límite que le es permitido.
  • Por tanto, si se quiere ser libre, debe frenarse todo lo posible esa tendencia inevitable.

📌 La prevención que lanza el autor es abierta y realista. El poder va a tender a ser abusado siempre y en todo lugar. Es decir, la libertad está siempre amenazada por el poder político.

Montesquieu avisa con claridad, todo aquel que está en el poder va a abusar de ese poder. Esto es algo natural, constante e inevitable. Dejado sin frenos, esa persona tenderá a acumular más y más poder.

Entra entonces Lord Acton y su famosa frase.

📕 «El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente».

Establece una relación entre poder y su corrupción, es decir, su abuso. El poder tiende a ser abusado, lo que significa que contiene la semilla de su corrupción. Pero ahora con una relación proporcional.

📌 Cuanto más poder se tenga más corrupción tendrá, hasta llegar al extremo del poder absoluto, que será acompañado por la corrupción total.

Las observaciones también fueron expresadas por otros, por ejemplo, T. Jefferson: «La experiencia ha demostrado que incluso bajo las mejores formas de gobierno, los encargados del poder, con el tiempo y por operaciones lentas, lo han pervertido en tiranía». Igual que E. Burke: «Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso».

El aviso de Montesquieu

El autor ha mandado una señal adelantada de peligro para todo aquel que tenga ideas acerca de una autoridad política. Es un aviso que grita «¡Cuidado!» a quien proponga un régimen cualquiera. «Recuerda que toda persona tiende a abusar del poder que tiene y que cuanto mayor sea su poder, más se corromperá»

Podrá objetarse por alguien que en ese caso deberán elegirse gobernantes que no abusen del poder, que tengan la convicción de gobernar por el bien de todos sin corromperse. Aunque quizá existan esas personas, no se sabrá a ciencia cierta si sucumben al poder hasta que no lo posean.

Alguien menos idealista preferirá considerar la petición de precaución: cuanto más poder otorgues al gobierno del régimen que has diseñado, más probabilidad habrá de abusos y de corrupción. La libertad de los ciudadanos se perderá. (Si el régimen te coloca a ti como gobernante, entonces será atractivo para ti solamente).

After Jacques-Antoine Dassier, Public domain, via Wikimedia Commons

Más allá del aviso de Montesquieu

Hasta aquí, la idea es clara. El poder tiende siempre a ser abusado. Hay en el poder una inclinación inevitable a corromperse. La cosa, sin embargo, no se detiene allí. Hay más y el asunto se pone peor.

Entra, B. Tuchman en sus propias palabras.

«Un fenómeno que se observa a lo largo de la historia, independientemente del lugar o la época, es la aplicación por parte de los gobiernos de políticas contrarias a sus propios intereses. Al parecer, la humanidad hace peores gestiones de gobierno que de casi cualquier otra actividad humana. En esta esfera, la sabiduría, que puede definirse como el ejercicio del juicio basado en la experiencia, el sentido común y la información disponible, es menos operativa y más frustrada de lo que debería. ¿Por qué los que ocupan altos cargos actúan tan a menudo en contra de lo que indica la razón y sugiere el interés propio ilustrado? ¿Por qué el proceso mental inteligente parece no funcionar con tanta frecuencia?»

La idea, en otras palabras, es directa: el poder aturde, desorienta y desquicia.

  • Es una realidad que en todo momento y lugar se tienen gobiernos que toman decisiones equivocadas.
  • De entre todas las organizaciones humanas, los gobiernos son los que peores administraciones tienen.
  • Los modos correctos de razonar son poco probables en la política.

De que el poder tiende a ser abusado hay poca duda y a eso se añade otra posibilidad. Parafraseando a Lord Acton podría decirse que «El poder tiende a aturdir y el poder absoluto aturde absolutamente». Por eso quienes gobiernan tienden a cometer más equivocaciones que las personas en otra posición.

Conclusión

Ha sido examinada una idea de Montesquieu que funciona como un aviso de riesgo real y presente en todo momento. El poder tiende a ser abusado por naturaleza propia y esa corrupción aumenta conforme aumenta el poder de una persona. Más aún, el poder desquicia a quien lo tiene y le evita razonar correctamente. Esto no es una opinión, es la realidad observada.

Esta es la razón por la que los regímenes políticos que se sustentan en gobiernos grandes y poderosos padecen un defecto de diseño. La autoridad que proponen producirá gobernantes que abusen de ese gran poderío que se les concede y tenderán naturalmente a corromperse y a tomar decisiones equivocadas.

Por tanto, todo sistema de gobierno que proponga autoridades políticas de mucho poder debe considerase como menos deseable que aquellos que proponen gobiernos moderados con poderes acotados.


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