Si Dios es perfecto, ¿por qué nuestro mundo no lo es? Quizá Dios no exista, o se complace en nuestro sufrimiento. Todo comienza con el examen de esa idea. ¿En verdad Dios no creó al mundo perfecto?

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Introducción

El punto de arranque de la idea es simple. Dios es perfecto y Dios creó al mundo. Si eso es cierto, entonces, por qué nuestro mundo es imperfecto. Quizá, por tanto, Dios no existe, o es un dios perverso que se deleita con el sufrimiento humano.

El sustento de la idea es innegable. Nuestro mundo es imperfecto. En él hay maldad y tragedia. Esta realidad impone la pregunta inevitable y una conclusión convincente.

El propósito de la columna es examinar esta idea.

📍Este es el campo de ideas como ¿Qué es utopía? y el síndrome de Arcadia

El mundo perfecto sí existió

Para los cristianos es una creencia absoluta la que afirma que Dios creó al mundo y a los humanos. Para cualquier persona eso mandaría a pensar que el mundo sería perfecto, porque Dios es también perfecto. Pero, no lo es. ¿Por qué?

El primer paso del análisis debe cuestionar la idea central, la que dice que Dios no creó un mundo perfecto. En realidad, lo creó. Lo conocemos con el nombre de Paraíso Terrenal y en él no había males ni maldad. No había desastres, tragedias, enfermedades, ni guerra.

No sólo creó al mundo perfecto, sino que también creó a hombre y a la mujer y los hizo a su imagen y semejanza. Es decir, libres con alma. En ese mundo perfecto debía haber libertad. Si no la hubiera, no habría sido perfecto.

«A imagen de Dios no quiere decir que Dios tiene semejanza física con el hombre. Dios no tiene piernas, manos canas ni una barba blanca. Cuando la Biblia habla del hombre a imagen de Dios, se refiere al hecho de que el hombre tiene un alma espiritual. Está por encima de los otros seres vivientes que habitan en la tierra». catholic.net

Por tanto

Dios sí creó a un mundo perfecto y dentro de él a los humanos hechos a su semejanza, con alma y con libertad. Decir que no hizo ese mundo sin defecto alguno no es una afirmación correcta. Aún así queda por examinar el asunto obvio. ¿Por qué vivimos ahora en un mundo que está muy lejos de ser perfecto?

Livre d'heures de Jean de Montauban - Après avoir été chassés du Paradis terrestre, Adam et Eve font pénitence dans le Tigre (ou le Jourdain) et sont tentés à nouveau par le Diable

«Livre d’heures de Jean de Montauban – Après avoir été chassés du Paradis terrestre, Adam et Eve font pénitence dans le Tigre (ou le Jourdain) et sont tentés à nouveau par le Diable» by Bibliothèque – Les Champs Libres – Rennes is licensed under CC BY 2.0.

El mundo imperfecto real

El tema puede ser planteado así. ¿Qué sucedió para que ese mundo ideal desapareciera y su lugar fuera tomado por uno imperfecto? No queriendo entrar en terrenos teológicos que desconozco, ofrezco una explicación razonable.

Lo que sea que haya sucedido debió ser algo grande y severo que a todo cambió. Una manera de comprenderlo es especular acerca de qué puede ser eso de tal envergadura que haya ocasionado esa perturbación en el mundo perfecto creado por Dios.

Puedo concluir que lo mayor que pudo suceder es eso que llamamos ‘traición’. Una rebelión en contra de nuestro Creador. Una acción de soberbia y orgullo en su contra.

Las rebeliones

Una de ellas la conocemos como Pecado Original. Fue la desobediencia de un mandato de Dios motivada por el querer ser como Él. Una perturbación cósmica considerable, pero que no fue la única.

Otros seres también se rebelaron. Fueron algunos de los otros seres creados por Dios y que quisieron ser como Él. Esto es lo que creo al Infierno y a los demonios. Otra perturbación universal severa.

Ellas dos fueron las que ocasionaron la pérdida del paraíso creado por Dios y que nos hacen vivir en un mundo imperfecto. Un escenario de batalla entre el bien y el mal, ese tema que es una constante siempre presente en nuestra vida, desde la Biblia hasta El señor de los anillos y las Crónicas de Narnia.

Estas rebeliones son actos de ingratitud y deslealtad alimentados con vanidad e impertinencia. Ir en contra de Aquel a quien debes la vida no es poca cosa. Es la falta mayor que puede cometerse.

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Conclusión

La columna planta diversas ideas. La primera es que Dios sí creó un mundo perfecto. La segunda es aceptar que, a pesar de lo anterior, nuestro mundo no lo es. La pregunta ahora es la obvia.

¿Qué sucedió que todo lo cambió? Debió ser algo enorme que perturbara a la Creación. Lo que la columna propone es que eso que aconteció fue la rebelión, la traición de los seres creados por Dios. Esos que son libres, pueden hacerlo y lo hicieron. Se rebelaron contra su Creador y, como consecuencia, destruyeron al mundo perfecto en el que vivían.

Hay otra pregunta obligada. ¿Es posible regresar a ese mundo de total perfección? La respuesta cristiana es sí: después de la muerte en este mundo imperfecto, la persona puede ir a la felicidad de un mundo futuro igual que el perdido. Pero esa es una decisión libre, igual a la que destruyó al Paraíso. ¿Sigo rebelándome contra Dios o lo acepto como mi creador?


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