Es terriblemente atractiva, simple de entender y tiene justificaciones morales. La izquierda igualitaria es una fuerza considerable en el espectro político. Aunque vista más de cerca, ya no es lo que ella dice que es.

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Introducción: la izquierda en general

Una de las dos posiciones políticas clásicas suele ser llamada «izquierda» en general. Ella se liga a posturas como las del socialismo, la socialdemocracia, el comunismo, el igualitarismo, el ecologismo, el pacifismo y similares.

📌 La base central de su postura dentro del espectro político es su activismo en pro de la igualdad, la izquierda igualitaria de gobiernos intervencionistas que asumen responsabilidades crecientes en el bien común.

Más en específico, los partidarios tienen preferencias políticas caracterizadas por, entre otras:

Ha sido explicada de estas maneras:

«[…] la porción del espectro político asociada en general con el igualitarismo y el control popular o estatal de las principales instituciones de la vida política y económica». britannica.com. Mi traducción.

«[…] se aplica a personas y grupos que […] apoyan reformas progresistas, especialmente aquellas que buscan una mayor igualdad social y económica. El término extrema izquierda se utiliza a menudo para referirse a aquellos que se considera que tienen puntos de vista revolucionarios más extremos, como aquellos que abrazan el comunismo y el socialismo». dictionary.com. Mi traducción.

La izquierda igualitaria: sus bases

Tomando a lo anterior, es posible examinar las características de la izquierda política y hacerlo desde su propio punto de vista. Esta columna propone que para entender a esa mentalidad debe ella conocerse desde adentro, es decir, desde su concentración en la perspectiva de la igualdad y la redistribución.

📌 Se propone, por tanto, que las doctrinas que conforman a la izquierda serán mejor definidas y comprendidas poniéndose en los zapatos de quienes consideran como máxima prioridad política la igualdad material por la vía de la redistribución de riqueza. Y que ambas toman cuerpo en una narrativa simple que favorece a la implantación del estado de bienestar.

La estructura ideológica de la izquierda igualitaria, por tanto, se sostiene en cuatro pilares:

⚠️ La desigualdad material es el problema mayor que existe.
☞ Ella se resuelve por medio de la redistribución de la riqueza.
🔴 El estado benefactor es el instrumento para la redistribución.
🔴 El mecanismo anterior es un asunto moral y de justicia.

La narrativa de la izquierda igualitaria

Dentro de las dimensiones políticas, las posiciones de izquierda o socialistas poseen en común una narrativa igualitaria que se explica de la manera siguiente.

La desigualdad es el problema número uno

Si antes, el problema prioritario era el remedio a la pobreza, este ha sido transformado en desigualdad económica. No debe ya haber un gran esfuerzo por elevar los ingresos de quienes ganan poco. Lo importante es la desigualdad de ingresos y fortunas, la que debe desaparecer.

📌 Quizá sea un cambio de paradigma que manda a pensar que ya no es importante progresar, que lo que importa es igualar materialmente a todos. Es de esta manera que se explican las loas a países como Cuba y Venezuela, en los que existe una pobreza casi igual para casi todos. Y también las críticas a países ricos con muy pocos pobres pero alta desigualdad.

La redistribución es la solución a la desigualdad

¿Cómo solucionar el problema de la desigualdad? La solución propuesta por la izquierda igualitaria es la obvia. Es necesario redistribuir la riqueza existente, los recursos disponibles que ahora se tienen.

Cuando el problema ha sido definido de cierta forma, esa definición lleva al planteamiento de la solución. La que será tan acertada o equivocada como su definición. Para la izquierda igualitaria el gran tema es la desigualdad, concebida como el resultado de «unos tienen más porque otros tienen menos».

Bajo ese punto de vista, la solución es simple. «Quitar a los que tienen más para dar a los que tienen menos y así todos tendrán más o menos lo mismo».

El gobierno es la agencia redistributiva

¿Quién debe realizar esa redistribución? La respuesta es directa. Es la autoridad política la que asume esa responsabilidad de redistribuir la riqueza y resolver el problema de la desigualdad. Esta es la manera en la que se llega a la sociedad ideal. Aquella en la que todos tienen ingresos y fortunas iguales o similares.

Esto es igual a una redefinición de los límites de los gobiernos. Los que ahora asumen una responsabilidad adicional que necesita un poder aún mayor, la autoridad de quitar a algunos sus propiedades para darlas a los que el gobierno elija.

La redistribución es una responsabilidad moral

El problema de la desigualdad y la solución de un gobierno redistribuidor de propiedades se definen como un asunto moral y de justicia. La conclusión es simple. Cualquier otro régimen que no enfatiza la igualdad ni reparte riqueza es, por definición, injusto e inmoral.

De aquí nace ideas como la economía moral, la economía planeada democráticamente y economía solidaria. La izquierda igualitaria, por tanto, argumenta que otros regímenes posibles, como el capitalismo y el liberalismo, son reprobables por inmorales e injustos. La argumentación se lleva a un plano ético.

Discusión

La columna intenta lograr un conocimiento interno de la izquierda entre las opciones políticas. Así será posible que se le conozca mejor y los ciudadanos hagan elecciones mejor informadas. Aunque algunos de ellos están convencidos de la ideología explicada, es muy probable que otros muchos, sin advertirlo, den apoyo a partidos de izquierda cuando no lo harían sabiendo sus principios.

También, resalta que donde existan gobiernos convertidos en agencias redistributivas que quitan a unos para dar a otros, allí ya gobierna la izquierda igualitaria. Carece de importancia si un gobierno no se califique de socialista. Si se ha convertido en una agencia con responsabilidades de redistribución, él es ya socialista, de izquierda igualitaria.

El régimen por excelencia para implantar a la agencia redistributiva es el estado de bienestar. Se financia con altos impuestos a empresas y personas de altos ingresos que hacen del gobierno un proveedor de servicios universales de salud, vivienda, educación, pensiones, desempleo, cuidado infantil, transportes, energía…

Sobre todo, la izquierda igualitaria tiene una «historia que contar» que es fácil, comprensible y simple. Cualquiera puede entender que «si yo tengo poco es porque otros tienen más y eso es injusto». Concluyendo que será bueno «votar por un gobierno que me va a dar más sin que yo tener que hacer nada».

Esta cualidad de simpleza narrativa dentro de un marco de moral y justicia eleva el atractivo de las opciones de izquierda igualitaria incluso entre ciudadanos que no votarían así sabiendo lo que significa y acarrea esa simpleza.

Conclusión

La izquierda igualitaria combina una buena cantidad de apoyo electoral que lleva a buen número de gobiernos con regímenes de estado de bienestar, al mismo tiempo que una buena cantidad de errores de razonamiento e ignorancia de experiencias económicas.

Todo su cimiento es el de políticas redistributivas realizadas por gobiernos costosos y de gran poder, lo que se presta a abusos, corrupción y estancamiento económico. Esta naturaleza los hace propicios a crisis fiscales por ignorar los efectos no intencionales de sus políticas y decisiones.


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