Una expresión reciente que describe a una nueva forma de juicios inmediatos, públicos y masivos que declaran culpabilidad sin necesidad de pruebas. Lo llaman teoría o cultura de la cancelación. Es una modalidad de censura y linchamiento.
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Introducción
Es una idea nueva, con impactos variados, por ejemplo:
«Maureen Lipman una destacada y veterana cómica británica dice que su profesión está en peligro de ‘quedar aniquilada’ por el temor de los comediantes a ofender y ser ‘cancelados’. La llamada ‘cultura de la cancelación’ es una forma moderna de ostracismo o exclusión contra alguien que se considera que actuó o dijo algo de manera inaceptable». bbc.com
Hay muchos otros, de muy distintos orígenes y aplicado a personas, marcas e instituciones.
La teoría o cultura de la cancelación puede entenderse mejor si se acude al más tradicional concepto de ‘boicot’. Es decir, a la «acción que se dirige a una persona o entidad para obstaculizar el desarrollo o funcionamiento de una determinada actividad social o comercial».
La teoría de la cancelación es, al final, un boicot con ciertas peculiaridades. Es algo más que el simple concepto de «[…] negarse a comprar, vender, o practicar alguna otra forma de relación comercial o de otro tipo con un individuo o una empresa considerados, por los participantes en el boicot, como autores de algo moralmente reprobable».
Teoría de la cancelación: significados
Primero, el significado de esta manera de pensar a través de diferentes fuentes. Así se encontrarán sus características centrales.
«[…] designa a un cierto fenómeno extendido de retirar el apoyo, ya sea moral, como financiero, digital e incluso social, a aquellas personas u organizaciones que se consideran inadmisibles, ello como consecuencia de determinados comentarios o acciones, independientemente de la veracidad o falsedad de estos, o porque esas personas o instituciones transgreden ciertas expectativas que sobre ellas había». es.wikipedia.org
La esencia de la teoría de la cancelación se encuentra en la idea de «retirar apoyo» a quien hizo algo «inadmisible». No algo que muestre algo importante, excepto por un elemento.
⚠️ «Independientemente de la veracidad o falsedad» de la acusación de hacer algo inadmisible muestra una nula preocupación con la verdad y la justicia.
«[…] un concepto que consiste en retirar el apoyo o ‘cancelar’ a una persona que dijo o hizo algo ofensivo o cuestionable. Es un tipo de bullying grupal ya que son muchas personas que se ponen de acuerdo para atacar o descalificar los puntos de vista de otra persona o de alguna empresa». observatorio.tec.mx
Las ideas centrales aquí, indican que la cultura de la cancelación es «retirar apoyo» a alguien porque hizo algo indebido. Nada muy revelador, excepto por la frase de «bullying grupal» atacando al acusado.
⚠️ Una cosa es retirar apoyo, como en un boicot que deja de comprarse una marca. Otra, muy distinta, es atacar en grupo.
«[…] es un fenómeno social que se desarrolla en las redes sociales de internet que busca reprochar a aquellas personas que han asumido actitudes o comportamientos que son mal vistos socialmente, aun cuando dichas conductas no constituyen un delito». scielo.cl
Esta idea revela facetas distintas. Primero, es un fenómeno de redes sociales; segundo, no necesita existir una acusación legal. El resto es similar: reprochar la conducta de alguien.
Para ponerse a pensar…
Elementos de la cultura de la cancelación
Para comprender el concepto, conviene examinar sus componentes.
El emisor acusado
Esta es la persona o entidad que realiza una acción, la que sea. Puede ser un mensaje en redes sociales, una opinión en medios de comunicación, quizá una entrevista. También, la rutina cómica de un comediante. Algo que hace o dice alguien, el emisor de un contenido cualquiera y que, más tarde, será la causa de una reacción negativa.
El acusador inicial
Una o pocas personas o entidades que descubren el contenido emitido y al que evalúan como negativo. Lo juzgan como ofensivo, contrario a sus creencias, insensible, discriminatorio, contrario a la corrección política, o cosas parecidas.
Se trata de algo reprobable según sus criterios, cosa que hacen pública mediante juicios breves en línea generalmente. Este es el inicio del fenómeno de la cultura de la cancelación.
La falta cometida no es un delito ni una violación de la ley. Es el contenido de algo que este acusado ha percibido como opuesto a sus opiniones. Algo que cree que es insensible, que ofende a algunos, que va contra la tolerancia, el multiculturalismo, o cualquier otra acusación similar.
La multitud acusadora
La reacción del acusador inicial se multiplica produciendo un gran número de entes que la agrandan por las mismas vías. La acusación se amplifica y exagera, se piden castigos y represalias. Esto equivale al dictamen de un juicio inmediato que dictamina culpabilidad.
El emisor ha cometido una falta que merece penas como la exigencia de una disculpa inmediata, la renuncia a su puesto, el aislamiento profesional y aún más, como la censura.
Entra aquí en juego un concepto conocido, el de ‘linchamiento’. Algo que se entiendo como «Ejecutar una muchedumbre exaltada e incontrolada a una persona sin que haya sido juzgada». Y que tiene su equivalente moderno.
«[…] los linchamientos digitales contribuyen a la cultura de la cancelación, esa tendencia que consiste en silenciar y menospreciar de forma consensuada a un usuario por no compartir los valores de una comunidad concreta. Es el paso siguiente: primero se insulta y luego se hace el vacío». ethic.es
La adición de medios tradicionales
Las acusaciones lanzadas en línea, redes sociales y demás, llegan a convertirse en noticia y son reportadas a grandes audiencias, lo que amplifica la acusación inicial. Lo que pudo ser una opinión pasajera, sin intención, se ha convertido en una ofensa enorme que debe penalizarse.
Es un clímax de indignación. Tal o cual colectividad, grupo o segmento, ha sido ofendido gravemente. Eso merece castigo y penas. Quizá la persona deba ser despedida de su puesto, las redes sociales retirar sus cuentas, los medios negarle la entrada.
La cancelación del acusado declarado culpable
El proceso de la teoría o cultura de la cancelación culmina con el castigo del acusado, el que, por supuesto, ha sido encontrado culpable en un juicio de masas y medios que han emitido su veredicto.
Los castigos pueden variar. Puede ser solamente una disculpa pública, la que se usa como evidencia de culpabilidad. Pero puede llegar a la cancelación misma, es decir, al aislamiento social y profesional del acusado. Se convierte en un paria que es rechazado por haber expresado una opinión contraria a lo creído por otros.
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Conclusión
La teoría de la cancelación es un sistema de impartición de justicia que no admite defensa del acusado, se aplica a acciones no clasificadas como delitos legales, forma un tribunal masivo sin juez ni leyes y emite veredictos desde el inicio del proceso. Y, por presión, obliga a otros a castigar también al «culpable».
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