El propósito de la columna es explicar, primero, el concepto de la «tiranía de las pequeñas decisiones», su definición, ideas relacionadas y algunos ejemplos acostumbrados. Segundo, profundizar en su significado y consecuencias.
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Introducción: la tiranía de las decisiones pequeñas
Ella describe una situación en la que existe un gran número de decisiones de reducido tamaño y consecuencia, pero que, en su conjunto resultan en algo que quienes tomaron esas decisiones mínimas no hubieran deseado.
Este fenómeno ha sido descrito así:
«[…] una situación en la que una serie de decisiones, individuales y relativamente pequeñas en tamaño y tiempo, acumulativamente producen un resultado que no es óptimo ni deseado. Se trata de una situación en la que una serie de pequeñas decisiones, individualmente racionales puede cambiar negativamente el contexto de las elecciones subsiguientes, hasta el punto donde las alternativas deseadas son irreversiblemente destruidas». es.wikipedia.org
Es decir, la tiranía de las decisiones pequeñas contiene dos elementos centrales.
🔴 Una gran cantidad de decisiones personales de escasa importancia tomadas individualmente.
🔴 Un resultado final, producto de lo anterior, y que no es algo que hubiera sido deseado por quienes las tomaron.
El concepto fue creado por Alfred E. Kahn.
Ejemplos de la tiranía de las decisiones pequeñas
🚂 El caso del tren en una cuidad que tiene varias formas de viajar fuera de ella. Por avión, por carretera, autobús o coche, y avión. Ellas funcionan todo el año, excepto en situaciones de tormentas de nieve y neblina, cuando solo el tren puede dar servicio.
Durante todo el año, las personas prefieren usar autobuses, coches y aviones, pero no al tren. Los millares de decisiones tomadas alteran la rentabilidad del tren, el que quiebra y cierra.
No disponer del tren daña a quienes tienen que viajar fuera de la ciudad durante clima extremo. Una situación que no se hubiera deseado. Las personas hubieran preferido mantener al tren como alternativa en estas emergencias, pero sus decisiones personales provocaron su cierre.
Por supuesto, en este caso, podría argumentarse que mantener al tren habría sido ineficiente, desperdiciando recursos, creyendo que debido a las tormentas de invierno, debía ser subsidiado durante todo el año.
Los usuarios prefirieron otros medios de transporte y eso les benefició durante todo el año; ya que no viven en un mundo perfecto, eso les alterará sus planes de viaje durante los días de tormenta.
Otro caso
Supóngase la ocasión en la que varios amigos deciden comer en un restaurante. Ellos dividirán la cuenta por partes iguales. Quizá alguien decida pedir tragos antes, varios, sabiendo que su costo de dividirá. Otro se da cuenta de eso y decide pedir langostinos y ostras para contrarrestar los tragos del primero.
El tercero cambia de planes y pedirá una ensalada de ahumados pero acompañada de una botella de muy buen vino. Total, la cuenta terminará siendo mucho mayor de que que debería hacer sido. Todo, porque cada uno tomó decisiones personales sin pensar en las consecuencias finales.
En este caso, podrá observarse que si eso sucede en la primera ocasión, para la segunda ya habrá habido algún aprendizaje y los amigos iniciarán una conducta que considere el precio de sus platillos en los demás. Es una situación dinámica que seguramente tenderá a corregirse.
El mecanismo
En una economía de mercado libre, las personas toman una enorme cantidad de decisiones de compra, venta, producción, distribución de bienes. El uso de los recursos se acomoda a esas enormes cantidades de pequeñas decisiones. Esto genera una pregunta, ¿el total de esas decisiones produce resultados finales óptimos?
Como afirma el autor,
«Se argumenta que la «pequeñez» de las transacciones individuales decisivas (su tamaño, alcance y perspectiva temporal limitados) puede ser una fuente de asignaciones erróneas, en el sentido de que los consumidores podrían haber podido desaprobar el resultado mayor producido de ese modo, si hubieran tenido alguna vez la oportunidad de votar explícitamente a su favor o en contra».
Es decir, quienes tomaron las muy numerosas pequeñas decisiones podrían haber estado en desacuerdo con el resultado final que ellas produjeron. ¿Podrían haber querido mantener el tren para tenerlo como opción en caso de tormentas de nieve? Lo que lleva a la interrogante de qué es lo que habrían decidido en ese caso.
Esta es la esencia de la tiranía de las pequeñas decisiones.
Discusión
La estructura del concepto de la tiranía de las cuantiosas pequeñas decisiones individuales supone el conocimiento del resultado acumulado de ellas. Esto abre tres posibilidades, aunque con una observación básica. Supone el conocimiento del resultado final, cosa que no es totalmente segura.
🔴 El resultado final es algo que no hubieran deseado quienes tomaron las decisiones.
Los usuarios de transporte hubieran preferido que el tren siguiera funcionando, no hay duda. Pero eso hubiera costado dinero que ellos no hubieran querido aportar y, tal vez, hubiera necesitado subsidios que habrían alterado la disponibilidad de recursos para, por ejemplo, escuelas de la ciudad.
🔴 El resultado es algo que les tiene si cuidado a esos que tomaron las decisiones.
En este caso, la tiranía de las decisiones pequeñas resulta irrelevante. Las personas seguirán decidiendo de manera personal.
🔴 El resultado es algo que les sí ha gustado a quienes tomaron las decisiones.
Los tomadores de decisiones han producido, sin ser conscientes de ello, un estado de cosas que, cuando se les explica, logran su satisfacción. Este es el caso de la mano invisible.
No es una idea para desechar, pero tiene sus debilidades. Por ejemplo, la duda sobre si los tomadores de decisiones tienen el conocimiento completo para evaluar el resultado neto que produjeron. La Economía es algo complejo y dinámico, imposible de evaluar de forma estática.
Sin embargo, da entrada a la consideración de efectos no intencionales: hay consecuencias colaterales que merecen ser atendidas. La adquisición de bienes piratas en mercados negros posiblemente financie actividades criminales. La construcción indiscriminada puede alterar con graves consecuencias flujos naturales de agua. O el respeto indiscriminado a cauces naturales puede provocar inundaciones urbanas.
El riesgo
La idea es llamativa. Pone atención sobre la posibilidad de que el el resultado final acumulado de muchas decisiones personales que beneficiaron a quienes las tomaron, terminen produciendo una decisión negativa no prevista y que habría sido rechazada de haberse sabido antes.
Es lo que sucede en una elección de gobernantes, en la que las decisiones de los votantes llevan al poder a un gobierno que da malos resultados. Uno que, por ejemplo, sirva para construir una dictadura, u otro que aplique una política económica errónea.
Podría ser que, en alguna situación, las personas decidan su consumo de agua de manera que se beneficien individualmente, pero eso ocasione una situación de faltantes del recurso. Esta y otras posibilidades similares dan entrada al concepto de la tiranía de las decisiones pequeñas.
Aunque de utilidad, ella abre la puerta al intervencionismo económico y sus malas consecuencias. Los gobernantes querrán regular las decisiones personales para alcanzar los objetivos que ellos quieran, haciendo caso omiso de los beneficios de los intercambios voluntarios.
Propiedad
La idea suelen usar también al drama de los comunes. Esa situación en la que una propiedad comunitaria, como un campo para pastar ovejas, hace que quienes lo usen lo exploten más allá de lo que conviene en común, para acabar destruyéndolo. Todos terminan dañados por causa de decisiones individuales.
Es el mismo caso de un coche propiedad de una familia numerosa y que todos pueden usar. Las decisiones individuales llevarán a descuidar el mantenimiento del coche, el repostar combustible, asearlo y similares. Terminará en un estado inservible, lo que no conviene a nadie.
Estos casos, así como el de los amigos en un restaurante, y el del tren, tienen solución por medio de la propiedad personal. El campo propio para ovejas será mejor conservado. La cuenta del restaurante resultará más baja si cada comensal es propietario de lo que consume.
Las personas podrían comprar acciones de la propiedad del tren y, por tanto, les interesaría buscar formas para conservar su inversión.
Conclusión
La columna trató el concepto de la «tiranía de las pequeñas decisiones», su definición, ideas relacionadas y algunos ejemplos acostumbrados. Además, profundizó en su significado y riesgos.
Existen otros conceptos que conviene usar en adición a este, como las ideas de costo de oportunidad, el egoísmo de la empresa, los efectos económicos visibles e invisibles y decisiones políticas precipitadas.
La libertad económica crea mercados libres que no están exentos de problemas y fallos, al igual que el dirigismo económico. Es obvio que las cosas cuestan, que las acciones tienen consecuencias. Como en el caso del tren, su quiebra es parte de los procesos dinámicos de la destrucción creativa que terminan mejorando el bienestar general.
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