Un término común, usado con frecuencia y descuido. Más una palabra insultante que descriptiva. ¿Qué es y qué significa ‘ultraderecha’?

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Introducción: las definiciones usuales

La palabra ‘ultraderecha’ es de uso común en las noticias, frecuente y un tanto descuidado. Es utilizado para describir posiciones políticas, pero también como insulto y ataque a opositores políticos. El resultado es una no pequeña confusión acerca del concepto.

Por ejemplo, en esta larga explicación, la ultraderecha es descrita como un cúmulo de posiciones indeseables a la que se describe con un sesgo negativo notable.

«Extrema derecha, derecha radical o ultraderecha son términos políticos utilizados para describir movimientos o partidos políticos que promueven y sostienen posiciones o discursos ultraconservadores, ultranacionalistas y autoritarios considerados extremistas.
«Utilizado para describir las experiencias del fascismo y el nazismo, hoy en día la política de extrema derecha incluye el neofascismo, el neonazismo, la derecha alternativa, el supremacismo blanco y otras ideologías u organizaciones que presentan aspectos xenófobos, racistas, homófobos, machistas, teocráticos o reaccionarios.
«La política de extrema derecha puede conducir a la opresión, la violencia política, la limpieza étnica o el genocidio […]». es.wikipedia.org

Otras dos definiciones similares

En otra parte se describe así, similar a lo anterior:

«’Ya que el ultraderechismo no cuenta con un concepto ideológico homogéneo, tampoco hay una definición uniforme para el término’, escribe Gabriele Nandlinger, periodista especializada en extremismos derechistas del portal alemán ‘Blick nach Rechts’. Por lo general, los ultraderechistas rechazan el orden democrático y liberal -incluso a través del uso de la violencia- y quieren construir un sistema estatal autoritario o incluso totalitario, en el que una ideología nacionalista y racista debería servir de base para el orden social». elconfidencial.com

Otro intento de descripción es este:

«La visión de la ultraderecha consiste en llevar las ideas de derechas al extremo. De esta manera, las tesis generales de esta posición política son las siguientes:
1) la prevalencia de todo lo nacional frente a cualquier idea o propuesta que provenga del exterior,
2) el rechazo y en ocasiones odio hacia los extranjeros que viven en el territorio nacional y
3) la crítica hacia algunos principios democráticos, como el sufragio universal, las libertades civiles, etc.
Desde un punto de vista económico, la mayoría de gobiernos de ultraderecha ha practicado el proteccionismo.
La mentalidad de las personas de ultraderecha suele basarse en creencias religiosas muy tradicionales y en instituciones muy arraigados culturalmente (por ejemplo, la patria o la familia). Quienes defienden este tipo de planteamientos suelen tener una larga lista de enemigos: socialistas, masones, gays, ateos, antipatriotas, pro-abortistas, extranjeros o judíos». definiciónabc.com

Ultra, extrema, radical

Esta es la característica central y que resultaría también aplicable a cualquier otra postura política. Por tanto, podría hablarse de ultraizquierda, conservadurismo extremo y progresismo radical. Toda serie de creencias políticas puede ser llevada a extremos radicales o fundamentalistas.

«La extrema izquierda, sin embargo, ´es mucho más crítica con el capitalismo y muchas veces se suele definir a sí misma como anticapitalista´, explica el investigador. En sus programas suele abundar la palabra ´nacionalizar´ o ´estatalizar´, ya que pretenden sacar ciertos aspectos de la vida y de la economía del mercado. Además, la izquierda radical ´suele tener actitudes mucho más negativas hacia instituciones internacionales´, apunta Marta Lorimer. Esto puede verse en el euroescepticismo de partidos de ultraizquierda en Europa, por ejemplo, o la oposición a organizaciones como la OTAN». bbc.com. Énfasis en el original.

📌 La conclusión es la obvia. Toda posición política puede ser llevada a extremos radicales. No hay excepciones. Como se tiene la posibilidad de ultraderecha, también se tiene la de ultraizquierda. Más aún, son términos que pueden emplearse para describir una realidad, pero también como un ataque al opositor político.

Es frecuente en política el tratar de asociar al contrario con imágenes indeseables para el electorado, una táctica similar a la falacia del hombre de paja.

Lanzar al otro un epíteto como «es de ultraderecha» no requiere definir el término y crea connotaciones indeseables generales. Lo mismo puede suceder con otros ataques como «es de ultraizquierda» y similares que crean imágenes amplias de rechazo.

La ultraderecha: sus características

Usando las definiciones anteriores, pueden examinarse las características siguientes de esta posición extrema.

1. Ultra conservador

Esto es llevar hasta el extremo las ideas de los conservadores, hasta convertirlas en caricatura y fácil objeto de críticas.

Los rasgos usuales del conservadurismo incluyen entre otros (1) la consideración de un orden trascendente, (2) la necesidad de orden jerárquico en una civilización, (3) la aceptación de la relación entre libertad y la propiedad y, sobre todo, (4) presuponer que no todos los cambios son buenos por ser nuevos.

Nada hay de malo en esas creencias conservadoras que constituyen un sano contrapeso político a las de izquierda socialista y progresista. Es parte de los sistemas de libertad política en regímenes de división de poder con un sistema republicano destinado a evitar abusos de poder y fomentar libertades.

La acusación de extremismo de derecha comienza en la liga que se le hace con nociones reprobables en sí mismas. Se dice que, por ejemplo, que la ultraderecha es fascista o que es una forma de nazismo. La acusación es curiosa porque esas dos ideologías son variaciones del socialismo y del estatismo, que no son compatibles con el conservadurismo.

De lo que puede concluirse que el fascismo y el nazismo no son propiamente posturas de derecha, al menos, no son propias del conservadurismo, al contrario.

2. Ultra nacionalista

Esto es llevar al patriotismo razonable hasta los extremos del nacionalismo. Por tanto, produciría xenofobia, discriminación, racismo. En general, resultaría en creencias de supremacía racial y sentimientos fuertes contra la inmigración.

La realidad es que el nacionalismo extremo puede ser una característica de cualquier postura radical, sea de derecha o no. El aislacionismo de regímenes como Cambodia y la desaparecida URSS son casos de nacionalismo radical que no pueden ser adjudicados solamente a la mentalidad de derecha.

3. Extremo autoritario

La ultraderecha, se dice, propone regímenes políticos de poder concentrado, capaces de implantar por la fuerza sus ideas. Significaría la anulación de libertades civiles, de derechos humanos y del imperio de la ley.

Igual que en el caso anterior, los gobiernos dictatoriales, incluso los totalitarios, no son atributo exclusivo de la derecha extrema. El régimen cubano, por ejemplo, no puede ser calificado de derecha a pesar de ser un gobierno dictatorial.

Es decir, la característica de autoritarismo resulta aplicable a regímenes de otra naturaleza también, incluyendo los opuestos a la derecha radical.

4. Moralismo extremo

Se acusa a la ultraderecha de querer imponer un código moral forzoso y radical que haga al gobierno una agencia de vigilancia moral y religiosa. Es similar a la idea de teocracia y policía moral.

La acusación apunta que la ultraderecha impone un régimen político que usa el poder gubernamental para forzar la implantación de un código moral conservador, opuesto a la más relajada moral progresista. Los casos más ilustrativos son el aborto y el matrimonio homosexual, a los que en general se opone la derecha y la ultraderecha quiere prohibir.

5. Confrontación extrema

Esto consiste en la creación de «una larga lista de enemigos: socialistas, masones, gays, ateos, antipatriotas, pro-abortistas, extranjeros o judíos», como se citó antes. Opositores a quienes debe atacarse y destruir.

Tampoco esta característica es propia y única de la ultraderecha, pudiendo ser también asignada a regímenes opuestos, como el socialismo y el progresismo radicales. Más bien puede verse como una característica de regímenes extremos de cualquier signo, no solo de derecha.

6. Proteccionismo

En el campo económico, la característica más mencionada de la ultraderecha es la política proteccionista que tiende a la limitación de importaciones argumentando la defensa de las firmas nacionales. Por tanto, resultaría común encontrar aranceles y subsidios a ellas, así como leyes que pongan alto a la inmigración.

Esa es una forma de intervencionismo económico, lo que no se asocia fuertemente con la derecha, la que suele inclinarse más por la libertad económica que por la planeación central.

5. Populismo

Entre las asociaciones negativas de la ultraderecha se encuentra la de su liga con el populismo, siendo casos recientes los de D. Trump y J. Bolsonaro. Pero, igual que antes, el populismo no es privativo de la derecha. También se sufre en sistemas socialistas y progresistas.

Conclusión

Ha sido examinado el término ‘ultraderecha’ y sus características. La expresión se usa en dos sentidos.

  1. Para describir a una de las varias posiciones políticas de tipo radical y extremista.
  2. Para acusar falsamente de extremismo a posiciones políticas opuestas a la propia.

📌 El examen realizado indica que los rasgos negativos de una ultraderecha real son los mismos que tiene cualquier otra serie de creencias políticas que se mueva al extremismo. Es decir, también existe la ultraizquierda, por ejemplo, con los mismos rasgos negativos de su contraparte.

Para entender mejor al conservadurismo

Los escuchamos en la prensa, en los discursos de los políticos y hasta en las reuniones con familiares y amigos. Pero ¿qué quieren decir los términos «ultraderecha» y «ultraizquierda» y de dónde surgen? En BBC Mundo consultamos a varios expertos para entender, desde un punto de vista académico, qué quieren decir estas palabras apartando toda connotación e interpretación que puedan tener.

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