Un análisis de la definición de eutanasia, sus diferentes clases y argumentos usados en su favor. Más la idea que diferencia a sus defensores de sus detractores. Eutanasia, tipos, significado y argumentos.
Índice
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Introducción
Son asuntos delicados. Suelen tratarse con rudeza. Son sutiles, pero se examinan con tosquedad. La delicadeza produce frutos, la ordinariez crea agresividad. Uno de esos asuntos es la eutanasia.
«Su significado en griego quiere decir «buena muerte», sin embargo, durante décadas numerosas países alrededor del mundo han vivido un debate encendido sobre las bondades o perjuicios de la eutanasia». bbc.com
📍 Hablar de la eutanasia lleva de inmediato a pensar en qué es la muerte y las actitudes ante ella, lo que puede ligarse siempre con las razones del sufrimiento y el dolor y la existencia del alma.
Eutanasia, la definición
Una razonable idea del significado del término se tiene en la idea de apresurar la muerte de un enfermo terminal:
«La eutanasia (del latín científico euthanasia y este del griego antiguo εὐθανασία /euthanasía/ ‘muerte dulce’) es la intervención voluntaria que acelera la muerte de un paciente terminal con la intención de evitar sufrimiento y dolor del individuo». es.wikipedia.org. Mi énfasis.
No hay duda. Un efecto de la eutanasia es positivo. Es su defensa central. La eutanasia evita al enfermo terminal tiempo de dolor y sufrimiento.
Lo mismo les sucede a las personas quienes tienen la responsabilidad de atender al enfermo. No puede negarse esta ventaja. Una ventaja de evitar dolor y sufrimiento, de quitarse molestias.
La pregunta inmediata
📌 La pregunta que sigue es la obvia. ¿Justifican esas ventajas el quitar la vida a alguien? Un defensor de la eutanasia diría que sí. Un opositor que no.
El fondo de la diferencia de opiniones quizá puede ser explicada por las distintas actitudes de ambos frente a la muerte, lo que trato más abajo.
Tipos de eutanasia
Son dos los tipos de eutanasia reconocidos:
- Directa, también llamada occisiva.
- Indirecta, llamada también lenitiva.
Esos dos tipos tienen a su vez dos modalidades:
- Activa, por comisión.
- Pasiva, por omisión
Eutanasia directa: activa o pasiva
Ella está bien explicada así:
La eutanasia occisiva o directa, viene de “occidere” (caer, morir, matar) […] está más cerca de matar que de morir. En las crónicas policiales el occiso es el muerto. Se considera activa cuando se utiliza un medio que provoca directamente la muerte. Pasiva, cuando se evita un procedimiento que podría salvar la vida del mismo». es.zenith.org. Mi énfasis.
Se tiene, por tanto, (1) la eutanasia directa activa que provoca la muerte haciendo algo; y (2) la eutanasia directa pasiva que provoca la muerte dejando de hacer algo.
Eutanasia indirecta
Este otro de los tipos de eutanasia tiene esta buena descripción
«[…] la eutanasia lenitiva –de “lenire” (suavizar) […] Trata de ahorrar sufrimiento en una muerte inevitable y recupera el verdadero sentido de “eutanasia”. Puede ser a su vez activa, cuando administramos medicamentos que alivian dolor y angustia aunque tal vez abrevien la vida del paciente (principio del doble efecto); y, pasiva, al prescindir de procedimientos que puedan aumentar su sufrimiento, como suspender la quimio cuando aporta más malestar que beneficios». ibídem
Entonces se tiene aquí (1) la eutanasia indirecta activa que usa medios que acortan la vida pero con el fin de aliviar dolor; y (2) la eutanasia indirecta pasiva que deja de usar medios que prolongarían la vida pero causarían dolor.
Distanasia
Ella es lo opuesto a la eutanasia. Es el mantenimiento de la vida a toda costa y sin considerar sufrimiento. Se tiene en casos en los que no existe esperanza alguna de vida y, a pesar de eso, se usan todos los medios para conservar la vida.
Es usualmente descrita como «un encarnizamiento médico», o una obstinación terapéutica.
Argumentos en favor de la eutanasia
Las siguientes son las defensas que se usan para justificarla.
1. Derecho a muerte solicitada por el enfermo
Esta es la petición expresa que hace el afectado de que se le dé muerte usando medios médicos. Es un alegato referido como «muerte digna» que evita sufrimiento y dolor personal y ajeno.
Usa como causas la imposibilidad de calidad de vida del enfermo teniendo como remedio a la muerte pedida voluntariamente.
2. Derecho a disponer de la vida propia
Es un argumento subyacente que afirma que cada persona es dueña total de su propia existencia. Es decir, propietaria absoluta de su vida.
Concluye así que la persona puede disponer de su existencia sin responsabilidad ante nadie más, lo que le da el derecho a seguir viviendo si ella quiere, o a morir si esa es su voluntad.
3. La utilidad de retirar vidas que no tienen sentido
Este argumento a favor de la eutanasia esgrime la lógica de una compasión social o solidaridad general. Ella justifica la eliminación de vidas que no tienen sentido y que son pesadas cargas para los familiares y la sociedad.
4. Legalizar algo que ya existe
Este otro argumento a favor de la eutanasia afirma que no tiene sentido seguir negando en las leyes lo que es una realidad. Las personas que piden morir, por tanto, deben contar con esa opción legal abierta.
Eso protegería también a quienes asisten a las personas que desean morir, proveyendo los medios para lograrlo. Ya no podrían ser acusadas de asesinato.
Eutanasia, más precisiones
Regresemos a la esencia de la eutanasia, a su objetivo, el de matar a alguien con el objetivo de evitar sufrimiento:
«[la acción] cuyo objeto es causar la muerte a un ser humano para evitarle sufrimientos, bien a petición de éste, bien por considerar que su vida carece de la calidad mínima para que merezca el calificativo de digna». unav.edu. Mi énfasis.
El propósito de causar la muerte califica a la acción como un homicidio. Su intención es esa, la muerte de una persona. Podrán argumentarse razones, pero claramente no puede negarse la intención de provocar la muerte.
Existe otra posibilidad, otro de los tipos de eutanasia, que no cae bajo esa etiqueta de homicidio intencional. Esta bien explicado en esto:
«[…] no son eutanasia en sentido verdadero y propio [las] acciones u omisiones que no causan la muerte por su propia naturaleza e intención». Ibídem
Este sería el caso de evitar la distanasia o ensañamiento terapéutico. O el de medios que buscan calmar dolores y sufrimiento, aunque puedan abreviar la vida.
La muerte, el personaje central
Las diferencias de opinión entre los defensores de la eutanasia y sus opositores tienen su origen en su concepción de la vida misma. Diferentes entendimientos de la vida humana producen también distintos pensamientos acerca de la muerte.
La muerte, sin duda, es un asunto serio. Inspira una serie de complicados sentimientos y complejos pensamientos.
Todo ese laberinto de ideas sobre la muerte, confuso, rico, embrollado, sentimental, razonado, todo eso es reducido por sus defensores a un examen simple de costos y bienestar personal.
Para ellos morir o no morir es convertido en una función de cálculo de dolor propio y ajeno. Tiene un aire a J. Bentham y sus cálculos de felicidad. Ya no es un asunto complejo y difícil, al contrario, simple y directo. Podría incluso tenerse una App que diera cálculos sobre si conviene usar la eutanasia o no.
Mi punto es claro: la eutanasia tiene ventajas de ahorros de sufrimiento, dolor y responsabilidad, pero también tiene otros efectos.
La muerte
Y el corazón de esos otros efectos es la actitud frente a la muerte. Perdería ella su complejidad.
No tendría ya esa aura de asombro y deslumbramiento que causa. Se convertiría en algo banal, nimio. Perdería su riqueza teológica, filosófica, emocional, al convertirse en un cálculo casi numérico.
📌 No es un efecto menor, al contrario. La facilidad de un cálculo de dolor para justificar la eutanasia, altera nuestra actitud frente a la muerte a la que hace trivial y simple. No creo que cueste mucho trabajo comprender que hacer frívola a la muerte es igual a hacer insignificante a la vida.
La muerte es compleja, complicada, sentimental, porque también lo es la vida. Hacer intrascendente a la muerte haría baladí a la vida. Y viceversa. No es algo deseable perder la noción de tener una vida que merece ser examinada, al estilo Sócrates.
No es casualidad que la defensa de la eutanasia esté asociada con la defensa del aborto. Una es el abaratamiento de la muerte, la otra es el desprecio de la vida. Las dos son un cálculo simplista de ventajas personales imprudentes. Y eso tiene consecuencias.
📌 El efecto general es preocupante. Despreciando a la muerte, perdiéndole respeto, es también hacer insignificante a la vida misma. Esto es lo que creo que razonan los opositores a la eutanasia. Creen ellos que la vida es sagrada y que la muerte, por tanto, también lo es.
Cultura de la muerte
Ha sido usada con frecuencia una expresión sobre el tema, la de «cultura de la muerte», la que se muestra, por ejemplo, en lo siguiente como algo bello:
«»Eutanasia» es una bella palabra, con un origen etimológico rotundo: buena muerte; esto significa dar la muerte a una persona que libremente la solicita para liberarse de un sufrimiento que es irreversible y que ella considera intolerable». gacetasanitaria.org
La mentalidad ha sido bien resumida:
«El término «cultura» de la muerte se refiere a una mentalidad, a una manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente por parte de los más fuertes y poderosos, de los que tienen voz y voto. El término «cultura» de la muerte fue acuñado por el Papa Juan Pablo II en su encíclica «El Evangelio de la Vida» publicada el 25 de marzo de 1995». nomataras.blogspot.mx
La cultura de la muerte es en realidad el desprecio de la propia vida.
La vida despreciada no puede ya tener sentido, ni razón. Solo podría ser una serie prolongada de ocasiones para buscar el placer directo, inmediato, al estilo de lo narrado por H. Balzac en La Piel de Zapa.
Porque la eutanasia es solo posible y deseable en la mente que no ve en la vida nada más que la búsqueda del mayor placer posible, evitando las ocasiones de dolor y sufrimiento a cualquier costo.
No entiende que eso es parte de la vida, parte de eso que puede llamarse experiencia moral, maduración, sentido del deber.
Lo obvio
Empecemos por las cosas obvias, ya que ellas ayudan a colocar en una perspectiva razonable las cosas que siguen.
• Todos moriremos, de lo que no hay duda. Al mismo tiempo, somos seres con valor y dignidad. Y todo eso nos lleva a una conclusión evidente: nuestra muerte, como nuestra vida, debe ser digna por derecho esencial propio.
• La muerte nos asusta, produciendo todo tipo de sentimientos y cuestionamientos que no tienen fácil respuesta y llegan a ser dependientes de creencias religiosas no sujetas a discusión científica.
No sorprende que todo lo relacionado con la muerte cause discusión y desacuerdos. Sobre esos dos puntos es posible concluir que hablar sobre la eutanasia estará lleno de complicaciones que parten del supuesto razonable de merecer una muerte «digna».
Una muerte «digna»
El problema original es definir qué significa eso. Incluso podemos llegar tal vez a acordar en una definición más amplia y también razonable, que he tomado de una columna de Luis de Moya. Muerte digna es «la muerte con todos los alivios médicos adecuados y los consuelos humanos posibles»
La definición es lo suficientemente vaga como para ser interpretada de cualquier manera. Este es el problema de fondo, el de las interpretaciones de palabras como «dignidad», «adecuados» y «posibles».
Intentar definirlas poniendo de acuerdo a casi todos es una tarea imposible a la que renuncio para dedicarme a otra avenida que creo de mayor promesa.
Esa definición lleva implícitamente la idea de considerar a la vida como algo valioso. Porque es valiosa, entonces la muerte debe ser atendida con «todos los alivios médicos adecuados y los consuelos humanos posibles».
Una reflexión hasta aquí
Hasta aquí, creo estar proponiendo algo que puede ser globalmente aceptado. Los humanos somos dignos, de lo que concluimos que nuestra vida es también digna y su término es merecedor de dignidad, lo que significa intentar salvarla y en caso de no poder hacerlo tener esos consuelos posibles.
Visto del otro lado, si somos seres dignos, no es congruente tratar a nuestra vida de otra manera, lo que para todo propósito práctico significa que existen dos principios absolutos:
• Eventualmente, todos moriremos.
• Debe hacerse todo lo posible por mantener la vida.
En la aplicación práctica de esos principios radica el origen de la controversia de la eutanasia: sabiendo con total certeza que la muerte nos llegará, debemos hacer lo posible por mantener la vida.
Concluyendo
He presentado la definición, el significado, los tipos y los argumentos sobre la eutanasia. Sin embargo, mi punto central ha sido apuntar el error considerable de creer que la eutanasia solo presenta ventajas de ahorro de dolor y sufrimiento.
Ella tiene su origen y se produce en la actitud frente a la vida, a la que hace intrascendente.
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