Su definición y elementos, indican la producción, distribución y venta de bienes por fuera de los canales abiertos y legales. Un asunto de clandestinidad por causa de una prohibición. ¿Qué es mercancía pirata?

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Mercancía pirata, elementos y definición

La definición de piratería, espero, ayudará a comprender un fenómeno reprobable que produce daño. Y si esto es reconocido, espero además mover al lector a no adquirirla.

Para entender qué es mercancía pirata, los siguientes elementos logran una idea razonable:

Clandestinidad

🔴 Bienes, artículos y mercancía en general, producidos clandestinamente. Todo con la intención de evitar a la ley.

🔴 Una distribución de esos bienes casi siempre por canales informales físicos o en línea. En una economía oculta, fuera del ámbito legal.

Copias no permitidas

🔴 La mercancía pirata es copia de otra, original, que se vende a mayor precio. La piratería tiene su principal sustento es precios sustancialmente menores a la mercancía original.

🔴 La mercancía original está protegida por derechos de autor. Está registrada como propiedad intelectual por ser creación de una persona u organización que es diferente al productor/vendedor clandestino.

🔴 La mercancía pirata no cuenta con el permiso expreso de producción y venta del propietario de los derechos de autor. El propietario de la idea y realización de la mercancía original, por tanto, no recibe beneficio alguno de la reproducción clandestina de su idea.

🔴 Esa producción, distribución y venta de mercancía no autorizada por el propietario de los derechos produce ese daño a su propietario. En cambio, el productor clandestino se beneficia de una idea que no fue creada por él. Una idea que él no tuvo.

Ejemplos de mercancía pirata

Lo anterior es fácil de ejemplificar en casos como los siguientes.

La música pirata reproduce y vende lo creado y producido por un tercero, el que es dueño de su creación, lla composición de la música, su reproducción con músicos y cantantes.

Todo eso tuvo un costo cuya recuperación (y ganancia esperada) se ve afectada por la piratería. Ganan los productores piratas, no los propietarios de la música.

Los juegos electrónicos y aplicaciones para computadoras ha significado un costo de desarrollo y producción para sus creadores, que esperan recuperar con utilidad. Esto se ve afectado por la mercancía pirata, por parte de quienes no pagaron nada para la creación de esos productos.

Los libros han sido escritos por autores que han creado esa obra con esfuerzo y dedicación. De su publicación física o electrónica esperan ser recompensados y ella es mermada por la distribución pirata de su obra.

Es obvio que en estos casos, las personas que producen, distribuyen y venden mercancía pirata obtienen un beneficio económico que lastima al verdadero propietario —el que sufre un daño financiero. La mercancía pirata es un robo.

Complicaciones inevitables

La situación se complica con una modalidad de la piratería. Aquella en la que no hay un beneficio económico para quien la realiza. Por ejemplo, la copia y distribución gratuita de un libro electrónico. O la distribución gratuita de una señal de televisión por internet, como un partido de televisión de pago por evento.

Esta modalidad ha producido una cierta discusión, a veces proponiendo que no se trata de piratería real. Una posición un tanto débil porque aún en este caso se mantiene el daño económico al propietario de los derechos. Sus ingresos posibles de ven mermados y por eso sigue siendo piratería clandestina.

La piratería, en su consecuencia final, es un incentivo negativo para la creación de mercancías atractivas y novedosas para los consumidores. Su creador tendrá menos incentivos si anticipa que su creación será pirateada.

Realidad cotidiana

La realidad diaria en la que existe mercancía pirata en cantidades abundantes no puede ser negada. Por ejemplo, en México, se ha afirmado que «más de 100 millones de cd ilegales son vendidos cada año en México, donde se localizan más de 50 000 puestos de venta en mercados y calles» (codex.colmex.mx). No es el único caso.

Este fenómeno que es universal, liga a la mercancía pirata con la economía informal, la que es un campo de empleos numerosos en países no desarrollados.

Mientras el INEGI señala que la economía informal representó el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2002, Hernando de Soto afirma que ésta representa casi la mitad del PIB (315 mil millones de dólares) y que ocupa al 50% de la Población Económicamente Activa (PEA). diputados.gob.mx

«… en 2012 el 25% del PIB mexicano surgió de la economía informal y el 60% de la población ocupada se ubicó allí: como 31 millones de personas. Estos dos porcentajes le corren la cortina a los añejos y profundos desequilibrios de la economía mexicana y, en consecuencia, advierten sobre los desafíos variados que enfrentan las políticas económicas y sociales actuales para  comenzar a superarlos». Americaeconomía

Esto presenta dilemas políticos a la autoridad: atacar sistemáticamente a la mercancía pirata, que es una obligación legal, produce daños en la economía informal que emplea a un número grande de personas dañando sus ingresos. Esto podría incluso crear disturbios y marchas callejeras, por no mencionar menor número de votos.

No sorprende, por tanto, que la persecución legal por el delito de robar propiedades de autor no sea una prioridad en países que tienen una economía informal cuantiosa.

No debe sorprender que la mercancía pirata varíe de acuerdo con el desarrollo del país —siendo más abundante en países no desarrollados.

Mercancía pirata y su comprador

Por último, un factor que influye en el florecimiento de las ventas de mercancía pirata, la mente del comprador.

El comprador, en primera instancia, enfrenta una alternativa clara. Por un lado, la compra de mercancía legal a un precio mayor. Por el otro, la mercancía ilegal a un precio menor, a veces sustancialmente menor (el vendedor pirata no cubrió los gastos de creación y usó materiales de baja calidad).

No sorprende, ante esto, que los compradores manifiesten una fuerte inclinación hacia los menores precios de la piratería. Como el adquirir un servicio pirata de televisión.

Esa aceptación de un menor precio incluye el reconocimiento a veces no explícito de riesgos de calidad de la mercancía. Por ejemplo, la calidad de las grabaciones en CD o DVD; o la posibilidad de fallas en aplicaciones y juegos; o la mala calidad de relojes y gafas.

A lo anterior debe añadirse, la probable vaga y confusa idea del comprador sobre la inmoralidad e ilegalidad de su compra. Cuando no alcanza a comprender la existencia de un propietario de derechos de autor y el daño que a este produce su compra, llegará a pensar que nada malo hace.

Y, más aún, una reacción de venganza, como una especie de revancha personal que protesta contra los precios altos de la mercancía original, los con frecuencia inexplicables precios de los discos de música, por ejemplo.

Finalmente

Lo que he tratado de hacer es un breve resumen sobre los principales aspectos de la piratería de mercancías, proveyendo una definición aceptable y la mención de algunos elementos que complican su comprensión.

Un aspecto interesante de la mercancía pirata es la de casos en los que el artículo original tiene un precio que no podría pagar quien compra una copia ilegal del mismo. Una situación que no dudo de calificar indebida e ilegal, pero que no tiene un daño probable en los intereses económicos del propietario legal.

Por ejemplo, un bolso de Hermès con precio de 5,000 euros podrá ser comprado por unos cuantos. Pero en su versión pirata, si es que existe, quizá solo cueste 50, con una calidad muy baja, pero su venta tal vez no altere en nada la venta del original.


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[Actualización última: 2023-06]