Sus razones, causas y justificaciones. Especialmente las causas inválidas e injustificadas de estos conflictos. ¿Qué es una guerra justa? Y, por consiguiente, la noción de guerra injusta.
Índice
- Introducción: ¿qué es una guerra?
- Causas de una guerra
- Tipos de guerra
- ¿Qué es una guerra justa?: dos partes
- I. Guerra justa: razones y causas
- II. La guerra justa y sus condiciones
- Condiciones jus ad bellum , antes de la guerra
- Condiciones jus in bellum , durante el conflcito
- En breve: preguntas y respuestas
15 minutos
Introducción: ¿qué es una guerra?
Aunque el significado de la palabra ‘guerra’ es bastante claro en la mayoría de las mentes, el hacer precisiones sobre su definición, usos y tipos no es algo inútil. Todo, antes del concepto del concepto de «guerra justa».
📌 Una guerra describe a un conflicto de tipo armado que tienen al menos dos participantes que son Estados y que se percibe como la única solución posible del conflicto.
Sus elementos centrales son:
- Uso de la fuerza y recursos armados.
- Conflicto entre al menos dos Estados.
- Ninguna otra alternativa de solución que la victoria de una de las partes.
Definiciones de guerra
Ella ha sido definida de una manera general como:
«[…] un enfrentamiento entre varias personas o bandos, normalmente países, cuyo fin es imponerse y vencer al enemigo. Y siempre surgen por alguna razón: económica, ideológica, territorial, religiosa, etc». economipedia.com. Mi énfasis.
Resaltan las características armadas del conflicto y el objetivo de ambas partes de dar por terminado el enfrentamiento con la derrota del enemigo.
Más descriptiva es esta otra definición:
«[…] en su sentido estrictamente técnico, es aquel conflicto social en el que dos o más grupos humanos relativamente masivos —principalmente tribus, sociedades o naciones— se enfrentan de manera violenta, preferiblemente, mediante el uso de armas de toda índole, a menudo con resultado de muerte —individual o colectiva— y daños materiales de una entidad considerable». es.wikipedia.org. Mi énfasis.
Resaltan aquí las consecuencias de la guerra, es decir, daños materiales usualmente considerables en las partes, pero, sobre todo, daño y muerte de personas.
Muy célebre es la comprensión de la guerra por parte de Clausewitz.
«La guerra no es solo un acto político, sino un real instrumento político, la continuación de la diplomacia por otros medios».
— Carl von Clausewitz
Causas de una guerra
Las situaciones que llevan a la guerra son esas en la que al menos una de las partes no ve otra solución al problema que el uso de armas contra quienes entiende como enemigos. Claramente son de diversos tipos.
Los motivos son de uno de estos tipos o una combinación de algunos. Causas económicas, políticas, religiosas, territoriales, honor y gloria nacional, ideológicas, amenazas percibidas, conquista y otros más, como el vago «interés nacional». Todas con una intensidad suficiente como para no admitir otra solución que la armada.
Tan amplias puedes ser sus causas que ella es un estado constante de conflicto en una escala localizada, aunque en ocasiones se tienen guerras de gran amplitud geográfica.
La primera y la segunda guerras mundiales son los conflictos usualmente nombrados como de gran escala, pudiendo en ellos incluir otras como Las Cruzadas y las invasiones musulmanas previas, más los aliados europeos contra Napoleón.
«En los últimos 5.000 años de historia, la humanidad solo estuvo 900 años en paz, en los cuales los hombres se preparaban para el conflicto siguiente. Mas de 8.000 tratados de paz se han firmado en el transcurso de los últimos 35 siglos. Desde 1945 hasta finales del siglo XX se disputaron 140 guerras con 13.000.000 de muertos».
— A. Cagliani
Tipos de guerra
El término es uno que acepta palabras que lo califican y describen, por lo que son comunes expresiones como guerra civil, de liberación, religiosa, de independencia, de guerrillas y otras más. Ellas describen su naturaleza tratando de describirla.
También, el término es usado como metáfora para indicar alguna situación de conflicto extremo, como en una guerra partidista, de propaganda, cibernética, comercial y otras. No se trata de guerras formales y oficiales, sino de enfrentamientos violentos.
En otro sentido, las guerras pueden ser justas, es decir, estar justificadas, o no, dependiendo de sus causas y el modo de realizarla. En lo general, una guerra puede justificarse como respuesta última a la agresividad imparable de una de las partes, la que muy pocas de las veces es una democracia.

¿Qué es una guerra justa?: dos partes
El tema es tratado aquí en dos secciones independientes aunque complementarias.
🔴 Primero, I. Guerra justa: razones y causas que contiene las ideas de F. Vitoria acerca de las justificaciones de un conflicto bélico.
🔴 Segundo, II. La guerra justa y sus condiciones que contiene las ideas expuestas por J. Budziszewski que resumen el pensamiento tradicional sobre las condiciones de la guerra, antes y durante ella.
La guerra es un asunto de importancia, como fue señalado por Sun-Tzu, para el estado, o por Clausewitz, como la continuación de la política por otros medios. Obviamente, la posición opuesta a la guerra es el pacifismo (que tiene intensidades variables)
Para pensarse

I. Guerra justa: razones y causas
La idea fue encontrada en Vitoria, Francisco de, Political writings. Cambridge [England]; New York. Cambridge University Press, «On the Law of War, §10, Question 1, Article 3: What are the permissible reasons and causes of just war», pp 302-304.
El tema concreto de esa parte de su lección es el de las jutificaciones de una guerra para que ella se considerara justa.
1. No por diferencia de religión
Y comienza Vitoria con la de sus consideraciones. La diferencia de religión no es causa de guerra. Esto es realmente una continuación lógica de otra de sus tesis, la de no permitir el volver esclavos a los bárbaros.
2. Tampoco para engrandecer al imperio
La segunda de esas consideraciones sobre la guerra es afirmar que ella no es permitida con objeto de engrandecer el imperio.
Si acaso esta fuera una causa permitida, entonces ambas partes en un conflicto tendrían razón para iniciar una guerra justa. Y también, ambas serían inocentes, dice Vitoria.
Si fuesen inocentes, entonces se concluiría que sería equivocado que cualquiera de los lados matara a personas del otro, lo que haría que la guerra fuese justa, pero que el matar fuese ilegal.
3. Tampoco para la gloria del monarca
La tercera de sus consideraciones y razones se refiere a la gloria del monarca y afirma que una guerra no puede ser justa si ella tiene como causas la conveniencia o la gloria del príncipe.
Los monarcas ordenan paz o guerra por el bien de los gobernados, de lo que se sigue que no puede apropiarse el monarca de los ingresos públicos para su engrandecimiento, mucho menos poner en riesgo a esas personas por el mismo motivo.
Esa es la diferencia, dice Vitoria, entre un rey y un tirano, pues este último ordena a su gobierno de acuerdo a su propia conveniencia y beneficio, pero un rey hace lo mismo para el bien común de los gobernados.
El monarca tiene su autoridad de la comunidad y por ese hecho debe ejercer el poder para el bien de ella, no para la conveniencia de personas en particular.
Por eso es que las leyes de la guerra deben ser para el bien de los gobernados y no para el beneficio del monarca, pues los hombres libres no viven para el beneficio de otros, sino para el suyo.
📌 El monarca que va a la guerra por su propio privilegio y conveniencia, y para ello fuerza a sus gobernados al servicio militar o les impone impuestos de guerra, en realidad trata a sus gobernados como esclavos, no como hombres libres.
4. Razón de un daño
La cuarta de sus consideraciones afirma que la sola y única causa de una guerra legítima o justa sucede cuando se ha infligido un daño. Para justificar esto se ayuda de ideas de San Agustín, Santo Tomás y otros expertos, a los que él añade reflexiones.
Una guerra ofensiva se realiza para la reparación de daños y la admonición de los enemigos. De allí que se concluya que no puede existir una reparación en caso de tampoco existir un daño anterior.
Por igual, también debe tomarse en cuenta que un monarca no puede tener mayor autoridad sobre los extranjeros que la que posee sobre sus propios gobernados y sobre ellos no puede aplicar penas en caso de no existir una ofensa previa, por lo que no puede hacer eso sobre los extranjeros tampoco.
Para esto, Vitoria se apoya en San Pablo (Romanos 13, 4): «… Pero, si obras mal, teme; pues no en vano lleva la espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal».
El apóstol se refiere a los gobernantes, los que llevan la espada. Vitoria concluye que por eso no podemos usar la espada contra quienes no nos han dañado
5. No todo daño justifica la guerras
En la quinta consideración sobre la guerra justa, sus razones y causas, Vitoria contesta la obvia pregunta que se plantea en la cuarta. La guerra está justificada como justa cuando existe un daño previo, pero eso podría significar que todo daño de cualquier monto justificaría una guerra.
Vitoria dice que no, que no todo daño es causa suficiente para la guerra. Para probar su afirmación acude a una comparación.
No es legal infligir castigos severos a toda acción indebida. Castigos como la muerte, el exilio, o la confiscación de bienes no se aplican indiscriminadamente en los gobernados.
Y ya que los efectos de la guerra son terribles, como devastación, fuego y muerte, tampoco es debido hacer lo mismo a extranjeros por ofensas triviales, una razón para la que se apoya en el Deuteronomio 25, 2: «… si el culpable merece azotes… hará que le azoten con un numero de golpes proporcionado a su culpa».
6. Límites de la guerra
La siguiente cuestión (§15, Question 1, Article 4: what, and how much, may be done in a just war) trata sobre los límites que debe tener la guerra en causa de ser ella justa.
Dice que en esa guerra se puede hacer todo lo necesario para a defensa del bien común; que es legal reclamar las pérdidas y confiscar bienes del enemigo como indemnización de las pérdidas causadas injustamente por el enemigo; que el príncipe puede hacer todo lo necesario para alcanzar la paz y la protección de ataques y enseñar al enemigo una lección por el daño que él ha provocado.
II. La guerra justa y sus condiciones
📌 Una guerra justa debe cumplir con ciertas condiciones, unas antes de declarar el conflicto, otras durante ese conflicto.
Ha sido dicho que la guerra es un asunto de tal seriedad y gravedad que merece ser estudiada con frialdad, usando la razón y sin sucumbir a sentimientos que oscurecen el conocimiento.
Obviamente la guerra es una situación indeseable, muy indeseable, que debe ser evitada, pero no siempre puede serlo. La conclusión es inevitable: existen ocasiones en las que la guerra es la menos mala de las alternativas disponibles. Pero, ¿cuándo es justificable una guerra?
La respuesta puede encontrarse en un concepto, el de la guerra justa y sus condiciones: cuando ella es declarada y realizada respetando ciertos principios. ¿Qué principios? De ellos trata este resumen.
La idea reportada fue encontrada en Budziszewski, J. (1997). Written on the Heart: The Case for Natural Law. InterVarsity Press, p. 120.
Condiciones jus ad bellum, antes de la guerra
No es un tema nuevo. El primer intento de tratar el tema se remonta al siglo quinto con San Agustín. Siglos más tarde fue tratado por Santo Tomás de Aquino. Y luego por John Locke. Con este comentario inicia Budziszewski su tema.
El tema de los principios de una guerra justa aceptables para los proponentes del concepto. Lo que sigue es esa lista de principios y condiciones con los que debe cumplir una guerra para ser considerada como justa.
Las primeras siete de ellos son las de jus ad bellum, los que justifican entrar en guerra. Las siguientes tres son las condiciones de jus in bellum, los que deben cumplirse durante el conflicto.
1. Autoridad competente
Se refiere a la fuente de la declaración de guerra y que solo puede ser un gobierno y no particulares. Por un gobierno legítimo.
2. Causa justa
Esta condición indica que una guerra justa solo puede serlo si se persigue la protección de vidas inocentes, de derechos naturales. Es como una defensa de la vida de personas.
3. Intención correcta
Se refiere a la razón o causa de entrar en guerra, apuntando que la causa justa debe ser también la razón de la guerra. La causa justa no debe ser el disfraz de otra intención oculta.
4. Justicia comparativa
La cuarta de las condiciones para una guerra justa se refiere a la justicia en las partes involucradas y no requiere que la justicia esté totalmente del lado de una de ellas porque raras veces sucede.
Pero sí previene en contra de la guerra a menos que los males contra los que se combate sean lo suficientemente mayores de un lado que del otro para justificar las muertes.
5. Proporcionalidad
Establece que no se entre en estado de guerra a menos que los bienes que de ella se esperan razonablemente sean mayores que los males que causa.
6. Probabilidad de éxito
Se refiere a otro cálculo, el de lograr lo que la guerra persigue, su meta. La idea es evitar una guerra que no cumplirá con la causa que persigue.
7. Última opción
Establece a la guerra como la alternativa última, antes de la que deben ser intentadas todas las opciones no bélicas.
Condiciones jus in bellum, durante el conflcito
Una guerra justa debe cumplir con todos esos principios o condiciones mencionados antes de ser declarada. Los siguientes tres principios deben todos ser respetados durante la conducción de la guerra.
8. Intención correcta
Se refiere al objetivo de quienes realizan la guerra y que debe ser el alcanzar una paz justa, es decir, sus acciones no deben ser de tal naturaleza que impidan una reconciliación. Un caso de esto sería el de demandas excesivas.
9. Proporcionalidad
Determina un principio de acción en la guerra, el de no usar tácticas a menos que ellas produzcan resultados esperados mayores a los males que causará.
10. Discriminación
Se refiere separar a los elementos no militares de los militares, es decir, los no combatientes no deben ser objetivos bélicos.

En breve: preguntas y respuestas
Una guerra es un conflicto armado entre al menos dos Estados (o grupos masivos) que se percibe como la única solución posible a una disputa. Sus elementos centrales incluyen el uso de la fuerza y recursos armados, la participación de mínimo dos Estados, y la creencia de que no hay otra alternativa de solución que la victoria de una de las partes. Las guerras suelen tener como objetivo la derrota del enemigo y resultan en daños materiales considerables, muerte y sufrimiento, como señaló Clausewitz al describirla como «la continuación de la diplomacia por otros medios».
Las guerras pueden surgir por una combinación de motivos como razones económicas, políticas, religiosas, territoriales, ideológicas, o por honor y gloria nacional, entre otras. Estas causas deben tener una intensidad suficiente para que el uso de armas sea visto como la única solución. El término ‘guerra’ se califica para describir su naturaleza, dando lugar a tipos como guerra civil, de liberación, religiosa, de independencia o de guerrillas. También se usa metafóricamente para conflictos intensos (guerra cibernética, comercial). Una consideración importante es si una guerra es «justa», es decir, si está justificada por sus causas y el modo en que se lleva a cabo.
Francisco de Vitoria estableció criterios claros sobre lo que no puede justificar una guerra justa. En primer lugar, la diferencia de religión nunca es causa legítima. Segundo, el engrandecimiento del imperio tampoco la valida, pues si así fuera, ambas partes serían inocentes y el conflicto carecería de base moral. Tercero, la gloria o conveniencia del monarca es inaceptable como motivo, ya que los gobernantes deben actuar para el bien común de sus súbditos, no para su beneficio personal. Un monarca que fuerza a sus gobernados a la guerra por interés propio los trata como esclavos, no como hombres libres.
Vitoria afirmó que la única causa legítima de una guerra justa es un daño previamente infligido. Una guerra ofensiva solo se justifica para la reparación de daños y la admonición de los enemigos. Sin embargo, no todo daño, por pequeño que sea, justifica la guerra; debe ser una ofensa considerable, similar a los delitos que ameritan castigos severos. En cuanto a los límites, en una guerra justa se puede hacer todo lo necesario para la defensa del bien común, reclamar pérdidas e indemnizaciones y tomar las medidas necesarias para alcanzar una paz justa y enseñar una lección al agresor.
Las condiciones para una guerra justa se dividen en dos categorías. Las «jus ad bellum» (antes de la guerra) son: Autoridad competente (declarada por un gobierno legítimo), Causa justa (protección de vidas o derechos inocentes), Intención correcta (la causa justa es el verdadero motivo), Justicia comparativa (los males a combatir son significativamente mayores), Proporcionalidad (bienes esperados superan males causados), Probabilidad de éxito (evitar guerras inútiles), y ser la Última opción (tras agotar vías no bélicas).
Las «jus in bellum» (durante el conflicto) son: Intención correcta (buscar una paz justa sin acciones que impidan la reconciliación), Proporcionalidad (no usar tácticas que causen más mal del esperado) y Discriminación (no atacar a no combatientes).
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