Hay palabras necesarias pero inexistentes y que deben ser creadas. Este es otro intento de más palabras de esas.

61 minutos

Distrafle

Se da este nombre a la serie de movimientos generalmente de tipo corporal que las personas realizan cuando ven cerca de ellas a individuos que no desean saludar.

Digamos que en un centro comercial alguien camina tranquilamente paseando y sin prisa volteando a los aparadores y viendo a algunas de las personas que por esos pasillos transita.

Repentinamente esta persona ve a un conocido ese que es un antipático marca mayor que siempre está hablando de sus enfermedades. Se cruzan las miradas una fracción de segundo, pero en aras de evitar el encuentro, la persona voltea inmediatamente a ver su reloj movimiento que le permite aparentar que no ha visto a ese otro individuo.

Este movimiento para ver el reloj es un distrafle. Quizá el más clásico de todos.

Lo mismo es voltear la cara para platicar con el acompañante o cualquier movimiento similar. Es decir. para que exista un distrafle es necesario que se tengan varios elementos de manera simultánea.

Primero, una persona a la que no se quiere saludar por la razón que sea. Segundo, un movimiento corporal que cuanto más espontáneo parezca, mejor. Tercero, por último, la continuidad de la actividad normal dando la impresión de que nada ha pasado. De quien no se ha visto a la persona que no se deseas saludar.

Desde luego el corazón de distrafle es esa espontaneidad. En esto recae la credibilidad de todo.

En lo general la espontaneidad es una función correlacionada con lo aparatoso del distrafle pues es mucho menos creíble un distrafle obvio como ver el reloj, que una caída al piso en la que la persona se rompe el hueso de una pierna y se tiene que llamar a los paramédicos.

Cuembarde / cuembardía

Dícese así de la persona que expresa un alto nivel de cobardía cuando enfrenta la situación incómoda de pagar una cuenta en un restorán o en un bar.

Tales situaciones de cobardía son manifestadas por los seres humanos de maneras muy diferentes siendo la ida a los sanitarios la más común de ellas, es decir, la persona que siente una probabilidad siquiera baja de tener que pagar la cuenta en un restorán sale de su lugar con el pretexto de tener una necesidad corporal urgente.

De esta manera se ausenta de la mesa en el momento en el que muy posiblemente llegará la cuenta y más tarde mostrará sorpresa al saber que la cuenta ya sido liquidada por los imprudentes que permanecieron sentados en la mesa.

La cuembardía, desde luego, presenta diversas facetas siendo la anterior la más común. Sin embargo existen otros pretextos que persiguen el mismo objetivo: haber olvidado la cartera, la tarjeta de crédito está a su máximo, o alguna otra que por lo general muestra una enorme falta de imaginación.

Existe obviamente diversos y muy variados pretextos para pasar el peso de la cuenta de un consumo personal a otros: que el cónyuge examina los gastos, o bien que uno fue el que pagó en la ocasión anterior cuando eso es una clara mentira.

La especialista

Este asunto ha sido examinado con gran profundidad por la señora Lucille Deloubanbou en su libro La Etiqueta En La Mesa donde el capítulo correspondiente señala que es de mala educación el hacer cuentas en la mesa, pues lo correcto es tomar el total de la cuenta y dividirlo en partes iguales que cada persona cubrirá con cargo a su bolsillo sin preocuparse por quién pidió la ensalada con langostinos aunque ésta tenga un costo superior.

Desde luego esta autora considera un error grave de educación el levantarse de la mesa cuando llega el momento de pedir la cuenta.

Cuencusión

Un fenómeno relacionado con este es el de la cuencusión y que se refiere a la serie de arrebatos de papel que realizan las personas que se disputan el pago de la cuenta en un restaurante.

Por lo común la situación es la siguiente: el mesero lleva a la mesa el papel en el que se indica el total del consumo realizado, muchas veces con el análisis correspondiente de los platillos consumidos, acción que de inmediato produce el movimiento de los brazos de varias personas que intentan tomar el mencionado papel, cada una de ellas alegando que es una invitación personal, lo que a su vez produce una reacción idéntica en las otras personas.

Pidiella

Palabra usada para nombrar un tipo de manchas que se producen en los dientes frontales, generalmente de las mujeres, provenientes de la mala aplicación de lápices labiales usados sin precaución ni cuidado. Muchas veces, la pindiella produce bromas y chanzas entre las personas que se dan cuenta de que alguien sufre este fenómeno.

Los Laboratorios Jolie-Jolie, con sede en Kiskundorozsma, Hungría, han lanzado un nuevo tipo de lápiz labial destinado a remediar la pindiella, gracias a un ingrediente adicional en su formulación, extracto de manzana podrida. Cuando la persona percibe ese sabor, entonces sabe que sufre una o más pindiellas, pudiendo así remediar la situación casi de inmediato.

Estos laboratorios planean sacar al mercado otras variaciones de este producto, acomodados a diversos países; por ejemplo, para México, sus lápices labiales contendrán extracto de chile habanero. Las pruebas iniciales de este producto en ese país, sin embargo, indican que esos lápices labiales están ya siendo usados como un ingrediente adicional en varias recetas de cocina.

Sefa

Llámase así a la postura corporal que adopta el ser humano cuando se comen tacos mexicanos de pie y simultáneamente se intenta evitar las manchas de salsa en el atuendo, pues obedeciendo a la ley de la gravedad la salsa escurre por el lado del taco más alejado de la boca.

Varios remedios han sido sugeridos para evitar esas manchas de salsa mexicana. Uno de ellos y sin duda el más popular es la sefa; pero también existen otros que son dignos de mención. Existe la posibilidad de hacer que el taco sea doblado ligeramente en la parte media, lo que impide que la salsa salga por ninguno de sus extremos, lo que es un truco del comensal refinado y experimentado.

También, ha sido sugerida por la Universidad de Cosautlán de Carbajal, Estado de México, la posibilidad teórica de una salsa sólida no derrapante, adherible a la tortilla, aunque esto sea tan solo una especulación en extremo abstracta. Lo cierto es que la sefa no solo se realiza estando de pie como antes se pensaba, pues también el ser humano adopta esa postura comiendo tacos sentado.

Los estudiantes de estas cuestiones afirman que la inclinación teórica correcta es de 45 grados a partir de la línea de la cintura, pero que ella es rara vez realizada por ser terriblemente incómoda. La inclinación promedio es mucho menor, siendo la más común una de diez a quince grados con respecto a la vertical y que se adopta sólo en el momento de dar la mordida al taco mexicano.

Quelo

Termino muy usado en la cocina y con el que se designa a un fenómeno por demás curioso señalado por primera vez en 1888, por la Academia de Estudios Primarios de Baba en Ecuador, según consta en los anales rescatados por el célebre Ledar Al-Mahid de Babía en México.

Se trata de un curioso fenómeno de atracción láctea entre fragmentos de queso introducidos dentro de un líquido caliente, por ejemplo una sopa de cebolla o una sopa de finzollina, la famosa planta salvaje de Bitonto, Italia.

La realidad es que los fragmentos de queso se atraen mutuamente y llegan a formar una masa de tal tamaño que es imposible colocarla en la cuchara e ingerirla, lo que puede ser causa de penosísimas situaciones sociales. Se tiene noticia de un solo queso que promete no hacer eso, y que es el elaborado en Bamba, Mali, un poblado que tiene problemas de registro legal de la propiedad intelectual de su nombre con Veracruz, México, cosa que ha impedido el desarrollo y promoción global de ese queso.

Lo que no puede ignorarse dentro de la cocina es este fenómeno, por el que pequeños trozos de queso echados, por ejemplo, dentro de una hirviente sopa de cebolla, tienden a unirse para formar esa masa enorme de queso que hace imposible ser ingerida, a menos que se recurra al uso de cuchillo e incluso tenedores.

Sí, como se dijo el quelo, nombre de este fenómeno, es motivo de penas y sonrojos en reuniones sociales en los que el anfitrión tiene la desfachatez de servir esa combinación fatal de queso dentro de líquidos calientes.

Realmente el quelo no había sido llevado al escenario mundial hasta que las autoridades de Canelones, Uruguay, durante una cena de gala destinada a festejar la visita de las autoridades de Chamba, India, tuvieron la ocurrencia de servir sopa de cebolla con queso dentro y sucedió lo que era fácilmente predecible: los hindúes no supieron cómo comer esa sopa y sus acciones causaron la risa de los uruguayos, lo que fue considerado un insulto y ocasionó la breve Guerra del Quelo no hace muchos años, la que fue cancelada después de cinco minutos de duración, una vez que ambas autoridades hicieron cálculos del dinero necesario para trasladar sus tropas a territorio enemigo.

Cierto que hubo un acuerdo en el sentido de que la guerra podía celebrarse en un territorio a medio camino entre las dos naciones, pero fue imposible convencer a las autoridades de la isla de Chichi, Japón, para ceder unos cien metros cuadrados en los que los combates de celebrarían por la mañana temprano, después de las nueve hora local.

Shuido

Claramente derivada de la palabra ruido y el reclamo de silencio en shh, este termino se refiere a ruidos tan poco audibles que la mayoría de ellos pasan desapercibidos para la persona promedio, especialmente durante el día, mientras que por las noches crece la probabilidad de escucharlos

En pocas palabras, por tanto, el shuido es un tipo de ruido de muy escaso volumen, apenas audible, pero que además puede llegar a ser muy molesto, como lo evidencian algunas interrupciones del tipo «Espera, calla, ya oíste ese ruido, calla te digo» y que generalmente es seguido por una descripción del ruido, como «¿Ya lo oíste? Oye bien, allí está…trum, trum… no, no es así, trush, trush.. ¿lo oyes?… ¿estás sordo?»

Adicionalmente, los shuidos pertenecen a una parte de la Psicología Anormal, la que estudia a las personas con oídos sobrenaturales a quienes molesta cualquier ruido, por pequeño que sea, que su coche produzca. Y que llegan a extremos absurdos, como el mandar su auto al taller para que le quiten ese ruido tan molesto que es como un, por ejemplo, «tas, tas» y que hace solamente cuando no tiene encendida la radio.

Olivoltad

Con claras raíces en las palabras oliva y dificultad, este término hace referencia a los problemas que presentan los frascos de aceitunas para sacar de ellos el primero de esos alimentos.

La olivoltad es un fenómeno único de los frascos de vidrio y no de las latas, pues es muy conocido que en estas últimas es muy sencillo sacar la primera aceituna, no así en los frascos que tienen bocas mucho más estrechas. La olivoltad ha sido hasta cierto punto resuelta empacando menos aceitunas en los frascos, lo que ha tenido un efecto colateral imprevisto: la dificultad de pincharlas mientras ellas se mueven de un lado a otro en el líquido del frasco.

Vililaje

Así es nombrada la acción que consiste en la vigilancia de las propias piezas de equipaje que realiza la persona generalmente en aeropuertos y recepciones de hotel, con el objeto de confirmar que efectivamente nadie ha robado o tomado ese equipaje por equivocación.

Esta acción es generalmente un síntoma del nerviosismo que los viajes producen en las personas. Por eso es que conviene citar textualmente un párrafo de la obra de la autoridad mundial en aeropuertos, Bruce C. Kagan, con la amable autorización de la Editorial de Cacador, en Brasil, en el que por primera vez fue usada esta palabra.

«Por mucho que viajar sea una actividad llena de encanto, no deja de presentar una realidad llena de pesares, nerviosismo y contrariedades. Hay vuelos cancelados, pérdidas de documentos y un sinnúmero de calamidades. Los viajeros enfrentan otro problema mayúsculo en los aeropuertos. Se trata del tiempo y cómo pasar un numero indefinido de horas ante retrasos frecuentes y otras calamidades. Hay quien dice que los retrasos en los vuelos son provocados artificialmente por compañías editoriales que así dan tiempo a la gente para entretenerse leyendo cualquier cosa.

«Otro de los grandes acontecimientos en un aeropuerto es la vigilancia del equipaje, donde los temperamentos más fuertes y templados se resquebrajan. No únicamente la vigilancia de las bandas de entrega de equipaje para evitar que otro viajero tome el equipaje de uno, sino también la vigilancia del equipaje ya recogido. Igualmente, es necesario para muchos mantener los ojos sobre el equipaje de mano que ya está dentro de los compartimentos del avión, no sea que alguien decida propiarse de él. En general, el vililage está correlacionado con rasgos paranoicos del viajero».

Colactita

Es el nombre dado a las coladeras viales que se encuentran en las calles de las ciudades, cuando ellas se encuentran en un nivel superior al del pavimento. En lo general, son aceptadas como colactitas a las coladeras que tienen un diferencial de cinco centímetros por encima del pavimento.

Su contrario es la colagmita, que es la coladera que se encuentra cinco centímetros o más por debajo del nivel del pavimento.

Ha sido usadas las colactitas y las colagmitas para medir el índice de desarrollo de varios países por parte del Comité De Estudios De Economía y Vialidad que es un organismo que depende de Banco Mundial.

La teoría de ese organismo es simple: la suma no algebraica de los diferenciales de las coladeras con respecto al pavimento tiene una correlación inversa con el nivel de desarrollo de los países, excepto en aquellos casos en los que el país es tan pobre que no tiene ni coladeras, ni pavimento, ni calles.

Por ejemplo, en los países de mayor desarrollo esas sumas no van más allá de unos pocos milímetros por habitante, mientras que en países emergentes y subdesarrollados llega a ser de más de un metro per cápita.

Existe un fondo especial del Banco Mundial, formado hace varios años, que intenta remediar este problema para lo que se han hecho préstamos por más de 2,000 millones de dólares sin que hasta la fecha se hayan logrado los resultados esperados.

De hecho, el índice nacional de colactitas y colagmitas se elevó en más de 22.46% por encima del período anterior al de los préstamos.

Sin embargo, no todo es negativo, como lo muestra el reporte de la Asociación Local De Talleres Automotrices de Santa María de Nanay en Perú. Un párrafo de este reporte dice textualmente lo siguiente:

El periodo reportado se caracterizó por la consolidación de las estrategias y la expansión de nuestros afiliados, dentro del comportamiento acostumbrado de la economía nacional y jugando un papel importante las autoridades locales con su alto desempeño en las labores de pavimentación cuyas características permitieron una elevación significativa del número de averías de amortiguadores y partes conexas que nos ha significado un incremento en los ingresos brutos de casi la totalidad de los afiliados.

Se refiere esta mención, desde luego, a la derrama económica que es generada por las colactitas y las colagmitas cuando ellas llegan a extremos en los que son necesariamente dañados los vehículos de la población. Cifras estimadas de la misma asociación indican que de ser reparadas y niveladas esas fallas en el pavimento, podría haber un desempleo superior a 34% entre sus afiliados.

Saláculo

Uno de los enigmas químicos más grandes de nuestra época es precisamente el saláculo, palabra que da nombre a las extrañas sustancias que tapan los orificios de los saleros impidiendo que la sal sea servida en la ración y dosis deseada por el comensal. Aunque también sucede en los pimenteros, eso es poco común, pues son precisamente los saleros las víctimas más frecuentes de las sustancias que forman el mencionado saláculo.

De escasa importancia en los buenos restaurantes y para los buenos comensales, el saláculo sí es un problema real de los restaurantes de categorías normales y de los comensales que temen al chef y que por tanto prefieren ser ellos quienes condimenten la comida a su gusto muy personal. Pero es en la parte química donde el saláculo ha cobrado una importancia extraordinaria, pues se desconoce aún en la actualidad, la serie de componentes exactos que lo forman.

Los expertos

Si bien antes se pensaba que el saláculo era el producto normal de la sal humedecida que se adhería a los orificios del salero, ahora los expertos están muy inclinados a aceptar la Theory of Spontaneous Saltculification originalmente propuesta por Joseph Ito do Carrabobo durante el III Seminario de Proveedores Culinarios de Tomatlán, en México.

La teoría completa es en extremo compleja, pero bien puede ser explicada diciendo que las sustancias que forman el saláculo son en buena parte tóxicas, pues cuando siete kilos de saláculo fueron administrados a dos ratas en un período de dos horas y ambas murieron. El reporte causó gran conmoción y diversos gobiernos emitieron leyes y disposiciones que persiguieron la limpia rutinaria del saláculo en restaurantes.

Fue precisamente la autoridad local de Tetonia, Idaho, la que decretó la obligación de los restauranteros para limpiar cada cinco minutos los saleros del condado evitando así la formación del saláculo y generando una caída tal en la calidad del servicio de esos establecimiento que sus habitantes prefirieron salir a comer al condado más cercano en el que la autoridad había hecho caso omiso del reporte sobre el saláculo.

Sea lo que sea, además de sal y agua, el saláculo puede contener algunos componentes adicionales, orgánicos e inorgánicos, cuya descripción completa puede quitar el hambre a cualquiera. Es posible encontrar, por ejemplo, restos fecales de arácnidos y roedores, por no mencionar de seres humanos, lo que sucedió en un restaurante de Siquisique, Venezuela, donde su propietario se defendió argumentado que no solo el saláculo contenía esos ingredientes, sino también el resto de sus platillos y que nunca ninguno de sus clientes había sufrido enfermedad alguna, con excepción de Bill Smith, un americano que pidió una hamburguesa y tuvo una conmoción al saber que en ese restaurante no había catsup.

Vísfera

Esta palabra hace alusión a la pequeña esfera que se encuentra en los labios de vasos y copas de vidrio. La vísfera es, por lo general, signo de baja calidad en los mencionados artículos.

En realidad, más que una esfera, se trata de un pequeño promontorio de forma curva colocada en la orilla del vaso o copa y que es fácilmente detectada al tacto, como ha señalado Corda de la Monfoucaux, la célebre autora del libro de etiqueta Ah, mon Dieu!

De gran influencia durante los principios del siglo 20, esta obra propuso la discriminación legal de toda persona que usara copas y vasos con vísferas, lo que justificó por la incapacidad de tales receptáculos para servir buen vino ya que la lengua y los labios de los nobles pueden correr el riesgo de lastimarse. Por considerarse de interés general, a continuación se mencionan los principales hechos de la vida de Corda de la Monfoucaux.

Febrero de 1880: nace la futura autora en Desineauxuau-sur-les-Autreux, por la noche, en el mediodía de Francia.

Marzo de 1890: es expulsada de la escuela por ser incapaz de escribir bien el nombre de su pueblo. Jura venganza contra su profesora.

Septiembre de 1895: huye de casa y se establece cerca de París como vendedora oficial de fósforos en el barrio de Desineauxuau-sur-la-Seine. Al darse cuenta de eso, jura venganza contra el alcalde de la ciudad.

Enero de 1900: por accidente hace amistad con un noble, el conde de Desineauxuau-sur-la-Mer. Comprende su destino y reconociendo esa fatalidad, decide hacerse amante del noble, de quien aprende rápidamente los modales más refinados. Hace de la cocina su afición y no sale de ella, a donde fuerza al conde a visitarla por las noches y hacerle el amor disfrazado de pan enharinado.

Agosto de 1915: comienza sus célebres apuntes por lo que visita a cientos de nobles de los que obtiene información sobre sus aficiones, gustos y hábitos. Decide realizar un manual de etiqueta de la mesa en el que establecería las reglas universales de la gente civilizada.

Diciembre de 1916: pide a su amante importar un salvaje a quien promete educar con su sistema. Tiene éxito mediano, pues el salvaje aprende a comer con gran exquisitez usando tenedor y cuchillo, pero insiste en pinchar el muslo de Corda pues por accidente han importado a un caníbal. Corrige el manual.

Marzo de 1917: termina su libro y decide publicarlo con la editorial Desineauxuau-sur-les-Libres. Tiene un éxito extraordinario y en un año realizan tres ediciones, incluyendo una traducción al francés, pues ella nunca pudo escribir bien su lengua materna dada su escasa educación oficial y la muy insuficiente necesidad que esa educación hacía en las labores que ella realizaba con el conde.

Octubre de 1920: convertida en una celebridad, Corda es invitada frecuente a todos los salones de París cuyos asistentes solicitan consejo sobre sus hábitos y educación. Resuelve el problema del moco en la nariz ajena que tanto preocupaba a Madame Mosenieauseax y ello la hace acreedora a una jugosa parte de su herencia.

Diciembre de 1920: muere trágicamente al ser atacada por el salvaje que había importado unos años atrás, quien al fin come parte de su muslo. París se acongoja ante los terribles hechos. Es enterrada en el cementerio de Desineauxuau-sur-les-Tombes.

Tuingo

Muy común durante las ceremonias cívicas y reuniones en plazas públicas, el tuingo designa al ruido que produce el cable que iza una bandera contra el asta, generalmente de metal.

Desde luego, el tuingo se realiza exclusivamente en situaciones en las que existe viento suficiente como para mover el cable o cordón, como bien lo ha señalado el doctor Mbeg Mbebg del Instituto de Mediciones Sonoras de Umtata, en Sudáfrica. Más aún, no sólo debe existir viento suficiente, pues también la calidad de los materiales influye ya que el tuingo producido por un asta de madera y un cordón de hilo sería prácticamente inaudible.

Si bien en primera apariencia el tuingo puede carecer de valor, los estudios de la Revista de Asuntos Políticos de Tulchin, Ukrania, han registrado el caso de los sucesos de El Grullo, Jalisco, una población que hace ya varios años sufrió las consecuencias de violentos desmanes populares posteriores a la celebración de un mitin político.

Según las versiones más confiables, un candidato a alcalde de esa ciudad daba un discurso político durante el cual un vendedor de globos dejó escapar su mercancía; los globos, por supuesto, se elevaron llamando la atención de quienes escuchaban al candidato, los que voltearon sus caras para ver los globos ocasionando el enojo y rabia en el candidato que encontraba a su audiencia distraída ante tal bagatela. La ira e irritación del candidato llegó a tal nivel que perdiendo el control exclamó «pueblo globero».

El insulto a los ciudadanos fue escuchado por todos, lo que ocasionó protestas que crecieron hasta que una fuerte ráfaga de viento produjo varios tuingos en extremo sonoros, que fueron confundidos con tiros de pistola. La conmoción, desde luego, fue colosal y sujeta a los análisis de diversas instituciones, los que llegaron al consenso de considerar al tuingo como el factor principal de tanto alboroto.

Catsupos

Se da este nombre a los golpes que reciben las botellas de la salsa de tomate, conocida como catsup o ketchup, en su parte inferior y que persiguen hacer que esa salsa pueda salir y ser delicadamente colocada sobre el alimento que se está ingiriendo, típicamente una hamburguesa, aunque se han dado caso extremos de uso de este condimento en alimentos considerados muy ajenos a él.

La fórmula usualmente reconocida para determinar el número de catsupos es la de Catsupos = f densidad/diámetro del cuello de la botella, aunque hay alguna evidencia de que no se trata en la realidad de una función aritmética, sino logarítmica.

Sea lo que sea, la realidad cotidiana muestra que miles de hamburguesas son a diario rociadas por cantidades excesivas de catsup para disgusto y molestia de muchos consumidores.

En otras palabras, es una realidad que en miles de situaciones a diario las personas que desean poner catsup en sus alimentos se ven obligadas a dar catsupos a las botellas, lo que en una buena proporción de casos produce una cantidad en extremo exagerada rociada sobre el alimento en cuestión y, por tanto, un alimento con buena probabilidad de haber sido echado a perder, o al menos, no ser del gusto del comensal.

Sin duda las personas más hábiles en el uso de las botellas de catsup son los menores de edad, siendo algunos de ellos seres que se han visto imposibilitados a comer sus alimentos si no contienen esta salsa de tomate. Recientemente fue reportado un caso extremo en la revista de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de Conductas Estólidas, en el que una niña de 9 años de edad no ingeriría alimento alguno si éste no era bañado en catsup; desde arroz hasta verduras, pasando por pastas y carnes, incluyendo postres, esta infanta simplemente no podía consumir alimentos sin catsup.

Esta condición, que es conocida en el medio médico como tomatun dulcimania, es más común de lo que se pensaba anteriormente, pues la empresa de investigación y opinión pública Gulp & Giss, ha reportado que los consumidores más frecuentes de catsup representan aproximadamente el 12% de la población, pero son responsables del consumo del 87% de ese producto.

Desplasión

Aplícase esta palabra al fenómeno común que es padecido por especialistas en ciertos campos del saber y por el que personas sin sus estudios opinan sobre ese campo con gran autoridad.

Quizá el caso más típico es el del médico. Por ejemplo, quizá un médico receta al que sufre ciertos padecimientos medicinas que han tardado años en ser investigadas en laboratorios muy refinados y el amigo del enfermo que es comunicólogo de profesión le receta otra cosa, como tomar un te de hojas de limón con agua de rosas y por las noches unas gotas de pomada de lechuga en la nuca.

Lo mismo sucede en otras profesiones, como la de arquitectura, en donde el inexperto que paga la obra, por razones obvias, tiene más peso que el experto y esa obra acaba siendo un atentado a la estética urbana.

El economista también sufre de desplasión cuando un inexperto emite una opinión sobre la situación económica, el economista le explica que esa opinión es errónea y al final ese inexperto termina diciendo que los economistas están todos equivocados pues todas sus proyecciones fallan; lo cierto es que el economista no estudió para adivinador del futuro, sino para explicar a la actividad económica.

Más aún, la desplasión llega a extremos cuando ese mismo inexperto lee el horóscopo en el periódico y le da más credibilidad que al economista.

En igual situación está el publicista que se ve obligado a escuchar opiniones de personas que nada saben de su especialidad y que hablan como si fueran poseedores de la verdad absoluta.

El punto interesante es que la desplasión no es  padecida en todas las ramas de saber, pues rara vez se pondrá en duda una fórmula química que describe la composición atómica del clorito del ácido triglimeripítico. El químico que ponga esa fórmula en un pizarrón contará con la aprobación general de todos los que están a su alrededor. Pero no se le ocurra hacer lo mismo, en su especialidad, a un publicista que todas las personas tendrán una opinión diferente a la suya.

Es decir, existen áreas de la ciencia en las que la mayoría de las personas por alguna extraña razón creen poder moverse como verdaderos expertos aunque no lo sean.

Circucha

Se usa este término para dar un nombre a las manchas que se producen en los vidrios frontales de los automóviles y que son originadas por la función de los limpiadores del parabrisas.

Cuando llueve, los conductores de autos hacen uso de esos limpiadores y por lo general quedan muy claras las marcas semicirculares que muestran el área en la que esos limpiadores tuvieron efecto y el área que ellos no tocaron.

Eso es lo que se conoce como la circucha normal o estándar, pero también existe la circucha irregular que suele ser semicircular la que revela las áreas en las que los limpiadores no cumplieron bien su función, muy posiblemente debido a que son ya viejos y poco flexibles.

Desde luego, la existencia de una palabra especializada para nombrar esas manchas concretas es de beneficio, como pueden mostrarse en el siguiente diálogo.

— Disculpe maestro, quiero que vea los limpiadores de mi coche, pues ya no limpian bien. Usted se acuerda que los cambió hace unas semanas y me dijo que venían con garantía —dice el propietario del carro al mecánico automotriz que trabaja en el taller donde llevó su auto a reparar hace poco.

— A ver, traiga su coche más para acá para poder ver las circuchas a la luz del sol y ver si están cubiertas por la garantía —ordena Tiburcio a su cliente.

— ¿Las qué? —interroga el cliente mientras se dirige obedientemente a su coche.

— Usted tráigalo para la revisión de las circuchas —vuelve a ordenar Tiburcio.

— ¿Aquí está bien? —pregunta el cliente mientras se acerca con calma Tiburcio tratando de quitarse las manchas de grasa de las manos con un trapo aún más sucio y comienza a dar vueltas alrededor del parabrisas como si quisiera verlo a diferentes ángulos de luz.

— ¿Está cubierto por la garantía? —vuelve a preguntar el cliente sin que Tiburcio haga otra cosa que emitir sonidos sin significado dentro de la civilización humana de los últimos 30 siglos.

—No, la verdad es que no creo —dice Tiburcio al cabo del muy largos minutos —digo, las circuchas se ven normales, digo, así vienen en este modelo de fábrica. Pero me puede dejar su coche para ver qué puedo hacer con ellas mañana y revisarlas para el ajuste manual. Digo, porque la verdad no veo ahora nada anormal. Lo digo porque creo que así tiene este modelo y no he tenido quejas. Si quiere déjelo y venga en tres o cuatro semanas para ver qué se pudo hacer.

Por otro lado, dentro del tema de las circuchas, deben mencionarse el fenómeno de la circucha izquierda que tanto ha preocupado a la industria automotriz en los últimos tiempos. Han sido principalmente las plantas automotrices europeas las que han dedicado grandes inversiones al estudio de la circucha izquierda.

Brevemente, este fenómeno se refiere al suceso frecuente y conocido que hace a las circuchas estadísticamente más frecuentes en el lado del conductor que en el lado del pasajero frontal, es decir, es más probable que se tengan manchas molestas en el lado izquierdo del parabrisas que en el derecho (excepto en el Reino Unido donde sucede lo contrario).

La solución más prometedora hasta ahora ha sido una derivada por el sueco Abhimenesh Purkayastha, ingeniero en jefe de la planta automotriz de Divinópolis en Brasil, quien propuso poner limpiadores más fuertes del lado izquierdo (o en el derecho, si la circulación es al contrario).

Cerriquín

Con esta palabra se pretende dar un apelativo a las partes salientes de las chapas de puertas, e incluso la lengua que cierra la puerta y que es una protuberancia importante cuando se encuentra abierta.

Es frecuente que estas protuberancias no sean anotadas por los incautos que así ven parte de sus vestiduras atoradas en ellas, y que son rasgadas sin piedad.

Los fabricantes de cerraduras en la actualidad parecen admitir este defecto en sus productos, razón por la que la mayoría de las chapas en la actualidad son redondas y no contienen partes muchas protuberancias que puedan atorar a sus vestidos y sacos.

Éstas protuberancias de las chapas y picaportes han sido reconocidas en algunas obras de la literatura universal, incluso como partes principales de la historia narrada.

Por ejemplo en la obra titulada Ulises Junior del célebre autor James Goicegorizabaltia, hay un párrafo que es digno de notar:

«Y fue ese insignificante rasguño que sufrió en la piel de gamuza de la americana que había seleccionado para esa noche la que abrió un horizonte no contemplado jamás en los anteriores 34 años. Nunca sospecharía que ese cerriquín podría tener el efecto que tuvo. En lo que al principio fue un mar casi color verde moco pronto todo se hizo diferente con la angustia de otro cerriquín en otra dimensión. No volvería a ser él la misma persona cuando regresara a su nido solo. Cuando regresara a enfrentar a un chorrite. Una mancha como la que nunca enfrentaría otra vez en su vida».

Deben notarse que el autor de Ulises Junior utiliza ese párrafo otra palabra nueva a la que designa como chorrite y qué se refiere a la mancha de aceite que dejan los automóviles en el piso.

El chorrite se encuentra tanto en cocheras como en estacionamientos y por supuesto, en las mismas calles.

Su uso es aceptado, como en muchos otros casos, por la brevedad de la expresión. pues es mucho más conciso indicar que se ha descubierto un chorrite en la cochera a decir que el auto está goteando aceite y que hay una mancha en su piso.

Por último, debe hacerse público que un grupo de expertos en las Naciones Unidas ha propuesto una nueva generación de derechos humanos que incluye el derecho a una vida sin chorrites y sin cerriquines. Esto sería parte de una nueva generación de derechos humanos, la sexta de ellas.

Kanmiatizil

Una de las diversas asociaciones en el mundo cuyo propósito es probar a como dé lugar la existencia de seres extraterrestres, sus visitas en el pasado remoto y sus ocasionales visitas en el presente, incluyendo la posibilidad de una conquista de la Tierra y un mundo ideal en el futuro, gobernado por estos seres sapientísimos.

Esta organización es mejor conocida por sus siglas UKK, que son las iniciales de United Kingdom Kanmiatizil, con la última palabra significando «ciencia del cielo» en lengua maya, según lo que pudo entender de esa lengua Sir Cyrill Worthscase en su primera visita a Yucatán.

Según los registros de la UKK, ella fue fundada en 1991, cuando Sir Cyrill no pudo soportar la presión social de carecer totalmente de pasatiempos y su esposa le sugirió visitar Yucatán, cosa que hicieron al año siguiente, cuando tuvieron la fortuna de conocer a un guía yucateco de nombre Zihul, es decir, La Mancha, un apodo en realidad debido a la ropa sucia que siempre lo caracterizó.

Fue así que por labios de Zihul el matrimonio inglés conoció una gran cantidad de leyendas mayas sobre la construcción de sus pirámides y, desde luego, las visitas de seres del espacio sideral. Tanta impresión causaron esas historias que decidieron ambos formar una asociación que les ocupara sus tiempos libres y que los salvara de la presión social mencionada.

De regreso a Inglaterra y con miles de fotografías en las manos, además de varios discos y libros, el matrimonio emprendió una serie de cuidadosas revisiones de ellas. Basados en esos estudios, los Worthscase escribieron varios libros que han sido traducidos a diversos idiomas, incluyendo el célebre Caan-thibah que narra la visita de seres extraterrestres en una época en la que los mayas estaban padeciendo una terrible epidemia.

Fueron precisamente los Worthscase quienes elaboraron por primera vez algunas de las teorías más atrevidas sobre este tema.

Fueron ellos quienes afirmaron que entre los turistas que visitan las ruinas mayas siempre se puede ver al menos una persona llevando lentes negros que ocultan la peculiar forma de los ojos de los extraterrestres y cuya labor es cuidar las construcciones mayas de los vendedores ambulantes que allí pululan e inspirar los nuevos diseños de las camisetas que los turistas compran como recuerdo de sus viajes.

También afirmaron que algunos de los platillos típicos de la cocina son  en realidad algunos de los platos favoritos de los extraterrestres, como el Xtux-Thot, un pollo espolvoreado, el Aac-Cumahau, jabalí en extremo picante (literalmente con demonio) y el Keken-Cheen, puerco cocido en un pozo.

Sostienen la teoría de que el principal lugar de aterrizaje de los visitantes siderales fue Motul de Felipe Carrillo Puerto, y que ese personaje en realidad era uno de esos visitantes, el último del siglo XX, como bien se prueba en el estudio correcto de la famosa canción Peregrina.

Sabo

Esta palabra es usada para designar al tubo del papel de baño. En efecto, la inmensa mayoría de los papeles de baño usados para la limpieza e higiene corporal, son vendidos en forma de rollo de papel, mismo que usa un tubo generalmente de cartón. Ese tubo es denominado sabo sin que se tenga conocimiento hasta la fecha de los orígenes de ese nombre.

Desde luego, dentro de los posibles usos posteriores de ese tubo, una vez que ha cumplido con su función primaria, resulta aconsejable reciclarlo y con ello ayudar a evitar factores contaminantes del medio ambiente.

Quizá la institución de mayores conocimientos sobre el tema es la GreenSabous Earth, una organización ecológica que se ha dedicado a promover el uso reciclado del sabo y cuyo presidente concedió una entrevista exclusiva a ContraPedia, de la que se han extraído los siguientes puntos principales.

«Pocas cosas ya quedaban en cuanto a banderas ecológicas y tuvimos que seleccionar al sabo. Hubiésemos preferido coger la bandera de las emisiones automotrices o de la contaminación atómica, pero ya no nos quedaba nada… Bueno, también hubiésemos querido tener nuestra sede en Ginebra, pero dados los fondos que pudimos recolectar no hubo otra opción que usar un pequeño departamento de uno de los fundadores que vive en Kankosa, Mauritania… Bueno, lo que proponemos es que el sabo sea usado más de una vez, lo que se conoce como reciclar, y sólo se nos ha ocurrido una idea, la de que el sabo sea utilizado como juguete por los niños que lo usan simulando un telescopio, ya en otra ocasión sacaremos más ideas, quizá en algo de artes manuales o bricolaje..».

Cajuego

Un producto espontáneo del lenguaje, cajuego hace referencia a uno de los fenómenos familiares más observados en familias durante las épocas navideñas, especialmente hogares con niños pequeños.

Los infantes tienen la costumbre de abrir las cajas que contienen sus regalos para jugar con ellos durante períodos de tiempo relativamente breves, para luego dedicar la mayor parte del tiempo a jugar con las cajas en las que esos juguetes estaban empacados.

El cajuego fue primeramente reportado en el periódico principal de Mucuchies, en Venezuela, con el caso dos familias que fueron víctimas del cajuego. En ambos casos, los padres de familia adquirieron juguetes de alto precio, lo que les hizo incurrir en una deuda sustancial. Sin embargo, los infantes hicieron caso omiso de los juguetes que sus padres les habían proporcionado para Navidad.

Los niños se dedicaron a jugar con las voluminosas cajas en las que habían sido empacados los juguetes. Los padres de familia, indignados ante la conducta de los hijos, decidieron establecer una demanda en contra de los fabricantes. Ante el juez argumentaron que las cajas de los juguetes era demasiado atractivas. Por supuesto, esta demanda sirvió a los legisladores venezolanos para proponer una nueva ley que estableciera las características de las cajas para juguetes.

En las Naciones Unidas, se discute actualmente en la posible incorporación del derecho infantil a cajas de juguetes que puedan servir como juguete adicional.

Sea lo que sea que suceda en esas latitudes, la realidad es innegable y su reconocimiento incluso ha llegado hasta la escuela de filosofía de Oyo, en Nigeria. En esa escuela, el célebre filósofo contemporáneo L. F. Nverewsky publicó recientemente una monografía bajo el título de Kinderboxspielekomplex.

En ese trabajo el famoso filósofo propone la posibilidad de la existencia de un ente denominado boxusspiel, una proto idea mental del juguete formada en el inconsciente del infante.

Sugiere además la existencia de un alter ego infantil que llega a un contrastante enfrentamiento al ver el juguete per se y no como una representación iconográfica, lo que resulta en un cuasi reflejo de la realidad, con la obvia incongruencia cognitiva que ello genera en mentes no desarrolladas, con lo que se les obliga prácticamente a una simplificación de su realidad, la que se traduce en el caso mismo de un fenómeno común con el introducirse dentro de las cajas como un regreso vientre materno cuasi freudiano, con matices de la teoría de Jung.

Manente

Dase este nombre a la forma de manejo que el conductor es obligado a usar en los casos en los que el volante se encuentra demasiado caliente para poderlo hacer de manera normal.

Efectivamente, dentro de los climas tropicales es común el caso del automóvil que es dejado varias horas al mediodía a la luz del sol; cuando el conductor abre su vehículo encuentra que la temperatura interior puede llegar a ser superior a los sesenta grados, e incluso mayor, lo que ha causado que tanto el asiento como el volante representen un serio reto para la piel humana, la que recibirá quemaduras graves si los toca.

El manente se refiere exclusivamente a la manera de tomar el volante de un carro en tal estado, pues la afectación de glúteos producida por asientos en extremo calientes es un tema totalmente separado.

Por lo general, son los dedos los encargados de mover el volante haciendo contactos breves con él, lo suficiente como para que las ruedas obedezcan las órdenes del conductor.

Si bien el manente es un estilo que da la apariencia de extrema afectación y refinamiento en los conductores, deberá siempre tomarse en cuenta que no es ello efecto de la educación ni de las inclinaciones personales del conductor.

Esas manos levantadas que se limitan a usar los dedos de manera por demás delicada, turnando de una mano a otra con movimientos tiernos obedecen a una causa física real.

Así como el manente se produce en los lugares calientes, también la manoctomía se registra principalmente en esas latitudes, aunque por diferentes razones.

La manoctomía es el movimiento que hacen manos y brazos de personas que persiguen deshacerse de insectos, principalmente moscas, que abundan en esos lugares.

El caso típico de una manoctomía es el de un restaurante popular, en un sitio muy cálido, en el que los comensales mueven sus manos y brazos para espantar sin éxito a las moscas que se paran en los alimentos deseando compartir con otros la invitación a comer.

Posiblemente la manoctomía tiene su raíz etimológica en la idea de que esos movimientos han partido varios alimentos de manera involuntaria.

Sea lo que sea, el hecho es que un estudioso del tema, en Bahía de Guapo, Trinidad Tobago, ha propuesto una teoría que debe ser mencionada explícitamente: las moscas son animales juguetones por naturaleza y tienden a revolotear más cerca de las personas que tratan de asustarlas con sus manos.

Intente cualquier persona el experimento y haga caso omiso de una mosca cerca de ella; verá de inmediato que la mosca se aleja pensando que la persona se ha negado a jugar, que no le hace caso. En cambio la mosca que usted trata de espantar siempre regresará creyendo que es un juego.

Y ya que se está tratando el manente y la manoctomía, no debe dejarse de mencionar a la mapluvación.

Recibe este nombre la acción de la mano que es sacada al exterior para confirmar la existencia de lluvia, digamos de la ventana de un auto. Mapluvación es ese acto de poner la palma de la mano hacia arriba en posición horizontal para que en ella caiga o no lluvia y confirmar así si efectivamente llueve.

Algunas personas prefieren realizar otro movimiento, que es el de elevar la cara hacia arriba con objeto de que en ella caiga la lluvia.

Adicionalmente a los anteriores movimientos de las manos, está la mesodigitación, que es la serie de movimientos de dedos y manos que se hacen para llamar la atención de los meseros o del capitán para que acudan a la mesa a tomar la orden, traer la cuenta o cualquier otro motivo.

El más clásico de los movimientos de la mesodigitación es el del movimiento que imita el firmar un papel y que se entiende sin dificultad como una petición de llevar la cuenta a la mesa.

Piegación

Es así llamado el fenómeno por el cual los pies se adhieren a las pantuflas o zapatillas de noche y que acontece señaladamente cuando esas prendas se usan sin calcetines.

Con frecuencia, por tanto, a quien esto sucede se ve obligado a recurrir a quitarse las pantuflas usando las manos, imposibilitado de usar el método tradicional de detener un zapato con otro para quitárselos.

La piegación es un fenómeno que muy posiblemente dio origen a la expresión a pie juntillas, misma que denota realizar una actividad con porfía y terquedad, igual que la obstinación con la que los pies se adhieren a las dichosas zapatillas y que al despegarse producen un ruido muy característico, similar a las voces de algunas ballenas.

Fue esto precisamente lo que produjo la idea de Lin Birriminini, quien durante meses usó zapatillas sin calcetines y al despegarlas de sus pies grabó sus sonidos, los que llevó en una expedición al Mar de Cortés durante la época en la que las ballenas hacen allí su aparición anual.

Colocó un altavoz dentro del agua e hizo funcionar su grabación durante unos pocos minutos, después de los cuales las ballenas macho le atacaron furiosamente.

Posteriormente, Birriminini pudo averiguar que en el lenguaje de las ballenas, los sonidos producidos por su piegación en realidad significaban proposiciones sumamente indecorosas dirigidas a las ballenas macho.

Desilusionado, Birriminini se encuentra ahora haciendo grabaciones de los sonidos que producen sus sobacos cuando en ellos se coloca la palma de la mano, los que intentará usar para conocer el lenguaje de los jabalíes salvajes.

Jorlín

Sustantivo que describe a la parte visible de una mucosidad nasal, generalmente ya seca y de tonalidades verdosas que muestran algunas personas sin darse cuenta de ello y que causan pena ajena en quienes sí se han dado cuenta.

El libro La Etiqueta y las Buenas Maneras del Catarro, Gripa y Resfriado ha tratado la problemática sobre si la persona debe o no avisar que otra tiene un jorlín; en esencia hay dos posiciones principales, una de ellas propone que sí se avise a la persona que tiene un jorlín para que ella proceda a su eliminación, mientras que la otra propone que no se le dé ese aviso al afectado, pero sí a quienes le rodean para que todos puedan reír a costa de la víctima.

Desde luego, lo más apropiado es lo primero, aunque se permite y está socialmente aprobado que ese aviso se dé en público, de manera que el resto de las personas oigan.

El jorlín, es obvio, viene en muy diferentes presentaciones y tamaños. Los hay verdaderamente microscópicos y que pasan totalmente desapercibidos excepto por la persona que los siente cuando pasa sus dedos por los orificios nasales; los hay enormes y prominentes, imposibles de dejar de ver y que son los que más pena causan.

Dependiendo del índice de humedad es aceptado universalmente que el seco es mejor que el húmedo, pues este último se adhiere con extrema facilidad a los dedos. En cuanto a los colores suelen predominar los verdes terrosos y opacos, aunque también los hay marrón oscuro.

Por lo general las personas padecen jorlinfobia, es decir, disgusto ante el jorlín, lo que parece ser una actitud desarrollada con la edad, pues los niños pequeños sufren más bien jorlinmanía, o sea, gusto por el jorlín ya que continuamente lo acostumbran sin que entre ellos exista reprobación social.

Oxicha

En las construcciones viejas, algunas de sus ventanas se encuentran oxidadas y las manchas de ese óxido pueden ser claramente vistas como escurrimientos en los vidrios y las paredes.

Estas manchas son llamadas técnicamente oxichas, término que revela con claridad su naturaleza específica que les impide ser confundidas con otras. Aunque es erróneo, el término oxicha también es usado para describir las manchas en los vidrios de ventanas y que son prácticamente imborrables

Pedigrafía

Algunas alfombras, especialmente las de color liso, según ha observado atinadamente Wilhem Pffaff, se prestan admirablemente a la pedigrafía, que no es otra cosa que el dibujo de figuras, usando los zapatos, sobre la alfombra misma.

Efectivamente, gracias a la posibilidad de que la alfombra cambia la dirección de su tejido con una pasada del zapato es posible realizar algunos dibujos, o al menos algunas simples rayas en ella, unas oscuras y otras claras.

Los experimentos en la empresa manufacturera de alfombras de San José de Tiznados, en Venezuela, confirman que la pedigrafía es por lo general un dibujo de extrema simpleza, rayas y cuadros cuando mucho, aunque en ocasiones pueden escribirse letras y hasta alguna palabra corta.

Fue en esta empresa que también se confirmó la teoría de Wilhem Pffaff en el sentido de que las alfombras de pelo corto y diversos colores no se prestan a la pedigrafía. Además, es de sobra conocido que los intentos para realizar dibujos más complicados han resultado en fracasos muy notables; por ejemplo, la Academia de Arte de Nauhcampatepetl, en México, intentó un concurso de arte joven en pedigrafía que tuvo un éxito muy escaso, especialmente ante la reacción de la crítica local en el periódico La Voz de Nauhcampatepetl, que rechazó totalmente la versión en pedigrafía de varios cuadros de Gris, pues ellos habían sido realizados en alfombras verdes.

Pero la pedigrafía ha ido más allá y ha sido aplicada con promisorios resultados en el terreno de la psicología. Por ejemplo, no hace mucho que el Journal of Very Funny Local Behaviour de Nanafalia, en Alaska, reportó que los dibujos pedigráficos de ciertos pacientes depresivos habían dado la clave para encontrar su curación absoluta; gracias a los dibujos realizados en las alfombras de los pacientes durante sus consultas pudo averiguarse que esos pacientes estaban deprimidos por vivir en una ciudad de tan repulsivo nombre y que preferían radicar en otro lugar, uno llamado Ninini, en Hawai.

Telefografía

Nuevo término que designa la costumbre de escribir y hacer garabatos en un papel mientras se habla por teléfono. Igualmente y por extensión reciben el mismo nombre los dibujos realizados durante conferencias y seminarios.

Es característica esencial de la telefografía que ella se realice sin la presencia directa de quien habla, es decir, el realizador de la telefografía permanece anónimo; además, por supuesto, este fenómeno está en relación directa y proporcional del nivel de aburrimiento del tema tratado y del nerviosismo de que dibuja.

El récord mayor de telefografía del que se tiene registro fue una copia a lápiz de un cuadro completo de El Bosco, El Jardín de las Delicias, de igual tamaño que el original, realizado durante la conferencia de Ludwig von Pfaffliegen sobre la correcta construcción del tabagarro en el XXII Seminario Internacional de Tinhuindín Consulting und Services, realizado en Kojonup, Australia.

Airedad

Producto de la combinación de palabras conocidas, aire y suciedad, esta nueva palabra da nombre a las manchas que se encuentran en las salidas de los aires acondicionados centrales. Alrededor de esas salidas de conductos de aires acondicionados con frecuencia se ven porquerías, suciedades e inmundicias.

Desde luego el punto principal de esta nueva palabra es llamar la atención sobre este fenómeno muy poco investigado y que muestra la calidad del aire que se respira en tantos lugares. Así como existe la contaminación ambiental de muchas ciudades, por tanto, puede hablarse de la contaminación ambiental interna, dentro de edificios y casas. Las agencias gubernamentales de los gobiernos del mundo han puesto escasísima atención en la airedad y sus causas, lo que probablemente signifique que el problema se resuelva de manera más práctica y económica en el corto plazo.

La única investigación conocida sobre el tema es la que está siendo realizada por unos pocos gobiernos de países emergentes que para este propósito formaron el Grupo de los Tres y Medio, ya que uno de sus asociados es un país demasiado pequeño y con guerrillas que reclamaban la mitad de su territorio. Después de cinco años y un gasto de más de cuarenta millones de dólares, pudieron arrancar la construcción del edificio que albergará a los científicos encargados del proyecto.

Al parecer agrias discusiones sobre el diseño del logotipo del GT- 3 y 1/2 retrasaron su arranque, sin embargo ese grupo anunció recientemente que ha dado inicio la primera etapa de la investigación.

Esta primera etapa consistirá en probar si la airedad es comestible, pues si lo es, los problemas de alimentación de varios de esos países podrán ser resueltos. Con este objetivo, ya se han contratado a más de veinte poblados de esos países cuyos habitantes han aceptado ser parte del experimento diciendo que con tal de que se les dé de comer algo no importa lo que sea. En la segunda y tercera etapa de las investigaciones que se tienen proyectadas, se intentará probar por parte de estos gobiernos si la airedad puede ser usada para fabricar armamento una vez que sea compactada y solidificada.

Tinfla

El apelativo tinfla se otorga a la en extremo molesta y pequeña bola de tinta sobrante que se forma en la punta de los bolígrafos de escasa calidad y que es la causa de innumerables manchas de todos tipos en camisas y papeles.

La tinfla no es privativa de los bolígrafos de escaso precio, pues ella se presenta incluso en los repuestos de productos de muy alto valor, cuyos fabricantes han puesto una escasa atención en esta oportunidad de mejora de sus plumas.

Hasta donde se tienen registros se sabe que la única agencia de publicidad que ha puesto atención en este problema es Pinocchio Advertising, de Thermalito en California, una filial de Longnose & Lier Communication Co. Inc., la que exigió a uno de sus clientes la corrección de la tinfla en sus productos para poder realizar una campaña publicitaria basada en esa cualidad, la que según diversas encuestas constituye un criterio muy importante de compra.

Sin embargo, el fabricante de esos bolígrafos, Writ-Tubes, hizo caso omiso de tal recomendación al estarse fusionando con uno de los más grandes fabricantes de sostenes, The Up-Writ Co. y mudar sus oficinas a Tetonia, Idaho, para formar el conglomerado más importante del mundo en la fabricación de bolígrafos y sostenes.

Tabagarro

Una de las partes de los ceniceros. Nombre dado a una de las diversas partes en las que pueden dividirse los ceniceros, la correspondiente a las hendiduras donde es colocado el cigarrillo para asegurarlo en una posición fija, evitando que ruede produciendo quemaduras en las mesas y riesgos de incendio.

Existen, desde luego, diversos tipos de ceniceros, distinguiéndose en dos grandes tipos, los que poseen tabagarros y los que no los tienen, siendo estos últimos en extremo mal diseñados.

También, existen tabagarros especiales para puros, los que son mucho más anchos y largos que los dedicados al cigarrillo común.

The Macaltiche Group, la célebre empresa de consultoría empresarial, ha establecido sin lugar a dudas la existencia de un tabagarro ideal, de una cierta longitud que permite la estabilidad del cigarrillo, en oposición a tabagarros de muy escasa longitud que escasamente cumplen su función.

Una vez que esto fue dado a conocer, desde luego, el rival eterno de The Macaltiche Group, la empresa consultora Tinhuindín Consulting und Services, fundada por el alemán Ludwig von Pfaffliegen, reafinó estos conceptos y afirmó que el tabagarro no solamente debe ser de cierta longitud mínima, sino también con una curvatura ligeramente mayor a la del cigarrillo, lo que permite un agarre aún mayor.

Aguabrisas

Uno de los repuestos automotrices. Nombre técnico de reciente creación y una palabra nueva y muy necesaria que sirve para designar una parte de la ingeniería automotriz de nuestros tiempos.

Los aguabrisas son los pequeños orificios que se encuentran en la parte frontal de los automóviles, por donde sale el líquido limpiador del parabrisas delantero, al mismo tiempo que se accionan los limpiadores de vidrios.

Aunque existen aguabrisas delanteros y traseros, no ha habido una distinción técnica válida hasta la fecha para diferenciarlos. Las ventajas de esta palabra son obvias, pues permiten una explicación más clara de los problemas de los autos.

Véase la enorme dificultad que presentaría una conversación en la que no existiera esta palabra.

— Buenos días, maestro —dice el cliente al llegar a un taller mecánico y entablar conversación con Tiburcio, el jefe del taller—. Fíjese que mi carro tiene un problema pues no le funcionan bien las salidas esas, de agua…

— ¿Se le calienta por falta de agua? —pregunta Tiburcio mientras se rasca partes de la anatomía a las que cualquiera llamaría nobles, pero que en el caso de Tiburcio sería un calificativo en extremo exagerado.

—No, me refiero al agua que sale del parabrisas —dice el cliente.

— Eso no lo veo yo, tiene que ir a donde venden cristales para autos a que le vean los sellos del parabrisas para que ya no le entre agua —dice Tiburcio que ahora se rasca un glúteo.

— No, me refiero a los agujeros por donde sale el agua para limpiar el parabrisas, el agua que sale un poco a presión, bueno, pues esos agujeros están tapados —dice el cliente casi desesperado.

— Me hubiera dicho desde antes que sus aguabrisas están tapados, ahorita me los soplo y regrese usted en tres días, para ver si todo va bien.

Los aguabrisas, sin duda, son una de esas grandes invenciones de la industria automovilística mundial, mucho más prácticos que cuestiones como las de carros que hablan y sus similares. Sin embargo, no dejan de producir algunas molestias, como por ejemplo la de ser usados por bromistas que apuntan los orificios de los aguabrisas hacia los lados del auto, de manera que al ser operados mojen a los peatones que esperan autobuses en las esquinas, o bien al incauto conductor de otro auto que lleva su ventana abierta.

Halaco

La palabra halaco fue usada por primera vez en 1950, después de que Ottaviano Candolezzi, el célebre millonario búlgaro de esos años, adquirió la famosa pintura Comiendo en el Atrio de Pascuale Pintalechio, mejor conocido por su seudónimo Pincelinghi, un pintor del Renacimiento en Kiskundorozsma, Hungría.

La pintura fue realizada en 1888 puesto que el Renacimiento llegó algo tarde a esa ciudad.

Uno de los platos de esa pintura muestra lo que a los ojos del hombre moderno es sin duda una pizza en el momento en el que uno de los comensales la retira del plato.

Lo más notable del cuadro es la larguísima tira de queso que se forma al retirar una rebanada de la pizza.

Según cálculos de Michelantonio Candolini, el célebre matemático japonés, esa tira de queso mide unos seis metros y medio al menos con un grueso aproximado de cinco centímetros en su parte más delgada, dada la colocación del plato y la posición del comensal.

Por su parte, Vladimiro Schiciolini, uno de los mayores críticos de arte, especializado en el Renacimiento Tardío de Kiskundorozsma, ha alabado esa pintura por la gran perspectiva que la tira de queso añade al atrio en el que la comida tiene lugar.

Concretamente, Schiciolini escribió en el libro Los Códigos Secretos de la Perspectiva Olvidada, la siguiente frase,

«La gigantesca pintura de Pincelinghi conocida como Comiendo en el Atrio tiene la cualidad de utilizar el truco de la tira de queso en un ángulo tan cuidado que permite añadir una perspectiva absoluta de enorme profundidad al atrio, puesto que sin la mencionada tira, que es el elemento más poderoso de la obra, las personas se darán cuenta de que esa pintura es una verdadera mierda».

La sutil crítica de Schiciolini, lejos de hacer perder valor al cuadro, elevó su precio de manera importante gracias a la intervención de un comerciante de obras de arte que tomó la crítica de Schiciolini y la usó en varios folletos, uno de los cuales llegó a las manos del millonario Candolezzi. Éste no pudo soportar la tentación de comprar esa obra para mostrar a su cohorte de sicofantes los errores de la misma.

Durante una de las reuniones de Candolezzi con sus conocidos, llegó él a la conclusión de crear un nombre o palabra nueva para las tiras de queso de las pizzas y que se producen cuando la rebanada que se retira parece negarse a dejar el todo permaneciendo unida por medio de lo que no deja de recordar un cordón umbilical.

Candolezzi contrató los servicios de una de las más caras agencias de publicidad de Nueva York, la que por cerca de un millón de dólares propuso que la tira fuera bautizada con el nombre genérico de «halacus». Un nombre de ciertas tonalidades latinas, lo que es congruente con su origen, más connotaciones auditivas relacionadas con la palabras «jalar» o «halar».

Gracias a muy hábiles maniobras de relaciones públicas Candolezzi hizo popular la nueva palabra y fundó la empresa Halacus Pizza, cimentada en la posición de marketing que esa pizza producía los más grandes halacos, la que era una idea original de uno de los sicofantes que rodeaban a Candolezzi. Para hacer posible grandes halacos, la fórmula del queso fue alterada con ingredientes extraños que permitían esa largura.

Rumiano Schiciolini, hermano del crítico de arte antes mencionado, y él mismo crítico culinario, probó las pizzas del millonario y en su columna semanal del New Fork Times escribió lo siguiente.

«No cabe duda de que la pintura de Pincelinghi inspiró la creación de las Pizzas Halacus, pues ambas, la pintura y las pizzas son una mierda».

Posterior al fracaso de su negocio, Candolezzi vendió los derechos sobre la palabra a Benito González González, propietario de una pequeña cadena de restaurantes mexicanos en Huacareta, Bolivia, quien no tuvo necesidad de cambiar la receta de sus quesadillas a la mexicana para producir largas tiras de queso al ser ellas mordidas por quien las come.

[Véase la traducción de halaco en elorganillero.com]

Nuido

Ruidos nocturnos Dos son las variables que han sido identificadas como las causantes de los nuidos, un término que combina las palabras “ruido” y “noche” y que describe a la serie de sonidos que no se escuchan durante el día.

En efecto, los ruidos que hacen las construcciones de las casas y que tanto pueden asustar a sus moradores reciben el nombre genérico de nuidos y son causados principalmente por cambios en la temperatura ambiente y por la ausencia de otros ruidos.

Es un fenómeno sabido y reconocido que las temperaturas ambientales afectan a los materiales expandiéndolos si ellas aumentan, lo que es una causa de esos tronidos y chirridos que las casas producen. Pero, además, el diferencial de sonidos permite escuchar los nuidos con mayor claridad en las noches, que es precisamente cuando el ruido ambiental disminuye de manera notable y los nuidos pueden ser mejor escuchados, lo que sucede por las noches.

Desde luego existen varios tipos de nuidos, aunque no existe una clasificación comúnmente aceptada, proyecto en el que trabaja una sección de la ONU con sede en Ayer, Suiza y que ha prometido un consenso científico de opiniones para el año 2018, como una parte del Protocolo de Tupungato.

Kindernalia

Los infantes poseen diversas manías, pero quizá ninguna es más extraña que la inclinación fuerte a coleccionar cosas que consideran sus propiedades más preciosas. Por ejemplo, una colección de piedras, de conchas marinas, de envolturas de goma de mascar, de figuras de soldados o personajes de alguna película y varios otros objetos pueden formar colecciones kindernálicas, incluyendo canicas, estampas y libros de cuentos.

Puede ser de tal intensidad esta colección que cualquier tipo de merma que ella sufra es causa de severos trastornos infantiles. En un sentido estricto, entonces, la palabra kindernalia se aplica a esa serie de colecciones en lo global, lo que por extensión aplica también a la posesión de objetos extraños, aunque no formen una colección, como por ejemplo, el guardar celosamente una caja vacía, una bolsa de plástico, un resorte en extremo largo y similares.

Es común  encontrar pequeños que inician, por ejemplo, colecciones de piedras, de tapas de botellas, de llaves, de fósforos, de hojas de árbol, en una infinita variedad de tipos y clases, la que carece de una lógica aparente, pero satisface alguna inquietud científica latente en el pequeño ser.

Fue Chab Gn’Bra, ahora retirado y viviendo en Cañitas de Felipe Pescador, México. quien acuñó esta palabra dentro de su novela Desde la Mar al narrar parte de la infancia del personaje principal, en El Cabo de Cabrón, República Dominicana, centrada alrededor de la colección de pequeñas conchas obtenidas en la playa durante sus largos paseos con su padre.

La obra, destinada a ser un cuento infantil, para ser usado en las escuelas públicas de los países hispanoparlantes, sin embargo, no pudo obtener el sello de aprobación de las autoridades de muchas de esas naciones dado el nombre del cabo que es el escenario principal de su primera parte. En los pocos lugares en los que el libro fue usado, ese nombre provocó en los pequeños alumnos risas incontrolables que hacían imposible la clase. El resultado neto fue la condena de esa obra a la oscuridad, teniéndose ahora como una curiosidad literaria que en algún momento fue considerada para el Premio Nobel.

Musgeofusión

Casi todas las personas verán con piedad magnánima una película estadounidense en la que una de las escenas muestra algún escenario que pretende reproducir, por ejemplo, un ambiente mexicano al mismo tiempo que la música de la película deja escuchar un pasodoble español, o un ritmo antillano.

Esta mezcolanza desorientada y trastornada de lugares y música recibe precisamente el nombre de musgeofusión, término de cuya etimología existen muy pocas dudas y cuyo origen es un profundo desconocimiento del mundo por parte de directores y productores de películas de los Estados Unidos.

Por otro lado, la musgefusión ha sido analizada en tiempos recientes por distinguidos pensadores, entre los que destacan Joachan Tenerplus, quien en su obra Los Estímulos Auditivos, lanzó una teoría sobre la sociedad, afirmando que la confusión hollywoodense de músicas y ritmos es aplicable a algunos países, pues no se hace distinción entre salsa, mambo, merengue, samba, danzón y demás, lo que en palabras del autor,

«Mezclado en un milieu estructuralista y proto causístico, la confusión musical fílmica es causa de simbiosis mentales de enajenación societal y mediática que en último intento son causas directas, pero icónicas y inconscientes, del extravío  hegemónico de equivalencias culturales, de manera que la persona individualizada deja de integrarse al todo social y se aísla en una confusión prácticamente neuronal y post moderna propia de un cripto-capitalismo crónico en crisis que no ha tomado conciencia icónica de sus contradicciones culturales».

Si bien la anterior cita es la única parte siquiera comprensible del texto de más de seiscientas páginas del autor, no cabe duda que su intención es culpar a las películas americanas del subdesarrollo de ciertos países.

O sea, por ejemplo, colocar un pasodoble en una película de Pancho Villa puede producir una caída en el Producto Interno Bruto de México. Queda, por tanto, a otros pensadores investigar los efectos de películas como el darle música de danzón a una escena en Bogotá, o usar un soundtrack de mariachi en una cinta situada en Madrid, incluyendo la medición de la alteración del valor del Euro en España por esa razón.

Finalmente, otro autor, Stian Kiegaga, tomando esa idea y llevándola a su extremo lógico, ha propuesto que el uso de música adecuada en la cinta adecuada podría producir de hecho una elevación del ingreso per cápita de ciertos países.

Hoado

Dentro de la vida moderna, uno de los más graves problemas que se suscitan en los hogares es la presencia del hoado, es decir, de los hoyos que en las paredes producen los clavos que se usan para colgar cuadros, pinturas y otros ornamentos.

El hoado, desde luego, se presenta inevitablemente en el momento en el que se toma una decisión de redecoración de la casa y que implica mover la decoración de las paredes; el cuadro se retira del lugar y queda el clavo que naturalmente tiene que ser retirado también, lo que sin remedio produce un hoyo, o sea, un hoado en términos técnicos.

El hoado, claramente, puede tener varias dimensiones, desde el que es apenas visible hasta el que produce una superficie afectada de varios centímetros cuadrados. El remedio más económico para los hoados es el de ocultarlos tras otros ornamentos, diferentes, pero ornamentos colgados al fin. Es una posibilidad real que la creciente popularidad de las pinturas de dimensiones cada vez mayores tenga su explicación en el hoado, pues en cada redecoración se producen más hoados y son necesarios cuadros más grandes para ocultarlos.

Resulta relevante reportar que varios pintores modernos han detectado esta necesidad de mercado y, por ende, producido pinturas que pueden ser estiradas para acomodarse a la superficie que es necesario ocultar. Esta es la escuela conocida como el stretch art, que ha llegado a cotizarse a niveles extraordinarios, sin que ello signifique mayor belleza en la obra. De hecho es tanta la presión de mercado en las pinturas que ha sido forzoso declarar bello lo que no lo es, lo que ha producido una degeneración en los gustos estéticos de la era moderna.

Por su parte, la tecnología ha hecho aportaciones importantes para resolver este problema, entre las que debe destacarse el clavo con garantía de no producir hoados mientras el clavo permanezca en su lugar sin ser sacado; la idea es muy ingeniosa, pues lo que ocasiona el hoado es el sacar el clavo y este clavo especializado no se saca, sino que es clavado aún más, hasta al nivel de la pared y posteriormente pintado de igual color que ella.


Artículo anterior¿Cómo responder a un relativista?
Artículo siguienteEducación laica: examen y efectos
Más de cuatro décadas de escribir columnas de opinión y análisis políticos en periódicos y en línea. Autor de tres libros.