Esta columna hace una aportación lingüística proponiendo nuevas palabras que persiguen facilitar los diálogos y las conversaciones de las personas con términos más precisos y específicos. Es parte de una colección de ellas que puede verse en ContraPeso.info: nuevas palabras, clasificadas dentro de la etiqueta ContraPeso.info: humor.
Continúa la serie de columnas que contienen propuestas de palabras de nueva creación. Seguramente satisfacen la necesidad de un lenguaje de mayor riqueza y exactitud.
Rincha
Úsase esta palabra para nombrar a uno de los defectos que, afortunadamente, son cada vez menos frecuentes en las rebanadas de pan de caja. Se refiere a las perforaciones de esas rebanadas, o mejor dicho hoyos en ellas que impiden un uso limpio de la mantequilla, mermelada, o cualquier otra sustancia que sobre ellas se coloca.
En efecto, algunos fabricantes de panes de caja producen ese producto con ciertos defectos, siendo el principal de ellos la rincha, ese molesto agujero que va de un lado a otro haciendo que la mantequilla gotee llegando hasta la manos y colocando en ella la molesta grasa que posteriormente va a parar a sitios diferentes de la ropa e incluso la cara haciendo pasar penas sin fin a la persona que sufre esa calamidad.
Si bien, como se dijo, la frecuencia de las rinchas es escasa, no por eso deja de ser causa de preocupación entre los consumidores, especialmente en esos países en los que cualquier acción de un fabricante es un pretexto para que alguien lo demande alegando daños de todo tipo.
Ese fue precisamente el caso de John L. Garrethes de Choccolocco, Alaska, quien demandó a la empresa Pinok Bread Co. por vender un empaque con dos panes con rinchas, las que le ocasionaron manchas en los dedos, de mermelada, que a su vez mancharon su uniforme de trabajo y, según Garrethes, fueron causantes de su despido de la fábrica en la que trabajaba.
La demanda totalizó 15 millones de dólares por efectos del despido y 300 millones por daños morales causados por las burlas de las que fue objeto en el trabajo, pues las manchas de mermelada llegaron a la parte muy inferior de la espalda, lo que le dio la apariencia de haberse manchado de otros materiales no comestibles, sino más bien materiales post digestivos.
Fue reportado, según el Chochcolocco Gazette, un periódico local, que el demandante recibirá, de ganar su demanda, el 45% de esos dineros, siendo el resto los honorarios de sus abogados, una firma de Nueva York. Poco después de la difusión de esta noticia, las ventas de pan de caja en Chochcolocco, Alaska, se multiplicaron por diez, pues se cree, según un distinguido analista de la localidad, que las personas invirtieron dinero en esas compras esperando encontrar más rinchas y así poder demandar a los fabricantes ganando muchos millones de dólares.
Accigón
Describe y da nombre común a los apagones o suspensiones accidentales de electricidad. Es naturaleza del accigón el ser involuntario y producto de fuerzas ajenas a la voluntad de quien es el proveedor del flujo eléctrico.
Entre los antecedentes de este concepto están los diversos estudios de la Universidad de Teocaltiche, en Teocaltiche, que han revelado interesantes conclusiones que establecen una correlación significativa y positiva entre el número de accigones en diversas regiones del mundo y la tasa de natalidad de esa misma zona; estos resultados han sido un origen principal de la campaña en pro del control natal basada en la supervisión de las empresas eléctricas en varios países, sin que hasta la fecha se hayan reportado resultados concluyentes al respecto, pero que apunta que donde las empresas eléctricas no son privadas allí hay más nacimientos y un sindicato muy poderoso.
Sin duda el único uso conocido de la palabra accigón se encuentra en una de las obras más desconocidas de un autor que nunca ha publicado un libro y que en su novela, inédita desde luego, contiene el siguiente diálogo. La cita es textual y proviene de la novela «Los patos azules como un foco», de Claudio Godínez Aborca, en el pasaje del capítulo XXI, donde la heroína tiene el siguiente diálogo con el Conde Sibell.
«— Si eso que los dos hemos pensado llega a ser realidad, entonces el invierno de nuestro querer será seguido por una fogosa primavera de execrables placeres que sólo podrá suceder con un accigón. ¿Lo oyes? ¡Sólo un accigón! —dijo ella por el interfón del edificio
«— ¿Qué dices? No entiendo, ¿un epsilón? —contestó él acercando su boca a la sucia bocina del interfón y tratando de no revelar su engaño
«— ¡Un accigón! ¡Accigón! Un apagón accidental, como tantos que hemos tenido en este rumbo de la ciu… —no acabó de vomitar su disgusto cuando por un azar del destino el fluido eléctrico fue interrumpido. Sibell, ese noble venido a menos, comprendió al instante. Su buena suerte nunca lo había traicionado, especialmente cuando la mano del velador había sido bien aceitada con un enorme fajo de billetes. Sonrió, forzó la cerradura de la puerta del edificio. Entró sabiendo que ella era una mujer de palabra. Rió con una estentórea carcajada y subió las escaleras. ¡Lo que un accigón podía lograr!»
Zabas
Nombre técnico dado a las protuberancias del pavimento en las calles y que producen un desgaste prematuro en los automóviles. Se trata, pues, de defectos en el pavimento de las calles y avenidas, baches, agujeros, desniveles extremos y demás, que dañan la estructura del coche y producen daño en la propiedad privada, sin que por ello sea llamada a cuentas la autoridad responsable.
Un cálculo sencillo y rápido, realizado por John D. Chiles, del Instituto Tecnológico de Batman, en Turquía, da como resultado una disminución del 23.567% de la vida útil de un automóvil la existencia de zabas en poblaciones como Cuernavaca, México.
Esto significa que además de pagar impuesto de IVA o VAT, al gobierno mexicano sobre la compra de un auto, su propietario ve afectado en ese porcentaje su inversión, para un total de casi 40% de gasto innecesario, sin contra el impuesto de autos nuevos.
Butraso
Se trata del nombre que se da a los retrasos que sufre la actividad de los particulares y que son ocasionados por trámites burocráticos.
Sus raíces etimológicas claramente provienen de la combinación de las palabras burocracia y retraso. En última instancia, pues, es una palabra que oficializa el poder de los gobiernos sobre el ciudadano común.
Han existido varios esfuerzos conducentes a la correcta clasificación de los butrasos, sin que se haya llegado a un consenso general. Sin embargo, la mayoría de los expertos coincide en la existencia del llamado butraso de sello, que, como su nombre lo indica, es la imposibilidad de abrir una fábrica debido a que el burócrata en turno aún no tiene a bien poner el sello en el permiso correspondiente; este tipo de butraso, por lo general, se da en las esferas más ínfimas de las dependencias oficiales, en el burócrata de ventanilla.
Otro tipo de butraso aceptado es el llamado de solicitud y puede ejemplificarse en la suspensión de un trámite, quizá para ampliar la casa en la que se vive, debido a que el solicitante no ha presentado su solicitud completa, con toda la papelería indicada, como quizá el acta de matrimonio debidamente certificada para comprobar que en esa casa vive una familia.
También existe el butraso central, que es el de hacer que ciertos trámites sólo puedan hacerse en la capital del país en cuestión; por ejemplo, la compra de un máquina para una planta puede requerir la aprobación de la autoridad en cuestiones ecológicas para ver el impacto que las emanaciones de esa máquina tendrán en el hábitat de un pájaro que no vive en la región donde está instalada la fábrica.
Pero sin duda el butraso más común es el llamado megalegalista, que se refiere a la gigantesca cantidad de reglamentos, leyes y disposiciones que existen y que producen una situación inevitable: siempre, en todo momento y sin excepción, todos los ciudadanos de un país están fuera de la ley, de alguna ley, de alguna disposición, de algún reglamento, sin remedio.
Puede ser que en algún momento el ciudadano necesite algo de la autoridad y es precisamente en ese momento en el que el burócrata aprovecha la oportunidad, por ejemplo, para pedir al ciudadano un comprobante de domicilio fiscal de los últimos tres años, cuando se trata de un estudiante que ha querido pedir permiso para poner un consultorio dental al terminar su carrera.
El Libro Business de los Récords Gubernamentales tiene una sección específica sobre los butrasos que ha podido estudiar en casi todos los países del mundo, con excepción de una docena de naciones cuyos gobiernos aún no finalizan el trámite para la aceptación de las peticiones de información que recibieron hace casi ya más de diez años.
Una muestra representativa de los trámites que ha recopilado esa publicación es la siguiente para el caso de empresas nuevas que aún no entran en funcionamiento.
• Muestras físicas de los productos fabricados por la empresa para la aprobación de la instalación de la maquinaria que los producirá.
• Datos sobre los niveles de contaminación producida en los últimos cinco años.
• Muestras de la pintura que se usará en las escaleras de la planta.
• Listas de los menúes del comedor de empleados para la aprobación y visto bueno de los sindicatos.
• Certificados de peatón de los principales accionistas.
Uolbo
Los arquitectos han solido enfrentar el problema de dar un nombre específico a los tubos que sirven para colgar ropa dentro de armarios, closets y roperías, ya que la palabra tubo es usada tanto por los fontaneros o plomeros, como por los carpinteros; por no mencionar otros usos de mejor visibilidad.
Habiendo dado cuenta de esta situación el Tilín Tribune, en Burma, hace ya varios años, fue convocado el IV Congreso de la Academia de la Lengua de Taco-taco, Cuba, en el que se concluyó en 1999 que Fidel Castro estaba demasiado viejo y ocupado para dar la última respuesta, adicionalmente a que posiblemente esa respuesta se convirtiera en un discurso público de más de cinco horas.
Consecuentemente, en una reunión a puerta cerrada, con duración de tres minutos, las personas allí reunidas, decidieron proponer el nombre de uolbo al tubo usado en los armarios de todo tipo, siempre que él fuera usado para colgar ropa de cualquier tipo.
Bísforos
Una de las invenciones mayores de nuestros tiempos es el fósforo. Su asombrosa sencillez de fabricación y la simplicidad extrema de su funcionamiento han mejorado la vida de millones y millones de personas que con dificultad entienden la maravilla de esta invención.
Sin embargo, no todo es optimista en las plantas fabricantes de este producto, pues con cierta frecuencia en ellas se presenta el bísforo.
Esta palabra, desde luego, describe a los fósforos que se encuentran adheridos por la cabeza, generalmente en grupos de dos y formando así una sola unidad, la que recibe ese nombre. Los trísforos son en extremo raros y escasos, por lo que no serán tratados aquí, dejando su estudio a las instituciones especializadas como la Comisión de las Naciones Unidas, la CMT, Comisión Mundial del Trísforo.
La autoridad mundial en bísforos no es un organismo oficial, sino el célebre consultor global The Macaltiche Group. Con oficinas en prácticamente todos los países del orbe, este asesor de empresas es el autor de reputado índice de medición bisfórica que ha ayudado enormemente a miles de fabricantes de fósforos en todo el mundo.
Lo que propusieron estos especialistas es contar el número de bísforos sufridos y dividir ese número entre el total de fósforos producidos, incluyendo a los propios bísforos; el resultado fue llamado Bisphoric Quality Control Index, o BQCI como mejor se conoce. Sobre este índice, cada uno de los fabricantes recibe una serie de recomendaciones que son lujosamente encuadernadas y pueden ser colocadas en la oficina del Presidente del Consejo de cada empresa como símbolo de status.
El punto que enfatiza The Macaltiche Group es la reducción mundial de desperdicio de materiales fosfóricos lo que, afirma, ha tenido un impacto favorable en el desarrollo de los países emergentes que así se encuentran en menor situación de emergencia económica.
Debe señalarse que el rival eterno de The Macaltiche Group, la empresa consultora Tinhuindín Consulting und Services, fundada por el alemán Ludwig von Pfaffliegen, ha sugerido una mejora sustancial al BQCI y que consiste en multiplicar por cien el resultado de la fórmula de su competidor. Así, argumentan ellos, se tiene un número entero, que es más fácil de entender por los responsables de producción y los obreros.
Por otra parte, debe señalarse el reportaje reciente de Derconsultinggazzette, en el que se entrevistó a una ama de casa de Camerún que ha resuelto el problema de los bísforos simplemente rompiendo la cabeza que une a los fósforos y logrando con ello ahorros substanciales en su presupuesto familiar.
Cafiza
Entre ciertos círculos de bebedores habituales de café es muy conocido este término, que hace referencia a las minúsculas cenizas de un cigarrillo que terminan su vida útil sumergidas en el café que contiene la taza de quien está fumando o bien de un tercero.
En efecto, el fumar produce necesariamente ceniza que es un material que con facilidad es acarreado por el más leve aire y en algunas ocasiones una pequeña porción de ceniza termina dentro de un café.
Desde luego, por extensión, la cafiza es una palabra que también se usa para los casos en los que la ceniza termina dentro de otro tipo de bebidas e incluso platos de alimentos. Sus raíces etimológicas provienen de la conjunción de las palabras café y ceniza, pero sin importar esto, se considera perfectamente válido por la Real Academia de Chabas en Argentina, el pronunciar frases como las siguientes, cada una representado diversos segmentos de la sociedad:
— Mucho me temo que tendrás de dejar de fumar pues ya van tres cafizas que son depositadas por el aire en mi faisán y los tiempos ya no están como para echar a perder estos platillos que nos manda el duque nuestro amigo.
— ¡Órale, buey! Ya ponte pa’llá que mi taco ya’ta negro de tanta cafiza que l’echas.
En lo general, se presupone que es el tamaño de la partícula de ceniza la causante de la escasa atención que se le pone a la cafiza, pues se ha observado que ella no altera significativamente el sabor del alimento o bebida, y tampoco causa ningún trastorno en el organismo.
El Journal of Unwanted Food Consumption ha realizado varios estudios al respecto y concluye que la cafiza es un fenómeno universal, para el que prácticamente no existen diferencias culturales, excepto en una pequeña tribu en el interior de Filipinas donde existe la pena de muerte para el que produzca una cafiza.
Por su parte, la Asociation Mondiale du Cafizá realiza diversas campañas de comunicación a nivel mundial en las que propone que de hecho la cafiza puede añadir sabor a los platillos en los que cae, por lo que incluso puede considerarse como un saborizante.
Por ejemplo, de hecho existe una receta de Boullabaise à la Tabaq que obliga al chef a preparar ese platillo fumando tres habanos al mismo tiempo, mientras que sus ayudantes pueden fumar cigarrillos locales.
Chiclebra
Con facilidad pueden verse las raíces de esta palabras, mezcla de los términos chicle y hebra, que en conjunto dan nombre a los hilos o hebras que forman los chicles y golosinas que se mastican durante largo tiempo en la boca.
Es claro que dependiendo del tamaño del chicle es el tamaño de la chiclebra, según fue demostrado en el Libro de Registros Notariales de Almendralejo, un pequeño poblado del la zona septentrional de España y que data de 1678.En esos registros consta la situación de un soldado español, recién llegado de la Nueva Andalucía, con varios regalos para sus familiares, uno de ellos un envoltorio de chicletl proveniente de los sembradíos de Putla, México y que en su parte medular contiene estas palabras:
Y ansina fue que el pequeño fidalgo púsose tal cantidad en la boca de la cosa esa que decían que recibía el nombre de chinclel que a las pocas horas el hideputa despertó a todos de la merecida descansa que piden los cuerpos después de la ingestión, pues de su boca salían unas fibras o hilos que recordaban las manufaturas de las fundas o jubones en las que son guardados tamboriles y flautas de Zancodóvar, que son la cosa más admirada de esa región, que todos tuvieron grandes cuitas al verle en este estado, pues le veían como con las babas de los canes con enfermedad del agua, pero sólidas y asín producía más miedo deste que cuentan en las historias propias de la escuridad, por lo que tiempo después de lo acontecido el mesmo bachiller Sansón Carrasco, que según decían había obtenido sus luces en Salamanca, pasó por gran apuro y agitación al ver que dentro de tan rica lengua como la nuestra non existía palabra alguna ni término propio que sirviera y fuera descritivo de los dichos hilos o babas, por lo que el mesmo hizo solicitud y licencia a su majestad el rey para que la palabra de nuevo cuño o formación fuera de la chiclebra.
Ayulepe
Nombre que es dado a las manchas negras que se producen por una concentración excesiva de tinta en la impresión de los periódicos y que generalmente toman una forma vertical en los mencionados medios de comunicación social; misma que impide la lectura de alguna noticia o reportaje.
Estas manchas, afortunadamente, son cada vez menos frecuentes gracias a los adelantos tecnológicos de los métodos de impresión.
Las observaciones hechas hasta la fecha indican que las probabilidades de aparición del ayulepe son directamente proporcionales al interés que la noticia produce en el lector; es decir, a mayor interés en la noticia, mayor es la probabilidad de aparición de un ayulepe que haga imposible su lectura.
Existe, por otro lado, una correlación significativa entre el ayulepe y la manchigra, que es el ennegrecimiento de las manos debido a la transferencia de la tinta negra del periódico del papel a las manos de quien lo lee. Esto significa que los periódicos más propensos a sufrir ayulepes con también los más propensos a producir manchigras.
Sin embargo, no todo el panorama es negro, pues existe un segmento de la población que contempla a la manchigra como un símbolo de status intelectual muy conspicuo, pues muestra públicamente que esas personas sí leen el periódico, burlándose así del hecho de que quien ve televisión no lleva las manos manchadas.
Volviendo a la esencia del ayulepe, conviene ejemplificar su funcionamiento típico con el caso estudiado por Sigfrido von Freud, biznieto del eminente fundador de la Psiquiatría.
Durante años, von Freud estudió el caso del señor que él sólo identifica como H, suscriptor del periódico Gazzettederkuchlensismus y quien sufrió casos extremos de ayulepes: ellos aparecían consistentemente en las noticias sobre asuntos de su ciudad en el sur de Alemania, mientras que nunca aparecieron en las noticias sobre el comportamiento de las bolsas de Tokio y Hong Kong.
Peor aún, los ayulepes nunca aparecieron en las noticias sobre las bodas de la nobleza británica ni de Mónaco, pero sí con frecuencia en los reportajes sobre cambios fiscales de su ciudad. Después de varios años de consulta, la problemática de Sigfrido von Freud se resolvió convenciéndolo de cambiar su suscripción a ¡Hola! y olvidarse de las noticias políticas.
Trubluja
Los trajes de baño masculinos, en forma de shorts o pantalones cortos, sufren de trubluja, que es la irritante y fastidiosa burbuja de aire que dentro de ellos se forma al introducirse el hombre en la piscina.
Por lo general este tipo de burbuja es de grandes proporciones y se coloca en o cerca de las partes nobles del individuo.
Siendo un fenómeno físico que obedece leyes universales, su solución se antoja aún lejana, aunque es urgente, pues el deshacerse de esa burbuja ocasiona su erupción en la superficie de la piscina lo que las personas de alrededor pueden confundir con la emisión de otra tipología de aventamiento o aireación.
Viálvido
Fenómeno común en un segmento de la población y que da nombre a la sensación de haber olvidado algo en el momento que se emprende un viaje.
Por ejemplo, el pensar en haber dejado prendido el horno de la estufa en el momento en el que despega el avión con un vuelo de diez horas de duración.
Igualmente, el viálvido describe la sensación de olvido en el regreso del viaje, cuando es posible pensar en haber olvidado en el hotel una camisa, o las llaves de la casa.
No se trata de un fenómeno generalizado, sino de un síntoma que afecta a cierto tipo de personalidad y que es la inclinada a la preocupación generalizada en todo lo que la persona realiza.
Más aún, el vialvido puede suceder en períodos muy cortos de tiempo, como la repetida verificación de haber cerrado una puerta, lo que obliga mentalmente a la persona a hacer esa verificación tres o más veces en tres o cuatro minutos, siempre pensando que es mejor estar seguro, totalmente seguro.
Gañoso
Los que saludan en la televisión. Las transmisiones de televisión, que se realizan en la vía pública, han presentado ya durante muchos años el problema del gañoso, es decir, de las personas que se colocan en el plano de atrás de la imagen y mueven las manos haciendo gestos de saludar a los televidentes.
El caso más clásico quizá sea el de una entrevista a alguna celebridad política o del medio artístico, en la calle, lo que permite que varios curiosos lleguen al lugar y, confirmando que se trata de una transmisión de televisión, se coloquen atrás del entrevistado para de inmediato realizar gestos de saludo a la cámara.
Es decir, el curioso que pasa por el lugar y ve la cámara de televisión se convierte con gran facilidad en gañoso en el momento mismo en el que sucumbe a la tentación de hacer movimientos con las manos y brazos saludando al televidente. Sin que pueda considerarse un problema grave para los productores de programas de televisión, el fenómeno del gañoso sí es molesto pues puede echar a perder tomas de cámara bien planeadas.
Por otro lado, se sabe de varios productores y otras personas relacionadas con esa profesión que han utilizado con eficiencia variantes de los gañosos, creando la impresión de una popularidad no existente en sus producciones.
Por ejemplo, un cierto grupo musical de nombre Poolies, en Europa, fue el primero que en la década de los 50 usó intencionalmente personas que recibieron un sueldo a cambio de perseguir y acosar a ese grupo musical, lo que su representante utilizó en los medios de comunicación para probar la popularidad de esos músicos, cuya principal cualidad musical era el llevar patillas en exceso largas; desde luego, esto ha sido imitado una y otra vez, lo que en la mente de jóvenes en busca de celebridades pocas veces ha dejado de funcionar.
Fue el insigne historiador, Joseph du Giboneaux quien señaló un uso de los gañosos en la antigua Roma; se cuenta que Marcos Apolino, primo de Apolino Centurio, pudo convencer a los ciudadanos de Roma de matar a su primo con lujo de violencia a pesar de que éste ganó la célebre batalla de Bitonto, Italia, y todo por el uso de personas que se mezclaron entre la multitud dispersando el rumor que el victorioso general había separado para sí una buena parte del botín de guerra.
Es decir, un grupo de gañosos o personas de la multitud que tratan de ser parte del espectáculo cambiaron la historia con ese rumor y colocándose atrás de Centurio cada vez que él tomaba la palabra para defenderse haciendo ademanes de saludar a la plebe.
Estas variaciones sobre el término gañoso fueron poco a poco refinadas para en la actualidad referirse exclusivamente a los individuos que en las cámaras de televisión aparecen saludando sin hacer distinción si se trata de transmisiones de deportes o noticieros o de cualquier otro tipo.
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[Actualización última: 2023-03]