¿Cuáles son sus opuestos? Definición y precisiones de una idea predefinida que, más que nada, es un clisé. ¿Qué son los trabajos nobles?

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Introducción

La posición jerárquica acostumbrada es la de ver dos tipos de trabajo y diferenciarlos con claridad. Unos son trabajos nobles y admirables. Los otros son trabajos innobles y hasta mezquinos.

Esto constituye un juicio previo, usado a la ligera. Su principal consecuencia es el menosprecio de trabajos y labores que no merecen ese trato.

El lo que sigue, examino este clisé de los trabajos nobles intentando arrojar alguna luz que impida juicios inexactos.

La clasificación usual: altruismo contra interés

El significado usual de «trabajos nobles» implica la existencia de sus tipos de ocupaciones.

1. Trabajos nobles

Estos trabajos y labores tienen la connotación de jerarquía moral marcadamente por encima del resto.

📌 Colocadas en la posición superior se consideran profesiones, labores y trabajos que son vistos como de servicio público, produzcan o no ingresos a la persona. Son las instancias de enfermeras, doctores, trabajadores sociales, maestros y otras parecidas.

Incluye también labores de rescatistas, ONGs, veterinarios y hasta músicos y actores. También se habla de filantropía y fundaciones.

Hay en estas labores nobles una imagen de vocación, sacrificio personal y compasión que implica trabajos que constituyen una ayuda visible a otros que necesitan ayuda.

2. Los otros trabajos

Del otro lado, están las labores que no caen dentro de la categoría de labores nobles. No es que sean trabajos y profesiones malas y reprobables, sino simplemente inferiores a las de quienes realizan las nobles.

No existe en este caso la imagen de vocación, ni de sacrificio, ni compasión. No se perciben como trabajos de ayuda a otros. Incluso tiende a percibirse con desprecio la idea del lucro.

En una posición inferior son percibidas otras profesiones y ocupaciones que por lo general producen ingresos a quienes las realizan, aunque podrían producir en algunos casos pérdidas monetaria.

Son las instancias de un obrero que arma autos, del propietario de un restaurante y otros casos iguales.

El contraste entre ambos trabajos: fines de lucro

Para entender la diferencia de percepción entre las percepciones de esos dos tipos de trabajo puede usarse el caso de las organizaciones sin fines de lucro.

Son ellas las que no buscan un beneficio económico para quienes las forman.

«[…] su principal objetivo no se basa en generar excedentes o utilidades para ser repartidas entre los socios, sino que se trata de un objetivo social, artístico o que busca el bienestar comunitario». enciclopediaeconomica.com Énfasis en el original.

La pregunta que plantea esa definición es la lógica. ¿No puede tenerse también un objetivo social, artístico o que busca el bienestar comunitario y al mismo tiempo tener beneficios económicos?

Por supuesto. La idea del hacer el bien sin quererlo ni buscarlo respondió a esa pregunta hace ya tiempo.

Un examen

Quiero explorar en lo que sigue esa percepción jerárquica —especialmente en cuanto a su percepción de ser o no labores de «servicio social o público».

Todo trabajo remunerado por medio de un acto voluntario de compra-venta es por definición uno que beneficia a las dos partes involucradas —lo que también por definición es un beneficio general.

La atención que da una enfermera a sus pacientes no es en este sentido distinto a la atención que da un chef a sus comensales. En esos tratos, todas las partes se benefician y no hay razón para considerar a una labor superior a la otra.

La única posibilidad de considerar superior a la enfermera, o al profesor, es evaluar como más noble el objetivo logrado con su trabajo. Una enfermera que atiende a enfermos débiles, se piensa, tiene un trabajo más apreciable e importante que el chef que prepara platillos en un restaurante.

La diferencia

La diferencia encontrada entre las ocupaciones es más una de evaluación del objetivo del trabajo.

Es fácil percibir la importancia del tratamiento médico al que ayuda la enfermera y la trascendencia de la labor educativa del maestro. Mientras que servir una buena sopa de cebolla o preparar un pescado frito es comparativamente menos importante.

Los dos tipos de profesiones, sin embargo, tienen fines positivos y persiguen servir a otros. Todo lo que sucede es que se ha establecido una distinción en cuanto a la «nobleza» del servicio que la profesión o el trabajo produce.

Lo anterior lleva, como consecuencia necesaria a examinar la posibilidad de trabajos y ocupaciones en los que ese servicio no exista, o sea de dudoso beneficio. Esto necesita una mayor explicación.

Hasta ahora, he llegado a la idea de que la percepción de trabajo vistos como servicio social y otros no considerados así, se debe a una idea previa. La idea de metas percibidas como «más nobles que otras»: un profesor ejerce un trabajo más noble que un mecánico que repara autos.

Las dos son labores necesarias, positivas, sustentadas en intercambios voluntarios con sus clientes. El mecánico rinde un servicio que su cliente necesita y valora y lo mismo hace una enfermera —aunque se entiende, con razón, que sanar un paciente es más trascendente que reparar un coche.

No veo problemas con esa percepción —pero la implicación que tiene debe ser abierta y explorada: la de poder existir profesiones y ocupaciones que sean evaluadas negativamente en esa dimensión de nobleza variable.

De acuerdo, es menos noble y menos social reparar autos que dar clases, pero eso no hace reprobable al mecánico.

Trabajos reprobables

¿Puede haber labores que sí sean vistas como reprobables, aunque ellas sean el producto de un intercambio voluntario entre las partes? Sin duda existen —y un ejemplo muy claro es de la compra-venta de drogas.

Con independencia de si se recibe o no un ingreso derivado de una acción voluntaria de intercambio, existe otra dimensión del trabajo realizado —a la que he llamado ‘nobleza’ entendiendo que hay ocupaciones más nobles que otras.

El punto ahora es explorar si existen ocupaciones innobles, que puedan considerarse despreciables y viles. Un mecánico automotriz, por ejemplo, no será muy noble, pero no es en nada ruin. Al fin, él da un servicio de claro beneficio del que pueden depender las vidas de otros.

Creo que sí existen esas ocupaciones innobles y señalé el ejemplo del vendedor de drogas. Pero lo provechoso es señalar variables que pueden usarse para determinar si una ocupación es o no reprobable en sus objetivos y con independencia de que sea posible de vender a otros.

Son variables como el representar una ayuda a otros para mejorar, el ser congruente con la naturaleza de la persona y su humanidad —y otros aspectos que necesariamente se sustentan en la compatibilidad entre la naturaleza humana y el trabajo realizado.

Si son contrarias, serían ocupaciones innobles.

Los ejemplos dejan las cosas más claras —y es por lo anterior factible de determinar como innobles profesiones como la venta de drogas, de sexo, pornografía y similares.

Las ocupaciones dedicadas al aborto y a la eutanasia, son otro caso contrario a la naturaleza humana. Innobles con toda claridad.

Conclusión

Lo que he hecho es separar dos facetas del trabajo que las personas realizan —siendo una el ingreso que de él derivan y considerando a ese ingreso como independiente de lo que llamé nobleza del trabajo.

Esa nobleza da pie a encontrar algo mucho más allá que trabajos muy nobles y menos nobles —también detecta la existencia de trabajos reprobables e indignos.

Puede verse así que la ocupación del que vende cámaras fotográficas quizá no sea entendida tan noble como la de quien atiende enfermos mentales.

Sobre todo, ayuda a ver ocupaciones que son claramente innobles, las que van en contra de la propia naturaleza humana —y que también pueden producir ingresos en intercambios voluntarios.

La industria de las películas pornográficas es un ejemplo esclarecido de esto que he afirmado. No es nada más allá que la incorporación de criterios éticos al trabajo que las personas realizan.

Espero haber argumentado sólidamente en favor de que lo que hace innoble a un trabajo no es el recibir o no compensación monetaria por tal labor —lo que hace innoble a un trabajo es el ir en contra de la naturaleza humana.


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[Actualización última: 2023-07]