Una ciencia descriptiva que explica el funcionamiento de procesos de intercambios no tiene elementos éticos. Ella es moralmente una ciencia neutral. La Economía moral, definiciones y significado. ¿Puede la Economía ser moral o inmoral?

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Introducción

¿Cómo se comportaría una economía en la que todos sus participantes fueran moralmente perfectos y santos? Responder a esta pregunta ayudará a comprender a la acusación de inmoral que suele recibir la Economía.

La afirmación es frecuente. Consiste en una acusación, la de que el capitalismo es inmoral y, por eso, debe ser sustituido por una economía moral (lo que sea que eso signifique).


La idea reportada en esta carta fue encontrada en el libro, Badcock, Cristopher, Williams, Walter E., et al. (2004). Economy and virtue. (Dennis O’Keeffe). London. The Institute of Economic Affairs. chapter 5, «Economic science and the morality of capitalism», Israel M. Kirzner, pp. 88-100.


El problema: la creencia en una Economía Moral

Las citas siguientes, con los significados asignados a la propuesta de solucionar una economía acusada de inmoral con otra calificada de moral, se encontrarán dos elementos centrales de la idea.

Las definiciones son desesperantemente confusas y vagas, asemejando más una lista de buenos deseos y programas posibles, que un proyecto serio y sólido. Es una lástima porque la intención es positiva, aunque la realización deja que desear. En las definiciones de Economía Moral existe una cierta dosis de añoranza por el pasado. Una cierta nostalgia que lleva a concluir que los tiempos pasados fueron mejores.

La idealización de un estado natural anterior un tanto mitificado al que ese deseable regresar evitando a la «economía inmoral» moderna. Un caso es el mexicano, donde se ha propuesto que el neoliberalismo sea sustituido por una economía moral.

Ella se ha explicado de esta manera:

«Para algunas interpretaciones, una economía moral está basada en la equidad y la justicia […]». es.wikipedia.org. Mi énfasis.

Como una lista de acciones deseables:

«La economía moral es una serie de mecanismos redistributivos y de ayuda recíproca, comunitarios y familiares, que constituyen una red de seguridad social:intercambios no comerciales de alimentos, donaciones a los necesitados, regalos recíprocos, acuerdos de compartir alimentos a cambio de compartir trabajos, préstamos de alimentos, campos y graneros comunitarios, normas para labores colectivas, etc.». laeconomia.com.mx. Mi énfasis.

La que se concreta se esta manera, con un cierto tono de nostalgia:«La economía moral busca el bienestar colectivo y no en el lucro personal […]» Ibídem. El tono de añoranza parece ser un elemento central de la Economía Moral, cuando se explica así:

«Conjunto de mecanismos de solidaridad comunitaria y ayuda mutua, basados en relaciones sociales de reciprocidad, propios de las sociedades agrícolas tradicionales, orientados a satisfacer las necesidades básicas de toda la comunidad. […]». dicc.hegoa.ehu.es

El tema central

Kirzner explora un viejo tema de la ciencia económica. La creencia señalada arriba y muy difundida de que una sociedad exitosa de mercados libres es necesariamente una sociedad inmoral. La crítica sostiene que los mercados libres ineludiblemente están basadas en conductas moralmente reprobables. Esta crítica, sin embargo, dice Kirzner, es consecuencia de un mal entendimiento de la Economía.

La Economía es descriptiva

La ciencia económica, a través del tiempo, ha provisto explicaciones de los logros de los mercados para elevar la riqueza de las naciones. La Economía es descriptiva, la Moral es prescriptiva, que es algo muy diferente.

La Economía provee explicaciones de los intercambios que benefician por definición a todas las partes involucradas, de la asignación eficiente y responsable de recursos escasos y de la coordinación de los miembros de una sociedad.

La ciencia económica ilustra y prueba con evidencias el funcionamiento de los mercados. Es lógico que quien no acepta a los mercados quiera desacreditar a la ciencia que los estudia. La Economía es una ciencia que describe, que busca explicar a los procesos y funcionamientos de los intercambios de bienes para la producción de satisfactores de necesidades. Es éticamente neutral, igual que lo es el resto de las ciencias.

📌 La Economía no es prescriptiva, es decir, no prescribe cómo deben ser las cosas, tan sólo las describe y explica tal como son. Así como no puede hacer una Química moral, tampoco puede existir una Economía moral.

La acusación de Economía inmoral

Con frecuencia la ciencia económica ha sido expuesta y explicada de tal manera que se hace ver que los beneficios de los procesos de los mercados tienen un origen malicioso, el de conductas inmorales.

Se dice que, por definición incluso, las acciones realizadas en un sistema económico, especialmente el capitalista, deben ser contrarias a los principios éticos. Se afirma que son personas egoístas y materialistas las que toman decisiones inmorales o al menos de dudoso mérito en los mercados. Esta es la razón de proponer una Economía moral.

La Economía no ha podido deshacerse del todo de la imagen del homo economicus sobre el que se presupone que está fundamentada y que obliga a pensar en la existencia de personas egoístas, inmisericordes que deben a todas luces ser reprobadas.

La verdad es que la ciencia económica no requiere el supuesto de ese rudo homo economicus que no se detiene ante nada. La ciencia económica tan sólo necesita de personas «racionales», que manifiestan consistentemente un interés propio, donde caben perfectamente los motivos altruistas.

La acusación en resumen

La Economía describe cómo funcionan los mercados, es decir, la conducta humana libre, los intercambios voluntarios y los incentivos. Eso es todo y tiene utilidad para explicar las razones por las que si se toma la acción X, será razonable esperar el resultado Y o Z.

La acusación, sin embargo, afirma que para que los procesos y fenómenos que describe la Economía necesitan, para su funcionamiento, conductas moralmente reprobables de las personas. Sin esas conductas inmorales no habría Economía, ni mercados libres.

📌 En otras palabras, la crítica que apoya la idea de una Economía moral supone que las conductas inmorales son un requisito indispensable de la Economía y especialmente de los mercados libres. Esta es la razón por la que se insiste en crear una Economía sin esas fallas éticas.

... Ebenezer Scrooge!Una economía conducida por Scrooge.«… Ebenezer Scrooge!» by x-ray delta one is licensed under CC BY-NC-SA 2.0

Una Economía de personas morales, santas y puras

Kirzner es enfático en señalar el error de creer que la falta de moral es la manera en la que funciona la Economía para crear prosperidad material. Lo moralmente reprobable no es parte esencial de la Economía, por lo que es innecesario acusarla de inmoral.

La fuente del error

La equivocación surge del no reconocer la diferencia entre dos cosas.

1. Personas guiadas por sus intereses

La Economía presupone que las personas actúan con libertad, usando su razón, para buscar una mejora de su situación. Coordinan sus acciones con el resto en un proceso espontáneo en el que es posible tener beneficios mutuos.

Y no significa que la búsqueda de una mejora en la situación personal requiera siempre una conducta inmoral. Es perfectamente posible tener acciones moralmente loables en este proceso económico.

2. Personas actuando siempre inmoralmente

Esto es lo que suponen quienes desean crear una Economía moral. Creen que para que funcione todo el proceso es necesario que las personas actúen faltando a la moral, pues no hay otra manera de que funcione la Economía.

angels are hereUna economía conducida por ángeles. «angels are here» by Cornelia Kopp is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Una economía libre con personas santas

Para enfatizar el punto, el autor utiliza una situación hipotética. La de un mercado libre en el que participan únicamente santos, personas con las más altruistas y elevadas motivaciones. Una economía conducida por ángeles en la tierra.

La ingeniosa situación plantea respondes algunas preguntas.

📌 ¿Cómo se comportarían estas personas santas y puras cuya motivación primordial y única es ayudar a otros?  ¿Cuál sería el comportamiento de esos santos o ángeles cuando compran, venden, o administran empresas?

La respuesta esperada por quienes acusan de inmoralidad a la Economía es afirmar que todo el sistema de precios de un mercado se desplomaría. Se desmoronaría porque desaparecería entre esos ángeles la búsqueda de la utilidad o beneficio por medio de acciones inmorales.

Se pensaría que las personas que únicamente piensan en el bienestar ajeno no podrían intentar subir los precios todo lo posible, ni pagar a sus trabajadores lo menos que se pueda, ni buscar a los más baratos proveedores. Eso se pensaría, pero la verdad es que es falso.

La realidad es que en esa «Economía totalmente moral conducida por santos y ángeles» aparecería también ese mismo comportamiento que lleva a la maximización de los beneficios. Igual que en una sociedad de personas imperfectas.

La diferencia está en la persona

La razón de esta realidad inevitable se explica al entender que los beneficios obtenidos en una sociedad de santos serían dedicados a acciones elevadas y filantrópicas. No serán dedicadas a acciones mundanas y materialistas, pero sí a esos actos altruistas.

📌 Tanto el que tenga los objetivos más pedestres como el que tenga las más elevadas motivaciones, actuarán de la misma manera. El punto central es entender que el maximizar beneficios es un objetivo instrumental, un medio para luego realizar otras acciones decididas por cada persona.

Santos y pecadores, según Kirzner, tendrán el mismo objetivo, el de lograr un máximo de beneficios para luego usarlos como ellos decidan.

📌 Esto sugiere que la moral no se encuentra en la Economía sino en la conducta personal. Y, todavía más, que hay leyes económicas universales imposibles de ignorar, las que, como las leyes físicas, se aceptan y reconocen.

Es una distinción razonada y sólida, pues separa a dos elementos muy diferentes. Uno es el obtener beneficios derivados de la actividad económica, el otro es lo que se hace con esos beneficios. Esta es la distinción que no hacen quienes acusan a la Economía de intrínsecamente inmoral.

Los beneficios personales y su uso

Consecuentemente, el sistema de precios, los mercados y la Economía, no dependen de motivos egoístas materialistas y moralmente reprobables. Dependen de los propósitos humanos.

📌 Quien en un sistema de división de trabajo y libertad de iniciativa quiera dedicarse a los más elevados ideales tendrá el mismo incentivo para maximizar sus objetivos que quien solo tenga preocupaciones extraordinariamente frívolas.

Los críticos del mercado han tomado al deseo de maximizar beneficios como centro de sus ataques y formado la imagen del emprendedor como alguien sin sentimientos, egoísta, pérfido y astuto, que desea explotar a los demás con una deshonestidad esencial.

Es un clisé falaz que sin embargo parece haber echado raíces en personas que tienen esa creencia. Es una falacia de la caricatura: se crea un estereotipo negativo y sobre él se lanzan los ataques.

La verdad es otra. Las utilidades, los beneficios, no son los objetivos centrales y últimos. Lo son los objetivos de uso o consumo de esos beneficios. Los beneficios son instrumentales nada más.

El detalle

Si hay algo moral o inmoral en la Economía eso no depende de la búsqueda de beneficios sino de lo que con ellos se haga. El maximizar beneficios o utilidades no puede usarse como evidencia de la falta de elevadas motivaciones ni para lanzar acusaciones de conducta inmoral

Kirzner afirma que no sostiene él que quien busca maximizar sus beneficios carece necesariamente de todo interés en el bienestar, por ejemplo, de sus empleados, trabajadores, o clientes. Simplemente coloca ese bienestar en un sitio secundario con respecto al uso que dará a sus beneficios.

Por tanto, ningún problema hay en utilizar la noción de los mercados libres en casos en los que se busca maximizar sus beneficios para propósitos personales. Quien tiene altas preocupaciones altruistas y quien no las tiene actúan de la misma manera, aunque con diferentes objetivos.

Las economías capitalistas, ciertamente, no han sido siempre campos de acción de gente sin fallas y éticamente ejemplares, pero eso significa que sean herramientas que requieren intrínsecamente conductas inmorales.

El punto central

La única posibilidad moral de la Economía es el buen o mal uso de su conocimiento por parte de las personas. Por ejemplo, sería inmoral tener políticas económicas que ignoraran el conocimiento que esa ciencia ha descubierto.

Es falso que el éxito de los mercados, para satisfacer necesidades y coordinar planes individuales, dependa necesariamente de objetivos materialistas de consumo de los participantes.

Es falso que ese éxito de los mercados dependa, para su buen funcionamiento, de actos inmorales por parte de los emprendedores.

Los mercados y la Economía son éticamente neutrales, permiten por tanto acciones reprobables, aunque sus reglas protegen a los participantes del daño posible producido por esas acciones.

La ciencia económica es eso, una ciencia que describe una parte de la realidad. Ella solamente ambiciona describir a la realidad.

Se pone sobre la mesa la idea de que la Economía está a la vista de todos y que es posible aprender Economía en todas partes con solo observar con perspicacia

Un resumen

📌 Es falso que el éxito de los mercados, para satisfacer necesidades y coordinar planes individuales, dependa necesariamente de objetivos materialistas de consumo de los participantes. Es falso que ese éxito de los mercados dependa, para su buen funcionamiento, de actos inmorales por parte de los emprendedores. Los mercados y la Economía son éticamente neutrales, permiten por tanto acciones reprobables, aunque sus reglas protegen a los participantes del daño posible producido por esas acciones.

En todas estas consideraciones, sin embargo, no debe perderse de vista un punto vital.

Un mercado libre es un maravilloso sistema, un arreglo social que se fundamenta en la división del trabajo, la especialización, la coordinación por medio de los precios y la iniciativa del emprendedor.

De esta manera sublima y canaliza los potenciales productivos de los participantes para ampliar la satisfacción de necesidades de los demás.

📌 La neutralidad moral de la economía y los mercados no es garantía de que los beneficios obtenidos por los participantes no provengan de acciones inmorales e indebidas. Lo que esa neutralidad moral significa es que las acciones inmorales no son parte esencial del éxito de los mercados libres.

Esto hace perfectamente posible el sostener ideas que apoyen acciones éticas al mismo tiempo que ser partidario de los mercados libres.

Más aún, no exime de la responsabilidad de condenar acciones deplorables, de codicia, fraude, engaño y corrupción, las que seguramente se encontrarán en mercados libres, al igual que en otros sistemas.

Sin duda, el mundo real muestra a seres humanos imperfectos, capaces de actos reprobables, pero esto no debe llevar a concluir erróneamente que los mercados libres están sostenidos en la inmoralidad.

Puede intentarse mejorar la realidad económica sin poner en riesgo a sus logros. Puede educarse para elevar motivaciones, sin atentar contra ese maravilloso y delicado proceso, que hace posible que personas desconocidas entre sí se apoyen en la satisfacción mutua de sus necesidades y propósitos.

Kirzner, al final, hace una súplica. Los economistas deben mostrar al resto su ciencia de tal forma que no se creen nociones erróneas de ella, como la que el autor ha tratado.

La única posibilidad de «Economía moral o inmoral»

Hay una sola posibilidad de usar el calificativo ‘moral’ unido a la Economía. Es lo planteado en Las decisiones frente al ciclo económico.

📌 La posibilidad de aplicar correctamente el conocimiento económico a la solución de problemas: sería inmoral implantar políticas económicas que van en contra del conocimiento de la Economía y de lo que ella ha descubierto.

Esto es como no considerar conocimientos físicos en la construcción de aviones. Y será moral y correcto aprovechar el conocimiento de la ciencia económica al proponer y aplicar políticas económicas.


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