Un concepto popular y bien intencionado que busca igualdad de derechos para todos, con independencia de su sexo. La paridad de género, su explicación, objetivos y consecuencias.

8 minutos

Introducción

La idea es sencilla. Es un concepto que determina como positivo que la proporcionalidad de mujeres y hombres en la sociedad sea igual o perecida a la que existe en posiciones de autoridad.

Si, por ejemplo, en la población general existe un 50% de cada género, entonces también debe existir esa misma proporción en, por ejemplo, una cámara legislativa o en un consejo de administración.

Ella ha sido bien explicada aquí:

«La paridad entendida como una participación equilibrada de hombres y mujeres en las posiciones de poder y de toma de decisiones en todas las esferas de la vida (políticas, económicas y sociales), constituye una condición destacada para la igualdad entre los sexos. De hecho, el grado de paridad de las instituciones políticas y económicas se considera actualmente un indicador de la calidad democrática de los países, integrándose este dato en numerosos índices internacionales». es.wikipedia.org. Mi énfasis

La idea central es muy clara. El porcentaje de mujeres que existe en la sociedad total debe ser también el porcentaje que exista en otras instancias de poder, como un conjunto de ministros de Estado. No necesariamente una cifra igual, pero lo más cercana posible.

📍Este es el terreno de otras ideas como las cuotas para lograr igualdad y diversidad, la perspectiva de género, el significado de igualdad de oportunidad y justicia distributiva.

¿Qué es paridad de género?

La popularidad del concepto se muestra en casos como este:

«En México, la paridad de género es un principio constitucional que se refiere a la participación equilibrada, justa, y legal, que asegura que al igual que los hombres, las mujeres en toda su diversidad tengan una participación y representación igualitaria en la vida democrática de nuestro país». gob.mx. Mi énfasis.

En España, por ejemplo,

«El Consejo de Ministros ha analizado el Anteproyecto de Ley Orgánica de Representación Paritaria de Mujeres y Hombres en los Órganos de Decisión, que garantizará su igualdad efectiva en la política, la administración y las empresas. […] la denominada ley de paridad implica que la representación de la sociedad ha de estar en todos los lugares y, en especial, en aquellos donde se toman decisiones económicas y políticas». lamoncloa.gob.es. Mi énfasis,

Además, en Colombia:

«La paridad entre hombres y mujeres, específicamente en lo que compete a su participación política, constituye una revitalización de la democracia, sus instituciones y sus procesos». colombia.unwomen.org 

Similares situaciones se presentan en Argentina, Chile y otros más.

📌 La idea central es clara: si no existe esa proporcionalidad de género se concluye que existe una situación indeseable de desigualdad que debe ser corregida.

La meta de la paridad de género

Su objetivo es específico, el de lograr que en posiciones de influencia dentro de una sociedad exista una proporción de mujeres similar a la proporción de mujeres que existen en total en esa sociedad.

Es un propósito concreto, diferente pero asociado con otros, como erradicar la violencia hacia la mujer, libertad para su educación, y en general derechos iguales a todos con independencia de su sexo o género.

📌 La paridad de género se limita solamente al resultado final de, por ejemplo, un número igual de mujeres y hombres entre los candidatos a puestos de elección popular. Y toma a esta meta como indicativa de la igualdad entre mujeres y hombres.

Todo el concepto está sustentado es un entendimiento de la igualdad entre personas de distinto género: cuando las proporciones de hombres y mujeres varíen demasiado en las «situaciones y órganos de poder», entonces se declara una situación indebida de desigualdad o discriminación de género.

Consecuencias

La buena intención de la paridad de género no está exenta de dificultades, ni de la necesidad de entenderla mejor. Entre sus dificultades se encuentran las siguientes.

🔴 Da entrada a una cantidad ilimitada de posibilidades de discriminación

La paridad de género exige que la proporción de mujeres en posiciones de poder sea similar a la que ellas tienen en total dentro de la sociedad. Si ellas son el 50% de la población, también lo deberán ser en, por ejemplo, las cámaras legislativas.

¿Por qué no debe suceder lo mismo con otros segmentos sociales? Por ejemplo, origen étnico, edad, clase social, nivel educativo y muchos más.

La situación se complicaría notablemente y podría llegar a ser que los candidatos a diputados tuvieran que llegar a tener que asignar una cierta cuota a hombres jóvenes de cierta etnia y cierta clase social con estudios de universidad.

¿Cuál es la razón por la que solo las mujeres tengan derecho a proporcionalidad en posiciones de poder y no otros grupos?

🔴 Sustituye el criterio central de capacidad para el puesto en cuestión

El criterio central para ocupar una posición cualquiera es la capacidad para ejercerlo de manera adecuada. La aplicación de la paridad de género reemplaza a ese criterio con otro que no tiene relación con la habilidad y conocimientos requeridos.

Si, por ejemplo, se requiere que haya un 50% de mujeres en una cámara legislativa, es posible que tenga que incluirse a una o más mujeres con una capacidad inferior a la de los hombres que tengan que ser excluidos, o viceversa.

🔴 Da entrada al juego de grupos de presión para obtener privilegios

Es una posibilidad real que la paridad sea manipulada por grupos que buscan sus propios beneficios y no los del grupo general de mujeres. Una cierta agrupación de mujeres podrá buscar posiciones para sus propios miembros y no para el de otras mujeres.

Describe un estado final de cosas

La paridad de género pertenece a las propuestas que persiguen una situación última ideal, la de una proporción de mujeres igual o similar a la que tienen en la población general. Esta es una característica de las propuestas de políticas igualitarias.

📌 Describen un estado final de cosas que consideran ideal sin atención al dinamismo natural que en una sociedad imprime la libertad de sus miembros.

Las decisiones libres de millones crean patrones en en llenado de posiciones de organismos que no necesariamente corresponden a las proporciones de ciertos segmentos sociales.

Más aún, incluso si en algún momento se tuviera un porcentaje de 50% entre candidatos a diputados, ese porcentaje no necesariamente se mantendrían en la elección siguiente si se respeta la voluntad personal.

Es el contraste entre dos posiciones

Por un lado, la que exige un estado final de cosas al que considera ideal e inamovible. Por el otro, la que respeta a la libertad personal y a las situaciones espontáneas que así se forman.

Al respetar a la libertad, no habría problema con una situación en la que, por ejemplo, el 80% de los profesores de educación básica fuesen mujeres. pero esto sería reprobable de acuerdo con la paridad de género. Tampoco habría nada indebido en un consejo de administración que tuviese el 90% compuesto por hombres.

Estas situaciones son espontáneas, cambiantes, temporales y no dirigidas intencionalmente por alguien. Solamente tienen su base en el respeto a las decisiones libres de las personas, las que en conjunto pueden hacer que la mayoría de las posiciones de enfermería sean ocupadas por mujeres y las de doctor, por hombres.

Esto seguramente cambiará con el tiempo dependiendo de las decisiones libres acumuladas de millones.

Conclusión

Ha sido examinado críticamente el concepto de la paridad de género. Tiene ella una meta admirable, sin embargo, las formas comunes para alcanzarla contienen dificultades serias que producen efectos no intencionales importantes. Especialmente en cuanto a la alteración de la libertad personal en un mundo dinámico.

La paridad de género tiene su mira en una plataforma de igualdad entre personas de distintos géneros: oportunidad, inclusión, representación igual en todas las esferas sociales, organismos, posiciones de poder. Ha sido entendido esto como tener los mismos derechos y oportunidades sin importar el género de la persona (y, por ende, las mismas obligaciones).

Siendo un concepto sujeto a variedad de interpretaciones, también se ha usado en activismos varios, como los reclamos de igualdad salarial y de responsabilidades familiares, más demandas de libertad educativa para niñas en lugares en los que se ha limitado o prohibido.

La dificultad central que enfrentan estas demandas sociales es la de hacer de lado a las libertades personales, a las que limita severamente al usar al poder gubernamental como medio para lograr resultados igualitarios.


Otros lectores también leyeron…

Actualización última: