Una defensa de la pluralidad que lleva a la consecuencia lógica de entender mejor a la igualdad. Y a argumentar las ventajas de la diversidad humana propiamente entendida que enriquece a todos por igual.

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Introducción

La columna propone una exaltación del talento humano que crea diferencias entre las personas. Es decir, de la diversidad humana que produce desigualdad, un tipo de ella que es benéfico para la sociedad que le da ocasión de existir.

Para hacerlo, utiliza dos conceptos centrales. Primero, la innegable existencia de lo que puede llamarse excelencia humana y, segundo, la también indiscutible idea de la paridad entre personas.

🩸 Diversidad humana. Ella refiere a las claras diferencias entre personas, provenientes de distintas aptitudes, capacidades y habilidades. En mucho, originada por lo que suele llamarse genio o genialidad, y que describe a quienes ser distinguen por encima de sus congéneres.

🩸 Paridad humana. Se refiere a la idéntica dignidad de todo ser humano que se interpreta como un valor igual en todos. Es lo que lleva a las ideas de igual trato bajo la ley y deriva en la conveniencia de un estado de derecho que rechaza gobiernos autoritarios.

📍 La idea de la columna conduce a otras, como desigualdad social, significado de igualdad de oportunidad, la buena igualdad, la buena desigualdad y talento más capital: progreso. Más ¿qué es pluralismo? y la comunidad plural: riesgo y dilema.

Diversidad humana expandida

Una buena forma de entender al concepto es esta.

«La diversidad hace referencia a la identificación de la persona por la que cada cual es como es y no como nos gustaría que fuera. Su identidad. Este reconocimiento es lo que configura la dignidad humana. Por eso, hablar de diversidad es hablar de identidad. La identidad es lo que nos permite distinguimos de los demás. Ser quienes somos. Cada aspecto de esa identidad nos sitúa dentro de un grupo humano. La lengua que hablamos, las cosas que comemos, nuestras aficiones, nuestras características físicas o psíquicas, o la historia con la que nos identificamos, son algunos aspectos de esa identidad». dialnet.unirioja.es. Mi énfasis.

📌 Es entender a la diversidad humana como identidad personal, es decir, individual. Como algo que hace a cada uno único e irrepetible, comprendiendo que existen diferencias y que ellas son de beneficio general. Es igual a aceptar que las personas no son iguales y que las desemejanzas son buenas porque favorecen al resto.

Lo anterior es aceptado con facilidad hasta que surja el concepto de equidad, el que puede tomarse como un instrumento que se opone a la diversidad y sus consecuencias. Hay, por tanto, esas dos ideas que, consideradas de manera aislada son bienvenidas, pero que al ponerlas una frente a la otra, causan discusiones y conflictos.

La tensión entre igualdad y diversidad humanas

Debe reconocerse la tirantez entre ambos conceptos. Si se deja en libertad a la diversidad de capacidades personales, eso producirá desigualdad. Es claro que existen personas con más habilidades y talentos que otras y si a estas se les permite usarlos, ello ocasionará diferencias, a veces notables.

Esas diferencias entre personas engendran en muchas ocasiones reacciones que solicitan medidas destinadas a la igualación individual. Es un fenómeno que puede ser llamado igualitarismo. Es, en su fondo, un rechazo a las diferencias que son el efecto de la diversidad de talentos en uso. Muy en especial, las diferencias percibidas en riqueza material.

El esquema del fenómeno

Para comprender mejor la tensión entre ellas, esta explicación simplificada será de ayuda.

🩸 La persona A tiene gran talento para escribir novelas y sus escritos son un éxito de ventas, lo que le da grandes beneficios económicos. La persona B posee enormes habilidades empresariales y conocimientos tecnológicos que crean productos muy aceptados por los consumidores y este éxito se refleja en una empresa de gran tamaño. Y así para otros casos de emprendedores, artistas, deportistas.

🩸 El resto de esta comunidad presenta una situación normal de personas de clase alta, media y baja, con fortunas menores a las de los casos de los anteriores. Es una sociedad floreciente que permite vivir bien a casi todos y que tiene las condiciones por las que los casos excepcionales de talentos han podido surgir.

¿Es reprobable esa desigualdad de fama y fortuna? Para algunos sí y debería combatirse con políticas redistributivas que la disminuyan o, en casos extremos, las desaparezcan. Para otros, el asunto es más complicado que la igualación redistributiva.

El punto central hasta aquí es el aceptar que existe esa tensión entre la diversidad y la paridad humanas. La variedad de identidades lleva a resultados que diferencian a las personas, lo que choca con la idea de que ellas son iguales.

Discusión

La diversidad

No existe manera de negar a las distintas identidades personales que crean la diversidad humana. Eso es una realidad cotidiana que es una constante en todo tiempo y lugar. Los humanos no son clones ni robots idénticos, al contrario. Llevando esto a su consecuencia lógica, debe aceptarse también otra verdad.

Esa diversidad ha producido genialidades producto de excelencias individuales y ellas han mejorado la vida de los demás. El caso del arte es obvio. Gracias a personas como J. S. Bach, Beethoven, Mozart, Rafael, Miguel Ángel, Velázquez y muchos otros, tenemos obras que hacen gozar a quienes no las crearon. Lo mismo puede decirse de Cervantes, Shakespeare, Víctor Hugo, Hans Christian Andersen y cientos más, sucede lo mismo.

Igual acontece con lo hecho por Newton, Einstein, Gauss, Mendel, Tesla y todo el resto, como en el caso de empresarios también. Pero, no solo en esa gran escala de celebridades. Se tiene también beneficio en menor escala con las ideas realizadas por descubridores, científicos, artistas, emprendedores de millones de desconocidos que hacen mejor nuestras vidas, desde hace miles de años.

La diversidad humana es algo que debe ser sujeto de festejo y alabanza porque, cuando ella es libre, realiza la vida del cada creador, al mismo tiempo que facilita y mejora la vida de los demás. Si acaso ella fuese frenada, sufrirían las consecuencias todos. El daño sería universal.

La paridad

Es esta otra idea bienvenida, que añade significado a la diversidad y que ha hecho posible producir conceptos como democracia, república, leyes, estado de derecho, libertad y dignidad. Todo bajo la noción de que todos deben ser tratados por igual, lo que reprueba prácticas de esclavitud, discriminación y, en general, el daño de unos justificado por el bien de otros.


«Dado que estos son tiempos en los que muchas personas se preocupan por la ‘justicia’ y la ‘justicia social’, ¿cuál será su ‘porción justa’ de lo que otra persona ha trabajado?».

— Thomas Sowell

Un lugar para cada una

La equidad y la diversidad humanas son dos grandes cosas, dignas de ser celebradas en conjunto, una junto a la otra. Cierto que la tensión entre ellas es irremediable, pero puede ser conducida con perspicacia.

Quizá la raíz del conflicto entre ambas sea una mala comprensión en la comprensión de la equidad o paridad humana. Primero, ella no puede ser tomada como criterio único para la evaluación de la justicia y el bien común. Debe ser atemperada con su contrapeso natural, las ideas que de ella han emanado, centralmente la libertad y la naturaleza humana misma.

Porque, debe comprenderse bien, la diversidad humana es la que, en libertad, permite poner en uso los talentos y habilidades variados cuyo resultado final es el bien de quienes no los poseen. Un ejemplo extremo que ayuda a pensar en la alternativa opuesta, de un régimen que lo hubiera frenado.

«Johann Carl Friedrich Gauss (Braunschweig, 30 de abril de 1777-Gotinga, 23 de febrero de 1855)​ fue un matemático, astrónomo y físico alemán que contribuyó significativamente en muchos ámbitos, incluida la teoría de números, el análisis matemático, la geometría diferencial, la estadística, el álgebra, la geodesia, el magnetismo y la óptica». es.wikipedia.org

Del ejemplo extremo puede irse a los casos cotidianos, de los adelantos medicinales, tecnológicos, alimenticios, todos ellos logrados gracias a la diversidad humana que se manifiesta en logros personales.

El lugar de la diversidad humana

Cada persona, distinta a otras, para aprovechar sus habilidades, iniciativas y capacidades, necesita un ambiente de libertad de acción real, aunque no solo eso. Requiere también de la expectativa de disfrutar de sus logros, sean monetarios o no monetarios. Es decir, independencia personal para realizar lo que ella busca. Cuando no perciba esos incentivos, dejará de interesarse.

Lo anterior ayuda a hacer comprensible la razón por la que la obsesión igualitaria reprime iniciativas personales, disminuye aportaciones y reduce el bienestar general.

Conclusión

Ha sido presentado el concepto de diversidad humana, es especial, la tensión que existe entre él y las propuestas igualitarias. Es una ampliación de la idea de diversidad cultural que pone énfasis en variaciones colectivas a la de diversidad humana que apunta a las distinciones individuales. Una concepción de la pluralidad cultural lo confirma:

«Al trabajar y vivir juntos, los grupos de personas desarrollaron las distintas culturas que hoy en día forman un mosaico rico y variado. La diversidad cultural resultante amplía las alternativas; alimenta diversas capacidades, valores humanos y cosmovisiones; y permite que la sabiduría del pasado nos prepare para el futuro». es.unesco.org. Mi énfasis.

No solo debe atenderse a los aspectos colectivos de culturas diferentes, es imperativo profundizar considerando también el origen de ellas, que es la persona individual y sus capacidades para contribuir a ellas. Una posibilidad que el igualitarismo radical ignora y, por tanto, detiene a esas contribuciones personales.


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