La vida cotidiana exige un vocabulario adicional. Es decir, palabras que no existen para así nombrar objetos, acciones e ideas que hasta ahora no poseen un término propio. Existe una cierta escasez de palabras que sirven para denominar objetos y acciones que carecen de un término que las designe. En aras de remediar esa falta del idioma, se ofrece un remedio siquiera parcial.

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Fanil

Perteneciente a la nostalgia tecnológica, esta palabra designa a la pieza de metal qué en los teléfonos de disco facilitaba el marcado del número al detener el dedo índice exactamente en el lugar adecuado a cada número lo que permitía a las centrales telefónicas lograr la comunicación deseada.

Desde luego, esta gran intención de diseño anatómico fue rebasada por adelantos de la tecnología que ahora usan botones de marcado el lugar del disco de los antiguos teléfonos.

Pertenece el fanil a la serie de objetos que han sido desplazados del vocabulario cotidiano pero que quedan en la memoria de quienes los han usado.

Desde luego, las más jóvenes generaciones ni siquiera sospechan la enorme utilidad que tuvo el fanil, mucho menos alcanzan a comprender, por ejemplo, las grandes complicaciones que tuvieron quienes usaban tarjetas perforadas como único medio de comunicación con una computadora que requería aire puro y frío.

Historia

Aunque no hay datos históricos sobre la invención del fanil, por lo general es aceptado que fue un producto lógico e integral de diseño de un teléfono de disco.

Sin embargo, resulta interesante mencionar que existe una añeja casa de nobles venida a menos en Oiseaux-sur-Couteax que se remonta al siglo XII con el nombre de Ducado de Fanille.

Uno de los miembros de esta familia, se sabe, emigró a los Estados Unidos y patentó varios inventos que desgraciadamente no prosperaron y por lo que se considera una posibilidad que haya sido él quien sea el autor del diseño original del fanil.

De lo que sí estamos seguros es de que esa persona de nombre Gustave Louis Gérard Philipede Fanille vivió en Nueva York donde era conocido como Gus Fanil simplemente y que sometió a la oficina de patentes de ese país invenciones como la tecla con un 0 para usarse en las máquinas de escribir y que era diferente a la letra O. También inventó una tasa con asa para zurdos, una tonalidad diferente de negro para los modelos Ford T y un peine especial para barbas y bigotes que retiraba con gran eficiencia los restos de comida.

Estalixita

Este término es un tecnicismo muy usado en arquitectura y que describe en parte los terminados de las paredes interiores y exteriores. Concretamente, en las paredes con textura se da el nombre de estalixita a las porciones totalmente lisas, mientras que la palabra estaxperita se usa para las partes ásperas de las paredes.

Esto ha permitido, en el lenguaje cotidiano, crear índice de textura, haciendo que un 100% de estalixismo sea el equivalente a una pared absoluta y rotundamente lisa.

Este índice puede moverse gradualmente hasta técnicamente un 3% de estalixismo, lo que significa una pared con muy alto nivel de textura de cualquier tipo.

Su uso

Estos conceptos, que enriquecen el vocabulario cotidiano, son normalmente parte de la enseñanza académica de todo buen arquitecto, no tienen en absoluto una correspondencia siquiera similar en las mentes de albañiles y maestros de obra, quienes siguen usando su propio vocabulario, como lo demuestra el siguiente diálogo grabado en secreto y mostrado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Teocaltiche, Campus Cacaxtla, para demostrar la inutilidad de ciertos conocimientos por parte de uno de los alumnos:

— Maestro, esta pared, la de enfrente de la casa, la que da al occidente, debe tener un índice de estalixismo del 25.8% y la otra pared, la contraria, la que da al oriente tiene que ser un poco más áspera, digamos unos diez puntos porcentuales más —dice el arquitecto mientras ve la hora en su reloj con una caricatura de Bugs Bunny.

—¿Eh? Pos, digo si así lo quiere, allí la llevo, nada más que llegue Tiburcio pa’ decirle lo que debe hacer, pero le dejo el recado con Lauro pa’ que él le diga —contesta el maestro que ve alejarse al arquitecto.

Estos términos, por otro lado, han producido niveles extremos de indecisión en quienes construyen una casa, es decir, quien va a vivir en una casa que se está construyendo tiene que tomar una gran cantidad de decisiones y una de ellas es la que corresponde al índice de estalixismo para cada una de las paredes de su futuro hogar.

Uno de los artículos recientes del Arkitectural Digest for the Very Rich but not so Famous cuenta que la esposa de uno de los clientes de un famoso arquitecto cambió de opinión más de 300 veces con respecto a la textura de una sola de las paredes, a veces dudando entre índices de 22% y 24%, al mismo tiempo que su marido modificó paredes un mínimo contabilizado de 122 veces en cinco meses.

Incorida

Sustantivo, femenino, nueva adición al vocabulario cotidiano, que se usa para designar a un tipo de herida muy leve, generalmente en las manos, y que se produce sin haberla sentido.

Es un fenómeno relativamente común el cobrar conciencia de que se tiene una pequeña costra en, quizá algunos de los dedos, sin recordar el momento ni la causa que ocasionó la herida correspondiente.

Si bien, por razones obvias, la incorida nunca llegará a ser parte importante de la Traumatología, su estudio sí es parte vital de la Psicología Clínica la que ha tratado de contestar la causa por la que el ser humano es capaz de producirse un daño sin que él sea notado hasta tiempo después.

Una de las explicaciones más razonables es la que señala a los factores de distracción como la causa principal, de tal manera que es posible concebir un sistema de anestesia para una operación a corazón abierto sin que el paciente se dé cuenta de ello si es que existen distracciones suficientes.

Desde luego, el problema está en el desarrollo de la tecnología para crear la condición de distracciones suficientes, lo que al parecer tiene un costo mucho más alto que el de la anestesia tradicional y ha provocado que esta idea sea archivada hasta mejores tiempos.

Flexerbo

Se da este nombre, flexerbo, a los verbos que tienen una multiplicidad de significados, según sea su entonación verbal y su uso contextual en la oración, por lo que son de extrema utilidad en el hablar cotidiano e informal.

De entre los varios ejemplos mundiales que existen en varios idiomas, el mostrar solo uno de ellos basta para que quede claro el concepto del flexerbo y su atinada adición al vocabulario cotidiano.

El ejemplo, proviene del Diccionario Ilustrado del Hablar Popular y Flexerbos, editado por Teocaltiche Books Inc. Co. Llc.

Fregar, flexerbo clásico y tolerable sin ser propiamente soez, con multitud de aplicaciones como las siguientes.

Connotación de fraude, como en la siguiente frase, No, la neta fue que el tipo me fregó diciendo que había tenido una reunión con un narcotraficante.

Connotación de engaño, como en la siguiente frase, Y ahora nos sale con la fregaga excusa de que tenía otros datos.

Connotación de sorpresa en el desierto, como en la frase, ¿Dónde fregados escondo los documentos de la compra del equipo?

Connotación de ignorancia, como en este pensamiento, La mera verdad es que no sé qué fregados está sucediendo con las fregadas bolsas de valores que suben y bajan.

Connotación marxista, como en la siguiente frase, Todo puede explicarse con la fregona idea de que todos quieren fregarse unos a otros, en eso de las fregaderas entre clases.

Connotación de apatía, como en esta frase, Me importa una fregada lo que le suceda a la economía, yo no haré nada excepto ir a cobrar mi fregado seguro de desempleo.

Connotación keynesiana, como en esta frase, Todo ese fregado dinero que elevó el fregado déficit del gobierno debe servir para reactivar a la fregada economía.

Connotación monetarista, como en esta frase, El fregado gobierno debe dejarse de fregaderas y abstenerse de imprimir más dinero porque lo único que lograrán es elevar la fregada inflación.

Connotación de reto, como en esta frase, ¿Y ahora que fregados hacemos para que no enteren de la gravedad de la pandemia?

Connotación de valentía, ejemplificada con esta frase, Quiero ver quién es el fregón que viene a decir que no le aguanto beber más fregados tragos que él.

Connotación de hostilidad, como en la siguiente frase, Te juro que me lo friego si cree que puede ganarme la fregada candidatura de mi partido.

Connotación liberal, como en esta frase, ¿Qué fregados tiene que hacer el gobierno emitiendo tantas leyes que complican y friegan todo?

Connotación de descontento, vista con claridad en esta frase, Ya ni la friegan, los impuestos están de la fregada.

Connotación de resignación, vista en esta frase, Nada más pasé y vi la patrulla, y supe que me iban a fregar.

Connotación dictatorial, como en, ¡Aquí sólo se hace lo que yo fregados digo!

Connotación de alegría, en la siguiente frase, Se siente fregón saber que no tienen la menor idea de dónde estoy.

Connotación de sospecha, como en esta frase, Me late que lo que dice el candidato son puras fregadas promesas que ni el más fregón va a cumplir.

Connotación de esfuerzo, vista con sencillez aquí, La realidad es que costó mucho fregado esfuerzo levantarme tan temprano

Connotación de desilusión económica, como en esta frase, Vamos a ver si ahora funciona hacer lo mismo que antes y subir el fregado déficit con el nuevo fregado paquete de pensiones a todos.

Connotación de indignación, como en la siguiente frase, No sé quién fregados se atreve a proponer otro fregado estímulo económico si el anterior sirvió de pura fregadera.

Connotación chavista, como en la frase bolivariana, Nacionalicemos todas las fregadas industrias antes que el fregado imperialismo llegue a fregarnos.

Connotación de admiración, como en esta frase, Deberías ir a ver esa película, tiene unos efectos especiales bien fregones.

Connotación de acoso, como en esta frase, Tan buena estaba y tanto que dejaba lucir sus encantos naturales que la fregaron toda la vida cuando salía por la calle.

Connotación de ignorancia educativa, como en esta frase, La verdad es que nunca supe nada de los quebrados y fracciones que enseñaban en la escuela, ni sé para qué fregados sirven.

Trabarbata

Una prenda tan útil como la corbata no ha escapado a los adelantos de la técnica y goza ahora de una gran adición, la trabarbata, que es la pequeña porción de tela, especie de cinta, colocada en la parte posterior ancha y por donde se introduce la parte delgada, evitando así el ridículo de portar ambas partes separadas, lo que es considerado un error en los cánones de elegancia.

Su origen

En su reciente Historia de la Corbata, su autora, Trementine Tripura, señala que la trabarbata fue muy posiblemente inventada durante algunas de las partidas de póquer a las que tan aficionado era Lord Sandwich y debido a las cuales desarrolló lo que ahora conocemos como sandwich, lo que le permitía seguir jugando sin necesidad de suspender la partida.

Pues bien, un amigo de Lord Sandwich, de nombre James Saint-Hertsfodishire Esq. tuvo un pequeño percance y manchó su corbata con la mostaza en la mesa, esto es, manchó la parte delgada de su corbata pues a la parte ancha había tenido cuidado de sujetarla con el brazo.

Este suceso, después de las tremendas carcajadas del grupo de amigos, originó en uno de ellos la idea de un broche que pegara la corbata a la camisa y con eso evitara sucesos como el de la mancha de mostaza.

Pero fue el Barón de Khrstuny, que se encontraba de visita de Londres, quien dijo negarse totalmente a vestir un broche igual que las damas de su natal Tul´chin, en Mongolia, lo que le llevó a hacer una apuesta con el grupo diciendo que inventaría un remedio a ese problema sin necesidad de usar broches.

Fueron cruzadas cuantiosas apuestas a favor y contra de esa invención y el barón recibió la imposición de regresar a los dos años con el dichoso invento, cosa que hizo produciendo la ahora conocida trabarbata.

Debe señalarse que la trabarbata, desde ese entonces, en el siglo XIX, se ha mantenido prácticamente sin cambios importantes y merece ser añadida al vocabulario cotidiano. Tal fue el ingenio del Barón de Khrstuny, quien no quiso patentar su invención creyendo que existen cosas tan importantes en la vida de un caballero que deben ser dejadas al dominio público sin utilidad ni beneficio.

Sueralibro

Esta nueva palabra hace referencia al conjunto de movimientos corporales que hacen los pacientes ya internados en un hospital cuando ellos caminan por sus pasillos llevando el poste con ruedas del que cuelga la botella de suero al mismo tiempo que con la otra mano intentan tapar la apertura de la bata de hospital que inhumanamente les obligan a llevar.

En efecto, como se puede constatar, los hospitales hacen que sus pacientes vistan unas batas amorfas, que tienen una apertura total en su parte trasera, lo que hace fácil poder observar en demasiadas personas partes de una anatomía que rara vez pueden ser interesantes.

Los estudios

El asunto de esta adición al vocabulario contidiano ha sido sujeto de diversos estudios, entre los que destaca la propuesta de colocar la apertura en la parte delantera, misma que fue rechazada unánimemente por la ONU en una reunión reciente.

Aunque, debe decirse, la misma ONU declaró un derecho humano el evitar la humillación de usar tales prendas.

También ha sido propuesto el uso de pijamas normales, o bien camisones ortodoxos, lo que fue implantado en forma experimental en el Hospital Santo Bombo de Bobo, Mississippi, lo que ocasionó un pequeño revuelo en la población al comprobarse que la cadena de tiendas de ropa interior, Love ain’t Blind, pagó una cantidad indeterminada al hospital para que sus pacientes llevaran pequeños negligés y eso ocasionó que una paciente enferma del estómago fuera objeto de una operación de cirugía plástica de emergencia.

Las propuestas continúan como una acción constante del organismo no gubernamental Sueralibrium International, que considera un acto de inhumanidad y contrario a los derechos humanos el hecho de que los pacientes tengan que humillarse mostrando sus vergüenzas posteriores al mismo tiempo que se pasean por los pasillos de los hospitales.

Esta organización ha empleado por lo pronto los servicios del Dr. Ludovicus Lucius para lograr que a los pacientes, al menos, les importe un bledo mostrar su anatomía.

Aguabrisas

Nombre de índole técnico-automotriz que es necesario para designar con una sola palabra al mecanismo de los automóviles que arrojan agua o un líquido limpiador sobre el parabrisas, en la parte frontal exterior del vehículo.

Generalmente el funcionamiento del aguabrisas es accionado por la puesta en marcha de los limpiabrisas o limpiadores del parabrisas, con el objetivo de limpiar polvo y otras suciedades localizadas en el exterior del parabrisas.

De esta manera, la visibilidad del conductor deja de ser afectada por tales manchas y suciedades, reduciendo la posibilidad de accidentes. Aunque en ocasionen carecen de la fuerza para limpiar los desechos digestivos de aves, los aguabrisas han sido una adición notable al vocabulario cotidiano.

Un caso

La existencia de la nueva palabra, evitará casos como el siguente, tomado de la vida real, cuando el propietario de un auto explicó al mecánico del taller automotriz el problema que tenía su vehículo:

—Maestro Godínez, buenos días… oiga, le traigo mi coche porque el otro día llovió y el parabrisas quedó con manchotas que quise quitarle, pero no pude porque no funcionaban las cosas esas que echan agua sobre el parabrisas, las que tiran agua y que luego con los limpiadores quitan. ¿Me entiende? No funcionan esas cosas que tienen orificios por donde sale el agua y que antes compuso usted de manera que el agua mojaba a los peatones a los lados.

El diálogo puede mejorarse notablemente, logrando una notable economía de palabras:

—Maestro Godínez, mi auto tiene fallas en el aguabrisas. ¿Podría usted repararlas y alinearlas?

El primer diálogo ocupa 80 palabras, mientras que el segundo solamente 14, una diferencia notable de 66 palabras, lo que produciría una mayor eficiencia en el uso del tiempo y en su efecto acumulado, aumentaría el PIB nacional.

El célebre economista japonés, Wilbur von Vvajaak, de la Universidad de Kakabeka en Canadá ha calculado que con ese solo cambio en los usos y costumbres de vocabulario, en un país de cien millones, el PIB se elevaría 0.0001% por cada nueva palabra que evitara diálogos y explicaciones innecesarios.

Repictomanía

Repictomanía es un término, parte del vocabulario cotidiano enriquecido, que designa a la costumbre de realizar dibujos de la más extraña naturaleza durante las reuniones de negocios o de similar tipo, en las que la persona es forzada a permanecer sentada escuchando lo que otra está diciendo y lo que generalmente es profundamente aburrido y fastidioso.

Es natural que la repictomanía haya sido considerada como una actividad de mayor reto intelectual que la relletra, según se ha demostrado sin duda alguna por los estudios del Centro de Negocios de Angmagssalik, Groenlandia, cuyos miembros obtuvieron el primer y tercer lugar de la Bienal de Arte Pictórico del lago de Cadibarrawirracanna en Australia.

Otros casos

El caso más extremo de repictomanía fue registrado por la Unión de Empresarios con Función Social de Huehuetlán el Chico, Estado de México, cuando uno de los asistentes acudió a una conferencia levando consigo un equipo completo de pintura al óleo.

Se trató de una conferencia sobre el tema de la construcción de empresas geotérmicas en Huacareta, Bolivia y su relación con los esquemas globales de monetarismo, presentada por eminentes catedráticos del Centre of Economic Studies de Kankan, Guinea.

Por otro lado, en la ciudad de Nueva York existe una galería especializada en arte de la repictomanía, misma que tiene una empresa subsidiaria de limpieza de oficinas en la localidad.

De esta manera, los encargados de la limpieza tienen la responsabilidad de recolectar todos los papeles abandonados en las salas de reuniones, para llevarlos a la mencionada galería, en la que mes a mes son exhibidos esos papeles.

No debe ser un mal negocio, pues se sabe de varias empresas que han adquirido algunas de esas piezas del arte espontáneo en precios elevadísimos, especialmente una de ellas, por la que se pagaron varios millones de dólares y que era un dibujo de un perico con sombrero flamenco, sobre un papel gris de un reporte financiero con la palabra «confidencial».

Saloyos

Dentro de los temas culinarios y de mesa, se da el nombre de saloyos a las perforaciones que tienen los saleros y los pimenteros, mismos que cumplen una doble función, pues al mismo tiempo que permiten salir al material de su interior, cumplen la misión de identificar el material que contienen.

Otra de las adiciones convenientes al vocabulario cotidiano enriquecido que merece una civilización adelantada.

Por ejemplo, muchos pimenteros solo tienen una perforación, o bien sus perforaciones forman una P, mientras que los saleros tienen diseños mucho más libres y espontáneos.

Desde luego, esta labor de identificación del material se torna una cuestión de insuperable importancia en los casos de saleros y pimenteros opacos que no permiten ver su interior, como los de plata y otros metales que quieren parecer la plata.

Los saloyos, como casi todo, ha sido sujeto de regulación estatal. Lo que se ha pretendido es aplicar el principio físico del Dr. Wilhem Pfaffworburg, que señala que la cantidad de sal que sale de un salero es proporcional al tamaño de la perforación usada.

Por tanto, los gobiernos queriendo que se consumiera menos sal, redujeron por ley el número y tamaño de los saloyos en lo que gastaron varios millones sin resultado aparente.

Percido (a)

Se da ese nombre a la persona con la que existe una relación asimétrica de conocimiento personal. Esa persona lo reconoce a uno, pero uno no reconoce a ella, o al menos no guarda registro posible de su existencia. Un suceso parte lo cotidiano y que no era parte del vocabulario formal.

Un ejemplo, citado con el amable permiso del Instituto de Relaciones Sociales de Palas del Rey, en España, ayuda a aclarar el significado de esta palabra; se trata de un diálogo tomado de la vida real.

Un ejemplo

Relata la situación clásica en la que una persona cualquiera lo conoce a uno realmente bien, pero uno no guarda recuerdo alguno de ella.

— ¡Hola, Pedro! ¿Como estás? Ya estas curado de esa terrible úlcera que sufriste, supongo.

— ¿Qué? ¡Ah, sí! Digo, ya estoy totalmente curado de eso. Y, digo, pues, tú, estás bien, te ves bien.

— Nada de eso, sigo teniendo todos esos problemas que ya te conté hace tiempo, ¿recuerdas?

— ¡Hombre! Sí, como no, los recuerdo. Digo, este, pues, bueno, espero que todo sea leve, digo es como todo, unas veces se gana otras veces se pierde.

— Es una forma de verlo. Pero, por favor, dale mis saludos a tu hermano Juan, que hace tiempo que no lo veo, desde que se divorció y tú te casaste con su mujer. Fue todo un escándalo.

— Sí, creo que tú, digo, te ves bien. Y lo otro, vamos, pues es algo que sucede, vaya, que nadie está exento de las cosas de la vida. Dime cuando fue la última vez que nos vimos. Fue hace ya tiempo, creo, los años pasan y…

— Nada, nos hemos visto hace poco. ¿Ya te has olvidado? ¡Qué memoria tienes! Pero es que claro, con lo ocupado que andas, pues te olvidas de cosas y de la gente como yo. Vamos, Pedro, apuesto a que ni siquiera sabes mi nombre.

— ¡Claro que lo recuerdo! Digo ya, que, bueno, pues, y es que lo tengo en la punta de la lengua. Sí, hombre, digo, que, bueno…

— Pues ya lo sabía. ¡No quieres reconocerme! Claro está que te olvidas de los pobres que no pueden ayudar en tu carrera. Luis, me llamo Luis. Veamos si ahora recuerdas mi nombre completo. Te daré una pista, nos vimos hace seis meses o poco menos en el concierto de la Filarmónica de Pszczyna, que interpretó obras polacas y fue cuando te expliqué lo de mi negocio y lo de mis males. Quedamos en que me llamarías para ver si compras algo de lo que fabrico.

— De verdad que lo siento, pero no recuerdo. Es que había más de mil personas en ese concierto y hablé con tantas y había tanto ruido. Debe ser la edad, mira que ya estoy en los cincuenta y ya no es lo mismo de antes, te vas haciendo viejo y pues suceden estas cosas.

Epanastos

A pesar se la fonética de este vocablo, nada tiene que ver con sucesos o fenómenos griegos, pues se refiere a las manchas que dejan los restos y sobrantes de las pastas dentales.

En efecto, cuando la persona cepilla sus dientes produce espuma en cantidades suficientes como para que esa espuma salga de la boca y la persona tenga una apariencia un tanto cómica y en cierto sentido salvaje.

Esos trozos de espuma saliente de la boca reciben el nombre de epanastos. Una importante adición al vocabulario cotidiano.

Su clasificación

Desde luego, existe una categorización de los epanastos, pues es este un término un tanto genérico que es conveniente aclarar.

Dase el nombre de epanasto húmedo al producido mientras se ejecuta el cepillado de los dientes y del que es fácil deshacerse escupiendo esos sobrantes de espuma.

Pero también existe el epanasto seco que es el que permanece cerca de la boca horas después de haberse cepillado los dientes debido a alguna distracción de la persona.

El Libro de los Récords de Dientes ha registrado un epanasto seco tan lejos como la frente de una persona, lo que fue considerado un hecho excepcional ya que más del 99.46% de los epanastos secos conocidos se registran en las comisuras de los labios.

Los expertos gustan de hacer una distinción entre el epanasto que es de naturaleza facial y los epanastos que son los restos secos o húmedos de pasta dental que permanecen en los cepillos de dientes.

Por otro lado, existe desde luego otra serie de marcas faciales que son producidas por la distracción humana. Una de las más conocidas es la de los restos de lápiz labial en los dientes de las mujeres, sin que por ello pueda ignorarse el jabonoste que es el resto de espuma de afeitar que usualmente aparece en las orejas del distraído.

Los libros que tratan estos temas, especialmente los editados dentro de la colección Taras y Realidades de la Editorial Jamás, son especialmente interesantes para profundizar los conocimientos, que son ampliados hasta el mocoste, que es el moco seco que aparece en la cara producto de haber vaciado las narices en la ducha, no haber limpiado bien las manos y luego lavarse la cara.

Volviendo a los epanastos, es notable la cantidad de nuevos diseños que han lanzado los fabricantes de cepillos dentales, sin que desafortunadamente hayan puesto atención en sistemas y métodos para hacer un cepillo que evite el epanasto que tanto asco puede producir en las personas.

Igualmente, tampoco los fabricantes de pastas dentales han dado suficiente atención en este fenómeno produciendo una pasta que evite el epanasto seco que tanta vergüenza suele producir socialmente.

Y aunque esto suene exagerado, no lo es, y representa un legítimo reclamo de los consumidores, como lo demuestra el bien conocido caso de la señora Edelmira López de Godanz, que llegó a cambiar el apellido de su marido que originalmente era Godínez para ser admitida en el Club Campestre de Yoder, Colorado.

La infortunada mujer el día de su admisión en el mencionado club tuvo la desgracia de tener un epanasto muy notable en uno de los brillantes de su collar, lo que se convirtió en el impedimento final de admisión, pues el mencionado club prohibía explícitamente que sus miembros sufrieran de epanastos, ya que la risa que ellos producen se considera una distracción indebida al jugar golf.

Prendelígrafo

Es un fenómeno conocido que las comunidades de personas que comparten alguna afición o profesión desarrollan su propio lenguaje y crean, por tanto, sus palabras propias, muy ajenas al vocabulario cotidiano común del resto de la gente.

El término prendelígrafo es un ejemplo de esto, acuñado por la International Association of Pen Lovers, con sede en Ayer, Suiza, y ya aceptado en español por el Diccionario Español editado en Bronco, Texas, por Trevor Gonsales.

Prendelígrafo se refiere a una de las partes vitales de casi todo buen bolígrafo o pluma fuente, la que sirve para asegurar la sujeción de la pluma al bolsillo o prenda de vestir y que generalmente es de forma alargada, en cuya superficie algunos fabricantes de esos artículos suelen colocar la marca de la pluma.

Es, desde luego, una de las invenciones que hicieron posible la aceptación masiva de la pluma fuente, pues si el prendelígrafo esos objetos se hubieron extraviado aún con mayor frecuencia a la actual.

Intervención estatal

Resulta interesante saber que una de las mayores preocupaciones del Parlamento Europeo de la UE ha sido la correcta regulación del prendelígrafo, mismo que sesudos estudios de miembros de ese parlamento han dictaminado que no debe variar de entre un cuarto y un tercio del tamaño de la pluma.

Dada la enorme suma de euros gastada en la correspondiente investigación, debe suponerse que esa regla, aplicable solo a países de la UE, tiene extraordinarias razones.

Además, los reguladores europeos han prohibido importaciones de plumas y bolígrafos que no cumplan sus estándares, los que justifican como necesarios para evitar tener accidentes personales y clavarse una pluma involuntariamente en las costillas.

Por otro lado, se sabe que existe en esos países un importante contrabando de plumas y bolígrafos de diseños más atrevidos, mismos que son fabricados en otras naciones que han visto beneficiadas sus ventas debido a esa regulación de tanto detalle.

Existe en proyecto una nueva regulación, la que daría más subsidios a los agricultores y criadores de ganado que usen plumas con prendelígrafos legales y que reduciría la edad de jubilación a quienes los fabrican.

Socuapa

Se trata de un tipo de mancha, en la pared, producida por el tiempo y que se descubre al retirar cuadros u objetos que llevan colgados mucho lapso. Una adición en extremo necesaria al vocabulario cotidiano de todos.

Los casos más extremos de socuapa están registrados en la población de Kejetín, de la antigua Checoeslovaquia, dentro del palacete de la familia von Krhstjwisky, debido a un cuadro con la pintura del iniciador de esa dinastía y que no había sido retirado de la pared desde el siglo IX.

También son dignas de mención las socuapas de Kiskundorozsma, Hungría, en una construcción del siglo XII, curiosamente perteneciente a la misma familia, coincidencia que dio origen al libro Were the Krhstjwisky really clean people? de Wilhem Pfaffpfaff.

Pero no se piense que la socuapa es un fenómeno dado solo en venerables construcciones dignas de un museo, pues es bien conocido que se sufre en construcciones bien modernas, tanto así que la empresa de pinturas para la construcción LoveHouse Inc., ha lanzado al mercado una pintura de interiores que promete librarse de la socuapa gracias a una fórmula mejorada que evita la adherencia de polvo en las paredes.

Como es de sobra conocido, LoveHouse fue fundada en 1995 teniendo su origen en el giro de casas non sanctas, de allí su nombre, llegando a tener una importante cadena de franquicias en diversos países, financiada gracias a los fondos provenientes de la elevación de los precios de las drogas por causa de su ilegalidad.

Es un esfuerzo estratégico, la empresa se diversificó capitalizando el conocimiento de su marca, al mercado del arreglo de casas, lo que dio origen a la fábrica de pinturas de interiores y exteriores. Lo demás es historia.

Dósfera

Para quienes son aficionados a los juegos de mesa, la dósfera juega un papel principal. Ya ha sido dicho innumerables veces y puede repetirse una vez más que sin la dósfera millones de horas de diversión habrían sido un imposible existencial.

Gracias a esa pequeña media esfera de metal que tienen las piezas de dominó es posible hacer que ellas sean revueltas de manera aleatoria y que resbalen sin dificultad en la mesa de juego.

Pero no para allí la utilidad sin igual de esta nueva adición al vocabulario cotidiano, pues también ella permite que las fichas sean levantadas con facilidad, aún después de la ingestión de varios tragos.

Dicho de otra manera, sin la dósfera el dominó no sería lo que hoy es. Gracias a la adición de tan insignificante aditamento físico ese juego constituye hoy uno de los más populares entretenimientos en cantinas, bares y equivalentes, como casas club de golf.

Pero la cuestión no queda allí, pues a la dósfera, según ha señalado el eminente estudioso de estos fenómenos don Hernando Rodilla de Bustamente, se le debe estar agradecido también porque ella hace posible el giro rápido de las fichas, lo que es una costumbre muy arraigada entre prácticamente todos los jugadores.

Imagine el lector la escena clásica, cerca del término de un juego de dominó, cuando uno de los jugadores tienen solo una o dos fichas, e instintivamente comienzan a girarlas precisamente sobre la dósfera. Estos giros de fichas a velocidades impresionantes son una parte autóctona y esencial del juego.

Es decir, sin la dósfera simplemente no existiría este maravilloso juego, como ya ha dicho don Lindoro Peñaraiz y Lambrines.

Tipos

Existen dósferas de varios tipos, desde luego, siendo el más valioso uno desarrollado por la Universidad de Playón Chico, Panamá y que está fabricado con una mezcla de titanio recubierta con materiales plásticos similares a los usados en el espacio; esta feliz combinación de materiales permite girar las fichas a grandes velocidades sin que sufran calentamiento alguno.

Desgraciadamente las dósferas hechas de goma fracasaron pues ellas rebotaban en las mesas haciendo que las fichas volearan sus caras, lo que hacía imposible la «sopa».

Por otro lado, existen dósferas de oro, diseñadas por Ghiasco, la famosa firma italiana de diseño, especializada en atender los gustos de los nuevos ricos, que son vistas con desprecio por el verdadero fanático.

Fueron precisamente los diseñadores de Ghiasco los que lanzaron al mercado juegos de dominó hechos de marfil de morsa, de álamo petrificado, de piel endurecida de alce nonato, a los que adornaron con exquisitas piedras preciosas, como rubíes y esmeraldas rodeadas de motivos churriguerescos en oro y platino, cada una representando los lunares de cada ficha.

También, desde luego, fueron ellos los que lanzaron al mercado las corbatas con motivos relacionados con el dominó, como fichas, mesas, tragos, bebidas, sillas, gritos y el famoso «este juego es de mudos».

Tiorna

Son así llamadas las pequeñas tiras de metal, forradas de elementos plásticos o papel de diversos colores y que generalmente son usadas para cerrar las bolsas de los panes de caja, las papás fritas y muchos de los alimentos chatarra.

En ocasiones ha sido llamada tiorbe, hasta que la Academia de la Lengua de la población de Lengua de Vaca, en Chile, estableció la denominación tiorna como la correcta y más adecuada adición al vocabulario cotidiano.

Si bien la tiorna también es usada para amarrar cables eléctricos, especialmente de artículos electrónicos, la especialidad de la tiorna es claramente el preservar alimentos chatarra, fritos, dulces y similares que son esos que con más frecuencia vienen empacados en bolsas de plástico o celofán que permiten y hacen conveniente el uso de la tiorna.

Fue precisamente Ludwig von Pfaffliegen fundador de Tinhuindín Consulting und Services SLT quien por primera vez señaló la coincidencia entre la presencia de la tiorna en los empaques y el poder alimenticio de sus contenidos, estableciendo una relación inversamente proporcional.

También señaló la relación proporcional y directa entre el buen sabor del alimento y al presencia de tiornas, lo que al ser interpretado como la idea de que los alimentos chatarra saben mejor y son más preferidos, ocasionó la emisión de una ordenanza de gobierno en Angmagssalik, Groenlandia, disponiendo la prohibición de tiornas, lo que llevó a la quiebra al fabricante local con la pérdida de 45 empleos.

Reviseta

Es usada esta palabra para designar a las acciones generales de revisión personal que se hacen frente a cualquier superficie reflejante que por eso permite a la persona verse y revisar su arreglo personal.

La reviseta más común, desde luego es la que se hace dentro de la casa, por lo general, antes de salir de ella y que persigue el propósito de evitar salir a la calle con defectos tan notables como un botón desabrochado, la corbata fuera de lugar, o incluso la temible situación de la bragueta abierta.

Ha sido la Asoziacione Internazionale per la Revisetta el organismo responsable por parte de la ONU de establecer las diferentes tipologías de esta adición al vocabulario cotidiano.

Tipos

La reviseta, según ese reporte oficial, puede ser divida en parcial o completa, dependiendo de si se usa un espejo de cuerpo entero o bien uno de medio cuerpo.

En otro sentido, puede ser de tipo personal y aislado, que hace posible el acomodo de las partes nobles, o bien público, que dificulta ese tipo de acciones.

También, la reviseta puede ser instantánea, es decir, rápida, o bien, prolongada, dependiendo del tiempo que ella tome.

La reviseta exterior, en oposición a la realizada dentro del auto o de la casa, se realiza en la calle o en instalaciones públicas, por ejemplo los ascensores que cuentan con espejo son en extremo útiles; igualmente lo son los vidrios y cristales de edificios modernos que permiten al peatón común revisar su vestimenta y presencia general para verificar, por ejemplo, que un moco no se haya dejado colgar del interior de la nariz.

La reviseta exterior, sin embargo, varía notablemente dependiendo de la cantidad de personas que rodeen a la persona que la desea realizar; cuando se está solo la reviseta es realizada sin problemas, pero no así cuando existen personas alrededor. También, es más fácil y sencilla la reviseta de las partes frontales del cuerpo que de las posteriores.

Por último, vale la pena señalar que el los gimnasios la reviseta es una parte aceptada del protocolo social, pues no se acaba de realizar la más pequeña de las series de ejercicios cuando las personas acuden al espejo a buscar algún efecto en su cuerpo; o bien, muy común en las mujeres es la reviseta glútea mientras se camina o corre en alguna máquina.

Sufla

Esta adición al vocabulario cotidiano es usada para designar a las pequeñas, pero peligrosas, puntas punzocortantes de las corcholatas o tapas de refrescos embotellados, mismas que pueden producir molestas heridas apenas visibles y sin embargo, dolorosas.

Son las suflas elementos en extremo útiles para poder mantener el cierre hermético de las botellas haciendo posible un tiempo mayor de conservación del líquido y del gas que suelen contener.

Fue la firma consultora de Voisteg & Grhzenky, de la ciudad de Yoder, Colorado, la pionera en el estudio de los orígenes de la sufla, según consta en su reporte de enero de 1955 y donde recomendaron su uso a los productores de vino sustituyendo al tradicional corcho.

Sobra decir que su recomendación no ha sido seguida y que la industria del vino sigue tan o más floreciente que antes. Hasta donde se tiene conocimiento la única empresa en el mundo que siguió esa sugerencia fue el viñedo de Tetas, Chile para su variedad de Tetas Moscatel, una bebida que difícilmente es reconocida en el mundo.

Protestas

Más tarde, en 2001, las protestas de las ONGs en contra de la globalización han dado un énfasis singular a las suflas, argumentando que las transnacionales embotelladoras de refrescos y sodas han causado un enorme daño a la población mundial, calculando en diez millones de litros de sangre perdida el total producido por esas heridas, lo que sin duda es causa de escaso desarrollo.

Lo que algunas ONGs proponen es la suspensión definitiva de ese tipo de tapas de botella, y que sea sustituido por materiales naturales, lo que a su vez provocó otra ola de protestas de otras ONGs por el impacto ecológico que ello tendría.

Y mientras esas ONGs se ponen de acuerdo, ha sido acordado que el asunto será estudiado por una comisión especial del Parlamento Europeo que se inclina por continuar usando esas tapas siempre que no sean producidas en los Estados Unidos.

Sinacio

Sin origen conocido esta palabra nueva en el vocabulario cotidiano se usa para nombrar al silencio repentino y penoso que se produce dentro de una conversación por causa de la aparición de la persona de la que se estaba hablando, generalmente de manera negativo y despectiva.

Por extensión, el sinacio se puede aplicar a cualquier silencio dentro de una conversación, cuando las personas simplemente han dejado de aportar temas.

Un caso

Quizá un ejemplo aclare esto. Supóngase que un grupo de seis personas se encuentran en animada conversación tratando el inagotable tema de las tonterías realizadas por el gobernante que sea. Su plática sigue y sigue sin terminar hasta que se presentan una de dos variables exógenas posibles.

Una de ellas puede ser la aparición de una persona adicional que se une al grupo y la otra puede ser el comentario idiota de alguna de las personas, el que deja mudos al resto.

Este es el sinacio inducido y que contrasta con el sinacio espontáneo, que es simplemente un silencio repentino y sorprendente que no tiene causa aparente.

Para profundizar en este tema, se pudo entrevistar al Dr. Luezmindo Do Nascimiento; lo que sigue es un extracto de esa entrevista.

«La verdad es que el sinacio repentino tiene causas desconocidas, en oposición al sinacio inducido, mismo que obedece a la situación en la que se presenta una variable claramente identificable, como una estupidez dicha por alguno de las personas dentro del grupo, lo que causa una conmoción en el resto, misma que produce silencio.

“Digo, todos hemos pasado por esa situación en la que alguien dice, por ejemplo ‘ahora que fuimos a Europa, nos dimos cuenta que allá en Ginebra los suecos no comen picante’. Pero también, el sinacio se presenta cuando hace aparición la persona de la que animadamente se habla, de seguro criticándola; es obvio que en estas circunstancias las personas callen y no den continuidad a la conversación, lo que causa ese período de silencio al que hemos llamado sinacio».

Virifilo

Úsase este nombre para designar a las palabras cuyo significado se desconoce, que se encuentran en las lecturas de libros o revistas, y que a pesar de eso no obstaculizan el entendimiento, al menos general, de lo leído.

El siguiente párrafo, tomado de una obra no publicada de Claudio Godínez Abarca, puede mostrar claramente algunos casos de esta adición al vocabulario cotidiano.

Fue en el momento en el que los nenúfares adostaban la noche alatando formas lóbregas, málidas y cafílicas que Antonio entró en la habitación de Mercedes. Mientras se acercaba a su lecho, dentro de una oscuridad latavia, cantó el viato con su graznido garfo, lo que produjo un estremecimiento viálido en ella.

Movió su cabeza y Antonio pudo así ver los rizos dorados y exíticos sobre la seda estálida del lecho que pronto sería mudo y estacionario, casi, testigo de lo que para él había sido una hebdomadaria existencia hasta ese momento de anticipación lúdrica. Mientras tanto, allá afuera, el viento agitaba el baobab cercano, que parecía ver lo que estaba a punto de ocurrir y moría por hablar con los alerces, los quebrachos y los alfóncigos.

En efecto, a pesar de encontrar palabras desconocidas y quizá acuñadas por el mismo autor, el lector comprende la acción esencial en ese pequeño párrafo: es de noche, ella está dormida y él entra en su habitación con ciertas ilusiones. Los virifilos son, pues, ese extra que el autor pone y su principal arma de estilo.

Sosquillo

Nombre técnico, muy usado en Bahía de Inútil, Chile, para la colocación, empaque y transporte de huevos de gallina, sitio en el que también se han acuñado palabras para designar las partes altas y bajas del sosquillo.

En efecto, se llaman sosquillolactitas a las partes altas del sosquillo y las partes bajas reciben el nombre de sosquillolagmitas.

Las tres palabras, nuevas en el vocabulario cotidiano, han recibido la autorización por parte de The Mecaltiche Group sin que hasta ahora haya habido protestas entre ese país y Bolivia.

Consecuentemente, se tiene con esto, una gran aportación al lenguaje, puesto que así es posible identificar con un nombre propio al genéricamente llamado cartón de huevos o blanquillos.

El sosquillo es pues, ese cartón especial que sirve para proteger a esos productos en su distribución y almacenamiento; y no solo eso, pues así también es posible tener una visión analítica del sosquillo mismo, es decir, de sus partes principales, las altas y las bajas.

Más aún, existe por extensión el sosquillo plástico, que es el que acompaña a muchos refrigeradores desde su origen, ya sea integrado y fijo, o bien removible.

Por último, debe ser mencionado que el ese mismo lugar, Bahía de Inútil, han sido celebradas dos bienales de escultura desde 2008 en las que los artistas participantes expusieron sus obras usando como material principal sosquillos.

La Bienal I del Sosquillo fue ganada por la obra titulada Romeo sin Julieta, de Paavo Gayow; y la bienal II por Tanzdeo López, con su obra, Montón 7, una acumulación de sosquillos sin orden que son arrojados al piso y exhibidos así, sin modificar la colocación física en la que cayeron al piso, lo que ha permitido al artista presentar obras originales en cada una de las seis exhibiciones anteriores en las que ha participado.

Ha dicho ese mismo artista que «mi único objetivo es la búsqueda de originalidad en el arte», lo que ha provocado que él experimente con diversas técnicas, como el arrojar sosquillos desde diversas alturas y en diversas cantidades, lo que en cada ocasión crea una obra original, única e irrepetible.

Fizco

Este es el término correcto de los carros que tienen las luces delanteras mal alineadas, pero que no tiene gran uso en el vocabulario real de las personas en su hablar cotidiano.

Efectivamente, fizco es un término del vocabulario cotidiano cuyo origen es fácilmente identificable, pues proviene de la mezcla un tanto idiota de las palabras, bizco y faro.

Denota así al automóvil que posee faros delanteros mal alineados, lo que es causa de grandes molestias en los demás conductores.

La leyenda

Este estrabismo automovilístico fue identificado por primera vez en 1945 en una casa de la Colonia Roma de la ciudad de México, la que se suponía embrujada por sus vecinos, ya que cada noche exactamente a las once y diez minutos aparecía dentro de ella una extraña luz en sus ventanas.

La leyenda se mantuvo durante meses hasta que uno de los vecinos, de mente científica, descubrió que esa luz era causada por uno de los autobuses que a esa hora pasaba por frente a la casa con un faro tan mal alineado que él tiraba hacia arriba y era capaz de iluminar el techo de la mencionada casa.

Entusiasmado con su descubrimiento, esta persona utilizó por primera vez la palabra fizco cuando explicó la causa de la luz supuestamente sobrenatural. Esto causó una severa protesta por parte del resto de los vecinos quienes prefirieron seguir creyendo la historia de fantasmas.

Egosador

Llámase con este apelativo del nuevo vocabulario cotidiano a la persona que tiene a sí mismo como el centro de toda conversación que sostiene. Para el egosador, nadie más existe fuera de él con la misma categoría o jerarquía, de manera que la manifestación más clara de él es la inclusión de él mismo en toda conversación.

Dentro de la escuela de Silvaplana, Suiza, de Psiquiatría Oculta, este tipo de humano cae dentro de la patología del egoísta, o mejor dicho del ególatra, quien se establece a sí mismo cuando no escucha a quien habla con interés, sino tratando de buscar algo más grande o mejor que le haya sucedido a él o a alguien que él conoce.

Por ejemplo, dentro de la tipología establecida por la Universidad de Raron, Suiza, el egosador es alguien que manifiesta tener una enfermedad aún peor que la que narra alguna persona, que manifiesta haber podido comprar a un precio aún menor al que dice haber obtenido una ganga, que narra un suceso aún peor de quien cuenta una experiencia terrible en un avión.

Derivados de diversos experimentos realizados entre egosadores extremos, conviene citar algunos casos reportados en al Journal of Egocentric and other Extremely Ludicrous Behaviour de la Universidad de Pocotalico, West Virginia, con objeto de clarificar esta tipología del ser humano:

Eso no es nada, yo te podría haber conseguido un precio mucho más bajo que ése. La próxima vez que necesites un coche, no seas idiota y háblame, pues conozco a muchas personas que me pueden hacer un favor. De verdad, creo que pagaste un precio exorbitante. En serio háblame. (reacción de un egosador ante el comentario de una persona que pagó 50 mil dólares por un Mercedes 600).

No, hombre, déjate de eso. Lo que me sucedió a mí es de verdad serio. Resulta que me interné en el hospital por cuestión de un apéndice a punto de reventar y me acabaron operando de las glándulas suprarrenales que estaban infectadas por una nueva bacteria que habían recién descubierto en Puttalam, Sri Lanka, y que podían afectar mis funciones neuronales primarias. (reacción de un egosador ante el comentario de una persona que se salvó del ébola mientras viajaba en Africa).

No, pero pon atención, porque yo una vez iba a París en primera clase porque tengo un amigo que me regaló su boleto, ya que él no podía ir porque resultó que una de las actrices con las que se había acostado resultó embarazada… En fin, que llegando a París, el piloto nos dice que no sirve el tren de aterrizaje, que un motor está fallando y que en la cocina de primera clase hay fuego. El susto fue horripilante, tanto que la aerolínea nos regaló a todos tres días de estancia en esa ciudad, además de una caja de coñac XO. (reacción de un egosador ante el comentario de una persona que sufrió un secuestro aéreo que lo obligó a viajar a Entebe).


[Actualización última: 2023-03]

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Más de cuatro décadas de escribir columnas de opinión y análisis políticos en periódicos y en línea. Autor de tres libros.