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Introducción

No es la primera vez que lo escucho. Ni será la última. Fue un padre de familia y su selección de escuela para sus hijos. Quería una buena escuela, con estándares altos.

Pero también, una educación laica. Una en la que no se enseñara religión, ningún dogma. Prefería, obviamente, que sus hijos «no supieran nada de esas cosas ahora a su edad y hasta que fuesen grandes que ellos decidieran».

La decisión es digna de examinar, especialmente en su lógica. Quiéralo o no, los hijos de esa persona recibirán educación religiosa. No lo podrán evitar.

Educación laica, otra religión

El punto es simple. Simple y lógico. Una escuela que no enseña religión, por ejemplo, la Católica, o la Judía, de cualquier manera enseña religión, otra religión.

No puede evitarlo. Una de las consecuencias de la educación incompleta. Quitar el currículo religioso es una manera de poner otro currículo religioso. Un currículo que tiene sus creencias.

Un autor, Budziszewski, J., en su libro What We Can’t Not Know: A Guide, ha hecho una lista de las creencias religiosas que se encuentran en las escuelas que no enseñan religión y que resumo a mi modo.

El credo de la educación laica

• Cree que no es importante para ningún niño el conocer algo sobre Dios. Los niños, se piensa, están en una posición mejor si nada conocen de Dios.

• Cree que las preguntas y dudas que los niños tengan acerca de Dios no merecen atención alguna. La curiosidad del niño sobre Dios no debe ser satisfecha.

• Cree que los padres y los profesores nada saben de Dios que sea digno de ser compartido con los niños. Una especie de intención para continuar ignorando el tema de manera intergeneracional. Lo que los adultos piensen de Dios simplemente no tiene importancia.

• Cree que, del otro lado, Dios tampoco tiene importancia. Debe, por tanto, ser tratado, como un tema de ínfima prioridad y sin impacto alguno.

• Cree que si acaso hay inquietudes espirituales, ellas encuentran una respuesta en cualquier explicación que no sea Dios mismo.

📌 Es decir, al final de cuentas, la educación laica tiene una serie de creencias que forma un credo religioso. Uno que juzga falsos a todos los demás credos religiosos. Esta es la razón por la que realmente no puede existir una educación laica, sin religión. O se enseña un credo o se enseña otro.

Regresando a la educación laica deseada por un padre

Si ese padre de familia cree que en una escuela laica no se les enseñara religión alguna, se equivoca de cabo a rabo. Se les enseñará ese credo, esas creencias sobre Dios. Una educación incompleta, la que por ignorar a la religión tiene consecuencias, las de enseñar otra religión.

📌 Si se diera cuenta de la realidad, vería que en realidad su decisión es la de qué religión se le enseñará a sus hijos. No decide entre religión y no-religión, sino entre dos religiones o dogmas.

Debo hacer notar que hasta aquí no he hecho una apología de la educación religiosa. No he dicho que las escuelas deben tener educación religiosa. Tampoco que ellas no deben tenerla.

Lo único que he dicho es que de una manera o de otra, las escuelas siempre tienen alguna modalidad de instrucción religiosa. Incluso la educación laica.

Por ejemplo, en México

En México, por ejemplo, la constitución establece que la educación debe ser laica y eso se cumple en las escuelas públicas. La realidad es que en esas escuelas públicas sí se tiene una instrucción religiosa y no es una educación tan laica como pretende serlo.

La educación laica que ellas dan a los alumnos tiene también sus creencias religiosas: un credo religioso que supone que los demás credos son falsos o no importan.

Ahora es cuando las cosas se ponen interesantes. Después de apuntar lo obvio de que en realidad no puede existir una enseñanza sin creencias acerca de Dios, queda por explorar otro campo conectado con este.

¿Cuál de esas opciones es la mejor, la educación con religión o laica?

Me parece que una respuesta razonable estará influida por la noción de la amplitud de la educación. Es decir, la educación que incluye aspectos religiosos será más completa que la que no los incluye.

Pero no solo eso. Al rechazar los aspectos religiosos también se ponen de lado los aspectos espirituales, volviendo a la educación una enseñanza meramente materialista e incompleta.

Una enseñanza que descuida a la filosofía de la vida, a la razón de nuestra existencia, a todo eso que forma las interrogantes mayores de nuestra existencia.

Una educación que hace que el alumno permanezca ignorante en los terrenos más importantes de su vida, me parece que comete una falla en extremos seria, la más seria de todas, el ser incompleta.

No creo que ese padre de familia realmente se dé cuenta de esa falla en la educación laica que prefiere para sus hijos.

Pero menos se da aún cuenta de que esa educación religiosa que trata de evitar para sus hijos en la escuela, también se da en casa. Principalmente en casa, aunque él no lo quiera.

Ahora, un «científico» habla

«Solamente puedo creer lo que observo», me dijo una persona que se las daba de tener una mente puramente científica. Continuó, «No creo en nada que no pueda verse, escucharse, tocarse, medirse y comprobarse científicamente». 

Su posición era severa y fuerte, la que lo llevó a rechazar totalmente todo lo que no fuera «científico, para así conocer las causas de las cosas». ¿Educación laica o religiosa?

Tiene su punto la persona, pero si lleva su posición al extremo va a enfrentar problemas. Conforme uno profundiza buscando explicaciones, uno también se aleja de lo observable por la ciencia. 

Un filósofo ha explicado bien este tema (la larga cita es merecida; negritas mías):

«Primero, que la búsqueda de causas involucra una búsqueda de leyes. En segundo lugar, que las leyes son declaraciones de probabilidad. Tercero, que las leyes se explican a través de leyes más amplias y más generales. En cuarto lugar, que por mucho que investiguemos las causas de algo, siempre podemos ir más lejos. Y, finalmente, que cuanto más nos alejamos, más alejados nos encontramos del mundo de la observación». Scruton, Roger. An Intelligent Person’s Guide to Philosophy (p. 17). Penguin Publishing Group. Kindle Edition.  Mi traducción.

La clave es eso de que «por mucho que investiguemos las causas de algo, siempre podemos ir más lejos; y, finalmente, que cuanto más nos alejamos, más alejados nos encontramos del mundo de la observación».

La educación a medias, laica e incompleta, no puede alejarse mucho de lo tangible y observable. Es una de las consecuencias inevitables de la educación laica.

Podemos conocer las causas de la lluvia, pero conocer las causas de la vida misma ya son cosas muy alejadas del terreno de lo medible y observable. 

¿Por qué existimos? La pregunta busca conocer causas, pero ellas ya no son las que provee el conocimiento de funcionamiento del aparato circulatorio de nuestro cuerpo.

Se parece algo a las preguntas que hace uno niño. «¿Por qué esto y lo otro?» en una cadena que no tiene fin aparente. 

Con facilidad puede saberse lo que causa que un avión vuele porque es una explicación cercana, observable. Pero responder a «¿por qué existo?» ya tiene dificultades porque es una explicación lejana, no observable por los sentidos.

Globo de ideas relacionadas

La idea de la columna se asocia con otras, como el por qué la Filosofía molesta tanto y la de ser ella un deporte extremo necesario.

Más, claramente, la influencia religiosa en la conducta humana, el dilema de la educación dogmática, los argumentos contra la religión y la relación entre conducta y religión.

Se enlaza con las constantes humanas universales, los sustitutos de Dios y la idea de la existencia de un Ser Supremo.

Más las tesis de la debilidad moral de las sociedades occidentales y del lamentable estado moral de hoy.

Incluyendo el concepto del subjetivismo moral, laicismo y secularismo.

Conclusión

La educación sin religión, que es incompleta, pone toda la atención en las explicaciones cercanas e ignora las lejanas. Dedica todo el entendimiento a lo material y descuida lo intangible.

Los más grandes expertos en lo científico y tecnológico, acaban siendo ingenuos e ignorantes en lo espiritual.

Este es el real asunto, educación con o sin religión. Y es mejor la educación con religión.

Un descuido importante de nuestra educación y que produce una educación a medias, incompleta. Y que ha tomado como principio la duda que desprecia a lo espiritual.

Esta es una de las consecuencias de la educación laica incompleta: la cómoda salida del relativismo y que consiste en renunciar a la razón en los terrenos donde ella más importa.

«Solamente puedo creer lo que observo». La persona resumió admirablemente la educación sin religión que se recibe, la que, creyéndose completa y absoluta, tiene la arrogancia de creerse también el límite del mundo.

«Si no puede observarse, entonces no existe», parecen razonar. Otra religión y otro dogma.

En fin, solamente quise anotar uno de los rasgos de nuestros tiempos, la educación sin religión. La que produce la idea equivocada de que solo somos materia.


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[Actualización última: 2023-07]