Su definición, elementos e interpretaciones. Un concepto de significado diverso e interpretaciones variadas que surge debido a la multiplicidad de opiniones, estilos de vida y creencias de personas que conviven en las sociedades actuales. ¿Qué es pluralismo?

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Introducción

El tema general de pluralismo es parte del paisaje retórico usual de la política y la cultura. Se relaciona íntimamente con otros conceptos. Por ejemplo, con la tolerancia y el multiculturalismo.

Su origen es la realidad actual de comunidades y sociedades con culturas heterogéneas y diversas con diferentes creencias, etnias, religiones, nacionalidades. Frente a la sociedad culturalmente homogénea, la diversidad cultural de las comunidades actuales requiere el uso de ideas como ‘pluralismo’.

Una parte de la obra de Budziszewski examina ese concepto. En él se muestran dos puntos centrales.

Primero, las diferentes maneras en las que la ‘pluralidad’ puede ser entendida. Y, lo más importante, la realidad inevitable de que el pluralismo solo puede sobrevivir cuando no llega al extremo de anular las reglas morales iguales para todos.


El libro dende se encontró esta idea es el de J. Budziszewski, Natural Law for Lawyers, ACW Press, 2006.


📍 Conectadas íntimamente con el pluralismo cultural se encuentran otras ideas como los riesgos que presenta la tolerancia y sus efectos potencialmente negativos en la libertad de expresión. Todo esto hace surgir la idea de ponerle límites a la tolerancia.

¿Qué es pluralismo?

Como muchos otros términos vagos, de uso frecuente y parte del vocabulario del activista, el pluralismo cultural y la pluralidad política tienen significados variables. Esta es la primera aportación del autor, el analizar las tres posibles maneras de ser entendido y usado.

Significado común

Es el de una comunidad plural como se trató originalmente bajo la perspectiva del Derecho Natural. Es el simple reconocimiento de la individualidad humana.

Una sociedad no es una entidad simple formada por personas. Es una sociedad de sociedades, una «comunidad de comunidades». En ella hay grupos sociales, asociaciones, vecinos, empresas, clubes, amigos, iglesias que son partes de la sociedad.

El ser humano no vive solamente en una sociedad, vive dentro de esa complicada red de asociaciones formales e informales, donde ellas coexisten y cooperan para una vida en común.

Este es el pluralismo sencillo que se acepta en toda sociedad compleja y numerosa, en la que necesariamente conviven infinidad de personas pertenecientes a grupos diferentes. Basta pensar en la idea del cosmopolitismo para entender la complejidad de la sociedad de convivencia.

📌 El punto central está en las palabras ‘convivir’, ‘coexistir’ y ‘cooperar’. ¿Qué se necesita para eso? La respuesta es lógica: se necesitan algunas pocas reglas de convivencias que todos acepten a pesar de su pluralidad.

Variedad de opiniones y formas de vida

En este otro significado se añade a lo anterior otra realidad. La sociedad no es solamente esa muy compleja estructura de asociaciones formales e informales muy diferentes y a las que pertenecen las personas.

El pluralismo también reconoce la diversidad personal. Las personas varían mucho en cuanto a sus opiniones, creencias y capacidades. Tienen diversas formas de vida y de pensar. Siendo libres, no pueden estandarizarse ni ser iguales.

Los seres humanos son realmente muy diferentes, piensan diferente y opinan diferente. Basta ver las conductas de ellos durante las elecciones en una democracia: las diferencias partidarias, el fanatismo de algunos y el abstencionismo de otros. La diversidad política, cultural, religiosa son manifestación del pluralismo.

📌 En este segundo sentido del significado de pluralidad se mantiene la conclusión anterior. Se reconoce la enorme diversidad de personas y la realidad de su ‘convivir’, ‘coexistir’ y ‘cooperar’. Y, de nuevo, eso hace necesaria la existencia de reglas del juego de la convivencia si ella quiere mantenerse.

Las diferencias, para ser fructíferas, necesitan reglas que las normen y regulen. Principios de tipo moral que todos o casi todos acepten a pesar de sus diferencias. Deben aceptarse cosas como decir la verdad, tratarse con justicia y evitar la violencia. La Regla de Oro muestra una de esas ideas que deben tener aceptación general.

Pluralismo tolerante

Este es el tercero de los significados que se aplica al término ‘pluralismo’. En esta interpretación se solicita que la diversidad y las diferencias expresadas en los dos significados anteriores sean toleradas y no suprimidas.

¿La petición de pluralismo tolerante significa que ya no se necesitan las reglas morales que permiten su supervivencia? ¿Nos quitamos de encima a esas normas que permiten ‘convivir’, ‘coexistir’ y ‘cooperar’?

La realidad es que el pluralismo tolerante tampoco puede sostenerse sin principios de convivencia. Incluso el más férreo de los defensores de la tolerancia, dice el autor, no aceptará que todo, absolutamente todo, debe ser tolerado.

Puede tolerarse una religión falsa, un film pornográfico, un exhibición de arte de mal gusto y las críticas de ideologías. Pero eso no lleva a la tolerancia de robos, asesinatos, o violaciones. Es decir, también aquí hay una necesidad de un marco moral que distinga entre lo que debe ser tolerado o no.

📌 También este significado de pluralismo necesita reglas morales, principios que sirvan para lograr la convivencia de todos y permitan diferenciar entre las cosas que admiten ser toleradas y las que deben ser prohibidas.

Pluralismo y moral

Los tres significados anteriores tienen una cosa en común: su necesidad de normas que definan a lo bueno y a lo malo. No hay escapatoria. Si alguien piensa que el pluralismo tolerante es una manera de huir de la moral, está equivocado.

Las ideas de ‘convivir’, ‘coexistir’ y ‘cooperar’ necesitan algunas reglas de convivencia que todos acepten a pesar de su pluralidad.

La idea de la enorme diversidad de personas y la realidad de su convivencia hace necesaria la existencia de reglas de juego si ella quiere mantenerse.

El pluralismo tolerante necesita reglas morales, principios que sirvan para diferenciar entre las cosas que admiten ser toleradas y las que deben ser prohibidas.

📍 Pero sobre todo, la dimensión moral del pluralismo conduce a otros asuntos como el relativismo cultural y el moral. Como también a la mentalidad posmoderna, a la idea de las guerras culturales y la polarización social.

Conclusión

Dos puntos centrales han sido tratados.

Primero, el pluralismo en general, cultural, político o de otra clase tiene al menos tres formas de ser entendido. Como una diversidad de asociaciones sociales de todo tipo, como una variedad de personas y como una solicitud de tolerancia entre personas diferentes de distintas asociaciones.

Segundo, en esas acepciones que tiene el termino hay necesidad de guías morales que todos o la inmensa mayoría acepten para que sobreviva el pluralismo. Normas como las mencionadas, decir la verdad, tratarse con justicia, evitar la violencia y no hacer a otros lo que uno no desea que le hagan a uno.

Incluso con el pluralismo tolerante son requeridas esas reglas, pues ellas son necesarias para separar a lo que debe ser tolerado de lo que no. No hay manera de que el pluralismo se deshaga de los asuntos morales y virtudes como la prudencia.


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