Es como un síndrome de inmediatez y urgencia imprudente. Una manera de tomar decisiones que lleva a errores especialmente graves de gobierno. Son las decisiones políticas precipitadas. Esas que se toman sin pensar en medios ni consecuencias.

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Introducción

Bastiat trató este asunto general cuando habló de las cosas que se ven y que no se ven. Los buenos economistas, y los buenos políticos, son esos que ven los resultados no inmediatos y amplios de sus acciones. Se han tomado el tiempo para pensar antes de actuar.

Claramente quien toma decisiones precipitadas sufre este trastorno de la inmediatez de resultados no es un buen economista, ni un buen gobernante. Es una manera equivocada de hacer las cosas y que justifica las decisiones en muchas buenas intenciones y poco caso a los efectos de ellas.

Las decisiones políticas precipitadas

Consiste en la toma de decisiones gubernamentales que privilegian obtener resultados visibles, inestables y de corto plazo, sobre resultados estables que se percibirán en el largo plazo.

Algo que favorece a los radicales, que son los únicos a quienes acomoda la celeridad sin necesidad de reflexión. Y perjudica a los moderados, siempre más dispuestos a la reflexión y menos a la urgencia activista.

Es una sensación de prisa y apremio de tal intensidad política que hace aceptable a cualquier iniciativa, la que sea. Ese estado de furor impaciente que vuelve aceptable a todo, así sea lo menos ponderado.

Lo vital ya no es reflexionar sino hacer, cuanto más pronto, mejor. Lo que antes habría sido impensable ahora se torna deseable inmediatamente si da resultados visibles de corto plazo.

Sucede en todas partes

Un autor ha comentado esto en el caso del ascenso al poder de los bolcheviques:

«Las pancartas del partido leninista: “Lo más importante, atacar al enemigo”, “Veremos qué pasa”, y “Las cosas no podrían ser peores”, suman la sabiduría popular que guió a millones de personas a confiar en las promesas bolcheviques». Khlevniuk, Oleg V.. Stalin: New Biography of a Dictator (p. 37). Yale University Press. Mi traducción. 

Si el gobernante tiene una teoría que todo lo explica es natural que siente el deber de implantarla de inmediato, con prisa y ahora mismo. Toda su atención estará puesta en el plazo corto.

La Marea Roja en favor de la Revolución Bolivariana toma Caracas - Hugo Chávez vive en nuestros corazones y en nuestros cerebros siempre«Hugo Chávez» by Antonio Marín Segovia is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Características de las decisiones políticas precipitadas

Esta columna propone la existencia de un proceso de toma de decisiones que es muy característico de los gobernantes. Actúan ellos con decisiones rápidas, inmediatas que están más basadas en sentimientos que en la solidez de un análisis.

Estas son algunas de las características de ese tipo de decisión urgente y débil.

  • Más sentimientos y pasiones que razonamientos, juicio crítico y análisis.
  • Mayor énfasis en los efectos visibles de corto plazo que en las consecuencias de largo plazo.
  • Orientadas más al beneficio del gobernante que al bien común.
  • Sustentadas más en sesgos ideológicos que en análisis objetivos.
  • Justificadas más con buenos deseos que con realidades y experiencias.
  • Más destinadas a beneficio de grupos concretos que a la sociedad en general.
  • Tomadas con prisa y urgencia a pesar de necesitar tiempo de estudio y consulta.

El problema real

📌 La clave del tema es el obvio: decisiones tomadas con descuido e imprudencia es muy probable que sean erróneas y el impacto de un error de gobierno afecta a todo un país, el bienestar de millones.

En breve, las decisiones precipitadas que son abundantes en la política, se toman ignorando (1) la realidad, (2) la experiencia, (3) el largo plazo y (4) el efecto en toda la sociedad. Eso es consecuencia de la celeridad con la que se toman, la que es más propia de tipos de régimen político que son de personalismo político.

Donde las decisiones de gobierno sean más centralizadas y menos sujetas a ser discutidas y examinadas, allí se tomarán más decisiones precipitadas e imprudentes. Esto hace razonable predecir que un gobierno de tipo centralizado y personalista, dominado por un líder, produzca menos progreso que un gobierno descentralizado e institucional.

Globo de ideas afines

El tema de malas decisiones de gobierno, por causa de la imprudente manera en la que se suelen tomar, lleva a asuntos relacionados con la concentración de demasiado poder político.

Por ejemplo: el poder embrutece, solipsismo y cómo afecta al poderoso, los mundos virtuales del político, romanticismo político y el poder crea fantasías.

También lleva a los conceptos de tirano y tiranía, despotismo ilustrado, presidencialismo, opresión política y totalitarismo. Y, por supuesto a la tentación del totalitarismo.

Más ¿qué es sabiduría?, los ejercicios mentales y el conocimiento político.

El futuro de generaciones pasadas

Si el presente está cimentado en los resultados de conductas pasadas con resultados futuros de largo plazo, eso significa que el presente próspero que vivimos no ha sido creado realmente por nosotros, sino por quienes nos han precedido.

Eso es lo que plantea la pregunta. ¿Qué futuro tendrán aquellos que nos sigan si nuestras conductas ahora mismo no tienen buenos resultados en el plazo largo? 

Sí, la política de urgencia extrema tiene consecuencias y ellas no son buenas. Un fenómeno de embrutecimiento gubernamental y uno de los efectos que tiene el tirano gobernante con una teoría del todo.


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