Es el empleo de la razón de la habilidad para pensar. Y de ese pensamiento poder crear ideas más o menos razonables. Así como se cultiva tanto el ejercicio físico, no será en nada mal recomendar el entrenamiento la otra parte de la naturaleza humana. Los ejercicios mentales.
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Introducción
La propuesta de la columna es simple. No será improductivo entrenar y ejercitar las habilidades del pensamiento y la razón. Es decir, realizar ejercicios mentales no diferentes en realidad a los físicos. Si se quiere tener un cuerpo sano, con mayor razón debe desearse una mente sana.
📍 Es un tema relacionado con el significado de la educación, con la pregunta más humana que existe, ponerse a pensar y los peligros de la educación incompleta.
Ejercicios mentales: algunos casos
Lo que sigue es el resultado de varias conversaciones, intercambios de ideas, lecturas y, por supuesto, ejercicios mentales que produjeron estas ideas.
Liberalismo y socialismo
Los liberales que solo defienden a la libertad económica, sin pensar en nada más, se parecen a los socialistas que defienden al intervencionismo económico y solo eso. Deben ambos entender que la vida humana es mucho más que libres mercados y estado de bienestar o intervencionismo económico.
Aunque es verdad que los mercados libres son congruentes con la libertad política y que el estado de bienestar, mientras duren sus recursos, cría ciudadanos irresponsables y pedigüeños que no sabrían vivir en libertad, el punto es uno de amplitud humana.
📌 Es necesario ir más allá de las políticas económicas socialistas o liberales para atender a la totalidad de la naturaleza humana, no solamente a la temática de la Economía. Es decir, debe considerarse también la faceta espiritual o inmaterial de las personas. No hacerlo es un error grave según este ejercicio mental.
Peligro político constante
Las naciones siempre están en peligro, siempre. Es el riesgo de que llegue al poder algún líder, lo suficientemente soberbio y trastornado como para ver al país como una sociedad que tiene un propósito al que solo él puede conducirla.
Puede ser una sociedad igualitaria, una más grande y próspera, una moralmente buena, étnicamente pura, justa e incluyente. Cualquier objetivo nacional para todos y que es un instrumento que da entrada al líder que persuada al número mínimo requerido para ascender al poder.
Es que la sociedad, la nación, no tiene objetivos de esa naturaleza. Solo posee propósitos personales, fines individuales, que dentro de esa nación son posibles de lograr. El único objetivo nacional es crear y mantener un régimen dentro en el que las personas pueden lo más libremente posible realizar sus propias vidas.
📌 Este ejercicio mental puso sobre la mesa dos cosas. Primero, el eterno riesgo de llevar al poder a un trastornado con su idea de una utopía que él implantará. Segundo, la razón de ser de los gobiernos es solamente crear las condiciones de seguridad para que las personas trabajen para lograr sus propios proyectos personales.
Educación pública
La educación pública no es en realidad ‘pública’ en el sentido de ser propiedad de toda la gente. Es estatal y será usada para propósitos estatales. Es como tener a los gobernantes como profesores, adoctrinando a sus alumnos con sus ideas políticas. No es educación, es adoctrinamiento estatal.
La educación pública no es ‘pública’ ni es ‘educación’, cuando se usa con propósitos políticos, como la igualdad, la tolerancia y la inclusión, o cualquier otra moda ideológica en boga.
El propósito de la educación es ese, educar, lograr conocimiento por el conocimiento mismo, sin necesidad de una utilidad inmediata.
La «identificación ideológica» está cada vez más sirviendo para lograr la identificación personal, lo que impide el sentido de pertenencia a la comunidad, como lo ilustra el síndrome de las naciones divididas en, por ejemplo, partidarios de la libertad religiosa y proponentes de teocracias.
O entre progresistas y conservadores, lo que en general hace perder respeto a las instituciones y las leyes, que se ven como obstáculos en la carrera por implantar la ideología de cada grupo y produce una polarización social considerable.
Especialmente cuando se confunde desigualdad con pobreza y circunstancias personales con injusticia, que son desbarajustes mentales que llevan a políticas gubernamentales desconcertadas, que se justifican solamente por sus fines.
📌 Este ejercicio mental propuso una advertencia seria: la educación pública es una herramienta que siempre está en riesgo de ser usada para conveniencia del gobernante y las creencias que este crea que debe ser asimiladas por los niños. Es un caso de intervencionismo moral.
Cosmos cortos
Es de simple sentido común y producto de otro ejercicio mental. Quizá por eso, sea ignorado con frecuencia. Es el fenómeno de la especialización desviada.
Consiste en la fuga de un campo de especialización en el que se es experto y sobre el que puede hablarse con autoridad, a otro en el que no se es experto pero acerca del que se cree poder también con autoridad.
Un ejemplo extremo
La persona A experta en Sonoquímica tiene autoridad para hablar acerca de ese campo; sus opiniones, suponemos, tienen valor y credibilidad y, es más, la persona es célebre en el mundo por ser la que más sabe de eso. Hasta ha ganado, imaginemos, un Premio Nobel.
La persona A sale ahora de su especialidad y se adentra, digamos, en el campo de la Etología Clínica; o de la Metafísica. Es obvio que la persona A no puede opinar acerca de estos campos con la autoridad que usa en su especialidad.
Es difícil, por ejemplo, que un célebre cantante de rock pueda ser llamado a una conferencia de profesionales en Teoría de Precios. O que un gran escritor de famosas novelas pueda escribir un libro sobre Teología.
Casos
En mi experiencia he encontrado que la gente que especializada en comunicaciones piensa que su especialidad es nueva. Me refiero a campos como publicidad, medios masivos, relaciones públicas, marketing, periodismo y todo eso que se engloba en «comunicaciones».
Suele sorprenderles que su supuesta especialidad moderna no lo es en realidad. Tiene antecedentes muy claros unos cuatro o cinco siglos antes de Cristo en Sicilia. Fue un producto de la necesidad de persuadir a los jueces acerca del reclamo de sus propiedades.
Eso se desarrolló, pasó a Atenas y se convirtió en lo que conocemos como Retórica, el arte y habilidad de persuadir.
Donde cuentan las palabras, las frases, las figuras del lenguaje, la corrección y el estilo. No interesa aquí tanto la verdad como la persuasión y se dirige más a una audiencia común que a una de expertos.
Busca crear una actitud favorable hacia la opinión que se propone, en mucho usando emociones y buscando una inspiración a actuar, usando también algún proceso de razonamiento.
En fin, si usted examina los principios de la Retórica, como fue enseñada en esos tiempos, se sorprenderá de lo similares que son ellos a lo que se enseña en Comunicaciones actualmente. Es esta similitud la que le muestra su entrada a la Filosofía al alumno de esa especialidad. Y lo enriquece.
Cosmos y especialistas
No es malo ser una especialista. No es negativo ser un experto en una especialidad. Al contrario. Sin embargo, hay algo de lo que la persona carece cuando se queda dentro de su cosmos corto y no sale a disfrutar de lo que existe fuera de él.
Es como vivir dentro de una casa, amplia, bella, segura, sin salir de ella por voluntad propia, dejando de conocer lo que existe afuera.
Es como dejar de viajar y conocer otras partes. Como no conocer otras personas, otros platillos. Eso es lo que no debe hacer el especialista. Si sale, eso le producirá respeto hacia otros conocimientos. Es decir, debe hacer ejercicios mentales fuera de su campo.
Quizá así, el celebre cantautor ya no se arriesgue a emitir opiniones como si supiera mucho de Teoría Monetaria. Pero, sobre todo, se enriquecerá y será más completo.
Recuerdo un caso llamativo. El de un publicista, hace muchos años, aficionado a la música clásica y a la ópera. Era él una persona más completa que la mayoría de sus colegas y llegaba a pensamientos llamativos usando las historias, los personajes y la música de cada ópera.
Y quizá el corto cosmos de la especialización sea producto de una educación que ha ignorado la preparación básica de la mente para conocer, para razonar, para expresarse y para comunicarse.
Sin eso, sin Filosofía, las personas se aíslan en pequeños cosmos cortos de especialización que les hacen suponer que su cosmos es el mundo total.
[La historia de la Retórica la tomé de la obra de Sister Miriam Joseph, The Trivium: The Liberal Arts of Logic, Grammar, and Rhetoric.]
«Habla razones a un tonto y será él quien te llame tonto»
— Eurípides
Ejercicios mentales y temas centrales
Lo anterior muestra la negligencia con la que son tratados los asuntos más vitales de la sociedad y el gobierno, cuando se dejan de realizar ejercicios mentales. La idea general sobre ellos lleva a cosas como crucigramas y similares, a leer y demás. No está mal.
Lo que quiere proponer esta columna es ir más allá y hacer que los ejercicios mentales incluyan el crear ideas, es decir, sacar conclusiones de la realidad que nos rodea. Por ejemplo, acerca de cómo funciona la Economía, o qué puede concluirse de lo que se observa en la Política cotidiana.
Los ejercicios mentales pueden ser individuales aunque resultan más enriquecedores en compañía de otros que tengan la misma inquietud. Sin dejar de reconocer las dificultades de debates y diálogos, y aceptando que debe uno ser guiado por el sesgo de la verdad y con una siquiera inicial idea acerca de las falacias.
Se trata de aprender a pensar con lógica y sentido común, dejando atrás prejuicios, pero con escepticismo sano y buena curiosidad intelectual. No se trata de ganar discusiones, sino de aprender más creando opiniones razonables que puedan defenderse. Con una culminación en eso que se ha llamado el método socrático.
Conclusión
La columna ha propuesto la idea de ejercicios mentales comprendidos como una gimnasia del razonamiento que lleva a sacar conclusiones y crear ideas partiendo de la realidad observable por la persona. Por ejemplo, razonar acerca de la conducta del criminal y destacar su toma de decisiones. O las razones por las que la corrupción varia entre países y las variables asociadas con ella.
Del otro lado, eso aleja de los clisés, las frases hechas y lo políticamente correcto. Y asimismo, acerca a las posibilidades de hacer enemigos y pasar por situaciones escasamente cómodas.
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