Ella tiene necesidades para poder implantarse y funcionar adecuadamente. No es perfecta, pero sin esas condiciones, no funcionará y no será una democracia exitosa. Los requisitos y condiciones para la democracia.

La democracia es compleja y requiere condiciones específicas. Según Novak y Weigel, necesita verdad como base del debate, una oposición leal dispuesta a cooperar y ceder y mecanismos para evitar la tiranía de la mayoría (como la multiplicidad de intereses y la república).

Es crucial distinguir entre licencia y libertad responsable, y aceptar la falibilidad humana, limitando el poder gubernamental. Finalmente, una democracia exitosa no es neutral; debe sustentarse en valores, especialmente la dignidad humana, para no degenerar en un totalitarismo sutil que resuelva los conflictos por la fuerza.

11 minutos

Novak: requisitos y condiciones de la democracia

El éxito de un régimen democrático depende de ciertos requerimientos y necesidades propias de ella. Para conocer los requisitos, las condiciones de la democracia y los valores de la democracia, resultan de gran ayuda dos libros. Primero, el de M. Novak.


📕 La idea sobre las condiciones y requsitos de la democracia fue tomada de Novak, Michael, The Universal Hunger For Liberty. New York. Basic Books, pp. 162-165.


Democracia: sencillez aparente, complejidad real

Inicia el autor con un comentario básico. Suele verse a la democracia como algo natural, lógicamente adaptado a la naturaleza humana.

📌 Es una comprensión simple de la democracia, pero sus instituciones y arreglos son complejos. Fueron descubiertos por ensayo-error a través de mucho tiempo. La democracia puede engañar apareciendo como algo intuitivo, sin requisitos, pero no lo es.

Es lo opuesto en realidad. Las ideas detrás de la democracia han sido descubiertas experimentalmente, por medio de la práctica y la experiencia. Ideas como la de la separación de los poderes fueron descubiertas con esfuerzo, cometiendo antes errores costosos.

Las necesidades, condiciones y requisitos esenciales de la democracia son muchas. Aquí se examinarán algunas de ellas, las más esenciales.


«Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente?»

Jorge Luis Borges

Condiciones y requisitos de la democracia

1. La democracia necesita a la verdad

Es una idea subyacente a la práctica de los argumentos amables y al examen de las evidencias en las discusiones democráticas. La verdad existe. Ella es independiente y real.

Sin la verdad, toda argumentación, juicio crítico y discusión se llevaría al nivel del poder la fuerza y la imposición. La democracia exitosa, necesariamente, supone que existe una verdad que es posible de conocer.

Contra esta idea se encuentran las propuestas relativistas y que no son serias en el fondo. Los relativistas sostienen la verdad absoluta de sus ideas relativas y eso es una contradicción lógica.

Las discusiones democráticas están sustentadas en argumentaciones, acuerdos, discusiones, entre personas, que obligadamente presuponen que existe una verdad. Si se niega la existencia de esa verdad, el único camino que queda es la imposición por la fuerza de la voluntad de una de las partes.

2. La democracia necesita a la oposición leal

Dentro de una democracia existen personas en posiciones opuestas, con desacuerdos y en rivalidad. Y ellas deben cooperar para el avance estable y el progreso, sin importar qué partido está en el poder.

Aquí se encuentra la idea de acuerdos, transigencia, concesión, soluciones negociadas. La oposición leal es la segunda de las condiciones de la democracia para ser exitosa. Es un concepto complejo que contiene dos partes. Al mismo tiempo que reconoce la lealtad a las ideas propias, acepta que no todo puede ser impuesto ni demandado.

En las negociaciones exitosas, las partes deben ganar un poco y ceder un poco. Es la oposición leal la que está dispuesta a ceder sin intentar ganarlo todo, para avanzar en lo general.

Incluye la habilidad de construcción de coaliciones. Es decir, la formación de mayorías construidas con minorías cambiantes, sean de corto o largo plazo. En mucho esto es la responsabilidad de los partidos políticos.

3. La democracia necesita evitar a la tiranía de la mayoría

Un sistema democrático escasamente formado tiene el peligro de la tiranía de la mayoría.

Esa tiranía se combate multiplicando el número de intereses en la sociedad, especialmente los económicos, para que actúen como pesos y contrapesos. Otra de las condiciones de la democracia exitosa.

La multiplicidad de intereses ayuda a la formación de intereses diversos que no son mayoría y desarrolla la habilidad para formar una coalición con respecto a algún asunto, y otra distinta para otro.

Es una manera de lograr la costumbre de la cooperación mutua cuando los intereses coincidan, sin la costumbre de detener los avances por tratar de imponer la voluntad total de una de las partes.

Es el quitar la idea de «todo o nada» y así convencer con la costumbre de las concesiones mutuas. El mismo apetito competitivo, dice Novak, ayuda a lograr la cooperación.

4. La democracia necesita distinguir entre licencia y libertad

Otro de los requisitos de la democracia exitosa es la distinción entre la licencia y la libertad.

Entendiendo a la licencia como la libertad de seguir la voluntad de los instintos haciendo lo que la persona desea, Y la libertad, como el hacer lo que después de reflexionar se piensa que es lo que debe hacerse.

Desde luego, incluye la noción de una conducta responsable de las decisiones tomadas.

5. La democracia necesita aceptar la falibilidad humana

Debe reconocerse que la democracia no es un sistema que erradique el mal de la naturaleza humana, Lo que la democracia exitosa produce por medio de sus pesos y contrapesos, de su separación de poderes y de su idea de gobierno limitado, es limitar los efectos de esa imperfección humana.

Esas condiciones de la democracia están para evitar los grandes males y mitigar los males menores. Corroboran la tantas veces dicha frase de que la democracia es el peor de los sistemas políticos, con excepción de todos los demás.

La perfección no es una opción en la sociedad y tratar de alcanzarla producirá más males que bienes.

6. La democracia necesita a la república

Hay dos principios a considerar en esta condición de la democracia. El principio democrático establece el principio de mayoría.

Pero el principio republicano establece por otro lado, una verificación limitante a la voluntad popular por medio de la elección de un pequeño cuerpo de representantes, a su vez verificados por elecciones.

Cuando la democracia se entiende sin ese principio republicano, ella puede convertirse en la tiranía de la mayoría. Por causa de carecer del freno de sus representantes, y ser peor que la dictadura de una persona.

Son estos los pesos y contrapesos de la democracia exitosa en contra de las mayorías potenciales, como unos centinelas de la democracia.


«Los hombres están calificados para la libertad civil en proporción exacta a su disposición a poner cadenas morales a sus propios apetitos… Está ordenado en la constitución eterna de las cosas que los hombres de mente intemperante no pueden ser libres. Sus pasiones forjan sus cadenas».

— Edmund Burke

Weigel: los valores de la democracia

Después de examinar las condiciones y requisitos de la democracia, ahora se va algo más a fondo, a sus valores. Para esto se expone la idea del libro de Weigel


📕 La idea sobre los valores de la democracia fue encontrada en Weigel, George, The Truth Of Catholicism: Ten Controversies Explored. New York. Cliff Street Books, capítulo 9, «Is Catholicism safe for democracy?», pp. 157-160.


Los valores de la democracia

Weigel se adentra en el tema concreto: que es el de la democracia y los valores que necesita. Y señala dos posturas al respecto.

1. Democracia sin valores

Es la de quienes piensan que la democracia debe ser un sistema neutral en cuanto a valores. Algo ajeno a ellos y de los que no tiene necesidad.

Esta postura es la que prevalece en las democracias europeas, Australia, Norteamérica. También gana adeptos en las nuevas democracias de la Europa oriental. 

2. Democracia con valores

Están en esta postura quienes piensan lo opuesto, que ella no es neutral a los valores. Esta posición, que piensa lo opuesto a la anterior, requiere una cierta explicación. 

Ella se opone a la idea de aceptar la consecuencia de la neutralidad de valores y del escepticismo moral que eso implica. ¿Por qué?

📌 Porque para tener una democracia real se requiere un estado de derecho regido por leyes que tengan como origen un concepto correcto de la naturaleza humana.

Sin este concepto central que guíe a la democracia, se corre el riesgo de manipular a la sociedad sobre la base de otro concepto, el del poder.

La falta de una base moral sólida, fundamentada en la naturaleza humana producirá otra base, la del poder por el poder. Concretamente, una democracia ajena a valores lleva al totalitarismo.

No lleva al totalitarismo conocido, como el nazismo o el comunismo, sino a uno más agudo y sutil, tanto que sería un nuevo tipo de totalitarismo. Más peligroso porque es menos tangible.

Es fácil ver soldados y prisiones. Pero es más complejo entender el peligro de la idea de una democracia cuyos mecanismos carecen de una guía o creencia esencial sobre la naturaleza humana y los valores que ella supone.

Democracia: urna de votos
Emisión de votos democráticos

Democracia sustentada en valores

La democracia ha sido entendida como una máquina que se encarga de los asuntos políticos. También de las políticas públicas, de las leyes y la aplicación de justicia. Y hace todo esto sin necesidad de una creencia central, o sea, sin puntos de referencia.

Cuando la democracia carece de ideas que le den sustento, corre el peligro de fundamentarse solo en el poder. Quizá en el poder de las mayorías. Este peligro es real.

Si la democracia opera sin una base como la creencia en la dignidad de la persona, por pensar que esta idea es relativa o ajena al sistema, la única manera de resolver los conflictos que se presenten es la imposición por la fuerza.

En una democracia con una guía moral, los conflictos que se presenten tendrán una solución razonada. La que viene del principio central que la fundamenta, es decir, la dignidad de la naturaleza humana.

Si se descartara la existencia de ese valor, los conflictos ya no podrán tener ese tipo de solución, sino una impuesta por el poder.

📌 Es decir, la democracia corre el riesgo cierto de destruirse a sí misma si se piensa que ella es un mecanismo automático que se encarga de la política. Un mecanismo que no requiere puntos de referencia moral que la guíen en la resolución de problemas.

La columna explora la complejidad de la democracia, desmintiendo su aparente sencillez y destacando sus requisitos fundamentales, muchos de ellos descubiertos por ensayo y error a lo largo del tiempo. Basándose en las ideas de Michael Novak y George Weigel, se presentan las condiciones y valores esenciales para su éxito y supervivencia.

Primero, la democracia necesita la verdad. Sin un reconocimiento de la verdad objetiva, el debate democrático pierde su base argumentativa y se reduce a la imposición por la fuerza.

Segundo, requiere una oposición leal, capaz de cooperar y negociar, dispuesta a ceder para el avance general, formando coaliciones flexibles. Tercero, es vital evitar la tiranía de la mayoría mediante la multiplicación de intereses y la formación de coaliciones cambiantes que actúen como contrapesos.

Cuarto, la democracia debe distinguir entre «licencia» y «libertad», entendiendo esta última como una acción reflexiva y responsable, no un mero seguimiento de instintos. Quinto, es crucial aceptar la falibilidad humana y reconocer que la democracia no erradica el mal, sino que limita sus efectos a través de pesos y contrapesos y un gobierno limitado.

Finalmente, la democracia necesita a la república, donde el principio mayoritario se equilibra con la elección de representantes que actúan como centinelas contra la tiranía de la mayoría.

Complementariamente, la columna aborda los valores de la democracia, diferenciando entre una democracia neutral en valores y una que se sustenta en ellos. Se argumenta que una democracia sin valores, que ignora un concepto correcto de la naturaleza humana, corre el riesgo de fundamentarse únicamente en el poder, derivando hacia un nuevo tipo de totalitarismo, más sutil y peligroso que los tradicionales.

Sin una base moral sólida, como la dignidad de la persona, los conflictos se resolverán por imposición de fuerza, no por razón. En suma, la democracia no es un mecanismo automático; necesita puntos de referencia morales para evitar destruirse a sí misma y garantizar una sociedad libre y justa.


Otros lectores también leyeron…

Excelente conferencia sobre la democracia y su más profundo autor.

Actualización última: