¿Qué piensa y cómo razona? El hecho de que sea sin remedio un ser humano da una gran clave para encontrar las respuestas. Más la diferencia entre autoritarismo y totalitarismo. La mente y conducta de un dictador. ¿Cómo se comporta un dictador?

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Introducción

Todo comienza con una hipótesis: el dictador se comporta siguiendo los mismos principios que sigue cualquier otra persona. Lo que hay en la mente de un dictador es en esencia lo mismo que existe en la cabeza del resto de la gente.


📕 La idea fue encontrada en el libro editado por Bernie Lucht, con textos de Weber, E., Woodcock, G., Goodman, et al., Ideas: Brilliant Thinkers Speak Their Minds (2005, Goose Lane Editions, Ronald Wintrobe: Dictators and Democracies) pp. 94-111.


Punto de partida

La idea de Wintrobe comienza con dos conceptos centrales.

Primero, buena parte del mundo vive bajo regímenes dictatoriales, de los que poco se sabe.
Segundo, los economistas suelen usar hipótesis sobre la conducta de las personas. Presuponen que la gente es racional, que es egoísta en alguna proporción y que es competitiva.

La intención es ahora hacer algo al respecto con las dos ideas anteriores.

Ver qué tanto puede saberse de lo que hay en la mente y conducta de un dictador usando esas hipótesis sobre el comportamiento de las personas. Conocer más sobre el dictador y sobre las personas que él gobierna.

📌 Queda por definir qué es una dictadura. Wintrobe la entiende como un régimen en el que el gobernante se nombra a sí mismo y en donde no existe un proceso legal para reemplazarlo. Claramente un régimen de este tipo acumula mucho poder en el gobernante y de personalismo político, incluso caudillismo.

Dentro de la mente del dictador

A partir de allí, el autor realiza una serie de especulaciones sobre lo que sucede en una dictadura, cubriendo la mente y conducta posibles del dictador y sus gobernados.

Recuérdese el punto de partida: se presupone que toda la gente es racional, que es egoísta en alguna proporción y que es competitiva, y que los dictadores no son diferentes.

¿Cómo actuarán ellos entonces? Las siguientes dimensiones ayudarán a comprender qué hay dentro de la cabeza del dictador.

1. Represión y miedo

La primera consideración establece una relación entre represión y miedo. A más represión gubernamental mayor temor tendrá la población. Pero ese mayor temor en los ciudadanos produce otro efecto, menos conocimiento sobre el apoyo que el dictador tiene entre la gente.

Con poco o nulo conocimiento de lo que piensa la gente, el dictador tendrá mayores justificaciones para también él tener temor. No sabrá si los apoyos que recibe son sinceros, si los informes que le mandan son verdaderos, si sus amigos lo son realmente.

Llega así a temer a todos: ciudadanos, guardias, amigos, colaboradores, familiares.

Ver lo que sucede en un régimen democrático ayuda a comprender este punto. En este sistema, el gobernante recibe críticas continuas, conoce a sus opositores y tiene información sobre su popularidad. Nada de esto existe en una dictadura.

📌 Wintrobe concluye que una dictador goza de menor seguridad en su posición que un gobernante democrático y que el «rasgo más característico de la personalidad de un dictador es la paranoia». Viven afectados terriblemente por la intranquilidad y la angustia.

2. La posibilidad de la racionalidad

Entonces, si los dictadores son racionales, no gobernarán solo mediante medidas represivas, persecuciones, encarcelamiento y tortura de quienes él piensa que son sus enemigos.

Pensar racionalmente altera la mente y la conducta de un dictador. Si quiere permanecer por más tiempo del probable, tendrá que crear apoyos entre grupos de la población, especialmente en quienes tienen poder para desestabilizar a su gobierno.

Hará cosas como darles más de lo que recibirían bajo otras circunstancias. Ingresos mayores a militares, a los trabajadores, a los empresarios, etnias o cualquier otro grupo poderoso.

Es la concesión de privilegios y tratamientos especiales, como monopolios a empresarios, o mayores sueldos a burócratas. Es un caso de clientelismo político.

En cuanto a la gente de en medio, que no pertenece a esos grupos, ella puede irse del lado de los que se sienten reprimidos, o del lado de los que están siendo favorecidos.

📌 Podrá esa gente incluso aceptar pérdidas de libertad, como la posibilidad de criticar al gobernante, pero eso no significa que el dictador no sea popular entre ella. Han existido dictaduras populares entre la gente común.

3. Desempeño económico

Un factor clave en la popularidad del dictador es el desempeño de la economía. Un gran desempeño de la economía en una dictadura creará popularidad entre la gente común, y viceversa.

Este tema lleva al terreno de si las dictaduras son buenas para el buen desempeño económico.

Hay dictaduras con resultados económicos espectaculares, como Chile, Corea y China. Pero hay también dictaduras que han sido fracasos económicos espectaculares, como Haití, Zaire, la URSS, Cuba, Venezuela.

📌 En conclusión, no hay una relación entre éxito económico y dictaduras, y todo lo que puede decirse es que las dictaduras tienen más capacidad para realizar acciones económicas decisivas y sin oposición.

Las democracias, por el contrario, no tienen esa misma capacidad de implantar medidas económicas decisivas. A ellas las acecha la inacción y la imposibilidad de acuerdos, o la implantación de medidas tibias e incompletas.

Esto lleva a Wintrobe a concluir que una atracción de la dictadura tiene su origen en esa desilusión por la inacción democrática que impide implantar medidas necesarias para el buen desempeño económico.

Un dictador, en cambio, sí tiene ese poder. Es el contraste entre la inacción de la Alemania de Weimar y el atractivo que generó Hitler.

El caso de la URSS

Si las acciones del dictador son buenas o no para la economía, eso depende, según el autor, de los intereses a los que quiera privilegiar para lograr su lealtad.

Un ejemplo de esto fue la URSS, donde la dictadura justificaba su poder en nombre de los trabajadores. Su gobierno tomó la propiedad de los bienes de producción y la burocracia sustituyó a los capitalistas propietarios.

Las burocracias, que no son malas en su naturaleza, tienden a ser ineficientes, a osificarse. Por eso necesitan ser sacudidas periódicamente, que fue lo que hizo Stalin en la URSS. Después de él, ya nadie lo hizo y la burocracia soviética se osificó e hizo caer a todo el sistema.

📌 Según Wintrobe, dado lo anterior, el futuro de las dictaduras que se orientan a los trabajadores es algo desolado, porque esa protección laboral, como sueldos mayores, no hacen atractivas a las inversiones. Del otro lado, las dictaduras orientadas al capital tienen un razonable mejor futuro, como Corea del Sur.

La paradoja debe apuntarse: a la larga, las dictaduras que se orientan al capital han sido de beneficio para los trabajadores.

El ejército

Continuando con lo que existe en la mente y conducta de un dictador, el autor trata un tema vital, las fuerzas armadas.

Uno de los grupos de poder que los dictadores suelen apoyar es el del ejército. Intuitivamente se cree que las dictaduras militares deben ser las más estables, porque después de todo, son los especialistas en represión.

La realidad es que no, las dictaduras militares suelen ser de corta duración.

Al parecer, lo que sucede es que los militares se privilegian a sí mismos y así encarecen el mecanismo de represión, perdiendo ventaja comparativa al gobernar.

Una vez obtenidos los privilegios, los militares están inclinados a devolver el poder a los civiles si tienen una garantía razonable de conservar sus privilegios y tener inmunidad.

La dictadura personal

Entre las dictaduras, las más peligrosas son las que lleva un solo individuo. Una persona sola gobernando no tiene tanta necesidad de llegar a compromisos con otros grupos, como sucedería en el caso de dictaduras con varias personas en las más altas posiciones.

De todas las dictaduras, la peor de todas es aquella en la que todo el poder se centraliza en una sola persona, quizá carismática y sin necesidad de quedar bien con nadie.

Finalmente, siendo racionales y buscando su propio interés, los burócratas compiten entre ellos realizando acciones que sean positivas para sus superiores, como sucedió entre los nazis, que buscaban subir de puesto, tener honores, teniendo iniciativas más allá del seguir órdenes.

📌 Este es un proceso de auto selección en la burocracia de las dictaduras, uno que promueve a puestos superiores a las personas con mayor maldad. Puede concluirse esto bajo la hipótesis general del comportamiento económico de la gente normal, que puede razonar y que busca su propio beneficio.

Globo de ideas afines

Un dictador no es un ser humano de naturaleza distinta y, por eso, es posible tener una idea acerca de cómo se conducirá en el poder: como cualquier otro ser humano en esa misma posición. Véase opresión política: el autócrata.

Una idea que lleva a los conceptos de totalitarismo, absolutismo político, tiranía, despotismo ilustrado, los trastornos mentales del poder e incluso presidencialismo.

Pone también sobre la mesa la idea de la tentación del totalitarismo y la llamativa tesis de que el poder embrutece, y más todavía, hace que los gobernantes vivan en mundos virtuales.

Concluyendo

La idea de Wintrobe puede causar cierta inquietud si se lee superficialmente.

Se trata solamente de lograr saber más sobre dictaduras, dictadores y sus gobernados, usando las hipótesis que suele aplicar un economista para entender la conducta de la gente común y corriente.

Esto permite un mejor conocimiento del funcionamiento de ese tipo de regímenes, el que podrá usarse en las decisiones de cómo tratar con ellos. Saber lo que existe en la mente y conducta de un dictador es un conocimiento vital.


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[Actualización última: 2023-06]