Un análisis sobre la posibilidad de la existencia de un régimen socialista que también sea democrático. ¿Son compatibles la democracia y el socialismo? ¿Puede convivir el ideal democrático con la realidad socialista?

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Un punto de arranque

La idea usualmente aceptada es que sí, que son compatibles —que un sistema socialista puede implantarse dentro de un régimen democrático sin que que pierda la esencia de ese sistema político de libertades ciudadanas.

Lo que quiero es explorar esa idea, poniendo en tela de juicio esa compatibilidad: proponiendo de hecho que la convivencia del socialismo y la democracia es difícil, incluso imposible.

📍 Una gran cantidad de ideas surge con relación al socialismo, por ejemplo: tipos de socialismo, cualidades del socialismo y ¿cómo se construye el socialismo?

Definiciones

Examinar si son compatibles la democracia y el socialismo necesita precisar el significado de ambos conceptos.

1. Democracia

«En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen conforme a mecanismos contractuales». es.wikipedia.org

En otras palabras, «[…] el corazón de la democracia es el evitar excesos de autoridad que dañen las libertades de los ciudadanos. Lo hace por medio de la división del poder en la sociedad y en el gobierno».

En la democracia, el centro político es la persona, considerando a cada una de ellas como un individuo separado del resto, y ese sistema está construido como una defensa de la libertad personal ante abusos de gobierno y de otras personas.

En ella, se defienden las libertades de la persona: libertades políticas, culturales y económicas, como un todo indivisible.

Resultaría algo absurdo que la persona tuviese libertad para elegir gobernantes, pero no libertad para elegir lo que quiera producir y a qué precio venderlo, que es parte de lo que el socialismo plantea.

2. Socialismo

«El socialismo es un sistema económico y social que centra sus bases ideológicas en la defensa de la propiedad colectiva frente al concepto de propiedad privada de los medios productivos y de distribución». economipedia.com

En otras palabras, el socialismo es «una escuela de pensamiento que es opuesta a la propiedad privada y favorece la propiedad estatal de los medios de producción».

Conclusión

De acuerdo con las definiciones puede encontrar una idea acerca de si son compatibles el socialismo y la democracia, concluyendo que entre ellas existen áreas de choque:

🩸 Democracia basada en propiedad privada versus socialismo basado en propiedad estatal.

🩸 Democracia basada en libertad personal versus socialismo basado en obediencia estatal.

📌 La incompatibilidad entre ambos es simple de ver: la propiedad gubernamental de los medios de producción daña a la propiedad personal que es necesaria para sostener libertades, como la de elegir gobiernos.


«La democracia amplía el ámbito de la libertad individual, el socialismo lo restringe. La democracia otorga todo el valor posible a cada hombre; el socialismo hace de cada hombre un mero agente, un mero número. La democracia y el socialismo no tienen nada en común excepto una palabra: igualdad. Pero fíjate en la diferencia: mientras la democracia busca la igualdad en la libertad, el socialismo busca la igualdad en la moderación y la servidumbre».

— Alexis de Tocqueville

Igualdad y libertad

Para analizar algo más si la democracia y el socialismo son compatibles ayuda el examinar las nociones de libertad e igualdad. En la democracia y en el socialismo se habla de igualdad, quizá lo único que tienen en común —pero que comprenden de manera distinta:

«[…] mientras que la democracia busca la libertad en la igualdad, el socialismo busca la igualdad en restricción y servidumbre». F. A. Hayek, The Road to Serfdom.

Es un conflicto entre valores políticos que no pueden admitirse con la misma jerarquía, debiéndose seleccionar a uno de ellos como el central.

La democracia ha elegido a la libertad como prioridad central; el socialismo a la igualdad. Una diferencia notable que apunta hacia la respuesta que diría que el socialismo y la democracia no son compatibles.

Libertad democrática

La democracia entiende a la libertad como ausencia de coerción —de gobiernos limitados que abusan de su poder y alteran la libertad de poseer, de trabajar, de lograr la felicidad propia.

La libertad entendida como el derecho a escoger gobiernos y cambiarlos. El derecho a la propiedad personal que es defensa contra abusos de autoridad. El derecho a decidir la educación, a adorar a Dios, a tener opiniones y expresarlas.

Esta libertad causará desigualdades inevitablemente, pero también proveerá oportunidades de mejora personal y de ayuda mutua; de colaboración y coordinación. La igualdad que se mantiene es la igualdad legal y de derechos, todo en la libertad.

Igualdad socialista

Ya que el socialismo da la prioridad central a la igualdad, sin querer perder el elemento de la libertad, lo que lo pondría en desventaja, ha producido un cambio lingüístico de consideración.

Es una modificación del concepto de ‘libertad’, alterado para acomodarse a la meta central igualitaria. Dejando su significado democrático, toma uno que se acomoda al socialismo y mantener de esa manera su apariencia democrática.

Esta nueva acepción de la palabra ‘libertad’ hace referencia a «la libertad de la necesidad, la liberación de la compulsión de las circunstancias que inevitablemente limitan el número de opciones» (F. A. Hayek, The Road to Serfdom).

Es esta nueva libertad una emancipación de las necesidades, de las exigencias físicas para vivir. Incluso de los menesteres del trabajo y de las limitaciones que impone la creación de riqueza, como esfuerzo, sacrificio y ahorro.

Entonces…

La libertad democrática teme al gobierno como origen central de abusos de poder y, por medio de leyes y defensas legales, preserva la libertad igual para todos —haciendo que el gobierno se redimensione de sus antiguos estándares monárquicos y autoritarios.

Por el contrario, la libertad, redefinida por el socialismo, expande al gobierno convirtiéndolo en dispensador de medios que distribuye entre los ciudadanos para liberarlos de sus necesidades naturales, de sus obligaciones de trabajo, de sus exigencias de esfuerzo y sacrificio.

Resumen

Lo anterior me sirve para destacar que democracia y socialismo no son realmente compatibles —apuntando que que para la la primera el valor central es la libertad, proponiendo la libertad en la igualdad.

Para el socialismo, en cambio, el valor primario es la igualdad y ya que esto limita a las libertades, redefine a la libertad de la manera en la que dije antes.

Esta «nueva libertad socialista» la crea el gobierno y es en realidad solamente una redistribución de recursos propiedad de unos para convertirlos en propiedad de otros.

Aunque sea llamada ‘libertad’ se trata solamente de una situación de dependencia de la persona —un estado de servidumbre y sujeción del ciudadano.

La democracia y el socialismo hablan de las mismas dos palabras, ‘libertad’ e ‘igualdad’ —pero estas dos tienen un significado distinto para cada doctrina.

Democracia y socialismo solo parecen compatibles en su apariencia, no lo son en su realidad.

¿Y el intervencionismo económico?

La pregunta que sigue es la obvia. Si el socialismo y la democracia no son compatibles, ¿podrá serlo el intervencionismo económico? El análisis anterior ayuda a responder la interrogante.

El intervencionismo tendrá un grado creciente de incompatibilidad con la democracia conforme aumente su intensidad. Y por la misma razón, el aumento de poder gubernamental y la consecuente disminución de libertades.


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