Definición de términos comunes, usados con la intención de describir a lo mejor de lo mejor. Destinados a ilustrar eso que es excepcional y está muy por encima del promedio. El significado de excelencia y de excelente.

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Introducción

El uso frecuente, común y, por eso, descuidado devalúa el significado de términos como ‘excelencia’ y ‘excelente’. ¿Qué y quién merece recibir esos calificativos realmente? Este es el propósito de la columna. Y para hacerlo, el mejor inicio es el de encontrar sus definiciones, lo que servirá de basa para comprender la esencia que contienen.

Definiciones

Un buen inicio es entenderla como la «superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo». Una idea que se complementa con otra, la que la define como «una virtud, un talento o cualidad, lo que resulta extraordinariamente bueno y también lo que exalta las normas ordinarias».

Esas dos ideas dejan evocar palabras similares como perfección y perfecto, superior y superioridad, excelsitud y excelso. Algo que es magnifico, lo mejor entre lo mejor. Algo que lleva a una connotación de excepcional e infrecuente. Por definición clara, lo excelente es escaso. Es decir, no admite ser usado con frecuencia. Es algo que no se encuentra con facilidad.

Hay algo de Filosofía en el entendimiento real de su entendimiento. Por ejemplo, en esta frase de Vince Lombardi «La perfección es inalcanzable, pero si vamos tras ella podremos capturar a la excelencia». Y en esta otra de Confucio, «La voluntad de ganar, el deseo de éxito, el ansia de alcanzar todo tu potencial… son estas las llaves que abrirán la puerta de la excelencia personal».


«La excelencia es un arte ganado con entrenamiento y hábito. No actuamos correctamente porque tengamos virtud o excelencia, sino que las tenemos porque hemos actuado correctamente. Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto sino un hábito».

Aristóteles

Las características de la excelencia

De lo anterior es posible concluir eso que caracteriza a lo excelente.

🩸 Es un nivel alto, el mayor posible. Algo que es descrito por calificativos como ‘óptimo’, raro, de excepción. No es el estado común de las cosas y es el más grande posible.

🩸 Lo excelente es una posibilidad entre varias, que van desde lo malo y pésimo hasta ese nivel de lo mejor entre lo mejor. Y eso significa que es una decisión, incluso convertida en hábito y virtud. Este es un elemento de continuidad y estabilidad.

🩸 Si es una decisión habitual y virtuosa, eso significa que es una consecuencia de la voluntad. Es decir un fenómeno netamente humano. No se tiene en ningún otro ser, excepto en las personas.

🩸 Por tanto, la decisión solo puede realizarse con amplitud en un ambiente de libertad, en el que es posible razonar, tomar decisiones y actuar.

🩸 Con frecuencia requiere talentos y habilidades personales que no son comunes. Capacidades que la naturaleza, de manera accidental, otorga a unos y no a otros.

🩸 Es algo posible de percibir. Una cualidad que se advierte y se usa para distinguir entre lo que es excelente y lo que no lo es. Implica la factibilidad de ser notada y apreciada por los demás.

🩸 Se aplica a todo los campos del desempeño humano, desde el más noble hasta el menos. En los casos más pedestres será menos notable que en los más destacados, pero esa aplicación es universal.

Hay en el uso de esos término un fuerte elemento de mérito y también de elitismo. Calificar a algo o a alguien de excelente es con necesidad limitado e inusual. De no serlo, perdería su significado. Más aún, no solo necesita la decisión personal de sobresalir, también requiere talentos y habilidades poco comunes.

El asunto de la percepción

La excelencia presenta una dificultad obvia en su capacidad de ser notada por otros. Esto se refiere a la preparación necesaria en una persona para tener la capacidad de un juicio crítico que la reconozca. Es decir, no todos tienen esa suficiencia para encontrarla.

Quienes tienen un bajo conocimiento de la música con dificultad podrán evaluar la posible excelencia de composiciones como las variaciones Goldberg de J. S. Bach. Esto eleva el nivel de mérito que tiene el concepto, pues también necesita preparación de quien la evalúa, una tarea compleja. Es decir, se necesita talento preparado para reconocer a lo excelso.

Lo mismo sucede con otras manifestaciones de excelencia. Apreciar otras maestras de pintura y poder distinguir a lo que alta calidad necesita cierta preparación más allá de los gustos personales. Hay algo que está por encima del «me gusta o no me gusta». Eso es el reconocimiento del talento ajeno que llega a lo grandioso.

El impredecible genio

Las cosas se complican cuando a la excelencia se le añade un factor impredecible, eso que puede llamarse ‘genialidad’. Lo que describe al caso excepcional extremo. La persona en la que no solamente pertenece a lo excelente sino que posee genialidad entendida como la capacidad de una persona para lograr lo extraordinario. La persona superdotada en la que coincide la excelencia.

Por ejemplo, el caso de la Astronomía, donde hay genios como: Galileo, Kepler, W. Herschel, Laplace, Copérnico, Ptolomeo, T. Brahe, Halley y otros más en los que no solo existe la excepcionalidad de la excelencia, sino también la de la genialidad. Igual que en el caso de la Física con: Newton, Einstein, Rutherford, Faraday, Galileo (otra vez), Cavendish, Bohr, J. Thompson y otros poco más.

El orden de los nombres revela su importancia, según la obra de Charles Murray, Human Accomplishment. En Filosofía: Aristóteles, Platón, Kant, Descartes, Hegel, Aquino, Locke. Hume. Agustín y otros. Haga el lector un ejercicio respondiendo a quienes colocaría en los primeros cinco o seis lugares en el campo de la música. Esos seres excepcionales y geniales. Y el libro de Murray es en extremo aconsejable.

La respuesta, en orden de importancia: Beethoven y Mozart empatados en primer lugar, J. S. Bach, Wagner, Haydn, Hendel, Stravinsky, Debussy, Liszt y otros más. Estas listas no son producto de encuestas de opinión. Vienen de análisis estadísticos de obras especializadas. ¿Curiosidad con el arte occidental? Estos son los primeros nombres: Miguel Ángel, Picasso, Rafael, da Vinci, Tiziano, Durero, Rembrandt y demás.

Discusión

La cualidad de lo excelente es lo que es porque se trata de algo extraño, raro y sorprendente. Por eso llama la atención de manera especial, porque no solo es una rareza, sino que también es admirable en extremo. Es lo que hace que las pinturas de Caravaggio sean constantemente sujetos de fascinación.

Quizá esto significa que se necesita tiempo como filtro que separe a lo excelente de lo bueno. Y, dentro de lo excelente, distinga a los genios. Esto significa que el concepto no puede existir sin juicios y razonamientos que sirvan para hacer esa distinción entre una pintura de F. Goya y una de mi tía.

No puede haber relativismo por el que un cuadro en terciopelo negro de una pantera sea igual a otro de Giotto. Es imposible aceptar el razonamiento que supone que no hay diferencia entre un cuarteto para cuerdas de Mozart y Despacito, o entre la letra de esa canción y una obra de Shakespeare.

Más aún, es algo que se da en lo individual, la genialidad y la excelencia es siempre asignable a una persona. Se identifica con un solo ser. No hay colectividad en esto, es el artista, o el científico, o el inventor. Alguien que tiene margen de acción y capacidad de decidir con libertad. Es decir, la excelencia se da en realidades de libertad real, en las que alguien decide hacer algo que resulta excelso.

La capacidad de poder ser percibida y admirada implica que hay un beneficio que se difunde en el resto. Lo excelente mejora la vida de los demás, así sea el gozo de leer a Moliere o los beneficios de los descubrimientos de Pasteur. Es mejor la sociedad que facilita los trabajos que producen excelencia que aquella que los obstaculiza. Y será también mejor la sociedad que admira al éxito que aquella que lo envidia.


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