Hay cosas más allá de los sistemas económicos y políticos. Esos regímenes son muy importantes para el progreso, pero no son todo lo que se necesita. No puede tenerse una buena sociedad próspera solamente proponiendo un sistema político o económico, el que sea. ¿Es suficiente un sistema liberal para progresar? El por qué un sistema liberal es insuficiente para desarrollar una sociedad próspera. Comprenda el impacto parcial del mercado libre.

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Introducción

Tome usted el funcionamiento de un mercado libre, por ejemplo, y verá que la propensión de las personas a intercambiar bienes las llevará a determinar precios de intercambio que son de suma positiva. Y comprenderá la razón por la que la interferencia en ese proceso lo distorsiona y altera la suma positiva provocando daños.

Eso lo sabemos, pero no lo es todo. La Economía nos ha dado asombrosas explicaciones (que no se les ponga la atención que merecen es otra cosa).

Explicaciones acerca de cómo funcionan las cosas y de lo que sucede cuando no se respeta la realidad. ¿Basta con aplicar un sistema de libres mercados, liberal, y así tener una sociedad próspera? ¿Basta con implantar un sistema democrático para progresar?

📌 No, hay cosas más allá de procesos económicos y políticos. Poca duda existe al respeto de los buenos resultados de las libertades políticas, económicas y culturales. Las bondades de la libertad económica han sido demostrados con creces. Sin embargo, la pregunta que sigue es natural. ¿Basta con instaurar un sistema liberal para que una sociedad progrese?

¿Es suficiente un sistema liberal?

Es frecuente encontrar entre los defensores de la libertad la noción implícita de una propuesta que presupone que es necesario implantar un sistema liberal para avanzar y tener mayores estándares de vida. Tienen razón, los sistemas liberales son los que más progreso permiten, muy por encima de sus contrarios.

📌 No se pone en duda esa proposición, sino una idea adicional. ¿Es suficiente solo instaurar un sistema liberal para progresar? ¿O hace falta algo más?

La pregunta se intuye en esta cita de un economista.

«Cuando Smith dice que cada hombre debe ser perfectamente libre de seguir su propio interés a su manera siempre que no viole las leyes de la libertad, para saber lo que significan esas frases, debe leerse la Teoría de los Sentimientos Morales». Smith, Vernon. The Evidence of Things Not Seen: Reflections on Faith, Science, and Economics (pp. 38). Acton Institute. Mi traducción. 

Se plantea una condicionante llamativa. Las personas deben ser libres porque así mejorarán su situación, pero hay «leyes de la libertad» que deben respetarse. ¿Qué significa eso?

¿Basta el liberalismo solamente?

Un régimen político liberal contiene libertades políticas que llevan a la democracia, la república y el estado de derecho. Tiene libertades económicas y culturales que implantan a la libertad de expresión, la libertad religiosa, la educativa y de trabajo en mercados libres.

Un sistema de ese tipo produce mayores probabilidades de bienestar, avance y progreso, produciendo civilización. No es uno perfecto, tendrá problemas, habrá conflictos y actos reprobables, pero es el mejor que se conoce. Correcto, pero sigue siendo válida la duda de si es suficiente un sistema liberal para tener todos esos logros. ¿No existe algo más que se olvida?

La propuesta de la columna es que sí, que algo se olvida demasiadas veces. Las arduas discusiones, por ejemplo, entre socialistas y capitalistas, tiende a poner toda la atención en procesos económicos y relegar a un segundo plano eso que suele desatenderse. Lo mismo sucede en las argumentaciones entre partidarios de gobiernos pesados y ligeros, por ejemplo, al tratar políticas redistributivas.

Sí, algo falta y es muy importante

Regresando a la cita anterior. La comparación es sagaz: leer la Riqueza de las Naciones no da el panorama completo, también está la Teoría de los Sentimientos Morales. En otras palabras, no son suficientes Mises y Heyek, también se necesita a R. Scruton y a K. Minogue. Ni solo bastan Marx y Keynes, también se debe considerar a otros, como Aristóteles, B. Pascal y Saavedra Fajardo.

Quizá esto pueda comprenderse mejor si se acepta que las discusiones económicas, políticas y sociales giran alrededor de las defensas y ataques a la libertad humana. El olvido es ahora más claro. Quienes defienden a la libertad tienden a descuidar el qué hacer para usarla y conservarla.

El problema es uno de reducción de dimensiones que acaban por ver a un ser humano pobremente definido, al que le falta el resto de su naturaleza: sociabilidad, sentido moral, aciertos y errores, virtudes y vicios, consideración por los demás, religiosidad. Implantar un sistema liberal no es suficiente. Necesita considerarse a la persona completa.

📌 Lo que se descuida con frecuencia es a esas «leyes de la libertad» que deben ser respetadas para poder ser libre. Es el cómo usar a la libertad para preservarla. Si acaso no se atendiera este punto, los defensores de la libertad perderían su batalla y saldrían victoriosos quienes la desean anular.

El planteamiento

La respuesta a la pregunta de si es suficiente un sistema liberal para mejorar la vida de las personas es más compleja de lo que se piensa en un inicio. Tiene dos componentes.

🩸 Primero, sí, es necesario tener un régimen liberal que contenga amplias libertades políticas, económicas y culturales. Este es un requisito indispensable para mejorar la vida de todos. No es un sistema perfecto, pero ninguno lo es.

🩸 Segundo, es necesario considerar también las maneras de preservar esas libertades haciéndolas sustentables en el largo plazo. Se trata de conservar a las libertades políticas, económicas y culturales, haciéndolas sólidas y capaces de soportar los continuos ataques que ellas tendrán siempre.

El problema es, entonces, cómo conservarlas. Hay un intento de respuesta en el antes mencionado respeto a las «leyes de la libertad». Esto significa aceptar que existen reglas y preceptos que deben obedecerse para su preservación. En otras palabras, la libertad tiene necesidad de un código moral. No solo debe la persona ser libre y vivir en un régimen de libertades, debe ella también saber ser libre.

Saber ser libre, la clave

La cuestión de si es suficiente un sistema liberal para tener una buena sociedad, próspera y rica, implica, por tanto, vivir bajo ese régimen liberal como condición necesaria (aunque solo sea de facto). Sin embargo, eso no basta. Es imprescindible también saber ser libre, es decir, conservar la libertad propia, el autogobierno personal.

Igual que en la naturaleza sus fuerzas son aprovechadas respetando sus leyes, la libertad, para merecerse, exige acatar las suyas. Esto equivale a la existencia de un código moral que establece que mientras existe la libertad para hacer todo, no todo debe hacerse.

Con claridad se entiende esto en lo indebido de actos de una persona que agreden la libertad de otras, por ejemplo, robando sus propiedades. Mientras que existe esa claridad en las reglas de tratos con otros, no se tiene en los actos de una persona que daña su propia libertad, como vicios y adicciones que no dañan directamente a otros.

📌 En otras palabras, no solo se trata de vivir en un régimen de libertades, también se trata de tener conductas morales, virtuosas, o como quiera llamárseles. Esta es la única manera de progresar y elevar el bienestar.

Hay una conexión entre virtud y progreso. Un caso opuesto muestra la relación: los países con alta criminalidad frenan sus oportunidades de crecimiento; los de muy baja criminalidad tienen mayor bienestar (ceteris paribus). Lo mismo aplica a la corrupción: el contraste entre Dinamarca y Nicaragua lo ilustra, o entre Finlandia y Venezuela.

La conmoción producida

Lo anterior probablemente cause un cierto sobresalto en muchos defensores de los regímenes liberales. En dos sentidos:

⚠️ Primero, ante la propuesta de que no basta implantar un sistema de libertades para aumentar el bien común. Creer que con solo cambiar de régimen político basta es un error serio.

⚠️ Segundo, ante la mención de que es necesario un código moral de las «leyes de la libertad», es decir, la existencia de normas prescriptivas que al menos especifican acciones indebidas.

Esto último posiblemente provoque un shock aún mayor, porque implica la existencia de un código moral objetivo e invariable, independiente de la voluntad propia. Es decir, no relativista.

Conclusión

La columna ha tratado de examinar una pregunta central. ¿Es suficiente un sistema liberal? La respuesta es un sí condicionado. Conviene tener un régimen de libertades para crear riqueza y bienestar. De eso hay poca duda. Pero hay más, mucho más.

También debe considerarse la defensa y conservación de ese régimen, lo que solo puede hacerse aceptando la existencia de principios morales objetivos que son parte de la misma libertad. De no admitir esto, fracasaría eventualmente el régimen liberal y sucumbiría a otros que anularían a la libertad.


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[Actualización última: 2023-11]