Es un fenómeno llamativo, curioso y un tanto inexplicable. Es el atractivo del socialismo a pesar de un récord sustancial de fracasos. El atractivo y la fascinación de muchos con el ese tipo de régimen político no parece hacer disminuido a pesar de fallas y errores, que no son pequeños. La popularidad del socialismo y su explicación.
Tabla de contenidos
- Introducción: la fortaleza del socialismo
- Una notable característica de la izquierda política
- Las causas de la fortaleza del socialismo
- 1. Se coloca como una opción idealista
- 2. Se mantiene como la otra alternativa electoral
- 3. Aprovecha la pasión por la igualdad
- 4. Es la opción más fácil de comprender
- 5. Es la escuela más atractiva para los gobernantes
- 6. Ignora a la historia
- 7. Es la opción académica preferida
- 8. Tiene visión de plazo corto
- 9. Adquiere tonalidades de dogma
- 10. Obsesión con la ampliación de derechos
- Conclusión
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Introducción: la fortaleza del socialismo
📌 Es una de las características más notables de la izquierda política y del socialismo: su enorme habilidad de supervivencia a pesar de sonados fracasos. Su atractivo y popularidad no parece haber sido menguada por causa de sus chascos.
Me refiero a la popularidad de eso que se conoce genéricamente como «izquierda». Cosas como la victoria de Justin Trudeau en Canadá, la supervivencia en el poder de Syriza en Grecia, la influencia de Podemos en España, la reelección de Obama y Biden, la popularidad de Bernie Sanders.
Y, por supuesto, la elección de López Obrador en México. Los resultados de elecciones en Perú, en Chile, la perspectiva de este año, son eventos que parecen apuntalar la idea de la fortaleza del socialismo.
Son estos simples ilustraciones de la supervivencia de la izquierda. No solo supervivencia, sino popularidad y fortaleza. Para cualquier observador externo esto constituiría una gran sorpresa dados los reales resultados económicos que la izquierda ha producido.
📌 No hay movimiento político actual con un récord de fracasos económicos como el de la izquierda. La pregunta que surge de inmediato es la obvia. ¿Por qué sigue siendo popular ell socialismo? Es un desafío a la inteligencia y a la lógica.
Si un tipo de propuestas fracasa una y otra vez, sería razonable suponer que ellas serían abandonadas. Si no lo son, eso presenta la paradoja de la que hablo.
Una notable característica de la izquierda política
Esta fortaleza y popularidad es una especie de «resiliencia política».
«La resiliencia es la propiedad de los materiales que acumulan energía, cuando se someten a situaciones de estrés, tales como rupturas. Estos materiales, después de un momento de tensión, pueden o no ser dañados, y en este último caso, tienen la capacidad de volver a la normalidad». significados.com
La mentalidad de la izquierda política ha mostrado esa características de una enorme resiliencia. Sus consistentes malos resultados económicos no ha sido suficientes como para dañarla severamente.
Y, a pesar de tensiones como el fracaso soviético, el chino, el norcoreano, el venezolano, el cubano, y todos los demás, ha sido capaz de volver a la esfera pública y tener popularidad. La paradoja, que desafía la lógica, necesita una explicación que no puede ser simple.
Las causas de la fortaleza del socialismo
¿Por qué tiene tanta popularidad el socialismo? ¿Cómo es que tiene esa cualidad de supervivencia? ¿Qué es lo que lo hace tan atractivo?
Las siguientes son algunas de esas razones por las que la izquierda se mantiene como una fuerte y real alternativa en el panorama político de cualquier democracia en el mundo.
1. Se coloca como una opción idealista
Es la apropiación de una faceta de romanticismo político y de ilusiones sociales que fortalecen al socialismo como una alternativa posible de sociedades ideales que prometen felicidad general. Esto despierta expectativas emocionales que no pueden ser discutidas racionalmente.
Cae en el error de compara a la sociedad perfecta teórica que compara con la realidad imperfecta de la sociedad actual. Esto hace imposible las comparaciones, pues son conceptos inconmensurables. Las propuestas están alteradas por un optimismo sin fundamento y la quimera del poder total que supone que es posible conducir centralmente a la sociedad entera.
2. Se mantiene como la otra alternativa electoral
La fortaleza del socialismo y su popularidad se deben también a su colocación como alternativa central de la política, siendo sus opositores todo el resto de opciones: conservadores y liberales y neoliberales a los que agrupa como enemigos del bien común.
Ha adoptado el rol exclusivo de la defensa de víctimas, pobres, excluidos, explotados y similares. Su marco de referencia es la de la lucha de clases, en favor de las mayorías y en contra de la burguesía. Es un marco ideológico que explica a la realidad como una lucha hegemónica concebida como caricatura de buenos contra malos.
3. Aprovecha la pasión por la igualdad
Buena parte se su fortaleza se sostiene en la obsesión con la desigualdad, descuidando a la libertad. Así, capitaliza una de las pasiones políticas propias de la democracia cuando ella se hace extrema. Promete una sociedad igualitaria que así promueve la justicia social.
Por eso, parte de su promoción es la envidia, el rencor y el resentimiento para implantar políticas redistributivas y un sistema de estado de bienestar. Esto produce un gran atractivo electoral entre las mayorías, es decir, crea un sistema de clientelismo.
4. Es la opción más fácil de comprender
Si la mayoría de los ciudadanos tiene un escaso conocimiento político de asuntos legales, económicos y políticos, la fortaleza del socialismo se manifiesta en su simple fórmula: el gobierno será la solución de todo y lo hará bien.
Nada hay de complejo en eso. La mayoría entenderá las promesas de mejor sociedad y de lograr la felicidad de todos por medio de acciones directas de gobierno. Más aún, la pasión por la igualdad que despierta el socialismo es fácilmente comprendida y anhelada.
No hay en la popularidad del socialismo espacio para consideraciones de complejidad económica, ni de efectos no intencionales, ni de consecuencias imprevistas. Los ciudadanos deciden su voto creyendo que la sociedad ideal vendida por esta ideología es posible teniendo al gobernante correcto, es decir, al socialista que mejor vende sus promesas.
5. Es la escuela más atractiva para los gobernantes
Existe, además, una fuerte preferencia del gobernante hacia el socialismo, lo que produce una mayor oferta de opciones socialistas aún entre partidos políticos en competencia. Un partido liberal es más la excepción que la regla.
Esa inclinación ideológica en buena parte se debe a la esencia socialista, la que está basada en el aumento de poder del gobernante. Cuanto más poder tenga el gobierno más agradará eso al político, pues tiene él una fuerte predilección a acumular poder y dinero.
«El poder es el afrodisiaco mayor»
— Henry Kissinger
6. Ignora a la historia
Buena parte de la fortaleza del socialismo, y algo que eleva su popularidad, es el olvidar su récord de desempeño en la realidad anterior. No importa que una y otra vez haya producido fracasos notables porque ellos son excluidos de la narrativa política.
Y, con una ciudadanía que desconoce la historia, cada nuevo intento de implantar medidas socialistas es recibido como una loable intención de hacer más justa a la sociedad. La ilusión socialista parece no tener fin con este déficit de conocimiento histórico.
7. Es la opción académica preferida
Buena parte de la persuasión ejercida por el socialismo tiene su origen en los círculos intelectuales y académicos. Es la opción preferida de la mayoría de los intelectuales. Manifiestan ellos una atracción clara por este tipo de régimen, incluso a pesar de sus errores y sus malas opiniones.
La herencia intelectual de los años 60 influye también aquí con sus creencias idealistas y anti sistema. El resultado es una masa considerable de ciudadanos inclinado a suponer que la acción gubernamental puede remediar cualquier problema si se logra la igualdad material. Incluso a pesar de perder libertades y correr riesgos de autoritarismo.
«El socialismo es una filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y el evangelio de la envidia, su virtud inherente es el reparto equitativo de la miseria».
— Winston Churchill
8. Tiene visión de plazo corto
La mentalidad que ignora al plazo largo ayuda a la reincidencia del socialismo, pues hace considerar solo las buenas intenciones inmediatas de las medidas propuestas por los estatistas. A pesar de ser una falacia notable, las buenas intenciones gubernamentales siguen justificando a toda acción estatizadora, ignorando por completo los medios y formas que utilizará.
9. Adquiere tonalidades de dogma
Buena parte de la popularidad de socialismo se sustenta en su posición como dogma inapelable de superioridad moral, lo que produce el síndrome de lo políticamente correcto y hace imposible discusiones razonadas ue defiendan opiniones opuestas.
10. Obsesión con la ampliación de derechos
Esta razón de la popularidad del socialismo es todo un tema en sí mismo. Toma como cimiento el fenómeno de la inflación de los derechos humanos partiendo de la idea de que los derechos creados son una responsabilidad gubernamental que produce más funciones y requiere más gasto, es decir, más impuestos.
«El socialismo en general tiene un historial de fracasos tan flagrantes que solo un intelectual podría ignorarlos o evadirlos».
— Thomas Sowell
Conclusión
Han sido propuestas diez razones de la popularidad del socialismo, el que incluso a pesar de sus notables y consistentes fracasos ha sobrevivido como una opción política con una notable fuerza.
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